2 | MY DRAMA KING
MY DRAMA KING: donde Draco es realmente dramático cuando está enfermo.
Es temprano, y la nieve ya está abriéndose paso por los ventanales de Hogwarts. El invierno esta vez llegó más frío que nunca y los hechizos para calefaccionar parecen no ser suficientes. En un día normal, Draco ya te habría interceptado en tu camino al desayuno, regañándote por no ir lo suficientemente abrigada y obligándote a usar su sweater o su bufanda; incluso ambos. Pero esta vez no aparece.
Llegas hasta el Gran Comedor, y sus amigos están sentados tranquilamente, aunque Blaise parece temblar por el frío. Él es igual de terco, y también ha olvidado abrigarse. A diferencia que contigo, Draco no sería tan amable, y lo regañaría diciéndole lo idiota que es. Pero Blaise no está dispuesto a arruinar su apariencia con un par de ridículas bufandas.
—¿Dónde está Draco?—Preguntas al llegar.
—No tenemos idea, creímos que estaría contigo—Blaise se encoge de hombros desviando su mirada de ti. Su mandíbula tiembla, está entumiéndose de frío, y sus labios están casi morados. Es raro. Nadie más en la mesa parece tener tanto frío como él.
Sospechoso.
—No vino a buscarme hoy—Comentas y empiezas a sospechar que algo anda mal.—¿Le habrá pasado algo?
—T-tal vez sólo se durmió—Agrega Theo algo extraño y nervioso.. Parecen no querer mirarte, y unas pícaras sonrisas se esconden detrás de sus tazas de café.—Realmente no tenemos idea de que pudo pasarle
Si Theo, y yo soy muggle. Eres pésimo mintiendo.
—Iré a ver que sucede—Adviertes. Las clases comenzarán pronto, y es posible que no llegues a tiempo. Tu primera clase es con Slughorn, y necesitas una buena excusa si te ausentas.—¿Me cubren?
—A sus órdenes jefa—Theo asiente de inmediato. Los amigos de Draco se han convertido en amigos tuyo, cuidándote y respaldándote en cada momento.
Regresando a los pasillos del Castillo, vas camino a las Mazmorras. Los estudiantes van todos en dirección contraria a la tuya, pero no es difícil averiguar por qué te alejas de los salones de clase; Draco no está contigo y estás buscándolo. Mientras caminas, un montón de preguntas surgen en tu cabeza, y no encuentras respuesta a ninguna de ellas.
El ambiente se hace más frío, y es que el Lago Negro y el hielo que lo cubre provoca que las temperaturas bajen aún más. Slytherin está lleno de humedad, y una vez que llegas a la puerta, susurras esa conocida contraseña.
—Sangre pura—Y pronto, la gran puerta negra se abre, dejándote pasar a aquel vestíbulo de muros de mármol.
Tu visión se nubla un poco por la oscuridad del lugar, pero segundos después, llegas hasta el salón principal, donde en uno de los sofás está Pansy, recostada en una pomposa bata color verde. Su rostro está cubierto de lo que parece ser una mascarilla, y tratas de no reír al ver las dos rodajas de pepino sobre sus ojos.
—Por fin llegas—Dice apenas moviendo sus labios. Pansy es instintiva, y no necesita verte para saber que eres tú.
—¿Pansy?—No esperabas encontrártela, menos así, pero Pansy a veces puede llegar a ser muy ocurrente y prefieres ignorar lo divertida que se ve así.—¿Has visto a Draco?
—Se ha quejado toda la mañana, pero no deja que nadie entre allí—Dice apuntando hacia la escalera que lleva las habitaciones de los varones.
—Eso es extraño—Las palabras de Pansy son más que suficientes para impulsarte a caminar hacia allí, pero sus palabras cortan tu paso.
—Yo que tu no haría eso—Advierte la pelinegra.
—¿Por qué lo dices?—La miras confundida. Pronto, Pansy está quitándose las rodajas de pepino de los ojos, apoyándose en sus codos y mirándote mal.
