Capítulo 16 🗡️
Bryony
Me puse las botas sin hacer mucho ruido, Caden dormía en la cama con las sábanas cubriendo su trasero y piernas. Bajé un poco la tela blanca dejando ver aquellas dos hermosas y perfectas montañas. Se removió un poco y regresé las sábanas a su lugar. Terminé de ponerme las botas y me acomodé el suéter sobre los hombros, fui en busca de mi bolso y Caden empezó a abrir los ojos lentamente.
—¿A dónde vas, pequeño demonio? —preguntó somnoliento, llevandose una mano a la boca cuando bostezó, se incorporó en sus codos y me miró de arriba abajo.
—Ayer me encontré a alguien, un ángel...—enarcó una ceja —. Quiere decirme algo, me ha citado en la cafetería que está aquí cerca, voy a ir con Thea —asintió y se sentó en el colchón con las piernas estiradas.
—Con cuidado, si pasa algo me avisas —sonreí acercándome a la cama.
Me senté a su lado y puse una mano en su mejilla izquierda.
—Te amo —le musité cerca de los labios.
—Yo te amo más, pequeña bruja.
Se dejó caer en el colchón y salí de la habitación, al hacerlo Thea ya esperaba en la puerta de su habitación lista para acompañarme a esa cafetería y saber exactamente que quería ese tal Haniel.
—¿Vamos? —me enganché de su brazo y cruzamos el pasillo para bajar por el ascensor y salir del hotel.
Cruzamos la calle y avanzamos unos cuantos metros hasta llegar a la cafetería que había dicho el ángel la noche anterior. Thea y yo nos miramos, asentimos y juntas entramos a la pequeña cafetería que se veía tan acogedora y limpia. Miré el lugar de hito en hito hasta que lo vi sentado, la mesa en la que estaba se encontraba en una esquina.
—Vamos —Thea me siguió hasta que nos detuvimos frente a la mesa. Haniel levantó la cabeza hasta que sus ojos azules se fijaron en los míos.
—Ya estoy aquí —jalamos las sillas para sentarnos en ellas, frente a él.
—Pensé que ibas a venir sola —le echó una mirada a mi amiga.
—Pues creíste mal, ángel —subí los codos a la mesa —. Ve al grano de una vez y dime qué quieres.
Lentamente se llevó la taza a los labios, le dio un sorbo y la dejó de nuevo sobre el plato.
—"Alguien" me envió para darte algo que vas a necesitar en algún momento.
—¿Alguien? —murmuró Thea.
—Supongo que se "alguien" es tu padre, ¿no es así? —el ángel asintió con la cabeza.
—Así es, me pidió que hable contigo y te advierta de Belial...—lo interrumpí.
—¿Qué me vas a decir que no sepa ya? —inquirí.
—No te confíes en él, no va a descansar hasta obtener lo que quiere o destruirte de ser necesario, para estos momentos ya debe saber que estás aliada con Lucifer y aquello no le va a gustar nada. Sino le sirves para sus planes entonces se va a deshacer de ti y de todas las personas que están a tu alrededor, a todos los que quieres —miró a Thea y yo cogí su mano cuando su rostro cambió pasando de la sorpresa a la preocupación.
—A fin de cuentas es un demonio —comentó Thea con la voz en un hilo —. ¿No? —Haniel asintió con la cabeza y mi amiga soltó un suspiró.
—No te confíes de él —repitió.
—Lucifer es tu hermano —le recordé. Tal parece que aquello no se le olvidaba ni porque pasaran mil años más.
—Al igual que Belial, Leviathan, Belcebú....Pero que sean mis hermanos no quiere decir que no vea lo que realmente son: demonios. Capaces de deshacerse de quien sea con tal de conseguir lo que quieren, se alimentan de los pecados de las personas y consumen sus almas hasta que no queda nada de aquella persona —aquellas palabras iban dirigidas a mí, lo sentía por el tono de su voz y la mirada que tenía sobre mí.
Él vio cómo le robé su esencia a ese hombre la noche anterior, yo tenía que alimentarme de los pecados y las almas impuras, sino lo hacía no sabía que podía pasar pero quizá algo malo muy malo sino lo hacía.
—Mi padre me ha enviado para darte algo —se agachó un poco y puso en sus piernas una mochila —. Esto te va a servir para detenerlo, son cadenas anti demonios, anulan sus poderes y los hacen débiles. Aunque encuentres esa daga no podrás hacer nada si usa todos sus poderes.
—Tienes razón —puso la mochila encima de la mesa, la cogí y la puse sobre mis piernas —. ¿Te puedo hacer una pregunta?
—Dime.
—¿Tu padre mandó esa cosa para decirme a donde tenía que ir en los túneles? —negó rápidamente.
—Ese no fue mi padre, fue Lucifer quien lo hizo.
