Seokmin se había sentido triste las últimas semanas, triste y cansado sabiendo que estaba actuando casi en piloto automático, y sus amigos lo sabían, solo sus amigos, porque personas como Seungkwan o la gente que solo saludaba y con la solía divertirse no notaba la diferencia. Solía reír y bromear, ser un poco escandaloso pero eso no quitaba el sentimiento amargo en su pecho, incluso su excusa de tener trabajo para no ir a las fiestas era bien recibida por otros menos por sus amigos.

Estaba triste, muy triste, pero no deprimido. Deprimido era una palabra demasiado seria para él, así que prefería decir que estaba triste, porque si estaba triste podía esperar a que todo pasara, a volver a sentirse feliz, saber que ese sentimiento amargo se iría era un enorme consuelo.

Sentir que la tristeza lo dejaba por unas horas lo hacía sentir mucho más feliz que cuando era feliz. Porque al estar sobre el escenario y olvidarse de ello ¿no se sentía demasiado liberador? Incluso escuchar las risas y las voces de fondo, sentir las miradas y la emoción de los espectadores, saber que estaba haciéndolos sentir una avalancha de emociones que él mismo estaba sintiendo era simplemente maravilloso.

El rayo de sol más cálido despues de un día nublado resaltaba más que un día soleado.

Así se sintió. Su felicidad genuina.

Sin embargo, cuando llegó la escena del beso recordó a Joshua.

"intentare no ponerme celoso."

"No, ponte celoso."

"¿Qué tan celoso?"

"Muy celoso."

Extrañaba a Joshua.

Querer besarlo en lugar de a Seungkwan no debió de sentirse tan abrumador. Quería tanto besar a Joshua que se sentía como un niño pequeño a punto de hacer un berrinche, pero no era bueno, no estaba bien comportarse como un niño mimado. Seokmin había intentado con todo su ser madurar y aprender, intentaba ser la persona que querían que fuera, la que debía ser, la que no se equivocaba y corría a los brazos de quien lo mimaba.

Seokmin solo quería ser lo que ellos querían para que no lo odiaran.

Cuando besó a Seungkwan pensó en Joshua, y se dio cuenta, de nuevo, que no era igual. No se sentía igual a lo que sentía cuando besaba a Joshua.

Pero cuando el sonido volvió y escuchó de nuevo a la gente y fue consciente de su entorno regresó ese pequeño rayo de luz.