Capítulo 1 🗡️
Bryony
Tenía miedo, claro que lo tenía. Había pasado un mes exactamente desde lo acontecido en la mansión y no sabíamos nada de Caden, seguíamos cada huella que dejaba y las huellas eran los cuerpos de las personas que destrozaba a su paso. Víctimas que habían tenido la mala suerte de encontrarse con la misma muerte con rostro de un ángel.
Para este momento ya no sabía si algún día Caden sería el mismo, este demonio se estaba adueñando de algo que no era suyo pero que anhelaba más que nada en este mundo. Era poderoso, tanto por su lado de demonio cómo por su lado vampírico y claro está que también era muy inteligente. Siempre iba un paso delante de nosotros, éramos cómo unas marionetas que él usaba a su antojo. Se burlaba de nosotros y más de una vez nos lo dejó ver.
Al salir de la habitación llevaba conmigo una mochila con algunas provisiones para ir en la búsqueda de Caden. Sabíamos que había regresado a Bibury y esta vez no lo íbamos a dejar escapar. Lo atraparemos a cómo dé lugar. Era una promesa que había hecho, al igual que regresar a Caden a mi lado.
Bajé las escaleras y me encontré con Bór que tenía, cómo siempre, una enorme sonrisa en los labios. Yo conocía esa sonrisa y no me gustaba en nada.
—¿Lista, pequeña bruja? —quedó frente a mí.
—Sí —musité.
—Hoy sí vamos a encontrarlo, lo sé —dijo altivo.
—La última vez dijiste lo mismo —le recordé cogiendo las correas de mi mochila.
—Sí, pero no fue mi culpa que se escapara. Yo no lo alerté, por eso escapó —se cruzó de brazos.
—Bueno ya, esta vez los lobos vendrán con nosotros y no se va a escapar. Ya están merodeando y lo tienen rodeado —Curtis y su manada estaban en el bosque, buscando alguna pista de Caden y por fin lo habían encontrado.
Esta vez no se iba a escapar y por fin podríamos hacer el ritual para traer a mi Caden de regreso. Eso era lo que yo más quería, tenerlo a mi lado, que no se alejara de mí.
—Entonces hoy será el día —hizo crujir su cuello —. Espero esta vez no dudes en romperle el cuello si es necesario.
—Ya les dije que me dio miedo hacerlo. Es el amor de mi vida, no puedo romperle el cuello nada más porque sí —me excusé.
—¡No fue nada más porque sí! No puedes ser débil, Bryony, no puedes tener piedad o compasión de él, cuando él no la ha tenido por ti. Así que...—levantó un dedo y me señaló con este —...si vuelve a darse la oportunidad no dudes en hacer lo que sea para dejarlo inconsciente —asentí con la cabeza.
—Pero no me regañes —me hice pequeña en mi lugar. Las palabras de Bór siempre eran duras y crueles, más que nada.
—Yo...—pasó saliva y dio un paso cerca —. No te regaño —quiso acercarse pero se detuvo unos pasos antes de llegar a mí. Sabía perfectamente que no lo quería tener cerca, lo había entendido pero siempre decía palabras que no dejaban la duda de que él quería algo que yo no podía ni quería darle. Mi corazón pertenecía a Caden y sería así hasta la eternidad.
—¡Nos vamos! —escuchamos a Camille que salió de la sala junto a Morgan y Oddur —. He hablado con Thea —informó la vampiresa —. Los lobos lo tienen rodeado y se van a asegurar de que no escape. Veremos a Thea y a Adele allá —nos miró a Bór y a mí —. ¿Pasa algo? —preguntó.
—¿Cómo que podría pasar? —me alejé hacia la puerta —. ¿Nos vamos? —Morgan fue la primera en acercarse y salir de la casa.
—Se nota desde lejos que lo de Bór no es una simple obsesión por ti —la escuché en mi cabeza y fue mejor así ya que Camille y Bór podían escuchar.
—No digas eso —le pedí caminando a su lado —. Si alguien te escucha...—Morgan se detuvo y se volteó hacia mí.
—Todos lo saben, Bryony, Oddur, Bastian, Camille, hasta tu madre.
—Bór no me gusta —le aclaré.
—Pero no por eso tú no le puedes gustar a él, ¿o sí? —me encogí de hombros —. Lo mejor es que hables con él, antes de que otra cosa pase.
—Bór tiene el corazón de piedra, no se puede enamorar de nadie. Solo se ama él —Morgan negó con la cabeza y suspiró.
—Si tú lo dices —se dio la vuelta hacia el bosque para encontrarse con Curtis y su manada.
Camille se unió a Morgan y para mi mala suerte Bór venía a mi lado.
—¿Por qué no vas con Camille o con tu padre? —le sugerí pero mis palabras para él se las llevaba el viento —. Solo digo.
—Camille va bien acompañada —con la barbilla señaló a Camille y Morgan —. Y mi padre se puede cuidar solo. Pero tú...
—¿Yo qué? —giré la cabeza para verlo —. ¿Estás diciendo que soy una inútil? ¿Es eso? —negó frenéticamente con la cabeza.
—No, no dije eso. Pero...—de nuevo lo interrumpí.
—¿Pero qué?
—¡Déjame hablar! —gritó, exasperado.
—¡Pues habla con un demonio!
—¡No puedo dejar que andes sola! —cerré la boca de inmediato y me centré más en el camino. Ni siquiera lo quise ver a los ojos —. ¿Ahora no dices nada? ¿Por qué?
—No tengo nada que decir —zanjé y me dediqué a mirar lo que había frente a mí.
Entre más entrabamos al bosque, más espeso se volvía este. Los árboles eran más frondosos, más altos y con troncos más gruesos. Hacía más frío y humedad. Había enormes rocas en el camino, además de ramas podridas y árboles caídos.
—¿Te puedo hacer una pregunta? —dije de pronto.
—Ya la has hecho —rodé los ojos.
—Bueno otra —musité.
—Pregunta lo que sea, pequeña bruja —dijo serio.
—¿Tú alguna vez te has enamorado?
Yo sabía que sí pero nunca había hablado de esto con él y quería saber si era cierto lo que Morgan me dijo.
—Una sola vez —admitió con un poco de pena.
—¿Por qué lo dices en ese tono? —lo miré de reojo —. Es cómo si...
—El amor lastima, te hace vulnerable y débil. Es lo único que debes saber —por el tono que usó al decir esto último supe que daba por terminada esta conversación y ya no quise hacer más preguntas.
Se adelantó unos pasos y yo me quedé atrás. Camille y Morgan iban al frente pero de vez en cuando volteaban para verme. Todo este tiempo las dos me habían cuidado más de lo que se debía, se portaron tan bien conmigo y no me dejaban sola. Agradezco tanto que ellas al igual que Thea estaban para mí sin que yo se los pidiera.
Mi móvil empezó a vibrar y lo saqué de mi sudadera, al mirar la pantalla el nombre de Thea se desplegó.
—¿Qué pasa, Thea? —a lo lejos escuché aullidos pero no supe si venían del móvil o es que ya estábamos cerca.
—Bryony, lo tienen —jadeó —. Tu madre y yo vamos para allá, pero se quiere escapar.
—Ya casi llegamos, dile a Curtis que no le dejen ir —empecé a caminar más rápido alcanzando a Camille.
—No demoren —colgó y guardé el móvil.
—¿Qué pasa? —preguntó Morgan.
—Los lobos tienen a Caden pero quiere escapar —Camille miró a Morgan y las dos asintieron con la cabeza.
—Nos vamos a adelantar —les dije que sí y Camille fue la que desapareció mucho más rápido de nuestra vista. Morgan no era cómo Camille pero también era muy rápida.
—¿Qué sucede? —Bastian y Oddur llegaron a mi lado.
