Capítulo I: "Goodbye Vancouver."
Ellos nunca dejaban de viajar.
Literalmente, iban con mínimo tres maletas enormes cada quien. Y cada año vendían la casa que compraban, a no ser que rentaran departamento. Lo cual resultaba más fácil.
Un chico peliblanco de ojos azules, bastante llamativos. Con jeans de mezclilla y tenis Puma negros, una camiseta blanca delgada de algodón y encima una de cuadros en tonos blanco, gris, celeste y azul, con las mangas arremangadas hasta los codos. Pasaba por el pequeño y estrecho pasillo entre los asientos del avión en busca del suyo. Subió sus lentes de sol dejándolos sobre su cabeza, llamando la atención de un par de chicas canadienses.
El ojiazul las miró y les sonrió, ambas se sonrojaron.
Una pelirroja que llevaba un short de mezclilla, vans verdes y una blusa sencilla color beige con estampado que decía: Relax en color negro. Se acercó al peliblanco al darse cuenta de las chicas y le metió un golpe en la cabeza tumbandole los lentes de sol.
-No es momento de coqueteos Frost.- le regaño, y después pasó frente a él para ir a su asiento.
Jack se agachó para levantar sus lentes de sol y revisó que la pelirroja no los hubiera estropeado. Intactos.
-No coqueteo Mérida, sólo... Les sonrío. Se le llama educación.- dijo Jack sonriendo, Mérida le sonrió sarcástica.
-Mira que educado me saliste.- miró por encima de su hombro. -Un chico está siendo educado con Punz.
-¿Qué?- Jack se giró al instante en busca de una rubia de 1.56 ojiverde, pero no la encontró.
-Ups, me equivoqué.
Un castaño de ojos verdes, llegó junto a ellos acompañado de una rubia. Él vestía jeans y llevaba unos Converse negros y una chaqueta marrón que ocultaba su playera gris. La rubia corrió hacia Jack y Mérida llevando del brazo su bolso color magenta. Ella vestía unos short de mezclilla al igual que Mérida, unas sandalias plateadas y una blusa roja abotonada. Su largo cabello que le llegaba a la cintura iba en una alta coleta, y unas delgadas trencitas iban por cada lado encima de las orejas.
-Hey chicos, ¿porqué no nos esperaron?- preguntó la ojiverde sentándose al lado de Javk.
Jack la tomó la mano.
-Tuve que alcanzar al veloz de tu novio.- Mérida miró a Jack sonriendo, lo cual puso de nervios al chico.
No le digas de las chicas canadienses.
-Muy bien, todo listo, estamos por ir directo a Miami.- el castaño se sentó junto a la pelirroja, quien sacó una libretita y un lápiz.
-Yo quería ir a Orlando.- hizo puchero la rubia.
-Blondie, te prometo que te llevaré a Disney, pero iremos a Miami.- dijo Jack a la chica, ella le sonrió.
-Muy bien...- Mérida comenzó a hacer una lista. -Cosas que más nos gustaron de Vancouver...- escribió ella.
La rubia y el peliblanco se pusieron de rodillas en sus asientos para ver a sus amigos que estaban en la parte de atrás.
-¡El parque Stanley!- chilló emocionada la rubia al recordar su visita al parque.
-Bien dicho Rapunzel.- dijo Mérida a su amiga. -Parque Stanley...- escribió la pelirroja.
El castaño le susurró algo al oído y la pelirroja se sonrojo. Le dio un codazo en las costillas a su pareja.
-No escribiré eso Hiccup.- dijo Mérida roja como un tomate, Hiccup rió.
-Dios, dan asco.- se quejó Jack. Mérida le dio un golpe en la frente con fuerza empujandolo, él cayó de su asiento.
-Disculpa, pero yo sufrí por varias noches sin poder dormir gracias a ustedes.- dijo Mérida a la pareja de rubios, Rapunzel se sonrojo y el chico se volvió a subir a su asiento.
-Ya escribe otra cosa Mer...- dijo la rubia apenada. Jack comenzó a saltar en su asiento.
-¡El Centro de Deportes de Invierno! ¡El Centro de Deportes de Invierno!- decía Jack emocionado, Mérida escribió algo en su libretita.
-Cuando Jack... Permanecía callado.- escribió la pelirroja, Hiccup y Rapunzel rieron ante el comentario de Mérida.
-No escribiste eso.- dijo serio Jack, Mérida le mostró su lista y el ojiazul leyó.
-¡Oye!- le reclamó y Mérida rió al igual que Hiccup y Rapunzel.
Estamos a punto de despegar el avión. Favor de abrocharse el cinturón.
Jack y Rapunzel se bajaron del asiento para sentarse bien. Todos se abrocharon el cinturón, Mérida siguió escribiendo cosas en su lista. Hiccup tuvo que abrocharle su cinturón mientras ella escribía.
¡Miami allá vamos!
-Dulcinea BC.
El primer capítulo. Cortito, lo sé, pero es lo esencial para iniciar la historia.
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