Capítulo 13 🗡️
»¿Sabes de qué se alimentan los demonios, Bryony?
Su mirada era curiosa, me observaba meter las cosas dentro de la mochila, con los brazos cruzados sobre su pecho.
—No —respondí sin mirarlo a los ojos —. No sé.
—Se alimentan de los pecados de las personas y absorben las almas también —me detuve de golpe al escucharlo decir estas palabras y arrastré la mirada hasta llegar a su rostro que lucía impasible.
—¿Qué?
—No importa que seas una bruja o que dentro de ti haya un poco de bondad, tu lado demonio te va a pedir alimentarse y no le vas a poder decir que no, por más que te resistas no te vas a poder negar siempre.«
Las palabras de Lucifer se quedaron grabadas en mi cabeza, eran una estaca que se incrustó profundo y no quería salir de ahí. No quería ser ese monstruo que mi padre tanto quería ver afuera, no quería darle motivos para que diga "¿Te das cuenta cómo si eres un monstruo?" No quería eso, no quería que él tuviera la razón en todo y yo quedar cómo una estúpida cuando negué todo con tanta vehemencia.
Abrí los ojos de golpe para encontrarme con el bonito rostro de Caden, tenía los ojos cerrados, su pecho subía y bajaba sosegado, una de sus manos se mantenía en mi cintura mientras que la otra estaba debajo de su cabeza. Pasé mis dedos por su tibia y suave piel, las yemas de estos se deslizaron desde su labio inferior hasta el inicio de su lacio cabello, mi dedo índice siguió el contorno de su cabello y enterré mis dedos en las hebras negras.
—Sigue haciendo eso —dijo cuando me detuve. Hice lo que me pidió y mis dedos se deslizaron por su cabello.
—¿Te gusta? —le pregunté. Lo tenía tan cerca de mí que hubiera sido tan fácil posar mis labios sobre los suyos y apagar este fuego que crecía dentro de mí.
—Me encanta todo lo que haces —abrió los ojos. Sus luceros eran de un color azul, casi eran grises porque eran muy claros, era mi color favorito ahora.
—¿Todo? —enarqué una ceja.
—Absolutamente todo —pegó sus labios a los míos en un casto beso. Ambos queríamos llegar a más pero éramos tan inestables en este momento que no sabíamos cómo podía terminar todo o cómo íbamos a terminar ambos. Lo mejor era mantener nuestras manos quietas y no estar tan cerca para no provocar al otro.
Se separó de mí y suspiró.
—Voy a despejar mi mente un rato —salió de la cama rápidamente. Al quedar de pie frente a mí pude notar el gran bulto bajo sus boxers y entendí porqué quería "despejar su mente"
—Voy a ducharme y terminar de meter todo en la maleta —asintió y se puso la ropa a la velocidad de Flash, podía ser mucho más rápido que el superhéroe.
Salí de la cama y me metí al baño. No demoré mucho ahí dentro, al salir me puse la ropa que iba a usar el resto del día y terminé de meter lo que había dejado afuera. Escuché unos golpecitos en la puerta.
—Adelante —miré la puerta y me sorprendió un poco ver a Bór entrar. Usó sus poderes para cerrar e insonorizar la habitación —. ¿Qué haces?
—Me vengo a despedir —se acercó. Esta vez no usó ese tono de voz duro y amenazante.
—¿Por qué nos vamos? —negó —. ¿Entonces? —fruncí el ceño.
—Lo más probable es que cuando regresen Oddur y yo ya no estemos aquí —eso sí me sorprendió.
—¿Qué?
—Ya no tenemos nada que hacer aquí, Bryony. El ritual se hizo, Caden está de regreso, tenemos que regresar a casa —se encogió de hombros.
—Lo entiendo. Gracias por venir y ayudar a Caden.
—Yo lo quiero y sé que no he sido el mejor con él pero eso no quiere decir que no agradezca todo lo que hizo por mí, es cómo mi padre, un padre que estuvo ausente muchos años. Caden me dio el amor de un padre hacia un hijo, me crió, me cuidó y educó con buenos principios que yo no quise seguir porque mi naturaleza me pide hacer solo cosas malas.
—No eres tan malo, Bór —él negó y suspiró.
—Sabes que eso no es cierto, soy hierba mala, Bryony, pero estoy bien con eso. Te deseo mucha suerte en lo que se viene.
—Gracias.
—Me hubiera gustado encontrarte antes, quizá hubiera existido una mínima posibilidad para estar juntos —en un parpadeo ya lo tenía frente a mí.
Estaba tan cerca que podía escuchar los latidos de su podrido corazón, sus orbes me examinan por completo cómo si quisiera grabarse lo que era en ese momento.
—¿No me vas a besar, verdad? —negó.
—No, pero no sabes lo mucho que me gustaría hacerlo en este momento —subió su mano a mis labios pasando su pulgar por mi labio inferior. Levanté la cabeza para verlo mejor.
—No lo harás —sentencie —. Eres un maldito, pero nunca le harías esto a Caden, a Caden no.
—En mis sueños te he besado muchas veces, me quedo con eso —me hizo un guiño y se separó —. Mucha suerte, pequeña bruja. Espero que tengas un futuro próspero, lleno de amor.
—Gracias —se alejó mucho más.
—Adiós —así cómo entró así salió de mi habitación, dejándome sola.
La confesión de Bór fue algo que no me esperaba pero que ya suponía. Él y su padre no estarían cuando regresáramos y era lo mejor, tanto para mí cómo para Caden. Era bien sabido que el vampirito no soportaba a Bór.
Caden
Llegué a la casa después de algunos minutos de andar por el bosque para quitar de mi mente cada una de las sucias escenas que se reproducen una y otra vez. En estos momentos tanto ella cómo yo éramos inestables, nos podíamos hacer daño y lo que menos quería era eso. No podría vivir con eso. Nunca me iba a perdonar lastimarla.
Al entrar a la casa Bór esperaba sentado en el segundo escalón. Cerré la puerta detrás de mí y se puso de pie.
—Tenemos que hablar —dijo.
—No creo que tú y yo tengamos algo de qué hablar —zanjé.
—Yo creo que sí —suspiré y me apreté los lagrimales.
—No empieces con alguna de tus estupideces, Bór —le advertí —. ¿De qué quieres hablar?
—He hablado con Oddur, nos vamos en unos días —apoyé la espalda en la pared y me crucé de brazos —. Quiero pedirte una disculpa por todo lo que te hice hace años y entiendo que te hayas querido ir cuando te diste cuenta de la verdad. Ahora entiendo todo y me hace feliz que seas feliz.
—¿Estás hablando en serio? —la verdad me sorprendía un poco esta actitud de su parte.
—Claro que sí, sabes que no pido disculpas pero esta vez soy sincero y quiero que algún día me perdones por todo. Quiero que seas feliz, Caden, solo eso.
—Gracias, creo —hizo un asentimiento de cabeza y desapareció por las escaleras.
Hice lo que él y fui a mi habitación. Al entrar Bryony ya se había duchado y su maleta estaba a un lado de la puerta, había un abrigo en la cama y se estaba ajustando las botas que usaría este día.
—Ya está todo listo —mi maleta estaba al lado de la suya —. Solo tienes que darte una ducha y ya —encogió un delgado hombro.
Al ponerse de pie me fije que llevaba puesta una blusa y debajo no traía sostén, era raro, pero me gustaba.
—Si sigues tentándome de esta manera será muy difícil poder contenerme —ladeé la cabeza fijándome más en sus pezones que se transparentaban bajo la delgada tela.
—Yo no he hecho nada —se cruzó de brazos.
—Y ese es el problema, que no tienes que hacer nada, tú me tientas con tan solo existir.
Me acerqué a ella y puse una mano en su nuca atrayéndola a mí con brusquedad, aquello le gustó porque se mordió el labio de manera sensual. Bajé mi cabeza al hueco que había entre su cuello y su delgado hombro y deslicé mi nariz por su pálida y tibia piel. El aroma de su piel era embriagador, me gustaba tanto que quería una fragancia solo para mí, para recordarla siempre.
—Caden...—jadeó cuando mi mano se deslizó por encima de su blusa y se detuvo bajo uno de sus senos —. No hagas esto...te lo suplico —gimió. Con mis dedos pellizqué su pezón.
—Me vas a suplicar que esté entre tus piernas, pequeño demonio seductor —me separé, dejé un beso en la punta de su nariz y me alejé. Al entrar al baño me deshice de la ropa y fui a la regadera para ducharme con agua fría, necesitaba sacar aquellas imágenes de mi cabeza, era tormentoso estar tan cerca de ella y no poder follarla cómo yo quería y las veces que se me apetecía hacerlo.
Apoyé la cabeza en la fría losa del baño y solté un jadeo. Me iba a volver loco sino la tenía entre mis brazos pronto. Esto era una tortura que quería terminara ya.
****
Curtis y Thea llegaron antes de las tres, para ir al aeropuerto. Pensé que la brujita iba a tener problemas con sus padres y que no la iban a dejar ir a Rumania pero al parecer sus padres eran mucho más relajados de lo que yo pensaba. Ella estaba feliz por ir a Rumania, decía que hacía mucho no salía de viaje y ahora con Curtis, su compañero que no la dejaba sola ni un segundo.
Nos hicimos casi dos horas desde la mansión al aeropuerto pero llegamos a tiempo para subir al avión y partir a Rumania. Nos esperaban aproximadamente cuatro horas de vuelo que fueron más amenas con Bryony a mi lado.
Ya había estado en Rumania varias veces, vivimos aquí unos cuantos años y nos fuimos antes de que empezaran a sospechar que no éramos humanos, pero nunca nos cruzamos con algún cazador, quizá en ese entonces todavía no los había. Ahora temía que nos descubran, que le hicieran algo a Bryony solo por ser lo que era. La protegería de todo y de todos.
—¿Cómo se llama el hotel? —preguntó Morgan. Miraba por la ventanilla de la camioneta del hotel que fue por nosotros al aeropuerto.
—Hilton Garden Inn Bucharest —Bryony miró los folletos que había dentro de la camioneta.
—Está alejado de la catedral, pero lo suficientemente cerca —comenté.
—Bien pensado —opinó Camille sonriendo.
Al llegar al hotel el personal de este se encargó de sacar las maletas de la camioneta y subirlas a las habitaciones. Cada una de las parejas tenía su habitación, Camille se encargó de eso, algo que debía agradecerle. Nuestra habitación estaba al lado de la Thea y Curtis, frente a la de Morgan y Camille. Estas estaban en el último piso.
El lugar era bonito, con pasillos anchos, restaurante, sala de conferencias, comedor y tenía un gimnasio también. La habitación era de un buen tamaño, cama matrimonial, una pequeña sala, el baño era amplio y limpio.
—Esto es hermoso —Bryony se dejó caer en la cama y suspiró, mirando el techo —. Que bueno que Camille se hizo cargo de las reservaciones.
—Me alegra estar aquí, contigo —me giré para verla y tenía los brazos extendidos por todo el colchón. Se incorporó lentamente en sus codos y sonrió.
—A mí me gusta más estar aquí, contigo.
La puerta se abrió de improvisto y Camille entró para sentarse al lado de Bryony, ambos la miramos, detrás de ella entró Morgan y le siguieron Thea y Curtis.
—¿Esto es una reunión? —preguntó Bryony —. Porque no estábamos enterados.
—No vine a pasarlo mal, así que esta noche nos vamos a un pub —miró la pantalla de su móvil —. A unos pocos minutos hay uno, el pub Revenge, puedes beber hasta morir, comer, bailar y beber más.
—Dijiste beber dos veces —me crucé de brazos.
—Es algo que no me va a pasar pero quiero beber. Y mucho —recalcó.
—Yo quiero ir —Bryony levantó la mano y todos la miramos. Más que nada yo. Quizá en otro momento se hubiera negado a tal petición, mucho más viniendo de Camille, pero esta vez fue ella la que aceptó primero.
