Que equivocado estaba. Su mundo giraba hacia esas hermosas flores en su casillero y esas lindas cartas. ¿Y ahora qué? Nada. Perdió en tan solo 1 segundo a la persona que le alegraba los segundos, minutos, horas, dias, semanas e incluso meses. " Y todo esto por mi culpa " pensaba.

Se dirigió, como todos los días a su instituto. Iba andando, pensando en lo mierda que seria su día, como siempre. Antes, siempre hiba con felicidad, ya que encontraría el ramo o la carta de Gerard, pero desde ese día no volvió a recibir nada. Y desde ese día su vida cambio. Pero a peor.

Al llegar, fue a su taquilla, siempre tubo la esperanza de que hubiera un ramo y una carta diciendo que esos días no pudo mandarle un ramo porque no tenia dinero para comprarlo. O no tenia tiempo. Pero como siempre, sus esperanzas fueron nulas.

Entró a sus clases y se sentó en la fila del final. Cuando el profesor llegó y empezó a dar la clase, Frank se puso los cascos y se sumergió en la musica de su reproductor. Al momento se puso la canción " Every Breath You Take " de The Police.

" Since you've gone I've been lost without a trace. I dream at night, I can only see your face. "

Suspiro. Maldita canción.

" I look around but it's you I can't replace.
I feel so cold, and I long for your embrace. "

Se le aguaron los ojos. Quería decírselo, hacerle saber como lo extrañaba joder. Dejar su puto orgullo al lado y decirle lo que siente. Pero el miedo se lo impide. Tiene miedo a ser rechazado por todos e incluso por su propia familia.

" I keep crying baby, baby, please..."

No se como pero comenzó a llorar. Sollozaba silenciosamente porque aunque estuviera alli escuchando musica y no prestando atención, estaba delante de toda una clase y no quería que lo vieran llorar. Decidió limpiarse las lágrimas y pasar de canción. Pero cuando quiso cambiar, sonó la campana indicando que tocaba la siguiente clase. Plástica, clase que compartía con Gee.

Decidió salir corriendo e ir a la clase para ver si encontraba a Gee y sentarse junto a él. Al momento distinguió su cabellera negra sentado en su sitio de siempre a si que, como había un lugar vacío al lado, decidió sentarse allí.

Gerard al notar a alguien sentándose a su lado, giró la cabeza para llevarse su mayor sorpresa. Era él.

– ¿Q-Qué haces a-aquí? – pronuncio Gee nervioso.
– Quería sentarme...ya sabes...aquí. – Frank se rascó la nuca nervioso. No sabia que decirle.

Se hizo un silencio incomodo. Frank decidió dar paso a " la conversación "

– Oye siento...lo que te dije...estoy muy muy arrepentido...de verdad – dijo Frank con dificultad. Nunca pedía perdón por las cosas porque su orgullo se lo impedía.

– ¿E-Enserio? A ver... ¿de verdad te arrepientes? – Gerard se quedó sorprendido por esas grandes declaraciones. ¿Frank Iero, disculpandose?

– Últimamente...echo mucho de menos t-tus cartas y t-tus ramos y y no se que hacer...– Frank le miró. Se sentía arrepentido y dolido, esas semanas sin ver sus hermosas flores le habían arruinado su vida.

– Pero tú me dijist... – no terminó ya que fue interrumpido por Frank.

– Olvídalo, olvida todo lo que te dije, q-quiero empezar d-de nuevo... ¿m-me entiendes? – miró a Gerard para ver si captaba su idea. Y por lo que vió, lo hizo.

– Me parece muy bien... ¿q-que te parece si en el almuerzo nos juntamos? – dijo Gee feliz. Esperó que ese momento llegara algún día.

– M-me encantaría...– sonrió Frank.

Al tocar la campana para la siguiente clase, antes de irse, le dió un beso en la mejilla dejando a un Gerard feliz y sonrojado.