C.R.U.E.L.
El día pasó a la noche en el tiempo en el que estuvimos en aquel helicoptero. Thomas se había quedado dormido abrazado a aquel muñequito de madera que chuck le había entregado en su último aliento. Yo estaba sentada tumbada en el pecho de Newt mientras él me acariciaba el pelo. Era muy tranquilizante. Mis ojos comenzaron a cerrarse pero entonces un movimiento brusco de helicoptero me sacó de mi trance. Todos nos pusimos alerta, excepto Thomas que seguía dormido. Aterrizamos en la arena y abrieron las puertas al instante para que todos pudieramos salir. En frente de nosotros había un gran edificio cuyas luces cegaban a todo el que se acercaba. Algunos de los guardias nos empujaron a todos hasta la entrada mientras que otros disparaban a las dunas a nuestra espalda. Intenté girar la cabeza para ver que sucedía y entonces logré ver a unos seres que caminaban dando traspies y con las caras un poco deformadas. No me dio tiempo a ver más ya que los guardias nos metieron en aquel gran edificio, cerrando las puertas tras nosotros.
-Bienvenidos- dijo un hombre vestido de traje.
-¿Qué eran esos seres?- pregunté curiosa.
-Mi nombre es Janson- continuó sin hacer caso a mi pregunta- Bien, os enseñaré las instalaciones, os harán varias pruebas y, por último, os instalareis en vuestras nuevas habitaciones-
Nos hizo un tour por todo el edificio mostrandonos todas las instalaciones importantes. Después de aquello nos metieron en una especie de enfermería para hacernos las diferentes pruebas de las que habló Janson.
-¿Qué es eso?- vi como preguntaba Newt a un enfermero con una jeringuila.
Thomas estaba con una mujer que le sacaba sangre, Minho se encontraba corriendo en una cinta y Teresa estaba sentado en una camilla tras unas cortinas de color azul claro. Yo me encotraba sentada en una silla mientras un efermero, aparentemente joven, preparaba una especie de batido.
-¿Qué lleva?- pregunté con miedo.
Newt estaba justo al otro lado de la sala observando a aquel chico mientras él se acercaba a mi con un vaso lleno de un liquido marrón oscuro.
-Tranquila- me respondió mientras me daba el vaso- Simplemente te hará recuperar las fuerzas que perdiste en el laberinto-
Cogí el vaso desconfiada y lo olí. Su olor era algo extraño pero agradable. Me mojé los labios para probar su sabor y después lo bebí todo de un trago. Su sabor era un poco fuerte pero no estaba tan mal como creía. Horas después nos guiaron a una especie de comedor donde nos sirvieron la cena. Durante la cena estuvimos hablando con otros adolescentes que, según ellos, venían de otros laberintos, identicos al nuestro.
-Buenas noches caballeros- anunció Janson entrando a aquella sala- Señoritas-
Todos los presentes prestaron atención a aquel hombre durante los momentos que seguían.
-Ya sabeis como va esto- dijo abriendo un portafolios negro- Si ois vuestro nombre os levantais de manera ordenada y os colocais junto a mis colegas, que os acompañaran hasta el ala este donde comenzarán vuestras nuevas vidas-
Mire a Newt con miedo. Él me devolvió la mirada, seguro de sí mismo. Lo único a lo que yo temía en ese momento era que me separaran de Newt o de cualquiera de mi grupo. Todos comenzaron a aplaudir; Janson miró a todos de manera intrigante y entonces comenzó a decir nombres.
-¡Conor!-
Los chicos de detrás comenzaron a vitorearle y a felicitarle, mientras el mencionado se dirigía con Janson.
-¡Evelyn!-
A nuestra izquierda una chica morena se levantaba mientras las demás se despedían de ella con una sonrisa en la cara. Tal vez aquello que anunciaba Janson no era tal malo.
-¡Peter!-
Más chicos vitorearon y animaron a aquel chico. En ese momento giré mi cabeza a la derecha y pude observar como una persona estaba con la capucha de su sudadera puesta, intentando pasar desapercibido. ¿Por qué?
-¡Allison!-
Una chica morena que estaba en la primera fila se levantó sin hacer mucho ruido y la lista continuó.
-¡Garrapatoso!-
Algunos chicos rieron por aquel apodo y animaron a su amigo a irse con aquellos extraños.
-Un poco de calma- pidió Janson antes de continuar- ¡Franklin!-
Más vitores por parte de los chicos y algunas chicas.
-Y... ¡Abigail!-
Acto seguido cerró la carpeta y todos los presentes hicieron sonidos de tristeza. Newt, Thomas y yo nos miramos entre nosotros algo confundidos.
-No os desanimeis- finalizó Janson- Me llevaría a más si pudiera-
Comenzó a caminar hacia una puerta acorazada gigante en la que había dos guardias.
-Siempre queda el mañana- dijo intentando animar a los presentes- Vuestro momento llegará-
Al ver que ninguno dejaba de mirarle, él ordenó que siguieran con sus asuntos y volvieran a sus conversaciones. Algunos aplausos más sonaron en la sala y acto seguido, todo volvió a como era antes de que llegará Janson.
-¿A dónde van?- preguntó Minho a un chico de tez morena perteneciente a otro laberinto.
-Lejos de aqui- dijo admirando la puerta con deseo al tiempo que aquellos muchachos antes mencionados la cruzaban- Afortunados-
Newt y yo nos miramos de nuevo y escuchamos hablar a otro chico sentado justo a su lado.
-Es como una espcie de granja- comentaba- Un lugar seguro. Solo pueden llevarse unos pocos cada vez-
Entonces vi una figura familiar pasar por la cristalera que rodeaba la sala. Era Teresa; y Thomas también la había visto. En ese momento se levantó y comenzó a seguirla a través del cristal hasta que llegó a la puerta acorazada donde ambos guardias le detuvieron en seco. Una de los guardias, el rubio, mantuvo una corta conversación con él y, después, nos llevaron a una habitación para dormir. En aquella habitación había tres literas y una cama individual. Nos metieron allí a Newt, Thomas, Minho, Fritanga, Winston y a mi. Después, cerraron la puerta de metal y oimos como la cerraban con llave. Minho se subió a una de las literas antes de Fritanga pudiera llegar a la escalera.
-Muy lento- dijo sentado en la cama de arriba.
Yo me fijé en la que era individual y me senté allí. Thomas y Newt hablaban tranquilamente hasta que Newt subió a la litera más cercana a mi. Thomas se adueñó de la cama que había bajo la de Newt, estando justo a mi lado. Yo también me metí en mi cama e intenté conciliar el sueño. Antes de dormirme, miré hacia arriba y vi como Newt me miraba embobado.
-Buenas noches, princesa- dijo lanzandome un beso.
-Buenas noches, mi amor- dije de la misma manera.
-¡Callaros ya!- gritó Minho desde la otra punta de la habitación.
Ambos reimos en silencio y enseguida todos caimos rendidos en los brazos de Morfeo.
***
Hola chicxs, aquí os dejo el primer capitulo de la segunda temporada de esta gran saga. Dejad en comentarios que os esta pareciendo (también podéis dejar ideas para los próximos capítulos) y votad en las partes de la historia que más os gusten. Besos para todxs!! <3 <3 <3
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