3. Arregla mi corazón | Jason Grace |
IMAGINE #3: "Fix my heart"
Descripción: Alternative ending of Piper x Jason [Jasiper or something like that]
Character Song: "Up in the Air" by 30 Seconds to Mars
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Ibas de camino a tu cabaña junto a tu hermana Lou Ellen. Habías llegado al campamento Mestizo hace unos dos años después de la guerra contra Gaia. Acababas de cumplir tus dieciocho años y sólo un año pasó desde que tu mejor amigo había roto con su novia Piper.
¡Fue increíble la noticia! Nadie se lo esperaba en absoluto, eran la mejor pareja del campamento, después de Percy y Annabeth claro, pero desde que habías llegado, te hiciste amiga de los dos de inmediato, que incluso trataste de ayudarlos a reconciliarse pero las palabras de Jason te hicieron sentirte culpable además de inservible al tratar de hacer sentir mejor a tu mejor amigo.
Jason y Piper terminaron porque la chispa que antes los unía, se había extinguido en ambos, ya no se sentían de la misma forma. Piper te había dicho que Hera había manipulado su relación desde un principio, y fue muy tonta al sentirse se esa manera con Jason, es por eso que decidiste alejarte de ambos, porque eran tus mejores amigos. Darles su propio espacio era la mejor opción para que pudieran sanar sus heridas. Eso y el hecho de que Jason te había levantado la voz no te hacían sentir mejor en lo absoluto.
Mientras caminabas hacia tu cama te preguntabas muchas cosas, sobre los nuevos grimorios que debías aprender para tener el orgullo de la cabaña de Hécate en alto. No disfrutabas de la decepción de tu madre por lo que seguías mucho el ejemplo de tu hermana Lou.
Tomaste uno de los nuevos grimorios para empezar con la hechicería más avanzada, cuando estabas a punto de pedir ayuda a alguien para tus prácticas, Lou ya había desaparecido. Sabías que ella no era el mejor conejillo de indias ya que ambas eran hijas de la magia, por lo que sería un poco embarazoso que te usaran como conejillo tu propia hermana. Pero aún te quedaban dos personas en el campamento con los que contarías sin dudar: Will y Nico.
Te habías enterado que hace unos meses el hijo de Hades y Apolo comenzaron a salir, además de que eras muy unida a ambos semidioses.
Will fue el que estuvo en el equipo de extracción al salvarte de un ataque de dracanaes y cíclopes que querían usarte como sándwich, ni siquiera te consideraban muy sabrosa por tu extraño olor a magia que corría por tus venas. Te salvó más de un par de ocasiones antes de que pudieras entrar por el arco del campamento. Semanas después de enterarte y ser reconocida por tu madre, Hécate, no eras bien recibida por el aura de poder que había en ti. Algo con lo que congeniabas con Nico di Angelo. Desde que él veía como te trataban decidió que alguien no merecía eso, se comportó como el hermano mayor que nunca tuviste, así que tú eras la única que podía decirle sombritas -a parte de Will- sin que él se enojara como pasaba con Leo.
El asunto es que necesitabas a alguien para practicar. No era la primera vez que les pedías ayuda. En muchas ocasiones tus primeros intentos nunca eran tan buenos como con otros hechizos. Una vez dejaste el cabello de Nico blanco por una semana y estuvo restregándotelo cuando podía. A Will lo convertiste en un puerquito rosado bebé que tardaste en ocultarlo y pedir ayuda Lou con eso. Esos y mil accidentes habías pasado con Will, Nico y... Jason. Recordabas bien la vez en la que dejaste la piel de Jason de color azul, fue la burla y bromas de Percy por dos semanas, pero él no se enojaba contigo más bien disfrutaba de verte tropezar y volver a intentarlo.
Aunque lo negaras, para ti. Jason siempre ha sido el que sabe levantarte los ánimos cuando más inservible te sentías. Pero ahora tu estabas distanciada de él, porque sentías que le harías daño con sólo mencionar algo de Piper, puesto que ella era tu mejor amiga y confidente además de la mejor consejera que pudieras encontrar. Pero lo peor de todo es que recordaba esa mirada cansada y llena de ira cuando intentaste convencerlo de que no ser rindiera, las palabras tan rudas que él te dirigió fue lo que te rompió él corazón y lo recordaste con total claridad, como si fuera ayer:
―¡Y/N DÉJAME EN PAZ! ¡¿QUÉ NO VEZ QUE QUIERO ESTAR SOLO?! ―te gritó haciéndote retroceder―, diablos ¿por qué no lo entiendes?
―Sólo trato de ayudar, quiero que seas feliz ―susurraste conteniendo las lágrimas para mostrarte fuerte.
― ¡Pues deja de hacerlo! No necesito de tu ayuda para esto ¡¿Por qué no te vas por ahí a hacer encantamientos y me dejas en paz de una maldita vez?! ―espetó atrayendo la mirada de unos campistas que pasaron a su lado en el camino del bosque a la sección de las cabañas.
―Porque me importas Jason, no pueden terminar así ―espetaste ahora tú.
―Pues ya lo hicimos ¿Cómo alguien como tú puede entender sobre el amor cuando no tienes ni idea de lo que se siente que te engañen y descubrir que nada era real? ―dijo con rencor que no podías creer que él era el Jason que conocías―, no ayudas en nada, así si quieres hacer algo de provecho ve a gastarle bromas a alguien con tus fallos en la magia y no me vengas a sermonearme sobre el amor Y/N.
>>―Estoy harto de que me ayudes cuando haces lo contrario ¡ME COMPLICAS MÁS LAS COSAS! ¡NO NECESITO NI QUIERO TU AYUDA!
―Tienes razón y ni debió de interesarme, a pesar de que formo parte del círculo de personas que te quieren ver feliz... ―murmuraste enfadada, levantaste la mirada para encararlo―, adiós Jason.
Y lo dejaste con la palabra en la boca.
Aún te dolía la mirada furiosa e irritada de Jason cuando intentaste sacarle la verdad del por qué de su rompimiento con Piper. Pero debías ser sincera contigo, una parte de ti se alegraba de que hayan roto, después te llegaba el sentimiento de culpabilidad. Piper era tu amiga y consejera, no podías mirar a Jason más allá de amigo, lo querías, aunque no como amigo.
Llegaste al campo donde estaban hablando Nico, Will y... Jason. Te detuviste en seco a tan sólo unos metros de distancia, no querías ni verle el rostro por la vergüenza que sentías de haberte interesado tanto en la felicidad de Jason.
―Hola chicos ―saludaste con una vocecita, carraspeaste― ¿Alguien me ayuda?
Will y Nico se miraron entre sí. Sabías que ellos le tenían miedo a lo que hubiera dentro del grimorio por lo que antes de que ellos dijeran algo Piper llegó detrás de Jason para pasar de largo e ir por ti.
― Hola Y/N, Lou me dijo que necesitabas ayuda con tus hechizos.
Casi gritabas de alegría. No querías pedirle ayuda a Jason, puesto que tus mejores amigos no iban a dejar que los convirtieras en otras cosas o modificaras su apariencia. Así que asentiste para irte del lugar junto con Piper, miraste hacia atrás y viste la mirada herida de Jason, no sabías si era por Piper o por ti.
• • •
A pesar de que Piper era buena ayudándote, no estabas muy bien como para practicar. Lo único en lo que pensabas era en Jason. Deseabas tanto verlo sonreír a tu lado, desde aquella pelea siempre que estabas cerca y sonreía, ésta desaparecía dejándote con la sensación de vacío y dolor. No querías pensar que ya no eras bien recibida por su amistad. Te dolía en lo más profundo de tu ser que él fuera así contigo. Y muchos te lo habían dicho, los hijos de Zeus no eran los mejores de todos en cuanto a los sentimientos se referían y mucho menos éste semidios forjado en la disciplina militar romana y después con la griega.
―Y/N ¿Te pasa algo? ―se aventuró Piper buscando tu mirada.
― ¿Eh?
Te habías percatado de que un par de lágrimas se habían resbalado por tus mejillas y las limpiaste con el dorso de tu mano, negaste. Querías sacarlo, ya no podías más, tenías que decirlo o explotarías. Así que te desahogaste con tu mejor amiga, no podías parar en decirle todo, desde su pelea hasta los extraños pensamientos que tenías sobre Jason, lo mucho que lo extrañabas y la manera en la que te trataba. Piper escuchó cada palabra, no furiosa o celosa, todo lo contrario. Te miraba con compasión y empatia, como si ella hubiera estado en tu lugar, tomó tu mano para tratar de darte consuelo, pero todo era inútil y no querías decirlo para que no se sintiera como si no sirviera. Lo único que pudiste hacer es refugiarte en su regazo.
Esa noche Piper te hizo ver que te habías enamorado de Jason sin siquiera notarlo.
• • •
Lou había reunido todas sus cosas para salir a una misión para recoger a un semidiós, así que serías la que se encargaría de la cabaña de Hécate. Estarías sola así que tendrías más tiempo para practicar sin incomodar a tu hermana. Te despediste de ella con fuerte abrazo y ella te dejó en la cabaña sola.
Comenzaste de inmediato a practicar hasta que se hizo tarde cuando decidiste ir a comer algo, cuando ibas hacia el comedor escuchaste a dos personas que conocías tan bien: Nico y Jason. Te acercaste para poder entender lo que estaban diciendo.
―No pueden seguir así Jason ―recriminó Nico ya cansado―, no puedes jugar con ella de esa forma, así no eres tú.
―Es que no lo entiendes Nico, no puedo verla ya más porque me lastima y yo a ella ―murmuró Jason herido.
―Dime la verdad mirándome a los ojos ¿Qué es lo que sientes? ―preguntó serio.
