¿Recuerdas el día que nos conocimos?

Yo salía del colegio y tu de la universidad, yo estaba cruzando la calle y casi me atropellan pero tu me empujaste y lo evitaste -te agradezco eso-, me preguntaste si estaba bien y me invitaste a una heladería cerca de ahí. Estuvimos hablando y conociéndonos hasta muy tarde, intercambiamos números de teléfono y me llevaste a casa con la promesa de que te contestara los mensajes.

Al siguiente día me escribiste y quedamos en vernos en la misma heladería para seguir hablando, ni siquiera habíamos tocado los helados. Me escribías todos los días y quedábamos en la misma heladería, a veces me ibas a buscar a mi colegio para escaparnos un rato.

Y así inicio la historia mas bonita de mi vida, no duró todo lo que hubiese querido pero me hizo feliz.