Ha pasado el tiempo.

¿Dos años? Creo que pronto serán tres.

Miro atrás y llegan borrosos recuerdos de lo que alguna vez fue mi primer amor.

Sigo amando las historias de romance, esas en las que las emociones más fuertes del protagonista son mostradas a causa de una sola persona, el amor triunfa y todos viven felices para siempre.

Me gusta pensar que ese pude haber sido yo, en algún momento, en algún lugar, con alguna persona.

A veces imagino que vuelvo a enamorarme, que vuelvo a conocer a alguien, una persona divertida con la que pueda compartir muchas experiencias, que vuelvo a confesar mis sentimientos y que todo resulta bien en esta ocasión. Pero es sinónimo de mentirme. Sé que nunca podré volver a sentir igual.

Todos hemos seguido con nuestras vidas, hemos crecido, hemos madurado, he perdido el contacto con la mayoría de los que llamé amigos y compañeros de clase, pero sé que siguen vivos y que han ido avanzando en sus propios caminos; han habido cambios, han habido problemas, hemos tenido que adaptarnos a diferentes situaciones, el tiempo ha pasado y nos ha llevado con él.

Pero no puedo olvidarlo.

Admitiré que fue difícil en el principio, por un momento sentí enojo, al minuto siguiente sentí tristeza, y tuve que lidiar con el reprocharme y el molestarme por un buen rato.

¿Qué fue lo que hice mal?
¿Debí haber hecho más?
¿Debí haber hecho menos?
"¿Qué tenía él, qué te dió él, qué hizo él que yo no hubiese podido haber hecho si me lo pedías?"
Esa clase de pensamientos inundaron mi mente, debatía todos los días conmigo mismo por haber sido tan poca cosa que ni siquiera mi esfuerzo y mis sentimientos más genuinos fueron suficientes para ganarme tu corazón.

E inmediatamente después de pasar esa etapa, comencé a culparlo.

Debió decirme desde un principio que yo no tenía posibilidad.
Debió bajarme de la nube antes de que llegara así de alto.
Debió decirme que estaba conociendo a alguien más.
Debió evitarme todas esas ilusiones.
Debió ser más cuidadoso en su forma de tratarme.
Pero pronto me dí cuenta de que estaba siendo muy egoísta.

El ser humano nace con un derecho absoluto a amar de forma libre, y no puedo culparlo por hacer uso de su derecho, él no me culpo a mí por hacerlo tampoco.

Veo al pasado, recuerdo lo que significó él para mí, y le agradezco, porque aunque las cosas no se dieron como yo hubiese esperado, me regaló muchos buenos ratos. He visto un par de fotografías suyas con su novio cuando por casualidad me encuentro con los perfiles de JeongIn o de Felix en redes sociales, se ve tan feliz, y eso es todo lo que necesito: que él esté feliz.

Decir que algún día lo olvidaré es mentira, el conjunto de sucesos que ocurrieron en ese tiempo será un recuerdo que llevaré siempre, y cada vez que recuerde mi primer mudanza, recordaré también que hubo alguien a quien amé.

No puedo odiarte, ni siquiera en el momento en el que me sentí más afectado, nunca pude odiarte, no pude obligar a mi corazón a sentirte como alguien malo.

A veces pienso, mucho tiempo, y me pregunto: si hubiese hecho más, ¿todo hubiera sido diferente? ¿Estaba mi primer amor destinado a ser así? Si me hubiese quedado más tiempo a tu lado, ¿algo habría cambiado?

Y mientras más lo pienso, más fuerte se hace mi convicción: no hay nada que yo pueda hacer para cambiarlo.

Si viajo al pasado, todo habría ocurrido exactamente igual.

No podría evitar enamorarme de ti, no podría evitar las noches sin dormir en las que mis inseguridades reinaban mis pensamientos y me hacían dudar de todas mis decisiones, no podría evitar creer que algún día corresponderías mis sentimientos, no podría evitar crear escenarios falsos en mi cabeza, no podría evitar sentirme tan atado a ti.

Así como tampoco podría evitar verte feliz a lado de alguien más.

No te culpo, MinHo, aunque alguna vez creí que debía hacerlo, no te culpo, entiendo que él te ofreció algo que yo no podía darte, y estoy bien con ello. De verdad me alegro de que estés viviendo bien.

No podría odiarte, no podría odiar a la persona a la que alguna vez amé con tanta fuerza; no podría obligarme a creer que eres horrible cuando muchas veces juré que eras hermoso; no podría obligar a mi corazón a despreciar a quien me regaló tanta felicidad.

El amor siempre es representado con colores: rojo para un amor pasional, rosa para un amor lleno de alegría, blanco para un amor puro, azul para un amor melancólico...

Y siempre es representado por dos personas que comparten ese sentimiento.

Pero, al final, el amor unilateral también es una forma de amor.

Aunque no tenga color.

Aunque sea solo una ilusión.

Gracias por llegar hasta aquí y por el apoyo a esta obra
Los quiero mucho<3