069 - Peter Parker
ATENCIÓN: Es el Peter de Civil War.
- Tony, pero si es solamente un crío – se quejó Rhodey.
- Corrección, son dos – respondió Tony.
Tú estabas detrás de Peter, por lo que te colocaste a su lado y moviste las manos.
- ¡Sorpresa! – gritaste.
- Ellos son Spider Man y Abeja Woman – Os presentó Tony Stark. – Peter y Ludmila.
- Dije que ese no era mi nombre – te enfurruñaste.
Sí, te había picado una abeja, pero eso no significa que eras Abeja Woman. Después de que te picara la abeja, podías volar (emitías un incesante ruido cuando volabas) y poco más podías hacer. Según Peter, las uñas que tenías eran bastante afiladas (según él "como el aguijón de las abejas").
- Necesitábamos ayuda – explicó Tony. – Y que sepáis, el capitán América querrá convenceros de que él tiene razón. No le hagáis caso.
Peter y tú asentisteis.
- Y ahora poneros vuestros trajes, hay que hacer el trabajo.
Peter y tú caminasteis hasta donde teníais ambos los trajes guardados. Peter había recibido un nuevo traje y todo mientras que tú no.
- ¿qué te parece el traje?
- ¿El tuyo? Jodidamente feo. ¡Pero mola! – le dijiste.
- Ah, ya sé. Te sientes celosa de que el señor Stark me haya mejorado el traje a mí y a ti no – se rió. – El señor Stark me ama a mí y a ti no.
Te miraste tu traje, no veías nada malo en él. Era un mono, con la parte de arriba de color negro y la parte de abajo era a rayas amarillas y negras. Sí, era un traje bastante vistoso pero representaba a una abeja. Llevabas unas botas con un poco de tacón negras y, te ataste tu pelo corto y rizado como pudiste en una mini coleta.
- Chicos, chicos – habló el señor Stark ya con el traje puesto. – No amo a ninguno de los dos. ¿Ya estáis listos?
- ¡Sí señor! – gritó alegremente Peter.
El amigo de Iron Man, Rhodey, suspiró.
Todos entrasteis en el jet del señor Stark. Peter y tú solamente conocíais al señor Stark y a Rhodey. Había una mujer vestida de negro y uno que iba con un traje de gato. Al menos, no erais los que tenían los disfraces más raros.
Ya en el aeropuerto, el capitán y el señor Stark se pusieron a hablar. Tú estabas subida encima de una de las grandes cajas, Rhodey estaba al lado de Iron Man, la mujer se había colocado al lado de Steve y el gato estaba alejado, observando todo.
- ¡Yogurín! – gritó Iron Man. Esa era la señal para que Peter hiciera su entrada triunfal.
Peter salió de la nada, se llevó el escudo del capitán América y aterrizó a tu lado.
- ¿Lo he hecho bien? – te preguntó inmediatamente.
- Sí, tranquilo – le calmaste.
- Perdonad mi entrada, es que el traje es nuevo y todavía tengo que acostumbrarme a él.
- Peter – habló Stark.
- ¿Qué?
- Cállate – dijisteis Iron Man, Rhodey y tú a la vez.
- Hola a todos – finalizó moviendo la mano.
-
- Pero Señor Stark, todavía puedo hacer algo – dijo Peter desde el suelo.
Peter os había dado un susto a todos (menos al gato, que pasaba de todos). Había sido golpeado por el hombre del traje rojo (que, además de hacerse pequeño, se volvió gigante) e inmediatamente fuiste a su ayuda.
- Y yo también – le dijiste a Iron Man. Te levantaste e intentaste levantar a Peter pero ambos caísteis al suelo.
- Bueno, mejor me quedo aquí descansando – dijo Peter. Pasó uno de sus brazos por tu cintura y te apegó a él. - ¿Viste eso, Ludmila? Hablé con el capitán América.
- Sí, estaba delante de ti – apoyaste la cabeza en su pecho.
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