La noche no es menos maravillosa que el día,
no es menos divina;
en la noche las estrellas
brillan, y hay revelaciones
en el cielo que el día ignora.
Nikolaj Berdjaev

Disclaimer: Los personajes de KHR son propiedad de Akira Amano.

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Han pasado ya 5 años y 11 meses desde que llegó a este mundo un pequeño y hermoso castaño, su vida no ha sido fácil, pues aunque aún no supieran a que genero pertenecía, la familia Sawada lo trataban como si fuese un sirviente, además de que solían golpearlo de manera cruel.
Sin embargo el pequeño quería a su familia, no replicaba, ni cuestionaba el trato que le daban, trataba de ser fuerte pues notaba que su hermano era así y lo alababan, él quería eso, así que procuraba ser fuerte y menos torpe (suele tropezar con el aire).

Bueno intentaba serlo hasta que el día temido llegó: 14 de Octubre de XXXX. Cumpleaños número 6 de Tsunayoshi. Día en el que sabrían el género del pequeño.

Nana tomó al pequeño Tsuna y partieron al hospital para saber y aunque sospechaba que sería omega, guardaba las esperanzas de alfa, pero cuando llegaron al hospital y terminaron los análisis la peor noticia que esperaba se confirmó.

Tsunayoshi Sawada. Era un Omega. Un omega puro.

Antes de escuchar algo más tomo con fuerza el brazo de Tsuna y casi corrió hasta la casa, una vez dentro lo empujó ocasionando el pequeño se estrellara en el piso.

- ¿mami, que pasa? ¿Estoy mal? -

- ¡callate! Maldita sea, ¿como le haremos?, nuestra familia es de alfas puros -

- Cariño, ¿que sucede? -

- Sucede que el maldito es un Omega, un maldito Omega, ¿que haremos?, seremos el hazme reír Iemitsu -

- nadie se reirá Nana, ¡tengo un plan! Diremos que es un sirviente, no tendrá apellido, ocultaremos el hecho de que sea nuestro hijo, para todos solo existe Yoshimitsu -

- esta bien amor, ¿pero no se dará cuenta tu jefe?. Ya sabes pueden descubrir que es nuestro hijo si termina siendo candidato a heredero -

- Nana, cariño, no te preocupes, es un estúpido Omega, dudo si quiera tenga llamas de voluntad -

Después de aquella conversación el pequeño se dio a conocer como un sirviente de la familia Sawada, más específico como el mayordomo del heredó Yoshimitsu, el cuál lo insultaba cada que podía

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- ¡Dame-Tsuna apresurate con mi desayuno, estas tardando! -

El pequeño castaño traía en sus manos una bandeja enorme donde traía unas tostadas, huevo, jugo y el postre favorito de su amo Yoshimitsu: trufas de coco, sin embargo al escuchar el grito y sentir el aura molesta del anterior mencionado, el pequeño se puso nervioso y justo cuando estaba cerca de la cama, pasó lo que trataba de evitar.

Tropezo con el aire.
Y el hermoso y delicioso desayuno terminó encima del peli rubio.

- ¡si será un Dame! Eres un estúpido, ¡tirarme mi desayuno encima! ¿Como puedes ser tan torpe? Estúpido Omega -

- yo... Yo... Perdón oni-sama -

- ¿oni? Jajaja no me hagas reír estúpido dame, Soy tu amo o mitsu-sama, ¡jamas! Jamas serás mi hermano, eres un omega, solo sirves para servirnos -

Tsuna al escuchar dichas palabras bajo la cabeza conteniendo las lágrimas, no era la primera vez que escuchaba esas palabras sin embargo era la primera vez que se las decían mientras le golpeaban.
Yoshimitsu después de golpearlo en el estómago y darle una cachetada por su insolencia (según él) se levantó y se fue a su baño para arreglarse, desayunaria con sus padres en vista de lo sucedido.

Y ese solo fue el comienzo de las penas del pequeño castaño...

Ahora con 7 años la vida del castaño a empeorado, los golpes han aumentado y la tortura psicológica también, es sorprendente como el castaño habia aguantado todo, claro hasta este día.

El celo de Yoshimitsu se presentó y para desgracia del pequeño el fue tomado, su aroma en ese momento le pareció a su querido hermano delicioso y sin pensar realmente en las consecuencias, Yoshimitsu lo sometió, el pequeño estaba asustado, no le agradaban las caricias que sentía ni los besos tan demandantes que su hermano le daba.