—¿Qué? —tuve que parpadear. Bajó la mano y la llevó detrás de su espalda junto con la otra.
—Yo quiero ir, a bailar y beber —se encogió un poco de hombros.
—¡Entonces vamos! —Camille agitó los brazos —. Hoy es la noche —salió de la habitación junto a Morgan y detrás de ella salieron Curtis y Thea.
—¿Se te hace raro que quiera ir a un pub? —se acercó.
—Algo sí —puse mis manos en sus hombros y las deslicé por su suave piel.
—¿Eso está mal? Quiero dejar de ser la mojigata que a todo le tiene miedo, he pasado veinte años negando mi naturaleza, ocultando mis poderes pero eso se acabó, Caden, ya no seré la niña que se deja de nadie. Soy una reina, una poderosa mujer que se puede enfrentar a todo y a todos.
—Lo sé y te entiendo, pero no quiero que te pierdas —ella negó un poco.
—Yo ya me perdí, Caden, hace mucho que lo hice —aquellas palabras me hicieron suspirar.
—Todavía hay algo bueno dentro de ti —puse mi mano en su pecho junto con la suya —. Lo sé, lo veo en tus ojos.
—Me amas tanto que no puedes ver la maldad que crece dentro de mí —quizá tenía razón pero no todo estaba perdido —. Eres tan bueno, Caden —subió su mano a mi mejilla y con sus dedos acarició mi piel.
—Nunca me voy a dar por vencido contigo, jamás —sonrió y se puso de pie para dejar un beso sobre mis labios.
—Me voy a dar una ducha —se separó —. Esta noche solo me quiero olvidar de todo.
Siempre quise para ella lo mejor, si a ella esto la hacía feliz yo no podía ir en contra de sus decisiones, Bryony Doosmter tenía el poder de doblegarme, podía hacer conmigo lo que quisiera y yo no pondría resistencia alguna a sus peticiones. Era solo un títere para ella y estaba bien con eso.
A las diez de la noche estábamos listos para ir a ese pub. Morgan y Camille esperaban en el lobby del hotel, la segunda más impaciente y con ganas de salir de fiesta cuanto antes.
Busqué en la maleta un abrigo cuando levanté la cabeza y la vi frente a mí, se veía hermosa con ese vestido negro que se ajustaba a las curvas de su delgado cuerpo, le llegaba a la mitad de las piernas, sus piernas largas y pálidas. Sus hombros estaban desnudos, rodeados solo por unos tirantes delgados, traía puestos unos tacones que la hacían ver un poco más alta.
—Te ves hermosa, espectacular —dejé el abrigo a un lado —. Eres la más linda de todas —sonrió —. Diosa —quedé frente a ella —. Wow —expresé sin poder dejar de verla.
Camille, Morgan y Thea le habían ayudado a maquillarse y arreglar su cabello.
—¿Te gusta? —asentí casi babeando por ella.
—Me encanta, tú me encantas —puse mis manos en sus hombros.
—¿Me ayudas? —se acercó a la cama y cogió el abrigo. Lo puso en mis manos.
—Claro que sí —se giró dándome la espalda. Subí el abrigo a la altura de sus hombros y cubrí este con la gruesa tela, deslizó sus brazos por las mangas y se giró, al tenerla de frente empecé a abrochar los botones.
—Eres un caballero, debería pagarte por la ayuda —subió los brazos a mi cuello.
—No pido mucho, solo que me des tu amor —cogí su cintura.
—Si te portas bien, esta noche te voy a dar todo el amor que tengo —me hizo un guiño y se alejó para salir.
Aquellas palabras me habían calado hondo. Ella nunca había dicho algo así pero me gustó, era más desinhibida, aventada, alocada y sangrienta...
Sin duda alguna ser un demonio cruel era lo suyo, se le daba bien ser mala.
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Capítulo 4 de 4, espero les haya gustado este pequeño maratón y los capítulos que subí, nos vemos pronto :)
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