Capítulo 29 🗡️
Bryony
—Hola, brujita —levantó la mano izquierda y movió los dedos en señal de saludo.
—¿No se te pudo ocurrir otro día para aparecerte? —me crucé de brazos.
Seguía molesta con él por llevarse mi collar para hacer con él quien sabe qué.
—¿No te da gusto verme, brujita? —hizo una mueca de tristeza. La chica a su lado me miraba con curiosidad.
—La verdad es que no, te quiero lejos de mi vida, Caine —su nombre fue escupido como si fuera veneno en mi boca.
—Lastima —llevó las manos detrás de su espalda —. Y yo que tengo el regalo perfecto para ti —sacó una mano y entre sus dedos estaba mi collar. Me quise acercar pero con sus poderes me detuvo en mi lugar. Chistó antes de hablar —. No tan rápido pequeño demonio.
Odiaba que alguien aparte de Caden me llamara así, solo él tenía el derecho de llamarme de esa manera.
—¿Qué quieres? Dime.
—De ti no quiero nada —escupió, como si mi sola existencia significara un gran problema para él.
—¿Entonces? ¿Qué pretendes? —estaba confundida.
—Solo te voy a advertir algo —levantó un dedo, amenazante —. Nos vamos a ver, no será pronto pero un día sí, y ese día te vas a tragar cada una de tus palabras.
—Nada hará que cambie de opinión con respecto a ti, eres la maldad hecha hombre. No hay nada bueno en ti —espeté. Me quería mover pero mis pies estaban anclados al suelo.
Una sonrisa burlona abandonó su garganta y miró a la chica a su lado que no dejaba de mirarme y de vez en cuando echarle miradas de reojo a Thea que estaba a mi lado un poco asustada.
—Un día me vas a aceptar en tu familia, seré parte de ella como si fuera uno de tus hijos.
Estás demente si piensas que haré eso.
—Demente sí —leyó mis pensamientos —. Pero sé lo que digo, Bry —se burló.
—Eres un asco, Caine.
—Piensa lo que quieras —arrojó el collar al aire y antes de que este callera al suelo quitó el hechizo que me impedía moverme. Pude atrapar el collar entre mis manos y lo apreté a mi pecho —. Está manchado con un poco de sangre de ángel —dijo despreocupado.
Si pensaba que Bór era malo, nada se comparaba con Caine Morningstar.
Caine levantó un dedo y giró la cabeza hacia la puerta de donde provenían pasos que resonaban por el pasillo.
—Maldita sea —la chica a su lado se tensó y Caine fue directamente a la puerta donde Lucifer apareció y este lo estrelló contra la pared antes de que pudiera reaccionar y hacer algo.
Caine sostenía su cuello con una mano, eran de la misma altura, la misma aura oscura y la maldad emanando de sus cuerpos.
—Hola, Caine —saludó a su hijo —. Lilith —la chica, que ahora sabía era Lilith pero en una versión más joven solo gruñó ante el saludo de Luci.
—Aquí estás, padre —sus pies no tocaban el suelo. Caine miraba a Luci de arriba abajo cómo si no fuera nada para él, nadie, solo un pedazo de estorbo que no quería ver —. A mí también me alegra verte, Luci —soltó en ese tono de voz burlón.
—Caine —el agarre en el cuello de Luci se hizo más fuerte y este tuvo que ladear la cabeza un poco porque lo tenía demasiado cerca.
—Caine nada —espetó el pelirrojo —. Me mandaste a ese maldito infierno, estuve siglos ahí sin que me sacaras, nunca esperé nada de ti y aún así me decepcionaste —estábamos en medio de una pelea familiar y no podíamos salir porque Caine tenía a Lucifer a un lado de la puerta —. ¿Como pudiste? ¿Cómo pudiste mandar a tu único hijo a ese lugar tan frío y oscuro?
—Yo....—de nuevo no lo dejó terminar porque gruñó molesto —. Hablemos.
—No —se rio de una manera burlona pero con lágrimas en los ojos —. Tú y yo no tenemos nada de que hablar. En tu maldita vida me pidas hablar —su mirada se oscureció a tal punto que sus ojos eran negros completamente y la rabia se sentía crepitar por cada uno de sus huesos —. No te quiero ver, no quiero hablar contigo de nuevo. Mi madre y yo nos vamos a ir, no vas a saber de mí en un buen tiempo.
Luci miró a Lilith por encima del hombro de su hijo.
—¿No es lo que querías, Lucifer? —inquirió ella —. Ahora tienes lo que tanto has deseado, ni Caine ni yo seremos un estorbo para ti.
Caine soltó a su padre y este cayó de rodillas al suelo.
—No quería eso —habló tranquilo —. Caine era un peligro hasta para él, impulsivo, sádico, sin piedad. Merecía una lección.
—¿¡Y crees que una vida encerrado en ese maldito lugar me serviría cómo lección!? —le reclamó. De nuevo llevó su mano a su cuello —. Lo único para lo que me sirvió ese encierro es para odiarte más de lo que ya lo hacía, sirvió para planear bien como destruirte, sirvió para pensar. Porque algún día cuando menos te lo esperes te voy a declarar la guerra.
Sin esperarlo se apartó pero sacó una espada de quien sabe donde y la puso en el cuello de su padre. Thea se acercó a mí y cogió mi mano temblorosa.
—Bry, tenemos que salir de aquí —murmuró a mi lado.
—Caine —habló Lilith —. No lo hagas, no ahora —Caine arrastró su fría mirada a su madre y esta pasó saliva.
—¿Lo defiendes? —ella negó de inmediato —. Lo defiendes —afirmó.
—Nada de eso, solo piensa bien las cosas. ¿De qué va a servir que lo mates sino podrá sentir todo el odio que te le tienes? ¿No quieres que sufra tu desprecio?
—S-sí —respondió tembloroso.
—Entonces no lo mates, no vale la pena que ensucies tus manos con su podrida sangre —hablaba con rabia —. Si lo matas su padre puede bajar y hacerte pagar a ti por su muerte —la mirada de Lilith hacia Lucifer era igual de intensa que la de Caine —. Tal vez él no te encierre, te puede matar o desterrar a vagar como un simple humano —de nuevo miró a su hijo —. Tú no quieres eso.
Caine negó y fue apartando la punta de la espada del cuello de su padre.
De nuevo regresó la mirada a Luci y lo miró con todo el odio que podía existir en este mundo.
—No nos busques, no te queremos en nuestras vidas. Olvídate de que tienes un hijo —me miró de reojo —. Al fin y al cabo tienes un buen reemplazo de mí —la espada desapareció y se acercó a su madre —. Nos estaremos viendo, brujita —con toda la tranquilidad del mundo se colocó al lado de su madre y los dos desaparecieron frente a nuestros ojos.
Solté un suspiro y me acerqué a Lucifer que seguía en el suelo de rodillas.
—¿Estás bien? —le ayudé a ponerse de pie.
—Estoy bien, Bryony, gracias por preguntar.
—Voy por Caden —Thea salió de la habitación dejándonos solos.
—Lamento que esto haya pasado un día antes de tu boda —palmeó mi mano y apenas pudo sonreír.
—No te preocupes —me senté a su lado —. Menos mal que no hizo nada más.
—Y pudo hacerlo. Pero yo tengo la culpa de su odio, los separé, los alejé a ambos y solo puedo esperar odio por parte de ambos.
—No te mereces lo que te está pasando, conmigo eres tan bueno y...
—Contigo —aclaró —. Veo en ti a la hija que nunca tuve pero que pude tener, eres maravillosa —su mirada era dulce, algo que no había visto en él —. Permíteme llevarte de la mano al altar. Sería un orgullo entregarte a Caden mañana. ¿Puedo?
—Sí —ni lo pensé —. Por favor —ambos reímos.
—Toma —del bolsillo interior de su abrigo sacó un bonito collar con una preciosa piedra negra —parpadeé.
—Esto es...—me interrumpió.
—Sí —tomé el collar entre mis dedos —. Le hice algunas mejoras y ya no se ve tan llamativa —levanté la cabeza.
—¿Por qué me lo das ahora?
—No sabemos cuando vaya a atacar y debes estar preparada, tú eres la única persona que lo puede matar pero si tú no puedes tendré que hacerlo yo y sabes lo que eso significa —me puse de pie rápidamente.
—No te voy a perder a ti también —zanjé —. Yo lo voy a matar —una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios —. ¿Cómo se convierte en una daga? —miraba por todos lados el collar pero no había manera de que se convirtiera en una daga.
—Solo tú la puedes activar —explicó —. Tienes que pensar que quieres una daga y no un collar.
—¿Solo así?
—Solo así —pasé saliva y extendí las manos con el collar en ellas.
Es una daga, es una daga, es una daga.
En un parpadeó el collar dio paso a la hermosa daga que trajimos de Rumania.
—¡Sí pude! —pegué los brinquitos —. ¡Pude hacerlo!
—Te dije que solo tú lo puedes hacer —asentí y tras pensar que era solo un collar este tomó la forma de nuevo.
—¿Pasó algo? —Caden entró a la habitación mirando de hito en hito.
—Nada malo —fui hacia él —. Mira lo que me regaló, Luci —le mostré el collar.
—Es muy bonito.
—Y mira lo que tengo —saqué el collar que él me había regalado y sus ojos se abrieron grandes.
—¿Cómo es que llegó a ti? —miré a Luci y asintió con la cabeza.
—Caine estuvo aquí con su madre y me lo entregó —de nuevo miré a Caden —. ¿No es genial? Ya tengo el collar que me regalaste, vampirito —sonrió feliz.
—Es maravilloso —me di la vuelta para darle la espalda y que me pusiera el collar que él me regaló.
—¿Me lo pones? —no dudó ni un segundo y rodeó mi cuello con el collar. Cuando lo abrochó me giré de nuevo hacia él y dejé un tierno beso en su mejilla —. Se lo voy a mostrar a Thea.
Caden
Salió de la habitación tras ponerle el collar, se fue feliz por tenerlo de regreso, era como una niña con su juguete favorito.
Lucifer llegó a mi lado con las manos en la espalda.
—¿Estás preparado, Caden? La puedes sentir, ¿verdad? —sabía a que se refería.
—Cada día se siente más cerca. Bryony dice que la guerra llegará cuando la luna oscura esté en el punto más alto, ¿tú sabes cuándo será eso? —negó.
Maldita sea.
—No sé cuándo será pero yo veo venir una guerra, Caden, no todos van a salir vivos.
—¿Te puedo pedir un favor? —le pregunté.
—Claro —respondió.
—Cuida de ella, protégela, no permitas que cometa una locura...
—¿Cómo que vaya a buscarte al infierno? Sabes que hará lo que sea para traerte de regreso.
—Y no puedes permitir que eso pase, ella no se puede poner en peligro por mí —Lucifer negó a mi lado.
—Sabes que no puedo hacer eso, ella te ama y hará lo que sea, lo que sea, Caden —dijo serio.
—Solo quiero que ella esté bien.
—Solo está bien si estás a su lado.
Cuando ella está a mi lado puedo soportar todo.
—Caden, me gustaría hacer algo por ti, cambiar el rumbo de tu vida.
—No se puede hacer nada, Lucifer —hablé serio —. No importa que intente cambiar algo de ese día, no importa que sea un movimiento, que me resista, no importa cuanto luche de una u otra manera la muerte va a llegar. Sino es ese día será el siguiente o días después pero yo tengo que morir.
Soltó un bufido a mi lado.
—¿Por qué te das por vencido así de fácil? —me giré hacia él con el ceño fruncido.
—¿Crees que quiero esto? ¿Crees que no quiero luchar y cambiar el rumbo de todo? Tú mejor que yo sabe como son estas cosas, tu padre es el creador y debes saber que cuando el destino de una persona está marcado no importa lo que hagas este tiene que llegar sí o sí.
—Bryony no va a poder con esto, será muy doloroso perderte —habló bajo.
—Lo sé, por eso vas a estar con ella para que este trago amargo sea más llevadero —di un paso fuera de la habitación —. Ahora serás tú quien cuide de ella, porque yo no podré hacerlo.