—¿Alguna vez has visto a Draco enfermo?—Cuestiona.
—Eh, no lo creo—Haces un repertorio de recuerdos con Draco y en efecto, en el tiempo que llevan saliendo, nunca lo has visto enfermo.
Pansy suspira y suelta una risa, vuelve a recostarte y colocar los pepinos de nuevo.
—Bien, estás a punto de averiguar lo terrible que puede llegar a ser—Advierte.
—Seguramente exageras—Ríes y vuelves a retomar tu camino hacia las habitaciones de los varones.
—No digas que no te lo advertí—Dice acomodándose y colocando una pierna sobre la otra con total tranquilidad.—Estaré aquí por si me necesitas
—¿No irás a clases?—Cuestionas.
—t/n, creo que a estas alturas me conoces lo suficiente como para saber que no me interesa levantarme antes de las once—Contesta, y no es necesario para ti decir nada. Pansy es así, nada ni nadie puede lidiar con su personalidad y te alegra de haber podido conocer a ese lado de una de las chicas más temidas de Hogwarts.
Sin más que decir, subes los escalones y el silencio abunda por la torre; hasta que llegas al cuarto de Draco. De pie en su puerta, puedes oír unos cuantos quejidos provenir desde el interior de su cuarto. Giras el pomo de la muerta, pero no funciona.
—Alohomora—Susurras y pronto puedes entrar. —¿Draco?—Las luces están apagadas, ls cortinas cerradas. El olor a encierro abunda y te cuesta reconocer el cuerpo de Draco en su cama, que parece más como un bulto entre las sábanas.—¿Estás...?
—Muriendo—La voz de Draco corta tus palabras, y va seguido de más quejidos. Lo ves retorcerse.
—¿Qué dices?—Aún confundida por el aspecto del lugar, avanzas hasta él.—Lumos
Con ayuda de tu varita y la pequeña luz que surge de ella, logras ver finalmente el rostro de Draco entre las sábanas y su almohada. Mantiene sus ojos cerrados, y unos mechones descuidados de cabello caen por su frente sudorosa.
—Estoy muriendo—Vuelve a decir Draco casi gruñendo.—No te acerques, no quiero contagiarte
—Draco, necesitas un poco de luz y aire—Dices. Tu varita no es suficiente, y te estás perdiendo de un gran desorden que oculta Draco tras la oscuridad de su cuarto. Te acercas sin chistar hasta las ventanas, abriendo las cortinas de par en par. A pesar de lo nevado que está afuera, y el Lago Negro rodeando Slytherin, algo de luz logra entrar a la habitación de Draco.
—¡Cierra eso!—Exclama Draco cubriéndose por completo con su manta.—¡Mis ojos!
—Se llama luz solar, no exageres—Ríes y puedes entender la situación; todo el cuarto de Draco es un desastre. Notas su uniforme en el suelo, como si hubiese intentado ponérselo y haber fallado en el intento. Vasos de agua sin terminar y un montón de mantas cubriendo la cama.
—¿Exagerar?—Draco logra refregar sus ojos con sus manos y mirarte mal. Tiene ojeras, bastantes, y sus ojos rojos.—t/n probablemente estos sean mis últimos minutos de vida
Draco exagerando, nada nuevo.
—Draco Lucius Malfoy, déjame verte—Con cuidado, te sientas a tu lado preocupada. Su aspecto revela que quizá no se trata por completo de una exageración y realmente se siente mal.—¿Qué sientes?
—Frío, y a la vez calor—Comenta.—Me duele la cabeza, el cuerpo—La nariz de Draco se arruga mientras relata sus malestares y por dentro puedes jurar que es lo más tierno que has visto de él.—Mi garganta quema—Carraspea.—Estuve leyendo en unos libros y podría ser mortal
—O podría ser una simple gripe...—Comentas sonriéndole. Pasas la palma de tu mano por su frente. Está ardiendo, en efecto, tiene fiebre y pronto ves que su cuerpo se sobresalta en espasmos por los escalofríos.
—Estás subestimando mi dolor—Te dice, casi como un reclamo.
—Trato de tranquilizarte—Corriges.—Ven, necesitamos bajarte la fiebre
Entonces, lo ayudas a sentarse en la cama. Tiene al menos cinco capas de ropa sobre su pijama. Se ve débil y cansado, así que lo dejas todo en tus manos, comenzando la tarea de quitarle unas cuantas prendas.
—Estoy moribundo y tu quieres desnudarme—Bromea Draco mirándote con una débil sonrisa.
—No empieces—Adviertes.
En cosa de minutos, logras que Draco tenga sólo una delgada camiseta, lo recuestas y cubres sólo hasta la mitad del pecho. Su cabeza pronto empieza a sentirse menos caliente, y puedes ver un poco de alivio en su mirada.
—Veamos, ¿tienes alguna poción para el dolor de cabeza?—Preguntas pasando tu mirada por la habitación.
—No—Dice negando con la cabeza.
—Iré donde Pomfrey entonces—Avisas, pero Draco se apresura en tomar tu mano para detenerte.
—¡No!—Reclama y hace un puchero.—No me dejes
¿Cómo puedes negarte a esa cara que hace? Y es que Draco siempre te puede convencer.
—Bien, me quedaré un rato más—Dices regresando a la cama, sentándote a su lado. Pronto Draco recuesta su cabeza en tu regazo. Es como si los papeles se inviertieran por completo. Siempre es él quien te cuida, siempre es él quien te acoge. Esta es realmente la primera vez que ves a Draco vulnerable y necesitando tu cuidado, y a pesar de lo preocupada que estás por él, sientes tu estómago revolotear al verlo tan cómodo en tus piernas y recibiendo caricias en su cabello.
—Te vas a contagiar—Lamenta Draco al ver lo cerca que están uno del otro.
—Creo que podría soportarlo mejor que tu—Ríes.
Luego de un rato, la nieves empieza a caer, y no mucho después se convierte en nieve. Ya no se puede ver nada más que frío hielo por la ventana de Draco, pero él no siente frío, y contigo a su lado, puede ignorar bastante bien lo mal que se siente.
—¿Amor?—Murmura Draco con los ojos cerrados.
—¿Si?—Preguntas.
—Si muero no dejes que Theo y Blaise hablen en mi funeral—Pide Draco.—Esos dos saben demasiado
—Lo intentaré—Dices riendo, y es que aún en los peores momentos Draco puede bromear.
Entonces, los recuerdos de Blaise y Theo comportándose extraño esa mañana cobran sentido. Blaise también se veía algo mal, no tanto como Draco, pero era obvio que algo te ocultaban.
—¿Sabes? Me pregunto por qué te enfermaste—Cuestionas luego de un rato.
—Debe ser algún virus—Draco carraspea mientras acomoda su cuerpo y su cabeza en tu regazo.
—¿Tú crees?—Cuestionas, y le dedicas a Draco una mirada de regaño, ladeando tu cabeza y levantando una ceja.—Draco...
—Quizás, sólo quizás—Comienza a decir.—Los chicos y yo hicimos una apuesta y perdí, y tuve que nadar en el Lago Negro ayer en la madrugada—Dice algo avergonzado
—Draco—Regañas en tu tono de voz más firme.
—¡En mi defensa!...—Debate.—Blaise también perdió
—O ganas o empatas ¿No?—Cuestionas.
—Perdí con orgullo—Draco encoge sus hombros, y nota que hace un rato has detenido tus caricias en su cabello.—Dame amor, aún estoy muriendo
—Si, cómo no—Ríes.—Mi rey del drama
hola!¡ escribí este pequeño one shot en un día frío, así que les pregunto ¿qué prefieren, el invierno o el verano?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro