❇❇❇
La mañana del viernes fui a la universidad, la licenciada nos asignó otra tarea aún más extensa que la primera que presentamos la vez pasada, solo que mis compañeros y yo debemos entregarla esta misma noche antes de las 11:00 p.m, tenemos una cantidad de tiempo extremadamente escaso, quien sabe si seamos capaces de finalizar nuestro reporte en esta ocasión, ¡ashhh! esto me estresa demasiado.
Decidí regresar a mi casa cuando finalizaron las clases. Eran las 4:30 p.m. cuando logré llegar a mi casa, aún así fui a la iglesia y regresé a mi casa en una hora y media.
Segundos después mi madre me ordenó hacer la cena, repartí la comida para toda mi familia y cenaron en paz y tranquilidad, excepto yo que veía el reloj a cada segundo. Ese reloj inútil parecía que me estaba haciendo la vida imposible, deseaba que dejará de hacer ese ruido molesto del "tic-toc".
Agh, me estaba torturando a cada segundo, parecía que tenía algo en mi contra porque sentía que avanzaba más rápido cada vez y yo no tenía tanta paciencia en ese instante. No lo soporté más y me fui para mi dormitorio donde creí que existía aunque sea una vil pizca de silencio, me equivoqué. Los perros de los vecinos de al lado estaban emitiendo sus sonidos de animales que los caracteriza y ya estaba molesta de escucharlos por tanto tiempo. No paraban de hacerlo.
Me retiré de ahí y me fui para la cocina, encendí la laptop, accedí a Drive y mis amigos ya estaban listos para comenzar la tarea. Por suerte eran las 7:30 p.m. y había tiempo suficiente para hacer todo. Es lo que pensé hasta que Kate me explicó que no encontraba el documento de la investigación y por si esto fuera poco, la señal de Internet era un asco debido a la lluvia inmensa que caía del cielo poblado de nubes oscuras cargadas de abundante agua que emitían su sonido ensordecedor. Ni siquiera comprendo porque razón esta lloviendo si no es invierno todavía. Me parece que hasta el clima se volvió loco hoy. Bueno, me conformo al saber que al menos el clima esta un poco despabilado, vívido y fresco. Era mi único consuelo.
No permití que mi paciencia se agotará, respiré profundo, conté hasta 481 y proseguí a escribir un trozo del reporte con mis propias palabras, ya que no se nos permite utilizar el plagio en ninguna forma.
Minutos después, recibí un mensaje de Steve, sin embargo, no puedo responder en este momento, Roberto me envió un mensaje y una amiga de la infancia también, más debido a las diversas circunstancias antes mencionadas, es indebido responder sus mensajes justo ahora, o de lo contrario perderé el hilo de lo que deseo plasmar en nuestro reporte. Por consiguiente, mis amigos y yo decidimos dividirnos el trabajo y así terminarlo en un santiamén.
Ya eran las 8:45 p.m. y apenas la mitad de la parte que me compete estaba terminada, intenté apresurarme para chatear con Steve, pero no pude por que la señal no me ayudaba en nada. Terminé de hacer todo lo demás y finalicé hasta las 10:30 p.m., era demasiado tarde para chatear con Steve, ya que allá eran las 12:30 de la noche por la diferencia de horario. Envié la tarea sin ningún problema y la Licenciada la recibió, mis amigos ya se habían ido a dormir y yo me quedé ordenando unos documentos.
No se a que hora me quedé dormida, solo se que esta mañana desperté sobre mis libros y un número ilimitado de pelos suaves y blancos bajo la silla, me parece que mi gatita me acompañó toda la noche.
El sábado en la mañana, mi papá nos sugirió visitar a mi abuela -la anciana de tez blanca como la nieve y ojos azul cielo, a la que nunca le he importado ni el 1% desde que mi madre me trajo al mundo-, no me gusta visitarla porque vive en un lugar muy remoto donde casi no hay señal de Internet.
Recibí un mensaje en mi móvil que decía:
—Bienvenida a Honduras. A partir de este momento estas en servicio Roaming.
¿Honduras? Ja, aquí todavía es territorio Salvadoreño.
Ni siquiera he cruzado la frontera. —Pensé.
Este uno de los problemas de visitar a mi abuela. Lo que me preocupa es que no me ha quedado ni un segundo si quiera para responder mis mensajes, el de Steve es el más importante. <3
Pase aburrida toda la tarde escuchando las absurdas pláticas de mis tíos y mi abuela, no se porque tienen que criticar tanto la tecnología que disfrutamos hoy en día.
Regresamos a casa cuando el sol comenzaba a pintar con sus rayos coloridos el paisaje fascinante que adorna el hermoso cielo.
Una hora más tarde logramos nuestro objetivo de estar en casa y nos dirigimos a la iglesia sin ningún intervalo en el tiempo.
Cuando regresé a casa, encendí el WIFI e intenté iniciar sesión en Facebook y nada. La página me informaba que había un problema y que revisara mi conexión. Lo desconecté y lo encendí de nuevo, pero tampoco funcionó, repetí la acción unas cuantas veces más, pero el internet no daba señales de vida.
Genial, ahora no tengo Internet en casa. Esto si que es maravilloso. -Digo en mi mente haciendo uso del sarcasmo.
No puedo comprar un paquete de internet en mi móvil, puesto que ya no hay ninguna tienda abierta a esta hora, pero hay algo que no cuadra aquí. ¿Donde está mi papá? ¿Por qué no está en casa? ¿Qué está pasando?, se supone que había quedado en casa mientras mi mamá, mi hermana y yo estábamos en la iglesia, sin embargo, desde que llegamos no hay ni rastro de él. Ya ha sucedido en repetidas ocasiones que el no se encuentra en casa, más ya son las 9 de la noche y no aparece.
Sólo falta que...
No, no lo creo.
O bueno tal vez si.
Hmm, no esto no podría estar pasando de nuevo ¿o si?.
La respuesta a esta pregunta me lo hace saber el ruido de la puerta, el olor insoportable a alcohol y las incoherencias que salen de la boca de mi padre, esta ebrio otra vez, solo que me parece que hoy si sobrepasó la línea entre lo normal y lo exagerado. Él nunca había bebido tanto como hoy.
–¿Ya vienes borracho de nuevo verdad? —gritó mi madre furiosa y decepcionada de mi padre, él tenía bastante tiempo de no hacerlo—. Creo que tu jamás vas a cambiar, te he dicho miles de veces que dejes de hacerlo, pero por lo visto tu nunca serás capaz de cumplirlo.
—¿Quien dice que yo estoy borracho?, yo no he bebido hoy, solo estuve con mis amigos —expresó mintiendo, eso ni un niño de 4 años se lo hubiera creído.
—¡Ay, por favor! ya no mientas, si se te nota a leguas que estas borracho -añadió mi madre alterada sobremanera por el comportamiento inadecuado de mi padre.
—¡Cállate! ¿Y vos quien sos para decirme estas cosas?, tu no eres nadie... Nadie. —Murmuró él alzando su tono de voz.
—¡Soy tu esposa, por Dios!, ni siquiera quieres aceptar tus errores. Eso es normal en ti.
—Mejor cállate que me estas produciendo jaqueca con tus mier***. Ya no me importa lo que pienses de mi. ¡Eres una BASURA!.
—Ja, ¿yo soy una basura? ¿yo soy la que me gasté todo el dinero en alcohol?, debería darte vergüenza el ejemplo que estás dando a tus hijas.
—Ellas no sirven para nada, son igual a ti; unas hijas de p***. De nada les sirve ir a la iglesia. Sólo son unas inútiles que no agradecen nada.
—Tu, eres el inútil al que no le interesa nada, solo seguir con tu vicio. Te crees el rey de la casa y piensas que toda la vida seguiremos siendo como tus sirvientas. No se porque me case contigo. Me arrepiento mil veces de haberlo hecho; ahora entiendo por qué mi madre siempre me aconsejó que no me casará con un bueno para nada como tú. —Expresó mi madre sacando toda la rabia que llevaba en su interior—. Ya vete de la casa con otra y déjanos en paz a tus hijas y a mi.
—Yo no me iré de esta casa, vete tu con ellas a vivir donde tu madre y ni pienses que las voy a visitar. Esta casa es mía, yo la compré con el dinero que gané los 5 años que trabajé en Estados Unidos. Así que, ni pienses que te la voy a dejar y si se van no piensen regresar porque ya estaré con otra mujer. —Expresó burlándose de nosotras.
Mi hermana y yo estamos cerca de la sala escuchando todo, pero hago como si no escucho nada, estoy terminando una tarea y su discusión me ha lastimado inmensamente. No puedo seguir con esto, después de escuchar sus palabras ofensivas que me han roto el corazón, un dardo extremadamente venenoso ha traspasado mi pecho y ha herido mis sentimientos. Creí que mi padre me quería aunque sea un poco.
Segundos después, me acerqué un poco para observar lo que estaba sucediendo y tratar de defender a mi madre de todo esto, puesto que sé perfectamente que está tragándose sus lágrimas y que al final de la discusión derramará sus lágrimas de cristal como siempre lo hace después de que algo así sucede.
—Deje de estar diciéndole esas cosas horribles a mi madre. —Dije con valentía y firmeza. Mi padre me fulminó con la mirada y yo observé a mi madre con tristeza.
—Cállate, no te metas que no tienes vela en este entierro. ¡Váyanse a dormir las dos!... ¡Ahora! —Exclamó furioso señalandonos a Emeisy y a mi.
—Váyanse para su cuarto, por favor. —Nos sugirió mi madre con su voz quebrada.
Mi hermana y yo nos dirigimos hacia nuestro dormitorio, me puse a escuchar música para no oír la discusión y conseguir un poco de paz, pero fue en vano, la música no me tranquilizó.
Seguí escuchando las palabras ofensivas que mis padres pronunciaban, los infinitos gritos que emitían y los insultos que mi padre le hacía.
Me siento como una hija inútil que no puede hacer nada para ayudarle a su madre, pero no se que hacer, solo se que me estoy muriendo por dentro debido a todo lo que escuché hoy.
Ellos siguieron con su discusión unos minutos más y hasta olvidé que tenía que encontrar una forma para responder el mensaje de Steve, ya que el internet no está funcionando para nada y por esa razón no fui capaz de terminar mi tarea. Bueno, creo que no la voy a entregar.
Esperé que toda mi familia se durmiera y así tratar de recuperar mi autoestima que fue recién pisoteada por las palabras hirientes que salieron de la boca del hombre al que llamo "papá".
Apagué mi celular, enterré mi rostro en mi almohada y cubrí mi cuerpo con mi sábana favorita.
Segundos más tarde, las lágrimas comenzaron a bañar mi rostro, el dolor se había apoderado de mi y pensamientos de angustia llenaban mi mente. Era inevitable; me sentía tan débil y sola.
Elevé una oración de súplica y se que Dios la escuchó.
Lloré hasta quedarme dormida, creí que había un límite de lágrimas, mas no es así. Lloré todo lo que pude y mi corazón se convirtió en miles de diminutos pedazos.
Cada lágrima era como la esencia de mi alma.
Desearía que Steve estuviera a mi lado en este preciso momento y me diera un abrazo curativo de esos que te hacen sentir amada, además de darme un cálido y dulce beso en mi frente y secar cada una de mis lágrimas, acompañandome con palabras de aliento que me incitaran a seguir con mi vida sin preocuparme demasiado por cosas de esta naturaleza. Sin embargo, solo hay algo que me impide que esto suceda:
"La atroz distancia".
❇❇❇
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro