Jk
—¿Puedo pasar? —Suga no se lo pensó dos veces en cuanto me vio de pie frente a la puerta.
—¿No deberías estar estudiando?
—Que va, no te molestas cuando me salto las clases para venir a follar.
Al parecer no tenía planes de seguirme la conversación pues rápidamente volvió a lo que estaba haciendo antes de mi llegada, sus ojos se concentraron en la computadora y yo no tenía planeado molestarle, pero odiaba sentir que me ignoraba y lo peor de todo era no saber la razón de su enojo.
—¿Te he dicho que te amo?
—Ujum.
—¿Que te ves muy sexy cuando haces música? —Me acerque y comencé a depositar besos desde su frente hasta su mejilla. —¿Podemos hablar de lo que pasó?
—Convenceme de dejar mi trabajo por escuchar tus excusas.
Voltee la silla y lo acerque a mí, una vez cerca lo abrace hasta lograr levantarlo y sentarme en la cama con él sobre mi regazo, Yoon Gi ni siquiera me dirigía la mirada y yo la buscaba con ansias, amaba cada pequeño detalle de él, esos ojos inexpresivos, piel blanca, esos labios rosados...
—¿Por qué eres así conmigo? —Debo admitir que no podía resistirme a él, a su escencia. Siempre había sido de esta manera desde hacia seis años, esos largos y a la vez efímeros años en los que me encantaba saltarme las clases para colarme a su edificio y entrar a la clase de música. Yoon Gi me había cautivado únicamente con pasar sus manos sobre ese piano y algunas letras de poemas sobre un cuaderno maltratado. —Tú no sabes que tipo de corazón me has dado.
—Bueno si no te gusta nadie te está poniendo la pistola en la cabeza. —Un suspiro de resignación salió de lo más profundo de mi alma y mis manos dejaron de tocarle. —No me veas con esos ojos de cachorro.
Me quite los zapatos y pronto me deje caer sobre la cama de mi anfitrión, con ganas de abrazarme a las sábanas, de no ser porque desprendía un olor... Ajeno, distinto a la escencia que emanaba Yoon Gi o a la mía siquiera. Trate de alejar esos malos y nada agradables pensamientos de que alguien pudiese haber dormido aquí mientras yo estaba fuera, o la noche anterior incluso.
No, no Jungkook, ya casi eres un adulto hecho y derecho, tienes que confiar en Yoon Gi y no armar un escándalo sólo basándote en simples supociones.
—Dijiste que no te follarias a nadie mientras estuvieras conmigo.
Ah, imbécil.
—No sé de qué hablas Jungkook, cierra el pico y dejame trabajar. —Mordí mi labio inferior tratando de contener la poca cantidad de agua que se había acumulado en mis ojos, quizá estaba exagerando y sólo cambió de loción.
Sí, debe ser eso.
—¿No soy suficiente para ti?
Un quejido salió de su boca mientras se alejaba de la computadora, se levantó de la silla y se dirigió a la cama sentándose sobre la orilla.
—¿Qué te molesta tanto Jungkook? Ni siquiera somos novios para que te pongas así. —Dolió. —No me he follado a nadie, sólo cambié el suavizante de telas, en la mesa está el recibo del supermercado si tanto te interesa.
Se acercó poco a poco a mí colocándose encima buscando mi mirada, pronto comenzó a besarme lento mientras sus manos se adentraban en mi sudadera, pero por alguna razón ya no tenía las mismas ganas de seguir con los besos más allá, como hace unos momentos.
—No me siento bien, voy a dormir un poco. —Y no mentía del todo, realmente una parte de mi ser no se sentía bien.
—Como gustes.
Me adentre en las sábanas delgadas y me acomodé dándole la espalda todo el tiempo. Desde que conocí a Yoon Gi, siendo un chiquillo, algo debí verle para estar loco por él y no tarde mucho en descifrarlo. Estaba a punto de quedarme profundamente dormido cuando mi teléfono comenzó a sonar, me levanté de inmediato y tome el móvil en la mano mirando el nombre que aparecía en la pantalla.
"Park".
Salí rápidamente de la cama y busqué mis pantuflas de conejo para salir y responder el teléfono, ¿por qué sentía como si estuviera recibiendo una llamada del presidente? Quizá era porque me había hecho tanto la idea de que era popular.
~¿Hola?
~Ya niño, ¿vendiste mi camisa? Estoy esperando frente a tu aula desde hace veinte minutos.
~Ehh, yo, bueno, es que me he ido a casa.
~Oh, vale, no tengo ningún problema, sólo me pregunto si a la directora le agradará saber que volviste a saltarte clases.
~¿M-me estás chantajeando?
~Me voy en diez minutos.
Y colgó. Mi cabeza se detuvo al menos seis segundos a analizar la situación y cuando mis neuronas hicieron sinapsis fue cuando regrese corriendo a la habitación para colocarme las botas, tomar mi mochila y atarme el cabello en una pequeña coleta.
—¿A dónde vas? —Yoon Gi me juzgo con la mirada al notar todo el alboroto que estaba armando. ¿Pero que podía hacer? La universidad estaba a quince minutos en auto.
—Tranquilo, no voy a molestarte hasta dentro de unas horas.
—Jungkook...
—Te veo más tarde.
***
—Jamás te había visto por aquí.
—¡Estudió aquí! Olvide mi credencial pero ya he terminado clases.
—Eso a mí no me concierne.
Ahí estaba yo con el corazón a medio salir del pecho por haber corrido lo más rápido que mis piernas me lo permitieron para que el vigilante, justo cuando más tengo prisa, haga como que nunca me ha visto en su vida.
Decidí que no iba a perder más tiempo y me dirigí a la parte de atrás de la universidad, la barda era alta pero no imposible de saltar, me resbale unas seis veces, mi cabello se atoro en los alambres y por si fuera poco al dejarme caer pise uns cáscara de banana.
Jungkook, Jungkook, triunfando como siempre.
Corrí hacia el tercer piso en donde estaba mi aula y no logré divisar a Jimin por ninguna parte, mis compañeros se quedaron atónitos al verme agitado y probablemente sucio.
—Kook, ¿todo bi..
—¿Han visto a Jimin? —Los bucheos absurdos ante mi pregunta no se hicieron esperar. Ah, mi reputación se iba poco a poco al carajo.
—Lo vi subiendo las escaleras hacia la dirección.
Esas palabras fueron suficientes para lanzarme a correr nuevamente tratando de no matar a nadie en el camino, fue cuando vi al muchacho subiendo las escaleras mientras mensajeaba.
—¡Jimin! —Grite mientras subía los últimos escalones. Nuevamente la situación me jugaba mal. Resbale y lo único que alcance a sostener con mi mano fue la chaqueta de Jimin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro