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Hoy es el cumpleaños de mi madre, quiero disfrutar este día al máximo con mi familia, pero las palabras de mi amiga no dejan de aparecer en mis pensamientos.

Tengo muchas dudas que aclarar y Steve es el único que puede hacerlo. El problema es que no encuentro la forma adecuada para preguntarle. Estoy en graves problemas.

+¿Por qué no quiso desbloquearme cuando le escribí desde el Facebook de Ashley?

+¿Será que le deje de importar desde que no respondí sus mensajes?

+¿Podremos estar juntos algún día?

+¿Por qué no trató de buscarme si en realidad desea algo serio conmigo?

+¿Me dirá la verdad sobre lo que habló con mi amiga?

+¿Será que me quiere de la misma forma que lo quiero?

+¿Serán nuestras diferencias un obstáculo en nuestro futuro?

Los recuerdos inundan mis pensamientos, debilitan mi ser, se alimentan de mi dolor, se  complementan con mi desilusión y me embargan de tristeza. Los recuerdos son los que me hacen evocar al pasado.

(Flashback)

—Sabes que vas a ser mi esposa, ¿verdad?

—Si —me limito a responder en un tono de voz casi inaudible, apenas me escuche yo sola. No se como es que Steve me escuchó. Él esboza una sonrisa de suficiencia y mis mejillas se tornan de color rosa intenso.

—Bueno yo quiero que seamos una pareja diferente, que lo nuestro dure para toda la vida. —Yo también. Me encantaría que eso sucediera—. Solo que te voy a pedir que me tengas confianza. Y me digas cuando algo te moleste.

—¿Cómo qué?

—Como por ejemplo, hmm, ¿qué harías si yo tengo una amiga, a ti no te cae bien y sientes que me estas perdiendo?

—Quizás te voy a dejar con ella y me iré triste para la casa —es que no me gusta hacer el ridículo frente a otras personas—. Tal vez cuando llegues te diré, pero yo no te voy a obligar a que le dejes de hablar a alguien. Esa es tu decisión.

—¿Crees que puedes tener amigos?

—Si claro —afirmo con seguridad.

—Pues para mí no se puede —opina—, porque si yo te veo que pasas mucho tiempo con uno de tus amigos y siento que te puedo perder—guarda silencio, y añade—; te diré que te alejes de él. Tampoco es que no te voy a dejar tener amigos, pero es que es difícil que tengamos amigos muy cercanos del sexo opuesto.

—Bueno, para mí que si se puede, pero igual yo no puedo hacer nada si ella te gusta. No te voy a obligar a que le dejes de hablar y...

—Es que no es obligar, Rose —me interrumpe.

—Pues es que no me gusta decirle a alguien que le deje de hablar a otra persona porque no me cae bien.

—Bueno pero quiero que me tengas confianza y que me digas todo si.

—Esta bien —acepté sin condición alguna.

—Espero que te gusten los altos. —Me interroga dubitativo.

Seguro, si los altos son mi prioridad. Eran, hasta que lo conocí a él.

—Si me gustan los altos —mentí, me gusta él.

—Es que yo soy bien alto.

Y yo una enana, que vergüenza.

—Ya te voy a decir cuanto mido.

—Ok.

La curiosidad me mata sigilosamente.

—Permitime... Dejame ver... mido 1.85, no 1.87 —corrigió, mi mandíbula se desencajó, mis párpados se abrieron con asombro y finalmente, me encogí de hombros.

Suficiente, ya no sigas.

—No, mido 1.90 —concluye, tragué saliva y me encogí de hombros por tercera vez en el día.

¡Patrañas! Este es mi funeral, morí ante su revelación. Yo ni siquiera mido 1.50, lo sé no llego ni a la estatura baja, Emeisy me ha dicho en repetidas ocasiones que soy una minion, ¿pueden creerlo? Mi propia hermana me hace bullying. 

—¡Eres bien alto! —exclamo, todavía no lo puedo asimilar—. Te voy a llegar hasta la cintura —comento entre risas, él también rió conmigo.

Conclusión: Estoy perdida, me veré horrible y más enana a su lado.

(Flashback end)

***

Hay demasiadas dudas en mi cabeza y yo solo me limito a pensar en sus palabras. Estoy tan enamorada de él que tengo miedo de que algo suceda y yo salga lastimada, eso sería demasiado triste para mi.

Siendo sincera, jamás en mi vida me he enamorado de esta forma tan intensa, jamás creí que yo me llegaría a enamorar de alguien que está a miles de kilómetros. JAMÁS.

No se qué hacer, ni que pensar. Existen infinidad de razones por las que debo preguntarle sobre eso y mi corazón esta en mi contra, el solo quiere que las cosas sigan igual y que no le haga mención sobre este asunto.

Todavía escucho sus palabras como si el estuviera hablando conmigo en este momento.

»Tus labios con los míos uno solo.

»Te quiero, no sabes cuanto.

»Voy a robar tu corazón.

»You are so good to be real.

»Ya vez que Dios nos hizo para estar juntos.

»Tu voz es tan dulce.

»Te besaría hasta que se te quitara el enojo.

»Quiero que seamos una pareja diferente.

»Amor, tu vas a se la dueña de mi corazón.

»Escríbeme cuando puedas con sólo que no te vayas a ir con otros.

»No te quiero perder.

*

Todas esas hermosas palabras las escucho perfectamente en mi mente con una claridad inigualable, no puedo dejar de pensar en él y no se que hacer. ¿Le digo o no?

La verdad es que Steve me ha hecho inmensamente feliz todo este tiempo, mis días ya no están repletos de soledad y un vacío que no sabía que existía esta lleno gracias a él. Con él me siento bien, tranquila, visible, importante, querida. Me siento más que bien, me siento excelente.

Él se ha convertido en mi sueño, en mi más dulce amor, en mi prioridad.

La luz que irradia con su amor, vino a iluminar mis días grises.

Él está ahí cuando más lo necesito, cuando me siento sola y necesito a alguien con quien hablar. Cuando el mundo en el que permanezco parece destruido, él está ahí y lo reconstruye con sólo decirme "amor".

Mis días son maravillosos desde que él llegó a mi vida. Él es la luz que ilumina mi corazón, quien me ha enseñado que el amor existe. Él hace desaparecer mi tristeza sin notarlo, me hace sonreír aunque me sienta mal, derriba los obstáculos que pensé que nadie podría derribar.

Sin embargo, necesito preguntarle todo a Steve.  

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Fuimos a un restaurante con mi familia, ellos parecían muy felices, pude notarlo en sus ojos, sin embargo aunque yo parecía feliz, no lo estaba. Mi cuerpo estaba reposando junto a mi hermana, pero mi mente vagaba en la lejanía del tiempo. 

En la noche regresamos a casa y yo no podía esperar para hablar con Steve.

Steve esta manejando justo ahora, así que esperaré a que llegue a su casa, antes de hacerle unas cuantas preguntas para aclarar mis dudas.

En cuanto me informa que ha llegado a su casa, le hago saber que necesito hacerle muchas preguntas y él sin saber de que se trata acepta con rapidez.

—Quiero saber que hablaste con mi amiga —referí siendo muy directa, esta vez quiero ir al grano.

—Bueno, me contó que tú ¿estabas triste? Creo no se, no recuerdo bien —me explica, y si estaba triste ese día, de hecho demasiado triste—; pero lo que recuerdo es que le dije que ya no quería hablar contigo por que yo estaba triste.

—Le dije que era bella —prosigue, ¿cómo olvidarlo? si eso es lo que destrozó mi corazón en pedazos—. Me contó que tiene novio y no se que más. —Concluye su explicación y yo solo me limito a analizar minuciosamente su mensaje.
¿Será que ya no recuerda nada más?

Al menos me dijo la verdad y no me ocultó lo que habló con Ashley. Ese es un punto a su favor.

—¿Estas seguro que no te acuerdas?

—Dejame ir a ver.

—Yo si me acuerdo bien —le comunico antes de que prosiga, esos mensajes hicieron estragos con mis sentimientos—. ¿Te conté que ayer hice un examen con ella? —no le permito que responda y continuo—: Pues yo tenía su teléfono y vi todos sus mensajes... En serio que no creí que fueras así.

—Parece que a todas les dices lo mismo. —espeté.

—What?

—Le dijiste que no era un 10 si no un 100000 —referí, un dolor desconocido se instala en mi pecho, ya que aún me duele recordar esto.

Respiré muy hondo. Y me calmo un poco.

No quiero enojarme, puesto que cuando eso sucede, la mayoría de veces hago o digo cosas de las que después me arrepiento.

—Si eso también.

—Suena a lo mismo que me habías dicho a mi —alego, todavía tratando de poner a mi enojo en su lugar.

Ni siquiera se porque estoy enojada, tal vez es porque mis amigas no terminaron la parte de un proyecto y lo tuve que terminar yo sola; realizando el trabajo al triple.

×Calma Rose, hoy no tuviste un buen día, controla tus emociones. Respira profundo. —Me tranquilizo yo sola.

—Ella es bonita también, no lo niego —expuso, lo se mi amiga es muy hermosa, pero lo que me molesta es que trato de conquistarla sabiendo que ella es amiga mía—; pero recuerda que tu y yo ya no estábamos hablando.

Si y no tardó ni una semana para intentar encontrar a alguien más. Ash, no quiero enojarme, pero su mensaje perforó mi corazón.

—Y tu ya no querías saber nada de mí. —Finaliza, eso no es cierto, yo si quería seguir hablando con él y enfrascarme en su mundo. Sólo que no lo sabe.

—Si, lo se, pero parece que yo ya no te importaba para nada 😞😞😞 —señalo con la tristeza recorriendo mis venas y suspiré intranquila por los recuerdos que regresaron a mi mente.

—Amor como te dije por Facebook no puedo hacer nada —me recuerda, es la verdad, sin embargo, él no quería volver a hablar conmigo a pesar de que evacué el orgullo que me ha acompaño a lo largo de mi vida.

—Yo se que ella es bonita, pero no perdiste tiempo para buscar a otra, ¿verdad?

¿Yo mencioné eso?

—No te puedo ir a buscar ni nada de eso —expone, y después de una corta pausa agrega—: ¿Qué puedo hacer yo si solo me ignoras y solo te puedo hablar en Facebook, ni te puedo ver tampoco?

Él tiene toda la razón, mis padres no permitirían que venga a buscarme a mi casa.
Es triste, pero ¿qué puedo hacer? Mi vida es así, no tengo otra alternativa más que luchar por vivirla al máximo aunque sea casi imposible lograrlo.

Tampoco voy a escapar de mi casa y vender mi cuerpo para sostenerme sin la ayuda de nadie o casarme con un anciano millonario que en pocos años me reemplazará por alguien más joven. Eso nunca ha sido una opción para mí. Sería una descerebrada si pensara hacerlo.

—También porque quería distraerme —reveló. ¿Con mi amiga? Claro. Esto si me calentó la sangre y siento el enojo avanzar en todo mi cuerpo. Esto es indignante, inaudito, malo, como se le llame.

—Ajam —me limito a responder, ya no había marcha atrás, el enojo ya reinaba en mi ser y era inútil despedirlo en estos momentos—. No quiero estar con alguien a quien le gusten mis amigas —le informo sin saber que más tarde estas palabras me iban a salir muy caras. Esto es a lo que temía llegar, arruiné todo con un solo mensaje. Terminé algo que ni siquiera había comenzado. Algo que podía ser hermoso.

—Se que estuvo mal, pero como te dije aquí no hay cristianas y ella aparece así —contesta—, pero te pido perdón Rose.

¡Rayos! ¿Qué acabo de hacer? No debí decir eso. No pensé que me pediría perdón, no somos nada y por esa razón yo no tenía ningún derecho a reclamarle nada. Después de todo solo somos AMIGOS.

—Ok, esta bien —responde  aceptando mis palabras y yo solo siento el arrepentimiento arder en mi cuerpo—. Pero de todos modos sorry.

—Si esta bien te perdono.

Sería una "maléfica completa" si no lo perdono después de todo lo que le dije.

—¿Todavía podemos ser amigos? —me interroga, no pensé que quisiera seguir hablando conmigo después de lo que pasó.

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