—¿Lucifer? —preguntamos Thea y yo al unísono.
—Te ha estado ayudando sin que Belial lo sepa. Lo mejor que pudiste hacer fue aliarte con él, será de gran ayuda para cuando la guerra llegue, debes estar preparada cuando la luna oscura se pose sobre el cielo y los demonios salgan del infierno —advirtió. Cogió la taza llevándosela a los labios y tomó un sorbo.
—Creo que nosotras nos vamos —me puse de pie junto a Thea, mientras Haniel se quedaba en su lugar bebiendo de su té. Su atenta mirada se quedó en nosotras hasta que salimos de la cafetería.
—Mucha suerte, Bryony Doomster —lo escuché en la distancia en mi cabeza.
—Ese ángel es muy raro —Thea iba enganchada a mi brazo. Me acomodé la mochila en el hombro y caminamos de regreso al hotel.
—Los demonios también lo son —me detuve en medio de la acera y me hice a un lado con ella pegada a mí —. Hay algo que tengo que decirte —miré a nuestro alrededor.
—Dime —cogió mis manos y suspiré.
—Pero no aquí, mejor en tu habitación —frunció el ceño.
—Es algo malo, ¿verdad? —ella me conocía tan bien que sabía cuando algo no iba bien en mi vida.
—A ti no te puedo mentir, pasa algo pero no se lo puedo decir a Caden.
—¿Por qué? —inquirió.
—Es un trato entre Lucifer y yo —suspiró.
—Está bien, pero me tienes que decir lo que pasa —asentí.
—Sabes que sí —seguimos caminando de regreso al hotel, al que no tardamos en llegar. Subimos por el ascensor y cruzamos el pasillo, entramos en la habitación que compartía con Caden y ahí estaban todos.
Me sorprendió verlos ahí, esperando que Thea y yo regresáramos.
—¿Qué pasa? —pregunté entrando, Thea entró detrás de mí.
—Eso queremos saber nosotros, ¿qué pasa con ustedes? —preguntó Camille.
Me quité la mochila y la puse encima de la cama.
—¿Qué es eso? —Morgan señaló la mochila.
—Haniel dijo que esto nos va a servir en contra de Belial —Morgan miró a Camille desconcertada.
—¿Quién es Haniel? —preguntó Camille pero no fui yo quien respondió.
—Haniel es un arcángel, hijo de dios. A veces se le encomiendan tareas para ayudar a los mortales —respondió Morgan.
—¿Y qué te dijo ese tal Haniel? —me senté en la cama y empecé a abrir la mochila.
—No debo confiarme de Belial, él ya debe saber que me he aliado con Lucifer y eso no le va a gustar nada —respondí.
—Es obvio que no le va a gustar, eres su hija y te has aliado con su hermano —dijo Caden, algo que era más que obvio.
—Prefiero mil veces ser aliada de Lucifer que iniciar una guerra en contra del cielo con Belial a mi lado para que después me de una patada en el trasero y me eche al olvido.
Empecé a sacar las cosas que había dentro de la mochila y nos encontramos con unas cadenas, algunas flechas, dagas y quien sabe qué más cosas había ahí dentro.
—Yo pensé que los arcángeles eran buenos —Morgan cogió una flecha y pasó su dedo por la punta de esta —. Ya me di cuenta que no —dejó la flecha en su lugar para coger una daga.
—¿Lucifer te dijo cómo es la daga que tenemos que buscar? —preguntó Curtis.
—Sí —me puse de pie y fui hacia la mesa para servirme un poco de agua —. Dijo que la empuñadura tiene dos serpientes y la funda tiene el símbolo satánico, así que la voy a poder reconocer de inmediato.
—Creo que estas cosas nos van a servir —le di un sorbo a mi vaso para refrescarme la garganta.
Morgan estaba fascinada con las flechas, estaba embelesada con ellas.
—Yo las quiero —nos mostró las flechas.
—¿Sabes usar el arco? —le preguntó Camille, algo sorprendida.
—Cariño, hay muchas cosas que no sabes de mí —le dijo en tono de voz meloso.
Se observaron con esa mirada llena de pasión y amor.
—Bryony —Thea me habló —. ¿Puedes venir conmigo? —asentí de inmediato.
Caden, Morgan y Camille nos miraron raro.
—Cosas de chicas —dijo ella saliendo de la habitación.
—Claro —dejé el vaso en su lugar y fui detrás de ella. Entramos en su habitación y cerré la puerta.
—¿Ya me vas a decir que te pasa? —se sentó en la orilla de la cama.
Esperaba ansiosa a que le dijera esto que me estaba matando por dentro.
—Lucifer me pidió algo a cambio de su ayuda....
—¡Lo sabía! —me acerqué a la puerta y puse un hechizo en la habitación para que nadie fuera de esta escuchara lo que se decía ahí dentro —. Ese demonio no te va a dar su ayuda sin recibir nada a cambio —masculló.
—No es lo que tú te imaginas —le aclaré antes de que se hiciera ideas que no eran —. No quiere mi alma o mi eterna devoción a su persona.
—¿Entonces? —enarcó una ceja.
—Lucifer me dijo que al ser un demonio voy a tener la necesidad de alimentarme de los pecados y las almas impuras de los demás —sus ojos avellana se abrieron grandes —. Me lo advirtió y no quise creerle. Soy peligrosa para mí y para ustedes, pero te juro que me estoy controlando lo más que puedo.
—Pero...—se adelantó a mis palabras.
—Ayer, cuando me desaparecí no fui al baño, yo...—apreté mis labios sopesando si decirle o no lo que había hecho. Por más que Thea fuera mi amiga no creo que podría perdonar que maté a otra persona —. Maté a alguien.
Mis palabras no le sorprendieron nada, al contrario, creo que ya esperaba que hiciera esto.
—¿No vas a decir nada? —le pregunté temerosa. Me acerqué a su lado y me senté.
—¿Qué quieres que te diga? —se giró hacia mí —. Eres un demonio, Bryony.
—¿Nada más vas a decir eso?
—Se me hace raro que no hayas hecho antes, tu oscuridad salió hace tiempo y solo te has estado conteniendo para no ser el monstruo que tu padre quiere que seas, pero es tu naturaleza y no puedes ir en contra de ella. No puedes negar lo que eres y lo mejor es que te vayas haciendo a la idea de que esta eres tú, ya no la Bryony de hace meses.
Aquellas palabras me hicieron sentir mejor de lo que me sentía en ese momento. Nunca pensé que Thea me fuera a entender de esta manera, pero lo hizo y eso la hacía ser la mejor amiga que yo pude tener toda la vida.
—¿Y qué es eso que Lucifer te pidió a cambio de su ayuda?
—Me dijo que si lograba contenerme me iba a quedar aquí, pero sino...entonces tengo que ir con él para que me ayude con mis poderes y cómo poder alimentarme sin tener que matar a nadie que no lo merezca —Thea suspiró triste.
—Supongo que Caden no sabe nada.
—No y no quiero que sepa nada, haré todo lo que pueda para no caer y así no irme con él. No lo quiero dejar, no los quiero dejar.
—Pero si tienes que ir entonces no habrá más remedio que aceptar su ayuda.
—Ya sé, pero temo cómo se tome Caden esta noticia...
—Sabes que él te apoya en lo que sea y no creo que se oponga a nada. Te va a entender, yo sé que sí —cogió mis manos entre las suyas.
—Gracias por escucharme y entenderme, eres la mejor amiga que pude tener —una dulce sonrisa se desplegó en sus labios.
—Somos las mejores amigas para siempre —me dio un abrazo que correspondí gustosa —. Tengo algo que decirte —nos separamos.
—¿Pasa algo malo? —negó inmediatamente —. ¿Entonces?
—Hace días que no me llega la regla —musitó —. Creo que estoy embarazada.
Aquella declaración me dejó noqueada. Parpadeé un par de veces, pasé saliva y miré a Thea con cara sorprendida.
—¿Qué? ¿Curtis ya lo sabe? ¿Qué dijo?
—Lo que escuchaste, todavía no lo sabe y te pido que no le digas nada hasta que no esté segura de si estoy o no embarazada —pasó saliva —. Quiero regresar a Bibury y asegurarme que lo esté o no y así hablar con él.
—¡No lo puedo creer! —me puse de pie —. Y te quejabas que lo suyo iba más lento que una tortuga —eso la hizo reír —. Mira ahora, es más probable que tú tengas un hijo y yo no.
De nuevo me senté a su lado.
—No digas eso —puso su mano en mi hombro.
—Soy consciente que Caden es un vampiro y que por su naturaleza no puede tener hijos, pero...si vamos a tener toda la eternidad para nosotros me gustaría darle hijos, que sean tan hermosos cómo él —Thea sonrió.
—Ahora es un demonio, todo puede pasar, Bryony.
—Espero que tengas razón —apoyó su cabeza en mi hombro y suspiró.
Lo que le dije a Thea era cierto, yo sí quería una vida en familia con Caden, quería tener hijos con él, los que fueran, pero de nosotros. Quería que se parecieran a él y tuvieran rasgos de ambos, pero no era tan probable que eso pasara, al menos no por ahora. Caden era un vampiro y estaba imposibilitado para tener hijos, y yo estaba bien con eso.
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¡HOLA!
Un poco corto pero aquí está el capítulo de esta semana. Espero que estén preparadas para lo que se viene porque serán muchas emociones. Muchas gracias por el apoyo a esta historia :)
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