Y justo cuando estaba por entrar en el pequeño, la puerta se abre y la enfermera que entró lo noqueo, los padres del peli rubio habían solicitado un beta para el celo de su hijo (ya que no querían se manchara si tocaba a un omega) y justo en ese momento la enfermera traía a la joven para el alfa, pero cuando abrió la puerta y observó que su pequeño castaño estaba ahí, siendo sometido no lo pensó y lastimo al alfa, metió rápido a la beta y sacó al castaño de ahí, este lloraba amargamente por lo sucedido, no podía creer que su hermano hiciera aquello, una vez calmado noto que Lily estaba ahí.

La beta sonreía aunque en su mirada se notaba la preocupación, una vez noto que el pequeño se calmaba, lo examinó, se alegro no pasará nada grave al menos de manera física, en ese momento al ver la cara y ojos del menor quiso llevárselo, alejarlo de ahí pero no siempre las cosas pueden ser como uno desea, pues cuando estaba por decirle a Tsuna que huyera con ella, Iemitsu entró a aquella pequeña habitación y con la voz de mando ordenó a la enfermera Lily retirarse, quien sin poder negarse se fue.

Tsuna al verla irse supo que algo malo pasaría y no se equivoco pues Iemitsu al verse solo comenzó a golpear con un látigo al pequeño castaño, según el rubio ese era el castigo que merecía por insinuarse a un alfa, una vez satisfecho y notando toda la sangre en el pequeño lo dejó encerrado en su habitación.

Ya solo, el pequeño Tsuna lloro, lloro como nunca, se levantó y aún con el dolor que tenía, se acomodo para abrazarse a sus rodillas, una vez paro su llanto se dispuso a tratar de curarse como le había enseñado Lily (y aunque debido a eso le prohibían ir seguido al hospital, se alegraba de saber hacerlo).

Una vez se curo, tomó su pequeña mochila y metió un poco de ropa, comida, vendas, alcohol, algodón y dos peluches.
Iba a huir, no quería seguir ahí, y la sensación en la que había aprendido a confiar le decía que si se quedaba algo pasaría, así que mejor huir, sabía que Iemitsu lo había encerrado pero bajo su cama había una puerta que conducía a un túnel el cual te guiaba afuera de la mansión, daba gracias a quien construyó dicho lugar pues así podría irse sin ser visto.

Una vez libre, el pequeño decidió irse por los callejones a sabienda de que nadie lo buscaría ahí, sin embargo sin darse cuenta por la felicidad que tenía, dio vuelta en un callejón mucho más oscuro que los anteriores, para cuando lo noto fue tarde, estaba rodeado de varios hombres y algunas mujeres alfa, el pequeño asustado corrió, su sensación se lo indicaba, si se quedaba ahí algo peor a lo que su hermano le había hecho pasaría.

Pero al ser pequeño y un poco torpe los hombres lo alcanzaron y lo aventaron al suelo.

- Vaya, vaya, pero si es un Omega, y huele demasiado bien, pagaran perfecto por este, debemos ver que tanto sabe o si necesita entrenamiento - comentó uno de ellos mientras olfateaba al pequeño

Tsuna tembló aún más, los aromas que percibía eran horribles y sofocantes, algo en el le pedía salir, atacar, demostrar que podía contra esos seres, sin embargo en su mente las palabras dichas por su familia se incrustaban en él, haciendo que su sangre se calmara y temblara más de miedo.

Los hombres al notar la reacción del pequeño sonrieron y dos se acercaron más, uno lo tomó del cabello y el otro dio una lamida al rostro saboreando las lágrimas del pequeño.

- Dulces, interesente ~~~ - comentó el alfa viendo a los demás

Estos, ante la declaración sonrieron y comenzaron a acercarse, cuando entonces una Niebla comenzó a cubrir al pequeño junto a llamas oscuras.

- Dejen a ese pequeño, si no quieren ser torturados - una voz neutral se escucho

- Estoy de acuerdo, si no quieren conocer el verdadero terror o terminar encerrados en vindicare, será mejor que dejen a ese pequeño - otra voz esta vez gruesa, que parecía contenerse se escucho

Los hombres que estaban agarrando al chico se encontraban ahora con los demás, los cuales aunque lo negaran estaban asustados, y es entonces cuando los vieron.

Un hombre con máscara de metal, de cabello rubio claro y un traje raro, estaba flotando en el aire, y aunque no lo veían estaban seguros sonreía de manera tétrica, bajo este, se encuentra otro hombre, este aparenta tener unos 20 años, tiene cabello caoba, un traje azul marino con plumas y ojos color café oscuro, este se encontraba con su puño en alto rodeado de llamas oscuras y sonreía sadicamente.

Los harían pagar.

Nadie se metía con el pequeño castaño. Nadie.

Pues él era el cielo que juraron resguardar...

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Otro capitulo, espero les guste :3

Con cariño Adrià 💜

Ja ne