Academia de Gotham.
La vida de Jonathan Kent dió un cambio inesperado cuando hace doce meses a su querida madre le otorgaron el puesto de editora principal en el periódico más importante de todo el país; The Gotham Times.
Con la llegada de aquella noticia, Jon tuvo que despedirse de su antigua vida; de la granja, sus animales, sus amigos y todos sus conocidos en Smallville para comenzar de nuevo en la oscura ciudad de Gotham.
No mentiría, la transición fue difícil.
Mientras a su madre le iba de maravilla en su nuevo trabajo, y su padre disfrutaba de la compañía de viejos amigos, Jon simplemente no encajaba ni en la ciudad, ni en su vecindario y mucho menos en su nueva escuela.
Gracias a los contactos de su padre logró entrar a su primer año de preparatoria en uno de los colegios más prestigiados de la ciudad. La academia de Gotham era un lugar abarrotado de adolescentes ricos y presumidos que lo veían con desprecio cada vez que él caminaba por su cuenta en los pasillos de la escuela.
Al parecer un niño de granja era poca cosa para la fina socialite de Gotham.
Las clases eran interesantes, aprendía mucho, sacaba buenas calificaciones y los profesores lo amaban por su amable naturaleza. Desafortunadamente nada de eso logró conseguirle un amigo durante sus primeros seis meses dentro del colegio. Pero, cuando todo parecía perdido en su vida social algo inesperado ocurrió.
Era un martes cualquiera en la escuela, Jon se dirigía tranquilamente a su clase de biología cuando de un momento a otro se estrelló torpemente con alguien más, dicha persona cayó y junto a ella todas sus pertenencias en el sucio piso de la escuela.
"Lo siento, no te vi." Jon miró mortificado a la chica en el suelo.
"Buen trabajo Kent, Roth merecía una probada de Karma por querer dejarme en ridículo con sus inválidos argumentos." Un chico moreno de ojos verdes miraba divertido la escena.
Al parecer antes del accidente, la joven en el suelo y el moreno de ojos verdes habían estado en una especie de discusión.
UN MOMENTO....¡¿Porqué ese chico conocía su nombre?!
"Púdrete Wayne." La chica desconocida aún sentada en el suelo contestó molesta.
"Nos vemos Roth, disfruta de tu tiempo en el suelo."
El tal Wayne simplemente se esfumó del lugar riéndose del pequeño accidente causado por Jon.
Él lo miró irse hasta que su presencia desapareció de los pasillos. Estaba asombrado, por primera vez en seis meses alguien más que los profesores sabía su nombre en esta escuela.
"¿Me vas ayudar o solo te quedarás viendo a la nada?."
El joven salió de su estupor al escuchar a la exigente chica, la cual esperaba que él la ayudará a ponerse de nuevo de pies.
"Lo siento mucho, ¿Estás bien?"
Jon se agachó al suelo y solo así pudo observar la inusual aparecía de la muchacha. Ella era algo diferente a las otras chicas del instituto que usaban colores vivos y se broceaban por lo menos una vez a la semana. Esta chica gritaba misterio por donde la vieras; usaba un pantalón rasgado de color negro, un crop top rojo con alocadas palabras y una chamara de cuero. Toda la oscuridad en su atuendo contrastaba con una pálida piel, un cabello negro y largo y con un par de intensos ojos azules.
Ella se presentó como Raven Roth e identificó al chico moreno como Damian Wayne, el hijo del multimillonario Bruce Wayne. Jon se dió la idea de porque Damian conocía su nombre, después de todo su padre era gran amigo de Bruce Wayne.
Aunque, la amistad entre Jon y Damian duró un tiempo más en llegar.
Por otro lado, Raven fue su primera amiga en sus seis meses dentro de la Academia de Gotham. Al igual que Jon, Raven no encajaba en esta escuela, claramente su vestimenta Punk/Rock estaba fuera de los parámetros de moda de la prestigiosa escuela. Ella tampoco era parte de la fina sociedad de Gotham y había ingresado a la Academia gracias a una beca por sus buenas calificaciones.
Raven tenía otra amiga; Rose Wilson. Y así de sencillo fue como Jon adquirió su propio grupo social en aquella prestigiosa escuela.
La dos chicas vestidas contra la moda de Gotham, entre negro y ropa rasgada hacían un enorme contraste con el chico de Kansas que siempre usaba jeans limpios y camisas de franela de distintos colores.
En fin.
Ese día martes fue especial, Jon hizo sus primeras amigas y al mismo tiempo su corazón se abrigo lugar para un nuevo amor. Él nunca olvidaría ese martes, pues gracias a que tropezó con Raven por los pasillos Jon por fin pudo tener una razón para disfrutar vivir en Gotham.
La gente de la escuela lo seguían viendo raro pero las sucias miradas disminuyeron conforme él comenzó a aparecer en los pasillos de la escuela junto a Raven y Rose, al parecer ambas chicas lograban intimidar al cuerpo estudiantil con sus fuertes personalidades y actitudes rebeldes. Poco después el misterio de Damian Wayne se esfumó cuando su padre lo llevó a cenar a casa de uno de sus amigos. Sorprendentemente esa lujosa mansión pertenecía al padre de Damian, quien esa noche se encargó de abrirles la puerta.
Damian era un chico rudo, altanero y un poco grosero pero de algún modo gracias a esa cena se convirtieron en amigos.
La presencia de sus nuevos amigos y de su crush en su vida hicieron los largos días en la tétrica Gotham mas soportables.
Actualmente Jon comenzaba su segundo año en Gotham con tres amigos y con sus sentimientos igual de persistentes por su crush secreto.
"Jon."
Una voz conocida hizo que él sacará de inmediato la cabeza de su casillero. Era la primera semana de clases del años y él necesitaba acomodar sus horarios para la siguiente semana.
"Hey Rae." Una amplia sonrisa se dibujó en sus labios al ver a Raven con su usual cara de aburrimiento por un lado de él.
"¿Has visto a Rose?"
"Todavía es muy temprano para ver a Rose en la escuela."
Sí de algo era conocida la rubia, ademas de ser muy directa y como dijera su mama, una chica promiscua sin modales, era por su récord de siempre llegar tarde a la escuela.
"Te equivocas cachorrillo Jon, ¡Ya estoy aquí!"
Jon se llevó una sorpresa a ver a Rose acercándoseles con unas enormes ojeras y un desarreglado cabello.
"¿Que haces aquí tan temprano?, ¿Te caíste de la cama?"
"Para nada rae-rae...Sabes que me levanto temprano todos los viernes para mis estudios de lenguas con ese estudiante de intercambio."
"¿Estudiando tan temprano?." Jon inocentemente preguntó ocasionando la risa de las dos chicas.
"Ay Jon, sigue con esa inocencia" Raven pellizcó una de sus mejillas mientras él solamente se confundía más.
"¡Kent!"
El grito de su nombre causó que el grupo de amigos alzarán la vista hacia el final del pasillo donde un Damian Wayne venía caminado con dirección a ellos.
"Alerta de bombón a la vista." Rose se mordió los labios mientras sus ojos recorrían la silueta del moreno.
"¿Cómo te puede gustar ese idiota?" Raven dijo con desprecio, prefiriendo llevar su atención al interior de su mochila.
"Simple, ese idiota tiene un cuerpo de dios griego. Uno que me gustaría comerme a besos."
Jon comenzaba a sentirse incomodo con las miradas que la rubia le lanzaba a su amigo. Si, su mamá tenía razón...Rose era demasiado directa.
"Eres una zorra Rose."
"Cierto, pero tu también lo eres. Estas molesta porque te cuesta admitir que ese bombón
te atrae."
"Si..me derrito por él."
"¿En serio?" Jon cuestionó preocupado.
¿!Raven acaba de confesar su gusto por Damian!?, ¡Imposible!"
"Era sarcasmo Jon."
"Oh si, sarcasmo..." Él rió nerviosamente como un tonto. Aliviado en saber que las palabras de Raven fueron una broma.
"¿Todavía estas resentida con él porque te ganó en ese concurso de deletreo?." Rose continuó, ignorando por completo al chico.
"Algunos resentimientos son difíciles de olvidar Rose."
Jon estaba seguro que ni siquiera esos dos sabían la verdadera razón por la cual se odiaban tanto. Simplemente se dejaban llevar por su tóxica rutina.
Porque cada vez que se preguntaba; ¿Por que Damian pelea con Raven? o ¿Por que Raven odia tanto a Damian Wayne?, Nadie sabía que responder.
Él había escuchado miles de razones; un concurso de deletreo donde Damian ganó haciendo trampa, Raven rompiendo el libro favorito del moreno en la primaria, piojos, varicela, etc, etc. Ninguna sonaba como una verdadera razón para que esos dos se odiaran con tanta pasión.
"Kent."
"Hola Damian" El chico de Kansas saludó, siempre era bueno ver a su amigo.
"Roth." El moreno resopló con desprecio al ver a la chica de cabello negro.
"Wayne." Raven le contestó de la misma forma y sin siquiera verlo le regaló una obsesa señal con su dedo del medio. "Es hora de irnos Rose. Jon, te veremos después."
Esos dos sí que no se llevaban. Algo muy triste para Jon, por que casi apreciaba ambos por igual. Casi.
Después de todo uno siempre tenía más preferencia por ese alguien que hacia tu corazón latir como loco y hacia vibrar tu estómago como si miles de mariposas se esconderán en él. Ese era el amor juvenil amigos.
"¿Cómo puedes andar con esa gente?" Damian obviamente se encontraba molesto por la ofensa de Raven.
Ambos observaron a las chichas hasta que desaparecieron en el baño de mujeres.
"Son mis amigas y me protegen de los abusivos."
"Eres un hombre, deberías luchar tus propias batallas."
"Siempre dices eso, pero nunca me dices porque tu y Raven se odian tanto."
"Simplemente no congeniamos."
"Lastima." Dijo Jon al preparar sus libros para su siguiente clase. "Ella es una chica genial."
Muy genial.
——————-
La librería de la escuela era el lugar adecuado para estudiar, terminar trabajos, relajarse y, para Jon también era el lugar perfecto donde podía admirar en todo su esplendor a su amor secreto pues a su crush le gustaba tanto la lectura como a él, una de las cosas que ambos tenían en común.
Jon se asombraba así mismo por todo el tiempo que ha sido capaz de guardar este secreto consigo. Un año gustando de su persona especial sin decir nada. Tenía miedo de confesarse, sus sentimientos podían ser rechazados, ademas de que también se arriesgaba a perder una gran amistad. Por ese motivo, Jon prefería ocultar sus sentimientos. Le bastaba con convivir día a día con esa persona y...de acosarla de la manera más sutil posible.
El chico de Kansas miró al reloj en la pared, faltaban solo unos minutos más para que su crush apareciera como todos los días a sentarse en la mesa junto a la gran ventana con uno de sus libros favoritos. Claramente, él tenia el mejor asiento de toda la librería para poder apreciar tal pintoresca escena.
Jon regresó su atención al libro sobre su mesa mientras su corazón palpitaba cada vez más rápido al sentir como los minutos pasaban.
"¡Mira a donde vas!"
"Fue un accidente Bruja."
Él reconocía muy bien esas dos voces.
"Shh...¡Guarden silencio!" La encargada de la biblioteca gritó a quienes se atrevieron a arruinar la tranquilidad del lugar.
El necio corazón de Jon se aceleró al ver a Raven y a Damian parados en la entrada de la librería. El moreno le pasaba unos libros mientras ella solo los tomaba de mala gana.
"¿Bruja?...Cuan original eres Damian Wayne. Deberían darte un premio por el mejor insulto del año."
"Es cuestión de percepción Roth. Te vistes como una bruja, lógicamente te llamaré así."
Jon suspiró cansado.
De nuevo uno de sus favoritos momentos del día había sido saboteado por una de las tantas peleas entre Raven y Damian.
Para cuando él llegó a la puerta para ayudar, Damian ya se había retirado dejando a una Raven muy molesta y sin ganas de seguir en ese lugar donde las miradas estaban puestas sobre ellas.
"¿Estas bien Raven?" Jon colocó una mano en el hombro de la chica tratando de calmarla.
"Nada de lo que no me pueda recuperar Jon"
Las respuesta de la chica lo hizo sonreír. Admiraba a Raven, era una chica fuerte, lista, educada...y bueno, tal vez algo rebelde. Pero eso ultimo le gustaba de la mujer, pues la hacia muy sincera con su personalidad.
Estaban a punto de salir de la biblioteca cuando un grupo de cinco chicas de distintas edades les cerraron el paso.
Damian Wayne era el hijo de un multimillonario, obviamente iba a tener su propio club de fans dentro de la escuela.
"Mira por donde caminas, bruja" Djinn, la líder del pequeño grupo amenazó con una pluma a su amiga. "Todavía te queda el 30% de la población masculina de esta escuela con la cual acostarte. Deja a Damian en paz."
"Si, bruja." Kitty, la rubia siguió el ejemplo de su líder. "Le puedes pegar el herpes a nuestro querido Damian con solo mirarlo...Bruja"
El pequeño grupo de mujeres le dedicó una ultima mirada sucia a Raven antes de esfumarse detrás de su ídolo.
"..¡Perras!" Raven les gritó cuando estas se alejaban.
"No las escuches Raven, solo están enojadas porque Damian ni siquiera les habla."
Jon volteó a verificar si la encargada de la biblioteca había escuchado algo del inapropiado lenguaje de su amiga, pero la mujer mayor estaba muy ocupada con un libro como para prestarle atención a un grupo de adolescentes histéricas.
"Todo es culpa de tu querido amigo Damian. Como él me odia sus groopies también me molestan...¿Cómo puedes ser amigo de él?"
Curioso...Damian le había preguntado lo mismo en la mañana.
"En mi primer año viviendo aquí mi papá y yo visitábamos su casa todos los fines de semana, prácticamente lo veía todos los días. Fue inevitable que termináramos siendo amigos." Jon suspiró, regalándole una linda sonrisa a la malhumorada joven. "Deberías darle una oportunidad, al principio puede comportarse como un cretino pero en su interior es buena persona, es amable, paciente, le gustan muchos los animales, ¡incluso es vegetariano!"
"Desagradable, Damian no es buena persona."
"¡Eso dices por que no lo conoces lo suficiente!"
Raven lo miró con una ceja alzada, extrañada por su repentino arrebato. No lo negaría, él mismo también se sorprendió de su forma de expresarse. Antes de que alguno de los dos pudiera decir algo más al respecto, Rose apareció detrás de ellos.
"Este día ha sido una mierda. Tengo castigo el sábado...¿Cómo les fue a ustedes?."
"Raven y Damian se volvieron a pelear en la librería." Jon contestó, haciendo a la mencionada rodar sus ojos.
"Hay demasiada tensión sexual entre esos dos...el día que se acuesten todo ese odio se acabara."
"¡Rose! ¡pero que dices!" Jon se ruborizó con las palabras de la rubia. A veces esa chica decía cada cosa.
Además, ¡Raven no podía dormir con Damian!, se odiaban...las personas que se odian no comparten caricias o afecto...¿Verdad?.
La suposición de la chica solo le causó una gran inseguridad a Jon.
Su amor secreto no tendría esos deseos.....¿O si?
"No le hagas caso a Rose, Jon. Ella esta loca...dice puras disparatadas."
"Del odia al amor solo hay un paso, Rae."
"Si, se llama asesinato."
"¡Demonios señorita!, que pensamientos los suyos."
Ambas chicas comenzaron a reírse y la inseguridad de Jon se esfumó...solo bromeaban.
'Que alivio..'
"Por cierto..." Rose los hizo detenerse frente a la gran fuente en el jardín interno del instituto. "Nos invitaron a una fiesta en la casa de Jason Todd"
"Ese es el hermano de Damian."
"Lo sabemos cerebrito" Rose revolvió el copete del chico antes de continuar. "Su padre, su madrastra y su mayordomo se irán por el fin de semana. ¡La mansión se quedara sola para una gran fiesta!"
"¿Nos invitaron o nos auto invitaste?." Raven rápidamente sospecho de su amiga.
"¿Que diferencia hay?." La rubia confesó sin mucha pena.
"No pienso ir."
"No ira mucha gente Raven, solo unas diez personas."
"No, Jason Todd tiene la peor reputación de esta escuela..Las únicas personas que irán a esa reunión son las problemáticas."
"Dah....esas somos nosotras. Además, si tú no vas, Jon no irá y me veré como una perdedora llegado sola a una fiesta."
En algo tenia razón la rubia, si Raven no iba a esa fiesta él tampoco iría. Aunque la idea de una fiesta en la mansión Wayne sonaba como una muy tentadora idea, nunca antes había sido invitado a una fiesta de adolescentes. ¿Seria como en las películas?.
"A una fiesta a la cual no fuiste invitada." Raven neciamente declinó la oferta.
"¡Jon! Usa tus poderes de cachorrito y convence a Raven por mi. Esta fiesta va a ser genial..habrá alcohol del bueno, nada de esa basura barata que siempre dan."
Realmente quería ir a esa fiesta, simplemente por curiosidad, pero sin Raven no sería lo mismo.
"Esa es la decisión de Raven, Rose....pero, esta seria la oportunidad perfecta para mostrarle los bonitos jardines de la mansión." Jon agregó, sigilosamente intentado convencer a la chica en ir a la fiesta, pero ella seguía con su misma cara de desinterés. "Y Damian tiene un zoológico y también hay una grandiosa biblioteca con miles de libros antiguos que le encantaría. Lastima que no quiera ir. Bueno, será para la próxima vez...Tal vez en un diez años más."
"Esta bien...iré." Raven contestó en seco "Pero solo por que Jon parece tener ganas de ir."
"¡SI! ¡Te amo Jon!, Puedes derretir el corazón incluso de esa chica sin sentimientos, eres genial,"
Rose lo hizo sentirse avergonzado. Y ni siquiera fue por el hecho de que ella lo abrazaba con todas sus fuerzas sino por las palabras que había usado.
¿En serio tendría el poder de derretir corazones?.
No, no podía ser posible. O, ¿Si?.
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"Me prometieron una visita a la biblioteca."
"Apenas llegamos Raven, relájate. Aprende a Jon, él parece muy tranquilo."
En realidad Jon estaba muy nervioso, esta era su primera fiesta oficial de adolescentes y de nuevo sentía que no encajaba con sus jeans limpios y su camisa de franela más nueva. En cambio las chicas se veían cómodas entre el alcohol, la fuerte música, el humo de cigarro y los gritos de los otros chicos a su alrededor.
Justo como Rose prometió, había poca gente reunida en la mansión, aproximadamente unas quince personas que él podía reconocer como los alumnos más problemáticos de la Academia de Gotham.
Una pequeña decepción sintió Jon al ver que Damian no se encontraba presente, él realmente quería aprovechar la fiesta para pedirle permiso y mostrarle la biblioteca de su familia a Raven.
"Miren, les dije, alcohol del bueno." Rose les entregaba a cada uno un vaso rojo con lo que parecía ser vino. La rubia dió un trago largo al vaso, saboreando cada gota pasando por sus labios."Delicioso."
Jon miró el vaso con desconfianza, todas las bebidas de las fiestas de este tipo siempre estaban adulteradas, o eso aprendió en todas las películas sobre adolescentes que había visto en su vida.
Beber esto lo metería en problemas, eso era seguro.
"No te preocupes Jon, Rose se puede tomar el tuyo también." Raven le quitó el vaso de las manos para abandonarlo en la mesa mas cercana a ellos.
¡Su salvadora!
Raven lucía muy bonita con su cabello recogido y su vestido corto rojo de terciopelo que mostraban al natural sus lindas piernas. Un atuendo algo revelador para Jon pero nada a comparación con el de Rose. La rubia era descarada, Jon nunca antes en su vida había visto un escote tan pronunciado en un vestido. Fue tanto su escándalo al verla usar ese vestido anadeando que él le ofreció su chaqueta antes de que saliera de su casa, pero Rose simplemente se rió en su cara.
"Entonces...¿Qué se hace en las fiestas?." Jon curiosamente preguntó a sus compañeras, después de todo ellas tenían más experiencia en este tipo de ambientes.
"Beber hasta que tu hígado explote y acostarte con alguno de los invitados."
Muy bien, si antes estaba nervioso ahora estaba al borde del pánico.
"Me gustaría desmentir a Rose Jon, pero prácticamente para eso son las fiestas, especialmente las de Jason Todd. Por eso no quería venir."
Su mamá lo iba a matar si se llegaba a enterar que él asistió a una fiesta hormonal de adolescentes.
¡Necesitaba salir de aquí!
"Este no es el ambiente para mi....¡Mejor me voy!" Jon intentó alejarse de las chicas pero un pesado brazo sobre sus hombros le impidió moverse.
"¿Tan pronto te vas Kent?, pero si esta fiesta apenas comienza."
Jason Todd.
"Hola Jay." Rose coquetamente saludó al hermano mayor de su mejor amigo.
"Mirate nada más Rose." Jason se encargaba de observar sin ningún pudor a la rubia. "No puedes dejar a estas dos damas solas Jon...este es un lugar lleno de lobos hambrientos. Para nada me hago responsable si alguna de ellas sale completamente devorada de este lugar."
"Eres una vergüenza para tu especie Jason." Raven desaprobaba la forma en la cual el joven de ojos verdes se insinuaba a la rubia.
Sin embargo, Rose disfrutaba la atención.
La pobre de Rose Wilson era un caso perdido, pero era su amiga y justo como decía Jason no podía dejarlas a merced de los chicos. Muchos menos a Raven, a ella la debía proteger más.
"Solo bromeaba. Me quedaré con mis amigas."
"Eres un amigo leal Kent." Él chico le golpeó el hombro antes de acercarse a la rubia y tomarla por la cintura "Ahora, si me permites, me llevaré a Rose a un lugar...más privado. Hiciste un buen trabajo en cuidarla de otros lobos por mi."
"Pero..."
"¡Diviértanse!."
Ya era demasiado tarde para hacer algo. Rose y Jason desaparecieron en un segundo a quien sabe donde.
"Esa maldita, nos trajo aquí solo para irse con ese idiota." Raven, molesta, le dió un fuerte trago a su vaso de vino. "Será mejor irnos Jon."
"Pero Rose tiene las llaves del carro."
"No bromees así conmigo Jonathan Kent."
Ojalá lo estuviera haciendo, pero era verdad.
Rose los trajo hasta aquí en su carro, pero obviamente la rubia estaba muy ocupada ahora como para darles un aventón de regreso, y el servicio de Uber, según lo que alguna vez le dijo Damian, no tenían permitido llegar hasta donde la mansión Wayne se encontraba.
"Le llamaría a mis papás pero están en una cita ahora mismo. Lo siento Rae, debemos esperar a Rose para poder irnos."
La pelinegra gruñó frustrada mientras su vaso de alcohol se ganaba otro gran sorbo.
"Llévame a esa biblioteca Jon. Malchior me ha estado viendo todo este tiempo y realmente no tengo ganas de romper testículos hoy."
A lo lejos Jon podía ver al albino rompecorazones de la escuela mirando de pies a cabezas a su amiga. Malchior tenia la mala reputación de ser violento y para la mala suerte de Raven, el chico adquirió una pequeña obsesión con ella.
Les era imposible irse de la mansión pero tal vez podían pasar el rato con ella en algunas de las tantas salas de este lugar.
"Le mandaré un mensaje a Damian para pedirle permiso." Jon sacó su celular mas este le fue arrebatado de sus manos por la chica.
"Deja a Damian fuera de esto, mi ultimo deseo en este instantes es verlo."
"¡Necesitamos su permiso para entrar a la biblioteca!."
"Solo iremos a ver Jon, no vamos a robar. Ademas, ese idiota es tu amigo...Nada de malo hay en pasearse por la casa de un amigo. No se enojara."
"Pero.."
"¿Por favor?" Raven le dijo con un inusual tono dulce.
Y obviamente Jon no podia negarse a la tierna mirada de Raven.
Era definitivo, irían a buscar esa biblioteca.
¿Qué podia salir mal?
———————-
Raven y Jon encontraron sin problema la gran biblioteca de la mansión Wayne.
Al entrar la chica se encendió como un árbol de Navidad y emocionado curioseó cada uno de los estantes llenos de libros. Pronto encontró un libro de su interés, se acomodó en uno de los elegantes sillones que la biblioteca tenia por ofrecer y en silencio comenzó a disfrutar de la lectura con una pequeña sonrisa en sus labios.
Valía la pena hacer lo incorrecto si lograba sacarle una sonrisa a su amiga, en especial cuando lucía tan en paz...
"¡¿JON?!"
"¡Yo no fui!" Jon gritó aterrorizado por escuchar una voz masculina que lo llamaba.
Jon trago saliva en nervios al ver a un confundido Damian Wayne usando unos pantalones muy ajustados caminado dentro de la biblioteca hasta donde él se encontraba torpemente parado con el libro del 'El principito' en sus manos.
"¿Que haces aquí?."
"Fui invitado a una fiesta."
"¿A la fiesta del idiota de Todd?"
Jon únicamente pudo cabecear, se sentía avergonzado de haber sido encontrado sin permiso invadiendo la casa de su amigo. Pero tenia una buena razón para ello, solo trataba de proteger a su amiga de los lobos feroces de aquella fiesta que ocurría en el piso de abajo.
"Perdón si entré aquí sin permiso pero allá abajo estaba Malchior y de lejos parecía tener toda la intención de acosar a Raven. Entonces decidí..."
"¡¿Raven?!." Damian lo interrumpió. "¡¿Trajiste a Roth aquí?! ¡¿A mi casa?!"
Por una extraña razón lucia algo alterado...Oh si, había olvidado que esos dos se odiaban.
Esto se iba a poner feo.
"Si, Jason nos invito a los tres." Jon de nuevo trago saliva.
¿Estaba siendo calor aquí o eran sus nervios?
"Calmate Wayne, no voy a robar nada. Solo disfrutamos de tus libros."
Raven seguía sin moverse de su asiento, tan relajada en su propia burbuja que la inesperada presencia de Damian le daba igual.
"No tienes autorización de andar merodeando dentro de mi casa Roth."
"Jon me trajo para protegerme de un pervertido. No hizo nada malo, a menos que tu estés a favor de los acosadores."
La actitud altanera de Raven ayudaba muy poco en apaciguar las aguas. La vena en la frente de Damian estaba a punto de reventar con su ira.
"Lo siento Damian, si quieres nos iremos." Jon miro al suelo apenado, sentía un poco de calor en sus mejillas debido a la vergüenza de sus actos. Ahora Damian de seguro se molestaría con él...
Perder la amistad de Damian lo destrozaría.
"Se pueden quedar...no rompan nada." Un suspiro largo salió de los labios de Damian.
Con eso dicho el moreno tomó uno de los tantos libros para sentarse en un sillón junto a la ventana, actuando como si ninguno de ellos existiera.
Eso fue extraño.
"¿Es todo?" Raven también notó el raro comportamiento de Damian.
"¿Qué?." El moreno dijo sin quitar su atención del libro en sus manos.
"Nos vas a dejar estar aquí...¿Sin decir más?"
"No apoyo a los acosadores, se pueden quedar aquí hasta que Malchior se vaya. Lo haría irse pero le prometí a mi padre no romper ningunos testículos durante su ausencia."
Tanto Raven como Jon se encontraban sin palabras.
"Bueno....Gracias" Finalmente Raven decidió decir.
"De nada." Damian respondió sinceramente mirando a la mujer a través de la biblioteca.
La chica le regaló una pequeña sonrisa y asombrosamente Damian se la devolvió. El momento paso rápido y los dos regresaron al silencio de la lectura.
Y todo este tiempo Jon fue ignorado.
¿Que estaba pasando aquí?, ¿Acaso Jon se encontraba en un universo alterno?
Aunque esto era bueno, sí esos dos comenzaban a llevarse bien, Jon podría disfrutar de la amistad de ambos sin ningún problema. Ya no abría peleas sin sentidos que interrumpiera sus momentos dedicados para admirar a su persona especial.
Jon se sentó en el lugar perfecto de donde admiraría a su crush disfrutando de su lectura. Abrió 'El principito' en una pagina al azar solo para disimular su modo stalker.
Los tres adolescentes ignoraban el tiempo y los sentimientos que comenzaban a revoletear en la atmósfera mientras se dejaban en volver en sus propios mundos.
————————————-
Ese fin de semana y la semana siguiente a la alocada fiesta en la mansión Wayne pasaron demasiado rápido para el gusto de Jon. Era viernes otra vez y faltaba una ultima clase antes de poder irse a su casa a descansar después de una pesada semana de pesados trabajos escolares.
Para su suerte la ultima clase la compartía con Raven, Rose y Damian, así que por lo menos estaría bien acompañado. Por que si algo bueno salió de aquella fiesta fue la nueva etapa de tolerancia que Damian y Raven desarrollaron entre ellos. Esta semana las peleas habían cesado de manera significativa. Un gran avance para esos dos.
Y claro, toda la semana Jon pudo disfrutar de sus pequeños momentos de chico enamorado: ¡Sin ningún tipo de interrupciones!. Como el miércoles cuando paso todo el refrigerio platicado con su crush, sin ser interrumpido por los gritos de Damian ni los insultos de Raven. Un sueño hecho realidad.
Jon llegó al aula de biología y se sentó junto a Raven, contentó con como la vida lo ha estado tratando últimamente. Solo le faltaba confesar su amor eterno a su crush y todo seria perfecto. Pero para eso todavía faltaba mucho tiempo.
"Estas muy contento hoy, superchico." Raven lo miraba divertida.
"Es la ultima hora en un viernes Raven."
"¿Tienes una cita con alguien especial?."
"No, ¿Por que pensarías eso?" Las mejillas de Jon se enrojecieron.
"No sé...te vez muy soñador incluso para ser viernes." Con una ultima sonrisa la chica regreso a escribir en su libreta.
Las mejillas de Jon continuaba coloradas cuando miro hacia atrás y se encontró a Damian con su usual ceño fruncido junto a una Rose distraída en su celular.
"Tienen suerte hoy mis queridos estudiantes, saldrán temprano" Un aplauso por parte de los alumnos inundó el aula tras las palabras de la profesora. "Pero, a cambio tendrán que unirse en equipos de dos para un proyecto especial. Una vez que terminen de escribir los pasos de la pizarra pueden retirarse.. Ah, lo quiero para el lunes."
"Hey Jon, ¿Trabajamos juntos?."
El chico de Kansas alcanzó a escuchar su nombre entre los aullidos de decepción de sus compañeros de aula.
"Cuenta con ello Raven, ¡Seremos el mejor equipo!"
"En serio tienes un virus de felicidad hoy." La chica de cabello negro le dijo seriamente. "No me contagies por favor."
Jon sintió una sombra tapando su escritorio, giro su cabeza a un lado y se llevó la sorpresa de ver a Damian junto a su asiento.
"Kent, Trabajemos juntos."
"Legas tarde Wayne, Jon ya es mi compañero." Raven contestó por Jon.
"Jonathan Kent puede tomar sus propias decisiones, Roth."
"Él ya aceptó ser mi compañero. Piérdete."
"Jon, ¿Seriamente prefieres trabajar con el bajo intelecto de Roth que conmigo?"
"¿A quien señalas con bajo intelecto?."
Y hasta ahí llego la racha sin peleas de esos dos.
La discusión entre ellos captó la atención de todos sus compañeros y claramente también obtuvieron la de la profesora, quien no estaba para nada de acuerdo con el escándalo que se estaba causando.
Al final los tres fueron reprendidos, si también a Jon le toco sufrir las consecuencias de la inmadurez de sus amigos. La profesora, en una extraña forma de castigo los unió en un equipo de cuatro (incluyendo a Rose Wilson) con la carga doble de trabajo para entregar el lunes.
'Vaya manera de terminar tan buena semana, con un castigo.' Jon pensó con cierta amargura.
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