05: not a fucking dog
Jk.
Al día siguiente el ambiente estaba más relajado y tranquilo, había corrido directamente al baño de la universidad para atarme una coleta en el cabello pues apenas me dio tiempo de ducharme. Me había quedado profundamente dormido en el sofá y está vez Yoon Gi no me despertó jugando con mi cuerpo, mi alarma humana seguía molesta y su venganza fue hacerme esto.
Divisé a Yoon desde la ventana de mi aula haciendome señas de que acelerará el paso, empecé a trotar pues correr era un reto entre tanta gente, pensé que mi día iba a ser del todo normal.
-¡Ya! ¿Estás corriendo en las olimpiadas? -Y mi cuerpo casi impacta con el de ese idiota de no ser porque pare en seco. Ay no, tú no. -Kookie, ¡que gusto! Tarde como siempre.
-Hazte a un lado Taehyung. -Traté de pasar de largo pero se interpuso en mi camino otra vez.
-¿No estás feliz de verme? -Preguntó cínicamente mientras una sonrisa se formaba en su rostro. Ah como lo detestaba.
-No realmente, olvide mi insecticida en casa, quién diría que hoy me hubiera sido útil.
Parecía como si el tiempo se hubiese detenido a nuestro al rededor, mi mente en algún punto sólo se enfocó en él y viceversa, no dudaba que todo el mundo nos estuviera mirando o incluso tomando algún video. Nunca había cruzado palabra, saludo o cualquier otra cosa con Taehyung desde aquel "incidente", por lo tanto, nunca habíamos tenido este tipo de conversación en la universidad. Todo constaba de ignorar la existencia del otro y de que estudiábamos en el mismo lugar, que debíamos vernos como simples extraños, lo hacíamos tan pero tan bien que nadie en la universidad pensaría que en realidad nos conocemos.
-Kookie ¿Sigues enfadado conmigo? - Bajo un escalón y el espacio entre nosotros se acortó. Joder yo lo quiero a cien metros radio de distancia. Taehyung formó un puchero y trató lo más que pudo de poner cara de gato tierno, más bien parecía un gato con diarrea.
-¿Me estas jodiendo? Puedes engañar a todos con esa falsa actitud de chico bueno, pero no funciona conmigo. -Pase a su lado dándole un empujón con mi hombro, pese a eso aún tenía algo que decirle. -Ambos sabemos que eres más venenoso que una víbora.
Cómo si nada hubiera pasado seguí mi camino a pasos agigantados hacia mí aula, estaba a punto, ¡a un maldito paso de entrar! Cuando divise a Park Jimin al interior de mi aula sentado en mi lugar para ser precisos. Inmediatamente me agache y camine en cuclillas hasta lograr aproximarme a Yoon.
-Pss Yoon. -Le hablé lo más bajo que pude pero estaba absorto pensando en, probablemente, sus perros y gatos que no me presto atención alguna. -Hey Yoon. ¡Jungkook llamando a idiota!
¡Maldita sea Yoon! ¿Quién crees que te habla? ¿Dios?
-¿A quién buscamos?
-A Yoon, pero míralo, justo cuando lo necesito me abandona.
-Que triste... Como sea, Jungkook ¿Traes mi camisa? -Apreté los ojos con fuerza al percatarme de quien estaba detrás de mí.
Me di vuelta y me encontré con su rostro a escasos centímetros del mío, la cercanía fue tanta que me deje caer de espaldas del susto ¿acaso siempre iba a darme infartos cada vez que salía de la nada? Y fue ahí cuando su risa resonó por todo el pasillo, ah joder que este hombre a donde quiera que va es el centro de atención. Jimin estiró su brazo en mi dirección ofreciéndome ayuda, pensé bastante antes de darle la mano y creí que no tendría la fuerza necesaria para levantarme pero de un tirón estaba de nuevo sobre la tierra.
-Gracias, y ehhh, si, tengo tu camisa en mi casillero.
-Que lindo. -Se estiró y su mano acarició mi cabello al mismo tiempo que me daba palmaditas, me sentí, como explicarlo... ¡Ah sí!
-No soy un maldito perro.
Nuevamente Jimin comenzó a carcajearse tanto que podía jugar que lo escuché rechinar igual que un juguete de goma. Se acomodo sus anteojos y sin nada más que decir dio la vuelta yéndose por el pasillo.
Entre a mi aula de una vez por todas buscando un poco de refugio en mis amigos, sin embargo, en lugar de evadir el tema de que Jimin había estado hablando conmigo, saltaron hacia mí lugar como unos saltamontes.
-¿Desde cuando hablas con Jimin?
-Desde ayer.
-Espero como diez minutos aquí, ¿le debes plata?
-No.
-¡Tratas de conquistarlo!
-Yo...
-A Jungkook le gusta Jimin.
-¡Joder callense a la mierda!
Había pasado todo este tiempo evadiendo cualquier vínculo social más alla de mi aula de clase y grupo de arte, ahora era el blanco de todos, ni siquiera conocía a Jimin más allá de lo que pudiera decirse de él.
-Buenos días chicos, la clase va a comenzar. -El profesor entró por la puerta cerrandola detrás de sí, yo simplemente traté de hundirme lo más que pude en mi escritorio. Odiaba inglés, me gustaba escucharlo o cantarlo pero... Simplemente no era bueno aprendiendolo.
¿No es atractivo? Imagina el paquete detrás de ese pantalón.
Nuestro querido profesor llevaba aquí dos semanas, apenas dos semanas y media clase ya fantaseaba con él, ¿a quién se le ocurrió contratar a alguien tan joven? Que divertido sería si se enteraran de que Namjoon está más desviado que el ojo de mi compañero con estrabism.
-Jeongguk.
-Uh?
-Tu tarea.
Una sonrisa burlona apareció en su rostro, él bien sabía que olvidaba su libro constantemente, que me dormía en clase y que por más que me explicara las cosas mi cerebro retenía poca información, Namjoon era buena persona y me agradaría más cómo profesor... Sino fuera tan incómodo tener a tu cuñado dando clases.
Jm.
-Estas molesto.
-No lo estoy.
-A mí no me engañas Taehyung, llevo años contigo para saber que cuando comienzas a ponerte serio es porque algo te molesta.
Pellizque sus mejillas sin hacerle daño y comencé a jugar con su rostro con tal de hacerlo reír un poco. Aunque Tae no lo admitiera yo bien sabía que le gustaba que le rogaras, así que ya tenía estrategias al momento de tratar con él.
-Escuché que estuviste buscando a Jungkook.
-¡Ah sí! ¿Recuerdas el incidente de ayer? Me debe un favor por salvar su trasero.
-No deberías volverte cercano a él. -Su voz tenía un tono de seriedad tan potente que me hizo retirar mis manos de su rostro, me miró como si hubiese hecho algo malo, como si acabará de cometer el más grande de los pecados.
-¿Y eso por qué? -Tomé asiento en mi lugar y me cruce de brazos, hace tiempo que no le veía así de pensativo. -Tae, ¿cómo conoces a Jungkook?
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