—Los lobos tienen a Caden pero este quiere escapar —mis pasos eran rápidos pero no tanto como avanzar como ellos.
—Vamos a adelantarnos también —dijo Bastian y en menos de un parpadeo los dos habían desaparecido también.
—Tenía que ser una bruja lenta —me quejé esquivando unas ramas.
—Si tú quieres te puedo cargar —dijo Bór detrás de mí.
—No gracias.
—Podríamos llegar más rápido —insistió.
—No gracias —mascullé —. Prefiero caminar —lo escuché suspirar.
—Como quieras —espetó pero no se alejó de mi lado e iba a mi paso.
—Te puedes adelantar, eh —le sugerí pero hizo caso omiso a mis palabras.
—No quiero —me respondió serio, un tanto molesto.
—¿Por qué haces esto? —me miró.
—¿Hacer qué? —levantó una ceja.
—Insistir en algo que sabes perfectamente no se puede dar entre tú y yo. Amo a Caden y lo voy a amar toda la eternidad. Quiero que eso quede claro.
—Lo sé —admitió.
—¿Y si lo sabes por qué sigues insistiendo?
—Quizá algún día tenga una oportunidad —se encogió de hombros y ante eso no pude decir nada.
Es más, no quería ni verlo, me daba tanta pena que dijera este tipo de cosas sin importarle lo que estaba pasando y sabiendo que yo amaba a Caden.
Escuche un graznido y miré al cielo, Eamon volaba cerca de nosotros. Sonreí al saber que estaba cerca porque siempre era de gran ayuda, él nos ayudaba buscando a Caden y era algo que siempre le iba a agradecer.
Seguimos avanzando más dentro del bosque, acercándonos más y más a Caden quien ahora mismo era un peligro para todos. Nunca pensé decir esto pero Caden era peligroso y todos corríamos peligro al estar cerca de él, más de una vez lo quisimos atrapar pero resultamos heridos por enfrentarnos, era fuerte, mucho más fuerte que siendo solo un vampiro. Ahora tenía más poderes que no dudaba en usar en nuestra contra, ni siquiera Bór podía contra él, sus poderes de brujo eran nada a comparación de los de Caden.
—Están cerca —Bór se detuvo un segundo para después empezar a caminar mucho más rápido.
—¡Espera! —le grité cuando desapareció frente a mí —. Genial —me quejé y apresure el paso siguiendo a Eamon que ahora mismo era mi guía.
Me detuve cuando Eamon lo hizo posándose en la rama de un árbol, tenía frente a mí a Caden, quien arrojaba por los aires a uno de los lobos, no era Curtis porque este estaba frente a Thea, protegiéndola, su pelaje era gris, tenía las orejas en alto y mostraba sus filosos colmillos.
—¡Caden! —su pecho subía y bajaba. Arrastró la mirada hasta mí.
—Siempre regresas a mí, pequeña bruja —sonrió malévolamente.
—¡Detente! —le grité. Miró a su alrededor. Estaba rodeado, los lobos formaban un círculo, Bastian, Camille, Morgan, Bór y Oddur estaban entre los lobos. Thea y mi madre conjuran un hechizo para mantenerlo en su lugar, para que no saliera de aquí.
—¿Creen que sus tontos hechizos pueden contra mí? —no me pasó desapercibida la sangre en su ropa y su boca. Acababa de matar a alguien, eso era seguro.
Dio un paso pero no me inmute. No debía mostrarle que tenía miedo, menos a él.
—Detente, por favor. No hagas las cosas más grandes, no sigas matando. Ya para.
—¿Y qué me vas a hacer? Eres una bruja simplona e inútil
"No dejes que sus palabras te hieran"
Me dijo Bór.
—No me importa lo que tú digas —dije altiva. Caden solo se rio.
—Yo creo que te importa más de lo que debería importarte —se burló.
—¡Caden! —le gritó Bastian para llamar su atención, pero este no se giró para verlo —. Esta vez no vas a salir de aquí, no vamos a dejar que te vayas.
—No he podido salir de este maldito lugar por el hechizo que pusieron —escupió mirando a Thea, a mi madre y a Bór, quienes fueron los encargados de poner un hechizo en todo Bibury para que Caden no pudiera salir —. No me van a detener —en una fracción de segundo hizo un movimiento y cuando regreso a su lugar tenía a Morgan pegada a su cuerpo —. Dejen que me vaya sino mato a este demonio —acercó su boca al cuello de Morgan.
Un brazo lo tenía alrededor de su cuello y con la mano libre sostenía ambas manos de la rubia.
—¡No! —gritó Camille al ver que acercaba peligrosamente sus labios al cuello de Morgan —. ¡No lo hagas, Caden! Nunca te lo voy a perdonar.
Sonrió perversamente antes de responder.
—¿Crees que me importa tu perdón? —y sin dudarlo ni un segundo enterró sus colmillos en el pálido cuello de Morgan para arrancar un pedazo de carne en el proceso.
—¡No! —antes de que Camille diera un paso más, Bastian llegó a su lado.
—No te acerques —advirtió Bastian a su sobrina.
—¡La va a matar! —levanté mi mano hacia Caden que de inmediato me miró.
—No lo hagas —soltó las manos de Morgan para llevarlas a la altura de su corazón.
—Déjenme ir o le saco el corazón —enterraba sus dedos en la piel de Morgan, quien empezó a gritar. Podía escuchar cómo sus dedos se hundían en su piel y huesos, mientras que el corazón de Morgan latía rápido a la vez que sus ojos se llenaban de lágrimas y nos miraba con miedo.
—¡Suéltala! —me acercaba a ellos lentamente con una mano en alto —. ¡Qué la sueltes!
—¡Aléjate! —me gritó.
—No voy a dejar que lo hagas.
"Hazlo, Bryony, no dejes que se escape"
Bór tenía la mirada fija en mí.
—¡Aléjate! —gritó de nuevo —. Sé que no lo harás —sus dedos estaban atravesando la piel de Morgan.
—Lo siento —musité derramando un par de lágrimas antes de romper su cuello. Cayó de inmediato al suelo soltando a Morgan quien se dejó caer de rodillas, llorando.
Camille no dudó en acercarse a ella.
—Gracias —le ayudaba a Morgan a ponerse de pie.
Solté todo el aire que había estado reteniendo y sentí la mano de alguien en mi hombro. Al levantar la cabeza me di cuenta que era Bór.
—Bien hecho brujita, esta vez no dudaste —los dos miramos el cuerpo de Caden tirado en medio.
—Hay que llevarlo a la mansión antes de que despierte —Bastian se acercó a él.
Sentía un gran dolor en el pecho, jamás pensé en hacerle esto pero no tenía otra salida. No podía dejar que siguiera matando cómo lo había estado haciendo. Era un demonio muy peligroso y si seguía así iba a terminar con todos los habitantes de Bibury.
Entre Bastian y Oddur cogieron a Caden para llevarlo a la mansión.
Curtis se acercó junto a Thea, pero el primero en su forma lobuna. Era grande, muy grande, su pelaje gris era brillante y sus impresionantes ojos azules te daban escalofríos. Quizá si se lo proponía de dos mordidas terminaba con tu vida.
—Gracias, Curtis —se acercó un poco más —. Sin su ayuda no hubiéramos podido atraparlo —hizo un movimiento con la cabeza y supe que aquello fue más un asentimiento.
—Dice que siempre va a ayudar en lo que sea —respondió Thea a su lado. Al mirar a los demás lobos estos estaban desapareciendo en el bosque —. Voy con Curtis, para que se ponga ropa —asentí y nos despedimos.
—¡Bryony! —mi madre corrió hacia mí —. Hija, que bueno que estás bien —me abrazó tan fuerte y efusiva que casi me hace llorar. Mi madre era una gran mujer y me arrepentía por todo lo que le dije en el pasado, había sido una mala hija.
—Ya lo tenemos, madre, ahora será más fácil poder hacer el ritual —mamá me separó de ella.
—Pronto vas a tener de regreso a tu Caden —sonrió subiendo la mano a la altura de mi mejilla.
—Yo espero que así sea —musité. Era lo que más quería en ese momento, tener a mi Caden de regreso, pero tal parecía que aquello no sería tan fácil cómo yo pensé.
Todos regresamos a la mansión donde ya estaban Oddur, Bastian, Camille y Morgan. Dejé la mochila a un lado de la puerta y antes de hacer otra cosa entré a la habitación de Camille donde estaba Morgan también.
Al dar el primer paso Camille se giró para verme, sonrió con lágrimas en los ojos y me adentre más en la habitación.
—¿Cómo está ella? —Morgan estaba en la cama y Camille a su lado.
—Se desmayó cuando la traía para acá —se limpió un par de lágrimas que rodaron por sus mejillas —. Pero está bien, la herida está sanando —señaló el cuello y ya se veía mucho mejor.
—Lo lamento —me disculpé. Camille arrastró la mirada hacia mí, frunciendo el ceño.
—¿Por qué te disculpas?
—Porque yo pude evitar esto. Yo pude detenerlo mucho antes y no lo hice, fui una cobarde y no pude hacer nada en su contra —Camille se puso de pie y cogió mis manos entre las suyas con delicadeza.
—No es tu culpa, nada de esto. Y quizá pudiste detenerlo pero no lo hiciste porque lo amas y es entendible que no quisieras hacerle daño —sonrió —. Pero ahora sí pudiste hacerlo y está allá abajo, ya no va a matar a nadie, ya no hará más daño.
—Lo sé —musité.
—Entonces saca de tu cabeza todos esos malos pensamientos y solo centrate en lo bueno. Lo hiciste, lo detuviste y es lo que importa —pase saliva para tragar el nudo que se había formado en mi garganta.
—Gracias, Camille —negó un par de veces.
—Gracias a ti por romperle el cuello —aquello me hizo sonreír —. Nunca pensé decir esto pero me alegra que lo hayas hecho, esto se estaba saliendo de control y había que detenerlo ya.
—No va a escapar, esta vez no —dije seria.
—Ve a verlo —asentí y soltó mis manos.
Salí de la habitación y fui directamente a las celdas que había abajo. Esta vez se habían reforzado los barrotes y las cadenas, estas tenían un hechizo anti demonios para debilitarlo y que no tuviera la fuerza necesaria para poder escapar.
Los gritos se escuchaban por todo el pasillo, eran desgarradores, tanto que me calaban los huesos. A lo lejos vi a Bór y Bastian, los dos estaban frente a la celda donde estaba Caden.
—¡Déjenme salir! —mientras más me acercaba más podía escuchar el sonido de las cadenas chocando contra el suelo —. ¡Maldita sea! —me quedé al lado de Bór y no me atreví a mirar a Caden.
—Cierra la boca, que solo vas a salir de aquí para hacer el ritual y regresar a Caden —espetó Bór.
—A ti te conviene que Caden no regrese —me atreví a mirarlo y tenía esa sonrisa petulante dibujada en los labios —. Dime que no la quieres para ti —estaba sentado en la cama —. Se nota desde lejos que te mueres por estar entre sus piernas.
—Cállate —le pidió Bór. Su mandíbula se tensó y apretó mucho más los puños.
—¿Cómo puedes decir esto? —me giré hacia él.
—No me interesas, Bryony. No me interesas en lo más mínimo.
—No lo escuches —Bór puso una mano en mi hombro cuando di un paso cerca de la celda.
—Tú no eres Caden y no puedes decir este tipo de cosas por él, ¡No puedes! —con ambas manos cogí las rejas.
—Yo lo conozco, sé lo que piensa, llevamos juntos casi doscientos años, niña tonta. Lo conozco más de lo que lo conoces tú —se mofaba de mí.
—Cállate —le pidió de nuevo Bór.
—Será mejor que te olvides de él, déjalo donde está y haz de cuenta que nuca existió —su mirada era cada vez más fría, si es que aquello era posible. No había nada del dulce y tierno Caden del que me enamoré —. Yo me voy a encargar de que no regrese a ti, lo haces débil.
—Eso no es cierto —musité —. Caden no es débil.
—Cuando está contigo lo es y no sabes cómo odio eso. Tiene un gran potencial pero lo desperdicia cuidando de ti y asegurándose que nada te pase. Solo es tu maldito niñero —espetó.
—Mentiras, solo dices mentiras.
Aguantaba todo lo que me estaba diciendo por una razón.
—Sabes que no es cierto —se puso de pie —. Eres una tonta, una bruja inutil que necesita que la defiendan a cada rato.
Bór levantó la mano para hacerle daño pero lo detuve.
—Eres un demonio muy hablador y mentiroso —di un paso cerca de él, mientras él se mantenía en su lugar —. No sabes cómo voy a disfrutar cuando Caden tome de nuevo el control y seas tú el que quede en el olvido.
—Él es débil...—lo detuve levantando mi mano y ejerciendo presión en su cuello.
—Tú lo eres más —di un paso más cerca y empecé a apretar más y más —. Eres incrédulo y arrogante —sus pies dejaron de tocar el suelo —. Crees que soy la misma niña de hace un mes —mi voz se escuchaba distorsionada —. ¡No lo soy!
La temperatura empezó a bajar considerablemente.
—¡Todo este tiempo me he estado entrenando! ¡Te haré tragar cada una de tus palabras y tus insultos! Ya no tengo miedo.
—Bryony —escuché a Bór detrás pero lo ignoré —. Lo vas a matar.
Para esto momento la ira dentro de mí era implacable, la sentía crepitar por cada uno de mis huesos y apoderarse de todo lo que había dentro.
—¿Y eso no sería lo mejor? —inquirí ladeando la cabeza.
Los ojos de Caden estaban inyectados en sangre, no respiraba bien, sus pulmones hacían el máximo esfuerzo pero estaban a punto de colapsar.
—Un problema menos para mi vida —mascullé.
—Esta no es la solución —dijo Bór —. No seas cómo él, no hagas lo mismo que él.
Resoplé y dejé caer mi brazo, al mismo tiempo su cuerpo cayó al suelo en un golpe seco. Apoyó las manos en el suelo y su rostro empezó a cobrar su color natural para dejar de ser rojo, empezó a toser y me reí de eso.
—Siempre seré más fuerte que tú, recuerda eso —le dije con un tono de voz altivo.
Me giré sobre mis talones y empecé a caminar hacia la salida.
Todo este tiempo Morgan me había estado ayudando a potenciar mucho más mis poderes, siendo el fuego el elemento que más me gustaba y al que podía dominar mucho más. Mis poderes de demonio estaban siendo mucho más útiles que los de bruja y no dudaba en dejar de lado estos últimos solo por ser más poderosa.
Caden pensaba que sus palabras me habían herido, lo que él no sabía era que yo podía herirlo a él de mil maneras, no se imaginaba que también podía dañarlo, no solo él a mí.
Esta vez no iba a dudar en romper de nuevo su cuello si se convertía en un problema más grande.
⛧⛧⛧⛧
¡Hola! Les dejo este primer capítulo, esperando que les haya gustado y que me apoyen en esta nueva aventura. Desde ya les tengo que decir que espero este libro sea un poco más oscuro que el anterior, ya que aquí veremos todo el potencial tanto de Bryony como de Caden y al ser ambos demonios ustedes se van a imaginar el fuego que hay entre ambos 😏🔥
Vamos a tener mucho romance aquí, magia, alianzas, fantasía, etc. Espero les guste tanto como a mí me está gustando escribirla.
Twitter:
elena_santos92
Instagram:
elena_santos.92
librosdeelena
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro