Llegar a la escuela después de haber pasado meses en encierro se sentía... Extraño.

Era como que, todos eran conocidos... Pero ocho meses separados los hacían sentir como completos extraños, la gente cambia y era claro que todos habían tenido alguna especie de cambio durante el tiempo que no se vieron.

Aún así, los más extrovertidos comenzaron son su labor, armando grupitos como si fueran colonias de hormigas, tenían esa habilidad especial de unir a la gente en las conversaciones más inmaduras y sinsentido que pudiesen existir; todo lo opuesto para la gente introvertida, que necesitaban recibir una invitación directa a unirse a la conversación o, de lo contrario, no lo harían.

En mi caso personal, no era mi gusto unirme a ninguno de ellos, mi tiempo era compartido con HyunJin, quién atraía la cantidad necesaria de gente a nuestro grupo, de manera que no lograba abrumarme ni aburrirme. Pero este día sería un poco diferente.

— Hyun, ¿podemos sentarnos allá? — señalé con la cabeza, a lo que HyunJin miró en esa dirección.

— Dios, Han, ¿en serio? — asentí — ¿Te sientes bien? Esto es muy fuera de ti.

— Todo lo que he hecho en los últimos tres meses es muy fuera de mí, según tú.

— Es que tengo razón, ¿cómo vas a pedirme que nos sentemos con el grupito de MinHo? Ni yo me hubiera atrevido a tanto.

— ¿Podemos o no podemos?

— Dios, sí, podemos, apúrate, nos van a ganar el lugar.

Por fortuna, no fue así, logré sentarme justo a lado de MinHo, HyunJin quedaba en el asiento al frente de mí, me lanzó una mirada que decía "no seas un raro y habla", así que eso fue lo que hice.

— Hola, MinHo.

— ¡Holap! Buenos días.

— Buenos días... ¿Qué tal tu fin de semana?

— Aburrido, iba a salir con Felix — señaló a un chico detrás suyo, uno de sus amigos —, pero dijo que no podía, y ya no hice nada, ¿qué tal el tuyo?

— Igual, lo único que hice fue alimentar a Bbama y jugar con HyunJin.

El último me miró extrañado, ups, creo que olvidé mencionarle que MinHo ya lo conocía por mis conversaciones con él.

— Ya, de haber sabido, te hubiera dicho de quedar para salir... ¡Ah, cierto! No te avisé, perdón, mi celular se descompuso.

— ¡¿Qué?!

— ¡Sí! Ahorita traigo uno que nada más funciona para llamadas, el mío se me cayó cuando lavaba trastes y se mojó, aparte, tenía la pantalla rota, así que se descompuso más rápido.

Él lo contaba con mucha alegría, como si fuera una anécdota cualquiera.

— Pero no te preocupes — esa fue la voz de Felix —, eso le pasa todo el tiempo, si no se cae él, se le cae el celular, son como almas sincronizadas que comparten desgracias.

MinHo se echó a reír por el comentario de Felix, junto con el otro chico que yo identificaba como JeongIn, amigo de ellos.

— Dios, ¿cómo piensan sobrevivir en esta carrera? — HyunJin se agregó en la conversación, gracias a Dios porque yo no sabía qué más comentar — A JiSung le pasa también, todo se le cae, y si no, se cae él, es el pan de cada día.

— ¿Te imaginas que vayan caminando y se les caiga la charola de medicamentos? — por fin conocía la voz de JeongIn, solo la había escuchado en las clases virtuales.

— No, espera, tengo una mejor, que se les caiga la mesa de instrumental en quirúrgico, ¿te imaginas?

— ¿Se supone que eres mi amigo, HyunJin?

Paso uno del plan: integrarme con los amigos de MinHo.
Estado: resultados exitosos.
Observaciones: sus amigos son graciosos y divertidos, y HyunJin también se lleva bien con ellos, así que es un buen progreso.

Estaba seguro de que me esperaba un semestre repleto de éxito y felicidad compartiendo clase con él, y nada ni nadie sería capaz de hacerme cambiar de opinión.