Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5 | GREEN OR RED

GREEN OR RED: Donde Draco Malfoy y Fred Weasley han estado detrás de ti y es momento de escoger.

nota de la autora: para conveniencia de la trama, vamos a suponer que hay un 8vo año de hogwarts 

El último mes había sido un desastre, un completo y absoluto desastre. Todo parecía ir bien en tu vida, una vida perfecta y feliz en tu sexto año en Hogwarts, pero todo cambió aquella noche en que Gryffindor realizó esa estúpida fiesta. Aquella vez, llegaste emocionada para disfrutar la velada junto a tu novio Fred Weasley, a quien sus amigos se habían encargado de emborrachar a tempranas horas de la tarde. Apenas entraste a la Sala Común, lo primero que vieron tus ojos fue la figura del pelirrojo besando a Angelina Johnson.

Si, Fred, te hubiese encantado que en realidad se tratase de George.

Tu corazón se había roto en mil pedazos, y le habías pedido a Fred un tiempo separados para pensar, y desde esa noche ya habían pasado casi tres semanas que no dejaban de ir de mal en peor. Apenas dos días después de los hechos, el destino, o una estúpida casualidad, había hecho que Draco Malfoy se cruzara en tu camino y terminaran enrollándose casi cada noche. Te sentías culpable, pero siendo objetivos, Fred y tu estaban en una especie de pausa indeterminada.

Apenas tenías ganas de hablar con más personas, habías quedado frente a todo Gryffindor como la chica a la que Fred Weasey le había puesto los cuernos, y te empeñabas en esquivar a todo el mundo entre los pasillos.

Pero la paciencia de Fred estaba agotándose, odiaba que lo evitaras y sobre todo evitaba verte distante, odiaba verte triste.

—¡Hey t/n!—La voz de Fred se oyó por todo el pasillo provocando que te sobresaltaras.—¿Podemos hablar?

Tragaste saliva.

—Fred ahora mismo voy tarde a clases y...—Girando tu cuerpo, viste la mirada de súplica en el rostro del pelirrojo.

—Porfavor—Pidió en un susurro. Realmente no tenías ganas de hablar con él, pero lo más maduro era enfrentar las cosas y no huir de ellas.

Aunque, técnicamente, habías estado huyendo de Fred todo el mes. Huyendo con Draco para ser precisos.

—Bien, sólo sé rápido—Cediste.

—¿Seguirás evitándome?—Preguntó arrugando sus cejas. 

—Fred necesito tiempo—Explicaste.

—Ya te dije que lo sentía—La culpa estaba matando a Fred. Se sentía muy mal por haber arruinado las cosas contigo en un acto tan infantil como aquella noche.—Estaba muy ebrio y

—No justifica lo suficiente el que hayas besado a Angelina—Dijiste en seco. Realmente, eras de quienes creían que el alcohol sacaba la honestidad de una personas, y tu instinto gritaba que hacía bastante tiempo que Fred y Angelina llevaban algo de tensión. Se conocían desde años, y eran amigos desde hacía más tiempo del que ustedes llevaban saliendo.

—Pero aún me quieres ¿No?—Preguntó. Los ojos marrones de Fred inspeccionaban todo tu rostro. No podías negar que aún tenía un efecto en ti, pero traías muchas, demasiadas dudas de si ese efecto era el mismo que antes.

—Claro que te quiero Fred, pero...—Suspiraste.—No lo sé, es complicado

—Oí que has hecho amistad con Malfoy—Soltó de pronto.

—Fred...—Trataste de decir. Te sentiste completamente expuesta. No había manera alguna de que Fred se hubiese enterado, nadie los había visto a ti y a Draco juntos, habías puesto todos tus esfuerzos en que eso no pasase. 

A menos que...

Maldito Draco Malfoy.

¡Él le había dicho todo a Fred!

—¿Esto se trata de lo que pasó con Angelina o debo preocuparme por Malfoy también?—Preguntó directamente. Fred te veía decepcionado, y tu silencio habló por sí solo.—t/n joder...—Maldijo.—Tienes que estar bromeando

—Nos hemos hecho bastante cercanos y...—Trataste de explicar.

—¿Y?—Fred te miraba atónito.

—Dijo que le gustaba—Admitiste.

—¿Entonces?—Preguntó algo frustrado.—Tienes que decidir

—Fred

—Dudo que Malfoy te quiera para algo serio—Dijo duramente.—¿De verdad vas a tirar por la borda lo nuestro por él?

—Necesito tiempo—Pediste con un nudo en la garganta.

—Y respeto eso—Fred te miró de pies a cabeza.—Pero no puedes tenernos a ambos esperando de por vida—Sentenció.—Nos vemos luego

Fred se alejó de ti acomodando su bolso mientras se encontraba con George en la mitad del pasillo para digirise a clases. Permaneciste a mitad del corredor con una mala sensación en el estómago. Fred tenía razón, estabas siendo mala y cruel al jugar con la paciencia suya y la de Draco. Siendo sinceros, nunca creíste que Draco se tomaría tan serio lo de ustedes, al nivel de gustarle, y sobre todo al nivel de estar confundida por los dos.

Pero, ¿Quién no estaría indecisa entre Fred Weasley y Draco Malfoy?

Sin embargo, ahora mismo estabas enojada. Hubieses querido que Fred se enterase por ti y no por un rumor. 

Tenías que encarar a Draco.

[...]


—¿En qué demonios estabas pensando?—Preguntaste entrando a la Torre de Astronomía hecha una furia. Como cada noche, Draco estaba esperándote allí con nada más que la luz de la luna rodeándolos. Draco se volteó confundido.

—¿Problemas en el paraíso?—Ironizó.

—¿Cómo se enteró Fred?—Preguntaste de golpe. Podías intuir fácilmente que Draco fingía no entender tus palabras.

—No sé de que hablas—Dijo desviando su mirada descaradamente.

—Draco—Tu voz sonó firme y estabas a segundos de tomar tu varita y simplemente colgarlo de los pies en el balcón de la torre para que confesara.

—Quizá sólo quizá, me escuchó hablando con Blaise sobre ti—Dijo encogiéndose de hombros con total tranquilidad. Draco comenzó a caminar por la habitación.

—¿Y se puede saber que escuchó?—Lo seguías a paso rápido con tus manos en tu cintura,

—Nada del otro mundo—Aseguró. Entonces, Draco se giró hacia ti y levantó una ceja.—Entonces, el pelirrojo te quiere de regreso

—Teníamos una relación de dos años, no es simplemente llegar y terminar eso—Dijiste obvia.

—Yo creo que si, de hecho, es bastante fácil—Draco dió paso amplio hacia ti.—Dile adiós a Weasley y ven conmigo

Sonó como una orden, pero la dureza en sus palabras te dejó atónita. Draco podía ser bastante directo cuando quería.

—Draco—Soltaste.—Basta, lo haces más complicado

—¿En serio?—Preguntó acercándose aún más a ti.—¿Es mi culpa ahora?—La respiración de Draco chocaba sin problema con la tuya, sentías su mirada recriminadora y su diestra tomaba tus dedos suavemente.—Perdona pero creo que alguien te lanzó un Obliviate, pero si mi memoria no falla, llevamos bastante tiempo escabulléndonos en los pasillos para fo...

—¡Bien ya entendí!—Exclamaste cortando sus palabras. Él soltó una carcajada.—Pero Draco—Suspiraste.—Estaba..—No lograbas encontrar las palabras adecuadas para justificarte.—Me pillaste volando bajo, acababa de enterarme que Fred había besado a Angelina y...

—¿Y necesitabas tres semanas acostándote conmigo para confirmar que sigues enamorada de él?—Preguntó atónito en voz alta.

Bien definitivamente no había sido una buena excusa.

—¡Ya no sé si estoy enamorada de él!—Respondiste asimilando su tono de voz.

—¡Entonces déjalo!—Exclamó Draco.

—¡Me asusta!—Terminaste alzando tu voz mucho más. Si seguían así probablemente Filch o la Señora Norris llegarían a descubrirlos.—Llevo demasiado tiempo con él y....estoy 

—Estás cómoda—Terminó de decir Draco.

—¿Me culpas Draco?—Preguntaste.—Fred no teme decirme que me quiere—Explicaste dolida.—Al menos la madre de Fred no me mira en menos—Añadiste.—O al menos, Fred estaría dispuesto a defenderme si ella lo hiciese

La mirada de Draco cambió completamente.

—Disculpa, olvidaba el punto central de esto—El sarcasmo se mezcló con el dolor en la voz del rubio.—Draco Malfoy es alguien con demasiados problemas con los que lidiar

t/n deja de cagarla.

—Draco...—Definitivamente la confusión te estaba cegando y estabas siendo demasiado dura con él. Pero en el fondo sentías tener razón. Al final del día, sentías que Fred estaba más dispuesto a luchar por ti que Draco.

—Creo que sé a dónde va todo esto—Dijo Draco con la mirada perdida en las estrellas.—Si tu plan es sacar un clavo con otro, no estoy dispuesto a ser tu medio para olvidar a Fred—Sentenció sin más.—Ya te dije que me gustas ¿Qué más necesitas?

—Que me des la seguridad de que arriesgarme contigo es lo correcto—Dijiste en un hilo de voz. Draco suspiró.

—Deja de pensar en lo que es correcto o no y piensa en lo que realmente quieres—Dijo, y cuando pensabas que aquello había sonado como una orden, entendiste que era un consejo, el consejo más puro y genuino que Draco podía dar.—Por eso mismo estoy tratando de que me elijas—Explicó.—Definitivamente estar juntos no sería lo más sencillo—Añadió.—Pero es lo que quiero, y a diferencia tuya, creo ser más firme en defender mis instintos


[...]

Aquella noche regresaste al dormitorio de Hermione totalmente agotada. Necesitabas hablar de la situación con alguien, dejar de evitar todo y tomar una decisión. Sentías que le hacías daño injustificadamente a ambos chicos y era momento de ser más madura. Hermione escuchó atentamente tu relato, aún cuando casi pega un chillido cuando le confesaste lo de Draco.

—Realmente no sé que hacer—bufaste lanzando tu rostro contra una almohada frustrada.

—No puedo creer que estos sean tus problemas—Bromeó Hermione.—Escoger entre los chicos más codiciados de Gryffindor y Slytherin

—No te burles—Dijiste lanzándole la almohada.—Es todo un dilema

—Tengo una idea—Propuso la castaña.—Hagamos una lista de pros y contras

—Hermione, agradezco tu preocupación—Explicaste incrédula.—Pero esto no es un ensayo de Encantamientos que se solucione con una tabla comparativa

—No se va a solucionar con una tabla—Explicó de regreso encogiéndose de hombros.—Pero al menos te servirá para aclarar tu mente

Hermione realmente trataba de ayudarte. Bueno, no perdías nada intentando hacer esa estúpida lista.

—Bien, supongo que puede funcionar—Accediste. De inmediato, Hermione lanzó un Accio que atrajo sus pergaminos, pluma y tinta hasta la cama, y con todo en mano, se dispuso a preguntar.

—Veamos, ¿Cosas positivas de Fred?—Interrogó.

—Siempre disfruto estar con él—Comenzaste a decir.—Siempre me saca una sonrisa, creo que es la persona que más me ha hecho reír en el mundo

En efecto, Fred era capaz de hacerte reír incluso en tus peores momentos, siempre con un chiste o una broma. 

—¿Algo negativo?—Preguntó Hermione.

—¿Tengo que recordarte lo de Angelina?—Dijiste obvia. Aquello realmente había arruinado demasiadas cosas y nublaba tu mente siempre al pensar en Fred.

—Entonces otra cosa positiva—La castaña continuó escribiendo en el pergamino.

—Es realmente bueno expresando sus sentimientos—Añadiste.

—¿Algo negativo que quieras agregar?—Interrogó Hermione.

¿Había algo más? Bueno...

—Bueno, si te soy sincera—Empezaste a decir.—Nuestra relación a veces parece algo más como si fuésemos mejores amigos y no una pareja—Lamentaste.—Quiero un compañero de aventuras claro, es realmente bueno en eso pero no sé—Realmente era la primera vez que verbalizabas esa inseguridad.—Muchas veces dudé si Fred estaba realmente enamorado de mi o sólo me veía como una muy buena amiga

—Mmm—Murmuró Hermione en medio de un incómodo silencio.—Bien, ¿Cosas negativas de Draco?

—¿Por qué empiezas por lo negativo con él?—Cuestionaste.

—La costumbre, perdón—Dijo entre risas.—Bien, entonces algo positivo

—No me engañó con Angelina—Respondiste.

—Buen punto

—Algo negativo—Hablaste.—Su familia me detesta y es probable que jamás me acepten

—Su familia no debería detenerte si realmente quieres estar con él—Las palabras de Hermione te interpelaron. ¿Realmente sólo Lucius y Narcissa eran lo que te detenía? 

¿O sólo eran una excusa?

—No lo sé—Dijiste afligida mientras tus dedos jugaban con tu varita.—Es, tener a todos los Malfoy en tu contra no es nada sencillo

—Podrías arriesgarte—Susurró Hermione completamente tranquila.—¿Algo positivo?

—Draco es...—No encontrabas la palabra.—¿Impredecible? Y me gusta eso—Hermione te miró sin entender.—Me gusta conocer algo nuevo de él cada día...

—Pero...—La Gryffindor intuyó que algo te faltaba por decir.

—Pero me cuesta confiar—Confesaste.—¿Cómo se si realmente quiere estar conmigo?

—¿A qué te refieres?—Preguntó con sus ojos entrecerrados y su cabeza ladeada.

—Siento que Draco sólo quiere una cosa de una noche y ya

—Bueno, por lo que me dijiste, fue más de una noche—Bromeó Hermione.—Varias de hecho.

—Me refiero a que, no creo que quiera una relación seria—Lamentaste.

—Creo que no deberías quedarte con ninguno—Sentenció Hermione.

—¡Pero me gustan los dos!—Bufaste frustrada.

¿¡Por qué era tan difícil escoger entre Fred Weasley y Draco Malfoy!?

—Alguno debe gustarte más que otro—Planteó Hermione.

—Todo sería más fácil si Draco nunca hubiese llegado a mi vida—Pronto, estabas recostada en la cama mirando el techo más confundida de lo que habías llegado.

—¿Sabes?—Hermione se recostó a tu lado.—Hay un  dicho que dice que si tienes que escoger entre la primera persona y la segunda, escojas la segunda—Comentó—Ya sabes, la razón por la que dudaste de la primera

—Quizá

—Aún no entiendo que viste en Draco—Comentó de la nada.

—Disculpa que te lo diga Hermione, pero debes estar ciega para no darte cuenta—Dijiste divertida.

—No me refiero a lo físico—Rió la castaña—¿Por qué olvidarte de Fred por Draco? Por alguien tan frío

—No es frío, sólo no es tan bueno expresando lo que siente, creo—Explicaste.—Y Draco provoca que realmente esté con la mente alborotada en todos los sentidos

—¿No es ansiedad?—Asumió Hermione.

—No, para nada—Negaste.—Pero con Draco siento que soy una niña de tercer año que por fin le toma la mano al chico que le gusta

—Creo que ya sabes a quién escoger—Dijo Hermione con obviedad.

—No lo creo

[...]

A la mañana siguiente, tu mente seguía cansada. Habías tenido sueños (o más bien pesadillas), donde Fred y Draco tenían un duelo de varitas, en otro se lanzaban de las escobas de Quidditch y en el último los veías jugar piedra, papel o tijera para ver quien se quedaba contigo. Era tanto el nivel de distracción que no te habías dado cuenta de que entraste al salón equivocado.

Tu cuerpo chocó con otro muchísimo más alto, y un olor que reconocías desde hace mucho tiempo. Apenas levantaste tu vista, el rostro de Fred apuntaba directamente hacia ti.

—Fred, perdona—Tartamudeaste.—No sabía que estabas aquí

—No te preocupes—Fred te dedicó una sonrisa.—Sé que necesitas tiempo, pero no creo que sea tan terrible cruzarnos en un salón

—No es eso—Negaste con tu cabeza.—Pensé que a ti te molestaría verme

—Jamás—La expresión de Fred era tranquila. A diferencia del día anterior, ya no parecía tan frustrado.—Realmente me importas t/n—Explicó.—Jamás querría alejarme de ti

Ugh, ¿Por qué tenía que ser tan duce contigo? Esto era aún más complicado.

—¿Incluso si no te escojo?—Dijiste de golpe. Ni siquiera habías pensado dos veces antes de decir aquello tan fuera de lugar.

—Incluso si no me escoges—Aseguró Fred.—Seguiré estando aquí para ti—Dijo completamente sincero.—Después de todo, necesitarías a alguien que te defienda si Malfoy la caga

—Lo dices como si asumieras que escogí a Draco—Sus palabras te producían aún más confusión.

—t/n—Fred carraspeó, desvió su vista unos segundos y volvió a mirarte algo cabizbajo.—Creo que es obvio

Recordaste a Hermione la noche anterior. ¿En serio para Hermione y para Fred la respuesta parecía ser Draco?

—¿De verdad para todos en tan obvio?—Preguntaste.

—Aunque no me guste aceptarlo—Lamentó Fred.—Creo que realmente te pasa algo con Malfoy, algo más fuerte que una aventura de dos semanas

—¿Por qué lo dices?—Tus cejas se arrugaron.

—Siempre te causó curiosidad ¿No?—El pelirrojo acomodó sus manos en sus bolsillos traseros y se encogió de hombros.—Siempre quisiste averiguar más de él, entenderlo—Agregó.—Y de todas las chicas de esta escuela, eres la única a la que ha perseguido

—No entiendo—Ladeaste la cabeza.

—Malfoy jamás ha ido detrás de una chica, jamás se arrastró—Comentó Fred.—Pero contigo cambió

¿Cómo jamás te habías dado cuenta de aquello?

—¿Me estás dejando ir?—Por el tono y las palabras de Fred, podías intuir que quizá se había resignado con la situación.

—Estoy diciendo que entendería si lo escoges e él—Explicó.—Pero no cambia el hecho de que aún me gustaría que volvieses conmigo

—Gracias Fred—Dijiste tratando de regalarle tu mejor sonrisa. Fred inmediatamente extendió sus brazos hacia ti recibiéndote en un reconfortante abrazo.—Lo siento por todo esto

—No pidas disculpas enana—Dijo.

—No soy...—Quisiste discutir.

—Siempre serás mi enana, no quiero quejas—Sentenció. Fred solía llamarte así desde que se conocieron, y a pesar de que al inicio te molestaba que se burlase de tu altura, con el tiempo te habías acostumbrado al apodo.

—Fred, una duda—Empezaste a decir.—¿Alguna vez sentiste algo por Angelina? ¿Aunque sea un poco de atracción?

El pelirrojo cayó por unos segundos.

—Creo que sí—Dijo en voz baja.—Pero nunca tan fuerte como lo que me pasaba contigo

Auch, no era la respuesta que esperabas. Pero en el fondo, era la que intuías hace mucho tiempo.

Pronto, los demás compañeros de Fred empezaron a llegar, recordándote que aquel no era tu salón. Saliste de allí para dirigirte a tu salón, aún con tu mente divagando al respecto. ¿Te molestaba que Fred te dejase ir? ¿O sus palabras habían aliviado tu confusión? Tus pensamientos corrían con rapidez igual que tus pies, ibas más que tarde a clases cuando...

El maldito rubio con fragancia a menta.

—¿Por qué siempre tengo que toparme contigo después de toparme con Fred?—Bufaste frustrada. Draco había chocado contigo en la mitad del pasillo.

—Obra del destino quizá—Draco rió apoyándose en el muro de piedra a su derecha.—O mera coincidencia

—Quizá—Dijiste.

—En realidad, te estaba buscando—Soltó de pronto. Antes de que pudieses preguntar el por qué, Draco llevó su mano a su bolsillo, revelando una pequeña cajita de terciopelo negro. Lentamente te la entregó.

—¿Y esto?—Preguntaste confundida.

—No soy bueno con las palabras, ya lo sabes—Comenzó a decir acercándose a ti. Draco notó que no te atrevías a abrir la caja, y colocando sus manos sobre las tuyas, te ayudó a abrirla. Allí dentro brillaba un delicado collar de plata con un pequeño dije.—Pero es la prueba de que estoy dispuesto a arriesgarme contigo—Dijo.—Siempre que tu estés dispuesta a hacerlo conmigo

—No entiendo—Soltaste.

—Es un amuleto de los Malfoy—Comenzó a explicar conectando tu mirada con la tuya.—La tradición dice que se entrega a la persona a quien se le confía lealtad y amor

—Jamás hubiese imaginado una tradición así en los Malfoy—Dijiste apenas, completamente desconcertada.

—Es algo secreta—Confesó Draco.—Mi padre jamás admitiría haber hecho algo tan cursi con Mamá

—Espera—Dijiste cayendo en cuenta de lo que significaban sus palabras.—¿Esto lo tuvo tu Madre?

—Así es—Contestó encogiéndose de hombros.—Y tarde o temprano se enterará de que lo tengo, y que bueno, ahora lo tienes tú

—Draco—Apenas podías pronunciar una palabra. Aquello era el gesto más arriesgado que Draco podía hacer por alguien; no era simplemente robarle una joya a sus padres, era robarla para entregársela a alguien con quien ellos quizá no estarían de acuerdo que él tuviera una relación. Era la forma más sincera y concreta que tenía de demostrarte que estaba dispuesto arriesgar todo por ti.

—No digas nada—Tranquilizó.—Sólo quería dártelo para que entiendas que realmente estoy loco por ti—Agregó antes de dejar un beso en la comisura de tus labios.—Nos vemos


[...]



Luego de aquel día agitado con el encuentro con Fred y Draco, volviste a recurrir a la habitación de Hermione. Apenas entraste, la castaña vió tu expresión y logró identificar que algo había sucedido.

—Hermione—Dijiste cerrando la puerta detrás de ti.

—¿Si?—Preguntó.

—Creo que ya escogí—Anunciaste.

Y aún cuando parecía obvio, Hermione sentía que tu decisión sería inesperada.


[...]

Bastante tiempo después...

Las vacaciones de verano habían llegado más pronto de lo que creías. Sexto año había terminado y sólo quedaba disfrutar de tu tiempo libre. Sin embargo, los gemelos te habían pedido ayuda en la tienda, y no podías decirle que no a Fred. Después de todo, podía ser muy convincente.

El día a día en Sortilegios Weasley era muy divertido. Tu trabajo consistía en ayudar a los chicos a llenar las estanterías cuando algún producto se acababa,  o a veces reemplazar a alguno en la caja registradora.

