☪️:16'Negocios son negocios
"Luego de aquella segunda vorágine de curiosidad y placer, dónde los adolescentes SeokJin y TaeHyung se habían besado por primera vez, ambos se habían evitado un total de setenta y dos horas. No sé habían visto, ni llamado y se habían evitado en los pasillos de la escuela. Pocos habían notado que los mejores amigos del instituto estaban distanciados, aunque realmente no era así. Solo estaban demasiado avergonzados de enfrentar al otro primero.
Y es que pasar de jugar videojuegos con tu mejor amigo, a fregarte desesperadamente para liberar todo el deseo y confusión acumulado, hacía muy complicado verse a los ojos luego, especialmente porque TaeHyung le había pedido un beso y luego se había acobardado de nuevo. Hasta que un día, al salir del instituto, SeokJin como siempre, caminaba a casa sin apuro, solía hacer el recorrido con TaeHyung, pero este había cambiado el curso en esos días y había preferido tomar el autobús de vuelta a casa. Pero esa tarde, había decidido seguir a SeokJin en silencio, este no se había girado a verlo, pero sabía que TaeHyung estaba solo unos pasos detrás de él.
Cuando llegaba a la puerta de su casa, suspiraba, su estúpido corazón acelerado y giraba finalmente para ver a TaeHyung con un puchero dibujado, mirándolo con esos grandes ojos.
—Mi madre no está en casa, trabaja turno doble hoy —exclamaba.
TaeHyung parpadeaba—. Lo sé —respondía.
SeokJin abría su boca, suspiraba y se giraba para abrir su puerta y darle el paso a TaeHyung.
Era un silencio el que reinaba, uno muy incómodo mientras se quitaban sus zapatos, hasta que SeokJin ponía algo de música fuerte y se dirigía a su habitación seguido por TaeHyung. Cuando entraban hacían lo de costumbre, dejar sus mochilas en algún rincón del cuarto del castaño, encender la tv y consola para luego ver a qué jugarían por la siguientes horas.
—Eh... Retomamos el juego de la-... —SeokJin cerraba su boca—. ¿Sabes qué? tengo un nuevo juego que compré esta semana ¿Qué dices? —preguntaba, buscando por el mismo.
TaeHyung se sentaba en el suelo alfombrado para ponerse como indio y asentía. SeokJin le alcanzaba un joystick y se encargaba de pura y exclusivamente comentarle todo lo bueno que le habían mencionado sobre dicho juego, comprenetrado en llenar los silencios incómodos y TaeHyung solo asentía, hablando limitado y opinando poco y nada.
Hasta que el clima se sentía menos denso para respirar con más comodidad y ambos estaban muy concentrados en destrozar al otro. SeokJin había ganado cinco veces seguidas, TaeHyung había tenido una mala racha hasta que comenzaba a enojarse superficialmente y decidía concentrarse. Podría decirse que en ese instante habían conseguido volver a ser los mismos, hasta que se encontraban empatados, con cinco batallas ganadas cada uno y llegaba el duelo final, dónde TaeHyung había hecho trizas a SeokJin.
— ¡Aish! Empezaste perdiendo —decía histérico ante las risas de TaeHyung.
En otro momento lo hubiera tomado por el cuello para comenzar una pelea, pero no ese día, no en ese momento.
—Bebé llorón, dame las gracias que te dejé ilusionarte la primera ronda —decía entre risas.
Y SeokJin simplemente lo veía sonreír de esa forma rectangular tan hermosa y peculiar que tenía, que su ceño fruncido y su enojo, se disipaba, solo se quedaba viendolo con ojos soñadores que hacían a TaeHyung enrojecerse.
— ¿Tengo algo en la cara? —preguntaba con un puchero y voz tímida.
Aquella pregunta traía a SeokJin a la realidad.
—Umm, nop —respondía poniéndose de pie rápidamente, TaeHyung relamía sus labios, la tensión e incomodidad estaba volviendo—. ¿Tus padres saben que estás aquí?
TaeHyung se ponía de pie y asentía—. Les dije que me quedaría a dormir como cada viernes de por medio —respondía suavemente.
SeokJin no se lo esperaba, pero asentía—. ¿Pedimos comida? —preguntaba, saliendo de la vista del chico.
TaeHyung suspiraba y volvía a seguirlo—. ¿Tienes mi ropa de dormir para cambiarme? —preguntaba, intentando sonar casual.
SeokJin giraba para volver a su habitación y se detenía repentinamente cuando notaba que TaeHyung estaba más cerca de lo esperado, pero no se había movido ni un poco cuando casi chocaba con él.
—Oh, lo siento —exclamaba, por casi haberlo chocado.
TaeHyung no se movia, lo miraba a los ojos y podía sentir que el aire se volvía pesado para ambos— ¿Lo que hicimos la otra vez también lo sientes y te arrepientes? —preguntaba repentinamente.
Sus ojos negros y grandes eran asustadizos. SeokJin sabía cuándo TaeHyung tenía miedo o estaba inseguro de preguntar algo. Así lucía en ese momento mientras estaba seguro que había reunido todas sus fuerzas para hacer tal pregunta.
Relamiendo sus labios veía el exacto momento cuando TaeHyung bajaba la mirada hacia ellos y luego volvía a mirarlo a los ojos.
Debía de alejarse para tener un poco de espacio personal, pero sus pies no obedecían.
— ¿Por qué estás preguntando eso? —susurraba.
—Me evitaste
—No, tú me evitaste —señalaba el pecho de TaeHyung con su dedo índice haciendo que el otro chico mirara aquello, tomara su mano y para su sorpresa, entrelazara sus dedos mientras la bajaba y evitara que quedará entre medio de ambos.
SeokJin sentía su respiración un poco atascada ante la acción y lo cálida que era la mano de su mejor amigo y el chico en el cual había pensado todos esos días en los que habían estado evitándose.
— ¿Jinnie? —susurraba TaeHyung, llamando su atención.
— ¿Qué? —preguntaba, cuando sus ojos se conectaban notaba que TaeHyung mordía su belfo inferior, lo cual era una obvia acción que dejaba notar sus nervios.
TaeHyung no respondía a su "¿Qué?" Solo daba pequeños pasos y acercaba su rostro al de SeokJin. Lentamente, mirando los labios del castaño y sus ojos, intercalando entre ambas partes. SeokJin estaba petrificado, temeroso y ansioso. Cuando la nariz de TaeHyung rozaba la suya, tomaba el coraje de encontrar su voz y preguntar:
— ¿Qué pasará luego si te dejo besarme? ¿Me evitarás otra vez? —preguntaba SeokJin.
TaeHyung lo miraba, apretaba sus dedos entrelazados a los suyos y sutilmente se encogía de hombros.
— No te evitaré, pero no sé que más podrá suceder. Averigüemoslo juntos —respondía en un susurro.
Segundos más tardes, sus labios se apoyaban sobre los de SeokJin con timidez e inseguridad, apretaba sus ojos y el castaño aún lo estaba viendo. Su respiración se aceleraba y su pulso se iba por las nubes cuando decidía devolver el sutil y casto beso.
Su otra mano se elevaba hasta la mejilla de TaeHyung, acariciaba sutilmente y abría apenas sus labios y empujaba con su lengua. TaeHyung empuñaba con su mano libre parte de su ropa, abría sus labios y le permitía a SeokJin darle un verdadero beso.
Cuando le lengua de su amigo se inmiscuía, su cuerpo se estremecía, sus ojos se apretaban otro poco y su boca se abría, succionando la lengua ajena con ganas. SeokJin gemía cuando TaeHyung había hecho aquello, así que su mano en el rostro del chico, se iba a la parte posterior de la cabeza de este y enredaba sus dedos allí, giraba su cabeza y profundizaba el beso.
TaeHyung sentía sus piernas débiles, su estómago burbujeante y todo su cuerpo entrando en calor, así que se animaba a sacar su lengua y chocar a tiempo con la de SeokJin para luego comenzar a una danza dónde se saboreaban y tenía que sostenerse de los hombros de su amigo como era debido, porque estaba volando por un simple beso.
