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...4 Meses después...

Ya había pasado 4 meses desde que el pequeño llego a sus vidas, el pequeño Abalám correteaba por todo el infierno con su risita risueña mientras que alguien siempre corría detrás de él persiguiéndolo mientras lo reprendía.

El pequeño niño había resultado un lindo hibrido mitad vampiro mitad demonio íncubo, su aspecto de ser un niño de unos años 6 o 7 años de edad, en estos meses sus rasgos se han desarrollado tanto que veían un gran equilibrio de los rasgos de sus dos madres.

Al no tener un nombre aun todos lo apodaba: "El pequeño Abalám" "Renacuajo" o "Mini Anne". Todos y cada uno puestos por sus tíos o hermanos mayores por las pequeñas travesuras que el pequeño realizaba alrededor de todo el infierno.

- Ven acá, enano - Le pidió uno de sus hermanos mayores siguiéndolo- Deja de correr tanto – Lo seguía de cerca

El pequeño le había tirado una bola de fuego cerca de la cabeza quemándole una parte de su largo cabello, Eligor que era uno de sus hermanos más grandes y al cual adoraba molestar. Ambos corrían a super velocidad por el infierno, el pequeño ya había desarrollado muchas habilidades de vampiro y de demonio.

- Corre, corre - Decía el pequeño entre risas siendo perseguido por su hermano mayor

- Te voy tirar al océano si no paras, renacuajo - Le advirtió siguiéndolo a la misma gran velocidad

El pequeño corría sin cansarse entre risas y advertencias de su hermano mayor, el pequeño vio de lejos a su madre así que corrió hacia ella entre risas llamándola, Anneberg al escuchar la risa de su pequeño hijo se giró y vio como la carita roja de tanto correr y reírse del pequeño, el pequeño cargaba una gran sonrisa mientras corría seguido de su hermano mayor que lo mataba con la mirada.

- Mami - La llamo para saltar hacia sus brazos

Anneberg lo agarro entre sus brazos sin problemas viendo todo con confusión, Eligor de lo cansado que estaba se acostó en el suelo regulando su respiración, le pequeño se reía escondiendo su cara entre el cabello de su madre y su cuello.

- ¿Qué hiciste ahora, renacuajo? - Le pregunto Anneberg con suavidad conservando su confusión

- Me lanzo una bola de fuego - Le respondió el mayor desde el suelo- Y me quemo una parte de mi hermoso cabello - Mataba con la mirada al pequeño aferrado a su madre

- Renacuajo - Lo llamo haciendo que deje de esconder su carita- ¿Por qué jugabas con tu don esta vez?

- Porque amo el fuego - Le dijo obvio- Aparte porque dijo Maze que lo debo controlar aún más

- Y también tengo entendido que Mazikeen no te pide que tires bolas de fuego a tus hermanos mayores - Señalo alzando sus cejas haciendo que su hijo haga un tierno puchero- Vayamos a que tu mamá Astartea te bañe y nos vayamos a comer - Camino quedando a lado de su hijo mayor

- ¿Y mi cabello qué? - Le pregunto ofendido su hijo mayor

- Deja de chillar - Lo pateo levemente- Ya tienes muchos siglos existiendo como para no saber que puedes hacer crecer tu cabello Eligor - Lo regaño para darle otra patada leve e irse

- Ya verás, renacuajo - Grito Eligor desde lejos- Me las vas a pagar

- Atrévete si puedes, pinche puto - Le grito el pequeño aun arriba de su madre

Anneberg soltó una carcajada al escuchar el acento mexicano de su pequeño hijo, el pequeño hablaba varios idiomas a pesar de tener casi 6 meses de nacido, podía hablar el inglés, el español y el latín a la perfección. También podía tocar el piano sin problemas ya que podía memorizar perfectamente cualquier cosa que observaba o experimentaba.

Gracias a las naturalezas de sus madres tenía su inteligencia mucho más desarrollada que cualquier otro niño normal así que tenían que educarlo en el infierno, aparte de que el pequeño crecía a grandes pasos a cada mes que pasaba.

Gracias a que estaba en el infierno su lado íncubo se mantenía tranquilo sin pedirle que se alimente, también se le desarrollo el don del fuego, el pequeño hace 3 meses atrás había lanzado una pequeña bolita de fuego contra unos libros incendiándolos sorprendiendo a su madre biológica.

Anneberg todo el camino sermoneó al pequeño por haberle lanzado la bola de fuego a su hermano mayor quemándole el cabello, también le planteo otros escenarios de que si hubiera pasado si la bola de fuego le pegaba en la cara o a alguien más lastimándolos gravemente.

- Mami Astar - La saludo con emoción- Mami me regaño - La acuso haciendo un tierno puchero apuntándola con su tierno dedito mientras fruncía su ceño tiernamente

- Le lanzo una bola de fuego a Eligor, cariño - Se explico haciendo que Astartea vea al pequeño con seriedad

- Lo siento, ¿Sí? - Les sonrió con inocencia mientras sus ojitos brillaban de diversión

- Sin duda es tu hijo - Le dijo Astartea entre risas- Vamos campeón, ya hueles a sudor y a vampiro - Lo abrazo para llevárselo al baño

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...Un año después...

- ¿Estás seguro, renacuajo? - Le pregunto su tía Dahaka

- Sí - Le contesto seguro

Dahaka veía el mismo brillo en los ojos de su pequeño sobrino que su hermana tenía cuando algo la emocionaba, solo que el pequeño tenía los ojos cafés avellana y no azulados como su hermana.

- Bien, pero si tu tía Bella nos venos va a regañar a los dos - Le recordó seria- Y a ti te va a castigar sin que te lea algún libro en las noches

- Puedo correr el riesgo - Se encogió de hombros con diversión- ¿Seguirás hablando para evitar que te gane? - Le pregunto con diversión

Dahaka conocía perfectamente esa mirada llena de burla, era la misma que su hermana tenía cuando se quería burlar de algo, Dahaka se carcajeo y le entrego la espada para que empezaran a entrenar clandestinamente.

Al pequeño no lo dejaban entrenar aun a pesar que se veía como un niño de 10 años, lo iban a dejar entrenar hasta que se viera como un niño de 15 o 16 años, pero siempre encontraba la forma de colarse en los entrenamientos de sus tíos, madres o de alguno de sus hermanos mayores para aprender viéndolos o practicando un poco con ellos.

Los dos entrenaban juguetonamente para no hacerse daño hasta que su sobrino tuvo mucho por el día.

- ¿En serio quieres llamarte así? - Le pregunto Dahaka incrédula y con cierta burla

- ¿Qué? - Frunció su ceño- Andy es un buen nombre, es de un niño

- Si renacuajo, pero solo serás un niño por unos meses o años, después ya serás todo un hombre - Le recordó con diversión- Aparte no es digno de un Abalám, toma el ejemplo de los nombres de tus hermanos mayores hasta la de tu madre y el mío - El pequeño bufo pensándolo mejor

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