Imagina
que eres
una mutante
que tiene
poderes
telequineticos
y hablas con
Peter por telepatía.

—Peter, ¿estás disponible? —preguntó _______ desde su casa, tumbada boca arriba tirada en su cama, mirando el techo.

—¿Para ti? Siempre —pensó mientras jugaba Pong—. ¿Qué pasa?

—Nah, aquí, en mi casa, aburrida —de repente sonó el timbre de su casa—. Acaban de llamar al timbre de mi casa, ¿eres tú? —preguntó ella mientras se levantaba de su cama y bajaba a las escaleras.

—Solo lo descubrirás de una forma —contestó Peter. Antes de abrir la puerta, miró a ver quién era, y sí, era él, asique abrió la puerta—. Hola, ¿vamos a mi casa? —preguntó Peter.

Ella iba a contestar, pero con tan solo escuchar el sonido de una S, Peter la agarró con cuidado de evitar el latigazo cervical y la llevó al sotano de su casa, en menos de un pestañeo.

Ella se tumbó en el sofá, llevándose las manos a la cabeza, ya que estaba mareada, pero estaba acostumbrada y sabía que en poco rato se le pasaría.