Estabas tumbada en vuestra cama, con el móvil. Habías mirado Instagram, Twitter y ahora ibas a por Snapchat.

No sabías en qué momento de tu vida habías agregado a la Kim Kardashian y a la Kylie Jenner.

Estabas viendo sus historias de hoy: estaban en un jardín, toda la familia reunida. Y había dos conejos de pascua (se podía ver que eran Kanye y Tyga).

Entonces te diste cuenta de que hoy era pascua. Y que vuestra hija no había visto nunca al conejo de pascua. Y que Tony tenía un traje de conejo.

Te levantaste de la cama y caminaste hasta el baño que tenía vuestra habitación, abriste sin llamar y te encontraste a Tony en la ducha.

Tony se giró y te sonrió.

-    ¿Al final aceptas la propuesta?

-    No, Tony - negaste. Tony hizo un puchero. - Quería preguntarte donde estaba tu disfraz de conejo...

-    ¿Me vas a hacer vestirme de conejito? - resopló.

Le sonreíste, enseñando los dientes y todo.

-    En el armario, arriba - suspiró. Se dio media vuelta para aclararse el pelo y te dejó una buena vista de su trasero (pero eso no era importante).

Saliste del baño rápidamente porque si no, no saldrías.

-    ¡Tráemelo al baño! - te gritó cuando saliste del baño.

Te subiste a una silla para poder alcanzar el disfraz. Después volviste al baño para dejarle el traje.

Saliste fuera de tu habitación para entrar a la de tu hija.

Tu hija seguía durmiendo plácidamente.

Cerraste la puerta con cuidado y antes de bajar a la cocina, cogiste un rotulador negro de tu habitación.

Como no había huevos de chocolate, tendrías que utilizar los huevos de siempre. Cogiste la docena y empezaste a dibujar caras en todos ellos. Después los escondiste por toda la casa.

-    Ya estoy - dijo Tony a tus espaldas.

Tony estaba con su disfraz de conejito, y tenía los brazos cruzados. Te acercaste a él y le dejaste un beso en los labios.

-    Voy a por nuestra hija y a por la cámara. Cuando bajemos quiero verte actuar como un conejo feliz de la pascua.

Tony simplemente asintió.

Subiste las escaleras rápidamente y antes de pasar por la habitación de vuestra hija, cogiste la cámara de tu habitación.

Despertaste a tu hija y ella bajó muy emocionada al salón. Antes de bajar todas las escaleras, encendiste a la cámara y empezaste a grabar.

Llegaste a grabar a Tony saltando como un conejito hacia el jardín y vuestra hija siguiéndole encantada.

-    ¡Mira mamá! ¡El conejo de pascua es viejo! – gritoneó vuestra hija y se puso a reír.

Tus piernas temblaron y después caíste al suelo, partiéndote de risa. Habías grabado cómo la cara del conejo de pascua pasaba de una feliz a una seria, y después, el conejo de pascua se alejó de vosotras saltando.

¿A que es adorable nuestro conejito?

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Y los pedidos que me faltan los publicaré a partir de mañana #loprometo