Sin embargo, ningún trabajo con Fred al lado sería tranquilo.

—¡Fred Weasley devúelveme eso!—Chillaste cuando Fred quitó de tus manos tu diario, aquel donde escribías tus pensamientos de cada día. El pelirrojo corrió hacia la segunda planta de la tienda y con dificultad lo seguiste por las escaleras.

—¡Vamos no seas aguafiestas!—Dijo corriendo por toda la tienda. Ya estaba anocheciendo y no habían muchos clientes.—Esto es muy divertido—Dijo riendo y elevando el diario tan alto que no podrías alcanzarlo.—¡Oh Draco! ¡Eres más caliente que el sol de verano!—Exclamó imitando una supuesta voz femenina.

—¡No he escrito eso!—Te defendiste enojada.

—Pero lo pensaste—Fred te guiñó un ojo mientras te devolvía tu diario.

—Eres el peor mejor amigo del mundo—Bufaste.

—Así me quieres—Fred se encogió de hombros totalmente orgulloso de hacerte enfadar.

En efecto, las cosas iban bastante bien entre ustedes. A pesar de todo, habían logrado una muy buena amistad entre ambos. Después de todo, la dinámica entre ustedes siempre había sido algo así como una amistad, y nada te hacía más feliz que poder seguir teniéndolo en tu vida.

De pronto. la campanilla de la tienda sonó dando a entender que alguien había entrado.

—¡Hey Weasley!—La voz de Draco se oyó desde la entrada de la tienda.—¿Me la devuelves?

—¡Y se acabó la diversión!—Bufó Fred divertido. Se le había hecho costumbre burlarse de Draco cuando iba a buscarte cada tarde.

—Ahora tu eres el aguafiestas—Te quejaste.—¿Quieres que le diga a Draco como eres de meloso con Angelina?—Susurraste.—Oh Angelina, estoy tan enamorado y quiero que tengamos muchos hijos—Dijiste imitando a Fred.

—Estaba borracho, no te burles—Dijo Fred entre dientes. En el fondo, no podía enojarse contigo.

—Habías bebido Veritaserum, no Whiskey—Corregiste divertida.—Nos vemos

Te apresuraste en recoger tus cosas y correr escaleras abajo hacia a Draco. El rubio sonrió cuando llegase hasta él y no tardó en abrazarte con fuerza.

—Hola tú—Saludó tocando la punta de tu nariz con la suya.

—Hola tú—Saludaste de regreso.

Para sorpresa de nadie, las cosas habían terminado así. Con Fred como tu fiel mejor amigo y Draco como tu novio. La decisión había costado mucho, pero te habías dado cuenta que Draco había logrado conquistarte y continuaba haciéndolo cada día.

—¡Cuídala rubio teñido!—Gritó Fred desde el balcón de la escalera.

—¿Algún día dejará de llamarme así?—preguntó Draco en voz baja.

—No lo creo—Dijiste riendo.

—Bien, vámonos—Avisó Draco.—Oh espera

Entonces, los brazos de Draco rodearon tu cintura pegándote más a él, y sus labios chocaron contra los tuyos en un beso que fue capaz de erizar tu piel por completo, tal y como lo hacía desde el primer día. Aún cuando te cortaba la respiración, seguiste el beso de vuelta. Draco era capaz de hacer que todo a tu alrededor desapareciese, con el tacto de sus manos en tu espalda y sus dientes atrapando tu labio inferior.

—Ya no necesitas marcar territorio frente a él, ¿Lo sabes no?—Preguntaste recuperando el aliento.

—Y no fue por eso—Negó Draco.—Simplemente seguí mi instinto e hice lo que realmente quería—Explicó.—Besarte

-hola¡! bueeeno decisión dificil pero esto es un libro de draco el final era obvio, pero no les niego que mientras escribía dudé de mi propia decisión jjjsjsj

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro