Estuve esperando toda la noche a tener a Elle Lawliet envuelto con papel de regalo abajo de mi árbol de navidad y nunca llegó, me siento ofendida con papá noel.
Creo que voy a hacer una carta de quejas ¿alguien se suma?

•Misa saltaba de aquí para allá adornando las oficinas a te la mirada fastidiada de Hannah.
¿como fue que L le dio permiso para eso? Era poco serio (pensó mientras misa colgaba un muérdago en la puerta que daba a la habitaciones)
-Alegrate un poco-chillo misa emocionada al ver el rostro de Hannah - ¡navidad es para estar feliz y recibir regalos!-
-en navidad se festeja el nacimiento de jesucristo y yo no creo en el-murmuraste molesta tecleando en tú computadora- así que si me disculpas...-la cerraste de golpe y te retiraste del lugar.
Era 24 de diciembre, noche buena, y tú te encontrabas repasando las actualizaciones del caso Kira en tú habitacion mientras todos los demás brindaban en la sala principal.
Navidad. Genial. Estupendo (espíritu navideño al 100℅)
Recordaste cuando de pequeña tú madre y padre decoraban el árbol de navidad, tú padre te sostenía en brazos mientras ponías la dorada estrella con luces en la punta más alta, y tú madre traía la cámara grabándote hacerlo.
Negaste rápidamente sacando esos recuerdo de tú cabeza. No debías distraerte, debías seguir investigando.
Eran 11:50 tú puerta sonó cuando alguien golpeó la madera, te extraño ya que faltaban 10 minutos para brindar.
-si eres misa y vienes a convencerme de que brinde vete, no estoy de humor-respondoste molesta mientras cerraba tú computadora con fuerza y fulminabas a la puerta.
-Soy Ryusaki _ (letra de TN), abreme-escuchaste la voz del joven del otro lado llamandote
Te levantaste de tú cama sorprendida y fuiste hacia la puerta, abriéndola y dejando ver al joven.
Vestía como siempre, unos jeans desgastados azules, una remera blanca de algodón y sus pies iban descalzos, la única diferencia era que ahora llevaba un gorro navideño.
Bufaste por lo bajo al verlo.
-No creí que fueras de los que les gustará todo este circo de la navidad-dijiste con rencor, pensaste que Ryusaki era el único que podría entender tú punto de vista.
-No lo era, pero Misa fue bastante insistente, además los demás son felices y si lo son trabajan mejor-respondio encogiéndose de hombros y entrando a tú habitacion, mientras tú cerradas la puerta y volvias a la cama abriendo la notbook nuevamente- el principio de Robert Owen decía que los trabajadores debían verse como maquinas, pero este principio fue cambiado por Eton Mayo diciendo que debían verse como un elemento social, Alli creo la escuela de recursos humanos...-se había sentado en la cama delante de ti observando la habitacion.
-¿cual es el punto Ryusaki?-Pregunto Hannah cansada, ya quería dormir, había estado despierta desde muy temprano.
-Quiero que apliques ese principio, si eres feliz trabajas mejor-murmuro mirando hacia otro lado, mientras metía la mano en su bolsillo y sacaba algo metálico. Un Pendrive-feliz navidad-dijo algo cohibido por la muestra de afecto que estaba haciendo.
L estaba haciéndote un extraño regalo.
Lo miraste a los ojos confundida, tomaste el Pendrive y lo conectas te a tú notbook, solo tenía un archivo en el.
-¡y aquí estamos! ¡8 de diciembre decorando el gran árbol con la mejor decorador!,
Pequeña ponle los moños mas separados ¡Richard deja eso!-Grito histérica tú madre mientras pasaba de filmarte a ti adornando el árbol, a filmar a tú padre escabullendose a la cocina para robar algo de Budín de chocolate-¡ayudala a poner la estrella! ¡vamos es tiempo ya!-dijo señalando la hora
-El mejor árbol de todos, te quedó precioso amor-dijo tú padre levantándote en brazos y besando tú mejilla.
Inconcientemente mientras veías el vídeo llevaste una mano a la mejilla recordando ese beso.
-¿no hay beso para mamá? - pregunto finguiendo enojo clara, mientras los filmaba a ambos
Tú padre se acercó sonriente y aún teniendo relaciones en brazos unió sus labios con los de su esposa.
-¡iugh!-Gritaste al ver que se besaban en la boca, debías tener unos 6 años
-Eso dices ahora amor-dijo divertida tú madre
-Eso dirá siempre porque los besos son asquerosos, feos, muy feos, trasmiten enfermedades y gérmenes, solo papi está limpio ¿si? Recuérdalo hasta que envejescas-dijo con seriedad Richard mirando a su niña a los ojos
-algun día tendrá que casarse ¿lo sabes no?-Pregunto tú madre divertida
-Dejame ser feliz, estamos cerca de navidad-refunfuño de mal humor tú padre yendo por la estrella y dándotela para que colocaras el último adorno del árbol
Tú madre te filmo mientras te subías a los hombros de tú padre y con torpeza ponías la dorada Estrella con luces, dando por finalizado el trabajo.
-Oh te quedó precioso cielo- murmuró tú madre emocionada, el árbol había quedado horrendo, Lo habia echo una niña de 6 años que no sabía nada de decorar pero esa niña de 6 años era su hija y para sus ojos era perfecto.
Tú madre dejo la cámara de lado, la coloco en una mesita de te mientras sin darse cuenta seguía filmando.
Viste como ella se acercó a tú padre y entretenimiento ambos te abrazaron compartiendo el último recuerdo navideño que tenias.
La cámara filmo durante unos segundos más y la filmación se terminó.
No te diste cuenta que sollozabas hasta que el vídeo dejo de correr, llevaste las manos a tú rostro calmando los sollozos y limpiando las lágrimas que salían de tus ojos, aún no podías creerlo, ¿como lo consiguió? Su casa había sido completamente quemada junto con todo lo que ella tenía en un incendio, había perdido todo, incluso a sus padres en el, ¿como había sobrevivido este vídeo?
-Lo siento, creí que te alegraría verlo-dijo Ryusaki algo apenado-tu padre se lo había llevado al trabajo ese día, se lo olvido allí y por eso sobrevivió la cinta al incendio-dijo respondiendo lo que pensabas
-Yo...Yo...- no supiste que decir, aún seguías en shock-gracias-fue lo único que se te ocurrio mientras los ojos se te nublaron de nuevo pero eso no te impidió verlo a los ojos.
Tal vez fue la emoción del momento, o simplemente el espíritu navideño volvía a renacer en ti, pero te abalanzaste sobre L tirando tú computadora al piso y lo abrazaste con fuerza, poniéndolo incómodo.
-Gracias Ryusaki-murmuraste escondiendo el rostro en su remera de algodón.
Se quedaron así unos momentos en los cuales todo era completo silencio. Ryusaki te envolvió torpemente con sus brazos para calmar tú llanto. Y así se quedaron.
Unos minutos después saltaste sobresaltada al sentir una explosión del otro lado de la ventana de tú habitacion.
Esta comenzó a iluminarse con fuegos artificiales de todos colores.
-Supongo que son las doce, lamento haberte retenido-murmuraste ahora avergonzada, el debería estar brindando abajo con los demás, no deprimiendose contigo encerrados.
-Estoy con quién quiero estar-dijo el algo sonrojado.
La chica sonrio levemente, tomo los bordes de su sombrero atrayendolo hacia ella y beso sus labios de manera inesperada. El se sorprendió, pero aún así puso sus manos en su cintura atrayendo el cuerpo de la joven a el, sus labios parecían encajar a la perfección, eran extrañamente fríos y contrastaban con la temperatura caliente de su rostro, sonrio levemente a la mitad del beso que se prolongó unos segundos más y se separaron felices de haber terminado con esa distancia.
-Ven Hannah, vamos a la azotea a ver los fuegos artificiales, los demás ya deben estar alli-murmuro L tirando de tú mano, llevándote con el.
-_____- murmuraste haciendo que Ryusaki volteara a verte confundido-mi nombre verdadero es ____ _____-
-Elle Lawliet, un placer conocerte-
Porque las navidades con L eran completamente una sorpresa. El te había dado los tres mejores regalos de tú vida.
El último momento feliz que viviste con tus padres, su nombre verdadero junto con su confianza total en ti y el mejor beso de tú vida.
Viva la navidad.