07: game over
Jm.
Lo admito: me gusta ser el centro de atención y vaya que no me cuesta ni un poco lograr que todos los ojos se posen sobre mí, estaba acostumbrado de cierta manera desde hace un tiempo, sin embargo.
—Estás más rojo que el labial de mi abuela.
Me parece que este chico sufre de pánico escénico, quizá es un asocial, pero no entendía el por qué se estaba muriendo de la pena por el accidente que él mismo provocó, mira que jalarme de la chaqueta y hacerme caer.
—No era mi intención, yo pensé que...
—¿Vamos a quedarnos charlando aquí en el suelo? —Aproveche la oportunidad de haber caído sobre su cuerpo para ponerle más nervioso. Me tomé la libertad de poner cada uno de los brazos al lado de su cabeza y acercarme a su rostro. —Porque no me molestaría.
Inmediatamente ladeo la cabeza y me retiro de encima suyo, todos estiraban sus cabezas para lograr tener un buen panorama de la situación. Vale, si sigue aquí morira de un infarto.
—Vamos al jardín. —Me levanté y estire mi mano en su dirección pero el joven evadió mi gesto y se las arreglo para levantarse como pudo.
Nunca en el casi culmino de mi vida escolar me había fijado con detalle en este chico, y ahora mientras lo veía caminar a mi lado podía apreciar unos cuantos detalles, como cuando te acercas a contemplar de cerca una escultura y prestas atención a cada detalle que hay en ella para después preguntarte: ¿que clase de manos habrán hecho tal obra maestra? No me malinterpreten, no me atraía en absoluto este chico, no es como si ese cabello largo le hiciera justicia a su rostro de bebé, y esos tatuajes en los nudillos eran muy, muy...
—Calientes.
—¿Perdón? —Mierda Jimin, ¿te afecto la caída?
—Que el clima está caliente.
—Está nublado. —Nos miramos con cara de poco durante unos segundos para después apartar la vista cada uno hacia algún punto del nada interesante patio. —Tengo tu camisa.
—Lo sé.
—¿Entonces por qué ibas a acusarme?
—No iba a hacerlo realmente.
Me deje caer sobre el frío césped y eche mi cuerpo hacia atrás, apoyado con mis brazos, desde mi lugar podía ver de lejos a Jackson y su equipo entrenando al mismo tiempo que estaba muy cariñoso con uno de los integrantes de éste. Yo había rechazado a personas mejores, extranjeros, viejos adinerados, mujeres desesperadas y mi autoestima estaba disminuyendo gracias a ese idiota.
—¿No te aburres de este lugar? —Preguntó el chico de cabellos largos mientras se dejaba caer a mi lado, como si estuviera invadiendo mi espacio poco a poco.
—¿Hay algo mejor que hacer? Aquí pasa de todo, desde un drama escolar hasta la esposa del profesor peleándose con la alumna. —Dije seguro de mi mismo pues todo era cierto, aunque a veces fuera yo el hazme reír. —Tú, ¿que cosa importante haces para saltarte dos horas seguidas?
—Bueno yo...
—Dejame adivinar. —Me puse cómodo posicionandome frente a él y comencé a pensar en una lista muy larga de cosas que un adolescente pudiese hacer. —Eres papá joven y tienes que trabajar y hacerte cargo de tu retoño.
—No.
—Tienes un empleo.
—Mmm, no.
—Vale, entonces seguro te diviertes por ahí con las chicas durante la tarde.
Jungkook evadió por completo la última opción así que pensé que había dado en el blanco, sin embargo, mi hipótesis fue refutada con unas simples palabras saliendo de su boquita.
—No tengo novia.
—No necesitas una novia para follar.
—Vale, ¿sabes todo lo que me has hecho correr hasta aquí? No necesito follar si contigo tuve suficiente cardio por hoy. —Llevó su mano hasta la liga que sostenía su coleta y la quito despacio dejando caer su cabello a cada lado de su rostro ¿Cómo le sentaba tan bien el cabello largo?
—Si alguien te escucha decir eso fuera del contexto serás el cotilleo de toda la semana.
—Ya lo soy desde que me has esperado en mi aula.
Encogió sus hombros así como una mueca se formó en su rostro que me hizo sentir culpable pues quizá el chico tenía que soportar los chismes que surgian por culpa mía. ¿Alguna vez podre tener una buena relación con alguien sin que piensen que me lo he o me ha follado? Lo más triste de este caso era que bueno fuera que tuviese sexo cada semana, pero al contrario me la vivía en la comodidad de mi casa vistiendo un kagurami de unicornio, a menos que alguien llegase a llamarme mucho la atención podríamos llegar a algo más íntimo.
—¿Tienes algo que hacer hoy?
—Debo estudiar para inglés.
—Es una pena, bueno, mínimo el profesor es atractivo.
—Es mi cuñado. —Casi me atragantaba con la saliva. Y yo que pensé en tirarmelo.
—¿Tienes hermanas?
—Medio hermano.
—Ah. —Menos mal que no lo hice, quizá el hermano de este niño se veía el doble de delincuente que él. —Bien creo que es momento de que me vaya, ¿ves a esos apestosos y sudorosos de ahí? No dejan de burlarse de mí.
—¿Aún te gusta? —Preguntó curioso al verme levantarme del césped.
—¡Qué bah! Me gusta pero si esa persona no siente lo mismo y sólo juega conmigo entonces no es el lugar indicado.
—¿Y si lo quisieras mucho?
—Aunque no lo creas niño tengo mi dignidad y se cuando un juego dejó de ser divertido.
Jjk
Lo que Jimin no sabía es que mientras se despedía de mí dejándome en medio de ese enorme campo, era que esas palabras habían quedado grabadas cual tatuaje en mi cabeza. Pensé que mi historia estaban en pausa pero quizá hace ya un tiempo Yoon Gi presionó "game over".
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