Por mucho que buscaran no encontrarían nada y eso era una realidad que les dejaba intranquilos a todos. A estas alturas querían saber qué estaba ocurriendo, pero las respuestas incompletas siempre aparecían y eso le desesperaba.

Aun con todo lo malo, podían decir que lo único que les aliviaba era que Christel hubiera recuperado la consciencia, admitiendo todo lo que había podido recordar. Y no eran precisamente palabras que les aliviaran.

—Oyschen no estaba sola —confirmó Christel a duras penas—. Algo o alguien estaba a su lado. Era muy fuerte, si quiera me dio tiempo a ver que ataque me hizo.

—Es superior a una Deidad Sistemaria —susurró URchevole, provocando que su hermano y Kemi la miraran—. Es de categoría galaxial.

—Lo que me faltaba —susurró Aspaura, intentando no entrar en pánico—. Entonces llamamos su atención.

—Sí, y me temo que fue por culpa de Pittura —murmuró Urchevole.

Kemi arqueó un poco la ceja.

—¿Tanto llama la atención esa niña?

Urchevole afirmó sin decir mucho más para luego mirar a Christel.

—Tu petición de retirar tus poderes será complicada, Christel —informó Urchevole, pero intentaremos hacer todo lo posible.

—Entonces quiero permanecer aquí encerrada hasta que se encuentre la forma —pidió Christel.

—Eso no...

—Pido solamente eso —insistió Christel.

Darle esa petición era complicada para ellos. Christeld después de todo no había hecho nada malo, pero ella misma se culpaba de todo por actuar sin tener la prudencia y el cuidado.

Al final aceptaron, pero sabían que no la dejarían tanto tiempo sola, más cuando Urchevole pensaba en intuirla según había aprendido de su diosa Sensibilidad.

Ahora mismo, Urchevole estaba en silencio sentada en una de las sillas del comedor con el bastón del tiempo en sus manos. Hacía mucho tiempo que este no le había enseñado nada en especial. Sabía que el Tiempo era un poder con propia consciencia, que le diría algo si a este le interesaba. Si ella se lo pedía, no haría caso.

—Irremediable, supongo...

Se levantó de la silla para tomar el té de siempre, esperando a que su hermano volviera para saber la situación actual ahí fuera. Con el té listo, dejó el bastón a un lado para empezar a beber, pero nada más hacerlo, el reloj dejaría el sonido de una campana resonando en sus oídos, dejándola ciega por unos segundos.

El miedo la inundó por completo, soltando la taza de golpe mientras intentaba girarse en busca de aquellas voces que no conocía pidiendo ayuda, gritando con rabia y dolor mientras luchaban contra algo que desconocía. Esas voces siguieron sonando hasta que pudo identificar tres de ellas, entre ellas la suya.

—¿Qué me estas...?

Pero entre todas ellas, una destacaba sobre las demás. Una joven que no podría tener más de diecisiete años con una guadaña en sus manos. A sus espaldas, aparte de unas grandiosas alas, había un gran reloj que destrozaba lo que parecía ser la realidad que había creado.

El reloj que veía a las espaldas de la joven, marcaba una hora. Las tres.

La visión desapareció de golpe, iba a caer de espaldas contra el suelo, pero su hermano la agarró a tiempo, viendo la desesperación en sus ojos.

—¿Qué has visto? —le preguntó Aspaura.

Urchevole solamente pudo pronunció lo que sabía que iba a ocurrir, pero no cuándo ni cómo:

—La nueva heredera del tiempo.

Te encuentras en el conjunto de libros de la Galaxia O. En este, código del Caos se encuentra en la Saga "El último Sistema".

Si te interesa saber otras sagas que tengo que se relacionan con la Galaxia O, te presento los siguientes:

I - Las pruebas de la Muerte [Libro Independiente]

II - Saga de la Galaxia Olvidada - Sentimiento y Frialdad.

III - Saga de el último Sistema - Código del Caos. Condena Repetida y Adiós Steinfall.

IV - Subcódigo alternativo [Libro Independiente]

V - Saga de Juntos o Muertos - Juntos o Muertos. Regresemos como Héroes. El último Reset.

¡Nos vemos en otra historia!