Empecé a caminar por el pasillo para salir de la casa. Al salir me quedé mirando el lugar de hito en hito, todo era de color blanco con flores y luces que colgaban de los árboles y se unían con otras para formar una enredadera que cubría el jardín por completo. Las sillas ya estaban en su lugar, las mesas junto con la pista principal para el baile. Todo estaba listo para aquel día donde iba a unir mi vida a la de la mujer que tanto amaba.
Me hubiera gustado no ser tan egoísta y regresar a este pueblo desde hace años cómo se supone que debía ser y no escapar por tanto tiempo huyendo de mi destino para que este no se cumpliera, pero aquí estaba a tan solo horas de casarme, enamorado hasta la médula de Bryony, la bruja que había logrado conquistar mi corazón desde el primer momento que la vi. Fue imposible para mí no caer rendido ante sus encantos, ella supo cómo ganarse mi amor, estaba a su entera disposición y por ella estaba dispuesto a dar mi vida. Eso haría.
—¿En qué tanto piensas? —sonreí cuando llegó a mi altura y quedó frente a mí —. Te he notado raro en estos días —puso una mano en mi brazo.
—Recuerdo el día que te vi por primera vez y no solo en mis sueños —ella sonrió también —. Te veías tan linda, frágil e inocente, pero conociéndote mejor supe que no eras nada de eso —rodeé mis brazos en su cuerpo y la apreté fuerte a mí.
Quería impregnarme de su aroma, sentir la calidez de su cuerpo, la electricidad que me recorría cada vez que la veía y la tenía a mi lado. Quería grabarme estos momentos para siempre, que se quedara con algo bueno de mí y no solo con la maldad que tuvo que ver un par de veces.
—¿Sigues pensando que soy eso? —negó y bajé la mirada para verla mejor.
Era una cosita linda y traviesa.
—No —mordí su barbilla y ella sonrió —. Creo que eres el demonio más caliente de todo el infierno y la mujer más fuerte que pueda existir en este mundo.
—Y pronto seré tu esposa —de nuevo la abracé.
—Serás la señora Bryony Edevene, suena bien, ¿no?
—Sí —respondió feliz —. ¿Tú no vas a tener una despedida de soltero, verdad? —bajé la mirada de nuevo y sus dedos jugaban con los botones de mi camiseta.
—No, ¿por qué lo preguntas? —deslicé mis manos a su cintura y las dejé ahí.
—No quiero que vayas a un club a ver mujeres desnudas —hizo un puchero.
—No podría ver a nadie más que no seas tú, brujita. Lo que haré será dormir pensando que cuando la fiesta termine tú y yo nos iremos de luna de miel y ahí sí te haré de todo —su sonrisa se convirtió en una llena de lascividad.
—¿Cómo qué cosas, vampirito? —se puso de puntitas y cogió el cuello de mi camisa entre sus manos.
—Muchas cosas sucias y depravadas —musité sobre sus labios.
—Eso me gusta —murmuró sobre mis labios y dejó un casto beso sobre estos —. Quiero cumplir todos tus deseos, mi amor. Seré tuya completamente.
—Te amo, Bryony Doomster, te amo eternamente, porque mi amor por ti es inmortal y nunca va a morir —mi voz casi se quiebra pero no me permití que me viera de esta manera. Para ella seguía siendo fuerte e irrompible.
—Yo te amo a ti, Caden Edevane, te amo hasta el infinito.
Ahora ella fue quien me abrazó, solté un suspiro sonoro y lleno de dolor.
Esta situación me estaba matando, me sentía morir por dentro pero tenía que seguir en pie por ella, por mí, por todos.
Estos días tenía que hacerla feliz, verla sonreír, pasar todo el tiempo a su lado y no pensar más en lo que podía pasar el día de mañana, ahora solo era el ahora y nada más.
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Se viene lo bueno, solo les voy a decir que van a pasar muchas cosas en el capítulo 30 y será una bomba, no se lo esperan 😏 En Twitter dejo adelantos, vayan a seguirme por allá.
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