―Quisiera poder saberlo, pero cada vez que voy a intentarlo algo me dice que me detenga, desde que la conocí ella invadió mi mente por completo y no puedo olvidarla, es lo único por lo que ronda en mi cabeza. Ella es lo más hermoso que haya visto en mi vida pero ella no parece notar que estoy loco por ella o tal vez ni siquiera sé cómo tratarla correctamente, como la mujer bella que es. El punto es que me tiene a sus pies, cometí un error y quisiera remediarlo para no lastimarla más.
"Piper" pensaste triste, llevaste tu mano a la boca para reprimir un lloriqueo. "Estúpida, Jason jamás se fijaría en alguien como yo". Regresaste a tu cabaña para no salir, el ver cómo Jason había confesado su amor por Piper destruyó tu corazón -o lo que quedaba de él- para ser aniquilado por completo. Jamás creíste que el amor por Jason fuera tan lejos, pensabas que era un simple enamoramiento, pero esto era más fuerte y verdadero. Lloraste en silencio hasta que se te agotaron las fuerzas y simplemente te quedaste mirando a la nada mientras abrazabas tus piernas.
Pedías a gritos internos que alguien socorriera a tu herido corazón. Lo que sea, unas palabras, una caricia, un suspiro, algo.
Te sobresaltaste cuando escuchaste que alguien llamaba a tu puerta, extrañada y débil fuiste a abrir. Tu alma casi se te caía hasta los pies al ver quien estaba en el pórtico de tu cabaña. Jason estaba parado frente a tu puerta con la cabeza gacha un poco rendido, con una ligera sonrisa. Pensabas que iba a decirte sobre Piper porque eras la que más se empeñó por reconciliarlos y esta vez no era lo que deseabas.
― ¿Jason? ¿Qué haces aquí? ―preguntaste un poco cansada pero al final sonaste irritada.
Estabas hecha un desastre, tus ojos hinchados por el llanto, el cabello un poco enmarañado y pálida.
― ¿Puedo hablar contigo?
Asentiste y lo dejaste pasar, la cabaña estaba cálida y con los tapices que Lou tanto adoraba, adornaban la estancia, tu cama era el mismo desastre que tú, varios libros y grimorios se encontraban esparcidos por el piso así que recogiste un par en tu buró que estaba junto a tu cama.
―Y/N ―te llamó Jason con ternura, pero te negaste a mirarlo.
Sollozaste intentando mirarlo. Era imposible, desde que habías escuchado que de verdad amaba a Piper no querías caer ante la trampa del amor del hijo de Júpiter. Ya no querías sufrir. Pero la cálida mano de Jason tomó tu mentón para hacerte girar la cabeza hacia un lado y mirarlo a los ojos. A pesar de que los hipnóticos ojos azul eléctrico como una tormenta querían que hablaras no ibas a permitir que jugaran contigo. Ya no quería salir herida, no más dolor, querías arreglar tu corazón pero no sabías cómo hacerlo con él tan cerca de ti.
―Vete por favor ―suplicaste con la voz rota, estabas casi al borde del llanto.
Él negó, así que quitaste su mano de ti para ir hacia otro lugar que no fuera cerca de él, pero Jason fue más rápido que tú. Tomó tu brazo y te hizo chocar contra la pared con sus brazos bloqueando tus dos únicas salidas. Te tenía prisionera. Sus ojos atravesaban tu alama como un par de taladros abriéndose paso a través de la barreras que cuidaban tu corazón hecho pedacitos. En tu interior gritabas y lloriquebas a mares que te besara, que te tocara, que hiciera algo, que te dijera cualquier cosa.
―Lo siento, jamás debí tratarte así ―dijo con la cabeza gacha―, en serio quiero decirte que soy un idiota por haberte tratado así, pero ya no puedo resistirme... Por favor, arregla mi corazón.
― ¿De qué...
Tu pregunta fue interrumpida por el brusco contacto de sus labios contra los tuyos. Te tomó por sorpresa pero le seguiste el beso. Posaste tus manos en su cuello luego subiéndolas hacia su nuca y acariciando su cabello, enterrando tus dedos con delicadeza. Jason pasó sus brazos hacia tu cintura para acercarte más a él. El beso se tornó más hambriento y lleno de pasión, no sólo sus labios entraban en contacto, Jason tiró de tu labio inferior con sus dientes sacándote un gemido. Cuando ibas a mover tus manos, él tomó tus muñecas para dejarlas a cada lado de tu cabeza y dejarte de nuevo contra la pared. Su mirada estaba perlada de amor por lo que no sabías si llorar o reír de felicidad.
Fue la primer opción, comenzaste a llorar sin razón alguna o por tantos sentimientos que llevabas reprimiendo desde que Piper te hizo confesar tu amor por el hijo de Júpiter, no estabas segura pero ya no podías contenerte más, te había besado y pues tenías los sentimientos a flor de piel. Él con su pulgar te quitó una lágrima y detuviste su mano en tu mejilla, cerraste los ojos disfrutando del contacto de su mano sobre tu piel. Jason juntó ambas frentes y te susurró antes de volver a atacar tus labios.
"Te quiero".
https://youtu.be/NrFQRn2yYWs
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