SeokJin lo guiaba contra la pared más cercana, apoyaba a TaeHyung allí y se adueñaba de su boca, mientras su cuerpo lo apretaba y TaeHyung se dejaba hacer, gimiendo sutilmente en sus labios, atrayendolo hacia su cuerpo dónde nuevamente se sentía estar ardiendo, duros y deseosos.
Cuando finalmente mordía el labio del chico para poder respirar, TaeHyung estaba agitado, parpadeando sorprendido y con labios rojos. Él estaba exactamente igual.
—Jin~... —susurraba con ojos abiertos.
— ¿No te gustó? —preguntaba este otro.
TaeHyung reía sorprendido y negaba, iba a ir por otro beso devorador, pero antes añadía—. ¿Quién fue el imbécil que dijo que eras malo besando?" —volvia a repetir.
El TaeHyung del pasado era muy diferente al TaeHyung del presente. Una persona completamente distinta de la que SeokJin se había enamorado y ahora no existía.
Pero justo después de hacerle esa pregunta directa a su copiloto, esos ojos asustadizos que solía tener muy a menudo en su adolescencia, estaban de nuevo. Pintados en sus orbes negras luego del famoso: "¿Qué mierda quieres de mí?"
No era la primera vez que SeokJin se lo preguntaba, ya lo había hecho antes en una de sus noches desde que TaeHyung decidió que jugar con él sería divertido. Pero ahora ni siquiera sabía cómo responder a aquello.
—Habla —pedía a TaeHyung, con su mano en su nuca, sosteniéndolo allí, cerca de su rostro.
Nuevamente, el hombre parecía ese adolescente que buscaba la manera de darle su primer beso. Mirando entre sus ojos y sus labios.
— ¿Qué te ha-...?
El teléfono de SeokJin sonaba y TaeHyung por poco y gritaba las gracias al viento por interrumpirle. SeokJin apretaba sus dientes, el teléfono sonaba, pero él no soltaba ni dejaba de mirar a TaeHyung.
— ¿No piensas responder? —susurraba con su voz grave. Tenía un nudo de los nervios en su garganta, pero esperaba que SeokJin no se diera cuenta.
—No, responde mi pregunta —le desafiaba el castaño, sus ojos eran intensos y sus dedos se apretaban en su cabello.
TaeHyung sentía que se le hacía agua a la boca de tenerlo tan cerca. Él había estado siendo una pequeña mierda juguetona desde que se había enterado que SeokJin tenía pareja, podría simplemente jugar un poco más ¿Cierto?
Pero el teléfono de SeokJin seguía sonando.
— ¡Joder! —exclamaba, soltando a TaeHyung repentinamente y dejándolo algo confundido, mareado y aterrorizado porque si SeokJin no lo soltaba él iba a estar a punto de hacer alguna locura—. Cariño, hey... —TaeHyung parpadeaba, claro, SeokJin había atendido el teléfono y seguramente Jungkook era quien llamaba.
Volviendo a su asiento resoplaba, tronaba su cuello e intentaba aplacar la erección dentro de sus pantalones, SeokJin había visto de soslayo aquella maniobra y mentiría si dijera que no le había dado una pequeña oleada de calor.
— ¿Tienes un momento para hablar de forma más amplia? —preguntaba SeokJin—. Hay algo que quiero proponerte —decía entre dientes.
Pero incluso SeokJin sabía que eso era mala idea. Solo no podía pensar claro en ese momento y todo lo que hacía era girar en dirección a TaeHyung y con un movimiento de su mano, le indicaba que saliera del auto.
TaeHyung miraba con sus ojos abiertos a SeokJin, quien le devolvía la vista algo enojado y apretando sus dientes. Iba a sacarle la lengua por un momento, pero su propio teléfono sonaba y Jimin era quien llamaba. Mostrándole el dedo medio, procedía a bajarse del auto.
—Hey, chico sexy —atendía con una voz seductora.
—Hey para ti también —respondía Jimin—. Oye, no sé si molesto o qué...
—Para nada ¿Qué sucede? —preguntaba, abriendo la puerta para entrar, quitarse sus zapatos y aterrizar en el sofá.
—Curiosidad, te fuiste corriendo esta mañana y se me dió por preguntar si estaba todo bien contigo, Jungkook me dijo que SeokJin tenia que ir a ver a sus padres así que relacioné a uno con el otro y me dió curiosidad —repetía honestamente.
TaeHyung reía y luego suspiraba—. Sí, eso... Verás, tenemos que hacer un viaje de negocios al viñedo Kim para cerrar un trato con potenciales clientes...
—Oh... ¿Cómo en un viaje juntos en modo esposos activados? —preguntaba el rubio.
TaeHyung reía—. Sip, exactamente así —suspiraba, luego se preguntaba si SeokJin le estaba diciendo a Jungkook lo mismo y si se animaría a invitarlo, bueno al diablo, él invitaría a Jimin—. Pero sabes que desde niño y adolescentes recuerdo que mi padre y el de SeokJin nos llevaban a nosotros y a veces a algún que otro amigo, no era nada raro... El viñedo Kim siempre estaba lleno de gente —mencionaba casualmente.
—Mmm... Nunca he ido a uno —mencionaba Jimin, distraídamente.
—Genial, porque tenemos el permiso de llevar un invitado especial, ya sabes con todo esto, mi padre y el de SeokJin se enteraron que él tenía una relación con tu amiguito y yo contigo.
La linea quedaba en silencio, hasta que Jimin hablaba segundos después.
— ¿Relación tú y yo? —preguntaba sorprendido.
—Detalles, no te alarmes... El tema es que podemos invitarlos como amigos y... Bueno, pasar un buen rato y pretender hasta cerrar el trato
— ¿Y cuando sería eso?
—En menos de dos días, pronto... ¿Podrás?
Jimin suspiraba—. Me encantaría...
—Genial, salva la fec-...
—Pero no puedo, Tae —suspiraba—. No es simple ausentarme en ninguno de mis dos trabajos. Lo siento, es muy apresurado, necesitaria más que "unos días" para poder ir.
TaeHyung suspiraba—. Mierda. Lo entiendo, está bien... Seguro tu amiguito irá y tendré que soportar al par de imbéciles enamorados —gruñía y por poco entre dientes.
—No lo sé —respondía Jimin—. Quizás Jungkook pueda darse el gusto. Ni idea... Y si no, tendré que soportarlo
—Oh, pobre bebé ¿Me detesta, cierto? Dile que no voy a robarme a su noviecito —se mofaba.
Jimin se quedaba en silencio—. No creo que te deteste, ustedes simplemente son diferentes y no llamé para hablar de mi amigo y su sana y sería relación amorosa.
"Sana y sería relación amorosa" TaeHyung sentía que Jimin le clavaba un puñal, que estupidez. Se sacudía la sensación y la puerta se abría y luego resonaba cuando SeokJin la soltaba sin cuidado. TaeHyung saltaba del susto y lo veía quitarse la chaqueta furioso, mientras se acercaba al mini bar que tenían en una orilla.
Cortesía e idea de TaeHyung.
—Aish, imbécil —murmuraba.
— ¿Por qué? ¿Qué hice? —preguntaba Jimin al otro lado.
—Tú no, bien si cambias de opinión házmelo saber, te diré el día en que nos vamos para que puedas reconsiderarlo —exclamaba, sentándose en el sofá como persona decente y viendo cómo SeokJin giraba, apoyaba un codo sobre la pequeña barra y lo miraba fijamente.
Una mirada aburrida y algo enojado, mierda... Al parecer, seguía furioso.
—Adiós, Tae.
—Adiós, cariño —exclamaba fuerte. SeokJin alzaba sus cejas incrédulo—. ¿Qué? No eres el único con una relación aquí.
Luego de eso, el castaño reía secamente.
—Sí, como digas. Felicitaciones, te doy un mes
— ¡Eso no es nada! —acusaba, llegando a dónde estaba SeokJin y sirviéndose algo para él.
—Tratándose de ti, un mes es mucho tiempo. No deberías ofenderte —soltaba sin gracia.
TaeHyung tomaba su trago e iba a ignorar su actitud hostil, pero su curiosidad era más fuerte.
— ¿Qué pasa contigo todo malhumorado?
SeokJin suspiraba, bebía otro trago y lo miraba—. ¿Te importa?
—Tengo curiosidad —se encogía de hombros.
SeokJin suspiraba—. Jungkoo-..
—Aish, se me fue la curiosidad —soltaba, ondeando su mano y volviendo al sofá.
—Eres tan infantil —acusaba SeokJin,. siguiéndolo y tomando asiento en la otra punta.
—Bueno ya... A ver, dime. Aunque seguro y te dijo que "no", como Jimin lo hizo conmigo —añadía.
SeokJin abría sus ojos y su boca, luego suspiraba y sus hombros caían un poco.
—No me digas que Jimin tampoco vendrá —mencionaba, fregando sus ojos.
Por alguna razón, el corazón de TaeHyung se aceleraba y necesitaba aclarar su garganta y sentarse más derecho.
—No puede, con dos trabajos se le complica —mencionaba con tono indiferente. SeokJin suspiraba fuertemente y TaeHyung se hacía pequeño—. Ve tú, dí que me enferme y haz el trato.
SeokJin giraba su cabeza—. Qué raro tú lavandote las manos del verdadero trabajo
—Imbécil, no lo dije con esa intención. No quieres estar conmigo en el viñedo Kim, te libro de mí ¿O acaso quieres que vaya yo haga un desastre? Siempre fuiste el más "hombre de negocios" de los dos —se encogía de hombros.
SeokJin entrecerraba sus ojos y negaba—. Lo haría, pero nos quieren a ambos allí y lo sabes, así que haz tu obra de caridad en otra ocasión porque no iré solo a comerme una maldito fin de semana con una pareja que debe jodidamente odiarnos y eres el que peor fama tiene de los dos
—Ay, angelito —TaeHyung se reía negando—. Ya, que va... Si tanto me quieres contigo, entonces iré —mencionaba con voz melodiosa y coqueta, echando la parte superior de su cuerpo en el sofá y apoyando sus codos allí y sobre sus manos, su bonito rostro angelical.
— ¿Estás haciéndome ojitos? —preguntaba SeokJin mirándolo atentamente y frunciendo su ceño con la confusión pintada en su rostro.
TaeHyung sonreía y batía sus pestañas—. Admite que te gustan mis ojos...
SeokJin rodaba los suyos—. Solo quieres que vuelva a llamarte "pestañas" —soltaba suspirando, luego su teléfono sonaba y el de TaeHyung también.
Ambos se miraban al mismo tiempo—. ¿Lo señores Kim? —cuestionaba el azabache.
—Seguramente —mencionaba SeokJin, tomando su teléfono y revisándolo—. ¿Recibiste lo mismo?
TaeHyung se enderezaba y chasqueaba su lengua—. ¿Tenemos que salir en menos de setenta y dos horas? Es una locura
—Supongo que el negocio no puede esperar y se tomaron la molestia de reservarnos un vuelo —suspiraba nuevamente.
El auto de SeokJin estaba con el tanque lleno, su bolso en el baúl y TaeHyung todavía no salía de la maldita casa.
— ¡TaeHyung! —llamaba finalmente.
—Ya, ya estoy aquí —el chico salía con una valija con ruedas y otro bolso colgado de su hombro.
— Solo son dos días, tres como mucho —se quejaba al verlo.
—Sí ¿Y? —preguntaba alzando sus cejas.
SeokJin rodaba sus ojos, no tenía ganas de discutir antes de tiempo—. Vamos, guarda todo eso, Jungkook irá por mi auto al aeropuerto luego.
— ¿Ah sí? ¿Tanto comparten? —se mofaba el otro mientras se sentaba en el copiloto.
—No es de tu incumbencia
—Confiarle tu auto es algo importante, seguro lo utilizará con Jimin —mencionaba con tono de voz peculiar.
SeokJin lo miraba mientras arrancaba—. ¿Por qué lo dices de esa forma?
— ¿Cómo? —fingía inocencia.
SeokJin entrecerraba sus ojos y lo ignoraba. Básicamente así había sido hasta que subieron a su respectiva avión. Ignorar a TaeHyung con su lengua filosa era lo más sabio si quería permanecer calmado.
—Primera clase para un vuelo rápido, los viejos se lucieron —mencionaba TaeHyung, ya acomodado en su asiento.
—Quieren que hagamos bien esto, solo es su forma de manipularnos
—Pues que me manipulen con lujos las veces que sea necesarioy haré lo que me pidan —mencionaba sonriente.
SeokJin lo miraba—. ¿Y que crees que han estado haciendo? Hola, estás casado conmigo —mencionaba.
TaeHyung abría su boca y ojos de forma que se veía adorablemente confundido y SeokJin sonreía genuinamente.
Cuando bajaban del avión, un auto los esperaba, ya conocían al chófer de años empleado de sus padres. Les había dado una sonrisa fraternal mientras se acomodaban en la parte trasera del vehículo.
—Señor Jang —saludaba TaeHyung sonriente—. Está viejo
—Señor Jang, disculpe a TaeHyung. Se ve bien para su edad y para seguir siendo empleado de nuestros padres.
El hombre reía—. Ustedes se ven muy bien, supongo que el matrimonio les sienta perfecto el amor siempre hace relucir a la gente —hablaba el hombre.
Y ¡oh mierda! claro. Ningún empleado en el viñedo sabía que su matrimonio era falso. Jodidamente genial.
—Este loco testarudo se ve bien gracias a mí —mencionaba TaeHyung, tomando el brazo de SeokJin, entrelazando el suyo y acercándolo a él—. Siempre vive con esa cara de ogro —exclamaba divertido.
SeokJin fingía una sonrisa mientras TaeHyung lo acercaba y el chófer Jang, sonreía, arrancando finalmente el auto y poniendo una suave música.
—No aproveches a sacarme de mis casillas solo porque nadie en el viñedo sabe que nuestro matrimonio es falso —susurraba SeokJin al oído de TaeHyung.
Este se estremecía, solo un poco, cerrando sus ojos involuntariamente.
Luego relamía sus labios y lo miraba, acercándose lo suficientemente para rozar sus labios a los de SeokJin—. Hay que pretender, amor. Empecemos desde ahora... —luego dejaba un casto beso en la comisura de sus labios, una sonrisa diabolicamente sensual se dibujaba en su rostro—. Va a ser muy divertido.
SeokJin lo miraba fijamente, soltaba el aire por sus fosas nasales y apretaba sus dientes.
—Deberías mantener la distancia —susurraba—. Pareciera ser que lo estás disfrutando.
TaeHyung alzaba sus cejas, sonreía de forma altiva y acomodaba la cabeza en su hombro. Todo el cuerpo de SeokJin se tansaba ante eso.
—Realmente se ven muy bien juntos, chicos —mencionaba el chófer Jang, otra vez.
Suerte para SeokJin, TaeHyung se había vuelto tan charlatán con el viejo Jang que había obtenido información de quienes estaban trabajando en el viñedo y en la casa principal. Suficiente gente para tener que pretender y andar con cuidado por cada maldito rincón.
Cuando bajaban, eran muy bien recibidos por las personas que mantenían el viñedo andando y la gran casa familiar limpia y presentable. Las personas no andaban mucho dentro de la misma luego de dejarla decente como siempre. La ama de llaves principal Hyo-Ri, les había dado un pequeño tour, sonriente y también muy maternal.
Todos los conocían desde niños.
—Es realmente muy lindo verlos de nuevo, muchachos —mencionaba la mujer—. La habitación principal para sus invitados, ya está preparada, está en el ala sur y también ya preparamos su habitación —exclamaba alzando sus cejas.
SeokJin miraba a TaeHyung—. ¿Nuestra habitación?
—Sí, habitación matrimonial, vengan. Quedó preciosa, espero les guste —exclamaba, llevándolos a la misma.
Ciertamente no era la habitación de ninguno de lo dos, cada uno tenía la suya cuando eran más chicos y ambas familias iban juntas.
—No tendrían que haber organizado una nueva habitación, señora Hyo-Ri, podríamos haber usado las nuestras —exclamaba SeokJin.
Luego de eso, llegaban a una nueva habitación que en su niñez estaba vacía, pero ahora era una hermosa habitación matrimonial preparada pura y exclusivamente para ellos.
—Oh, woah... —soltaba TaeHyung—. Esa cama es inmensa —pasaba saliva viendo la misma—. No hay forma que me mueva de aquí —mencionaba mirando a SeokJin.
El castaño entrecerraba sus ojos y apretaba sus dientes, claramente sería él quien se iría de la habitación y dormiría en la vieja que le pertenecía en su adolescencia.
—Me alegro que les haya gustado, los dejaremos descansar. Tienen la despensa y heladera llenas, sus invitados llegan mañana por la mañana —mencionaba la mujer, saliendo de la habitación—. Ya no queda nadie más aquí, así que pueden estar tranquilos y saben dónde buscarme si necesitan algo. Adiós y felicitaciones por su matrimonio, se ven muy bien juntos —sonreia tímidamente y luego se iba, cerrando la puerta tras ella.
TaeHyung reía y se arrojaba sin elegancia sobre la cama—. ¡Ah, dios! Esto es genial, quiero una así para la casa —exclamaba, moviéndose sobre el colchón y los coberto9.
Ese día llevaba un pantalón de tela de vestir, color beige que le hacía verse muy bien y su culo se lucía en todo su esplendor. El movimiento de su cuerpo frotándose a la cama, hacía que los ojos de SeokJin se distrajeran solo un poco en dirección a su trasero, pero el sonido de su teléfono lo distraía.
En el identificador, Jungkook aparecía—. Hey, cariño —atendía, TaeHyung rodaba los ojos.
—Ya tengo tu auto, vine por él apenas terminaron mis clases
—Dime lo que se te cobró en el estacionamiento, te haré una transferencia
—No, déjalo así. Ya me dejaste tu auto para libre uso y con tanque lleno, puedo pagar el estacionamiento —mencionaba, luego suspiraba—. ¿Y ya están allí?
—Sí —respondía, viendo cómo TaeHyung se giraba sobre la cama y lo miraba con un deje de burla, como si estuviera llorando porque su novio estaba lejos.
— ¿Dormirán juntos? Mencionaste en tu texto que nadie sabe allí que su matrimonio es falso —la voz de Jungkook era apagada—. Me hubiera gustado ir contigo.
SeokJin suspiraba—. Tenemos una habitación matrimonial que nos hicieron, pero no dormiré aquí —mencionaba tanto para Jungkook como para TaeHyung, tomando su bolso que había sido dejado allí por un empleado y antes de salir añadía—. Dormiré en mi vieja habitación —luego salía, dejando a TaeHyung algo malhumorado y a Jungkook más relajado—. Y también me gustaría tenerte aquí —susupiraba—. El viñedo Kim es hermoso
—Creí que lo detestabas
—Nah —SeokJin caminaba por los pasillos buscando su vieja habitación hasta que la veía—. Solo no me gustar estar aquí obligado y más encima tener que fingir el doble, pero el lugar es genial. Te hubiese gustado
—Sí, todo me gusta contigo —mencionaba Jungkook, luego suspiraba—. Estoy llegando a la casa de una compañera, un trabajo grupal que debemos entregar en unos días. Te llamaré luego ¿Sí?
SeokJin se paraba frente a la puerta de su habitación y suspiraba—. Seguro. Tranquilo, yo acabo de llegar a mi habitación de mi adolescencia solo para recordar que estoy viejo y debo llevar a cabo el cierre de un trato importante.
Jungkook reía—. No eres, ni estás viejo. Eres jodidamente caliente y precioso
—Gracias —susurraba sensual, poniendo la mano en el pomo de la habitación—. Cuídate
—Y tú igual, especialmente de TaeHyung y sus maldades
—No te preocupes, ambos queremos salir de esto cuanto antes
—De acuerdo, te-... Llamaré antes de ir a dormir ¿De acuerdo?
—Por favor —pedía SeokJin, luego de eso el llamado finalizaba y suspirando abría la puerta.
O al menos esa era la intención, porque la puerta no se abría.
—No, no, no —volvía a intentar abrirla y de repente golpeaba su frente. Las habitaciones permanecían cerradas luego de la limpieza—. Mierda —y no se vería nada bien que pidiera la llave de su antigüo cuarto.
Insultando al universo y a su padre, tomaba su bolso y volvía a duras penas a la habitación matrimonial. Cuando entraba, TaeHyung estaba usando solo un bóxer, echado sobre la cama y jugando con su teléfono, el mismo que dejaba a un lado cuando notaba que SeokJin había vuelto a la habitación.
El castaño vagaba sus ojos rápidamente por el cuerpo casi desnudo del azabache y luego volvía a su rostro.
— ¿Por qué volviste? —preguntaba este.
—Mi habitación está cerrada, como todas las habitaciones principales —respondía.
TaeHyung dibujaba una sonrisa nuevamente, diabólica y sensual mientras se ponía de pie y caminaba a SeokJin de forma lenta y provocativa. El castaño suspiraba, alejaba sus ojos del cuerpo semi desnudo de TaeHyung y miraba hacia otro lado, cuando el azabache llegaba frente a él, sus manos se posicionaban en su pecho, llamando su atención a estás y luego alzando la vista a los ojos brillosos y juguetones de TaeHyung.
— ¿Qué haces? —preguntaba susurrando.
TaeHyung reía ladino—. Vas a tener que dormir conmigo, angelito cretino —mencionaba sensual.
SeokJin largaba el aire retenido por su nariz, TaeHyung no solo se veía jodidamente bien, sino que olía delicioso, necesitaba concentrarse.
— ¿Por qué siquiera te ríes? Deberías aborrecer la idea de estar conmigo en una misma habitación y una misma cama —mencionaba SeokJin.
—Oh, no. Creo que va a ser super divertido —respondía, subiendo una de sus manos al rostro de SeokJin para acariciar su mejilla mientras sus ojos miraban sus labios.
—Deja de hablar con ese tono de voz, es ridículo —mencionaba SeokJin, intentando sonar relajado.
Le estaba costando demasiado, el calor que emanaba del cuerpo de TaeHyung era muy fuerte. Se sentía sofocado.
— ¿Qué tiene mi voz? —cuestionaba con ese típico tono de voz inocente y angelical, con un toque de seducción—. ¿Acaso mi voz o yo te provocamos algo? —cuestionaba, enrcando una ceja y sintiéndose en su salsa.
Molestar a SeokJin se estaba volviendo su juego favorito, no podía evitarlo. Le gustaba sacarlo de sus casillas, no pueden culparlo, era inevitable.
—Creo que... —SeokJin tomaba por sopresa a TaeHyung y los giraba repentinamente, dejándolo acorralado entre su cuerpo y la puerta—. Soy yo el que te provoca algo a ti —mencionaba cerca de su rostro y luego bajaba la mirada haciendo alusión a lo duro que TaeHyung se había puesto apenas se había acercado a él—. Te pusiste duro de inmediato ¿Vas a negarlo siquiera?
Hola, hola. Perdón perdón... Sé que tardo mucho en actualizar pero sepan que no he desistido.
Pidieron otro capítulo más y se los dejo, sí, ya sé, también quedó picante 😅🥲
Con amor niñita NanyKoo 💜
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