22🖍
Misel frunció los labios cuando Yulián entró y se sentó frente a él, tres hombres se quedaron cerca mientras él intentaba averiguar que pasaba, no tuvo otra alternativa que llamarlo, Yulián podría encontrarlo.
—¿Qué pasó?
—Damon desapareció, vino a ayudarme y terminó en la misma situación que Mikel.
—Dejaron esto atrás —dijo uno de los hombres colocando la pistola y el teléfono sobre la mesilla, Yulián lo encendió dejando ver el fondo de pantalla, era una foto suya y de Mikel, el día que terminaron durmiendo abrazados.
—¿Ves eso? No es sólo tu hijo en el fondo de pantalla.
—¿Es eso importante ahora? —preguntó sin entender sus palabras, Yulián suspiró.
—Secuestraron al cachorro y también a Damon, teniendo eso en cuenta digamos que el objetivo es Damon.
—¿Y quién quiere hacerle daño a Damon? —Yulián arqueó una ceja.
—En nuestro sector de trabajo serían muchos, sin embargo, no creo que sean ellos, nadie me ha llamado pidiendo nada a cambio, aunque podrían pedir dinero por ambos.
Yulián miró a uno de sus guardaespaldas.
—¿Quién estuvo más cerca de Damon últimamente? —uno de los hombres se acercó.
—Yo, Damon estuvo peleando mucho con un Alfa pelirrojo, pero no sé si tiene algo que ver con este problema.
Misel arqueó una ceja.
—Hace un mes no veo a Damon.
—No creo que seas el único pelirrojo en la ciudad —dijo Yulián mirándolo, Misel se cubrió el rostro con las manos, no podía creerlo, sabía que ese imbécil le traería problemas.
—Maldición.
—¿Ya sabes quién es?
—Sí, le hizo daño a Damon al enterarse de que iba a dejarlo, no sé qué hizo Damon, pero tenía sangre en la ropa cuando vino de verlo.
—¿Es ese tal Itzel? —Misel lo miró.
—Sí, eso creo.
—¿Qué le hizo?
—No creo que deba contarte eso, Damon no quería que lo supieras —Yulián encajó los dedos en el brazo de su asiento, sus ojos estaban completamente dorados.
—Carajo, le dije que lo matara si era lo que quería —replicó, él miró hacia el otro hombre—. Averigüen donde podría estar ese imbécil y tú dime todo lo que sepas sobre el incidente —gruñó fulminándolo con la mirada.
—Yulián…
—¿En serio es importante ahora mantener a salvo su secreto? —Misel tragó, era cierto, pero decir algo que Damon le había rogado no dijera se sentía como una traición.
—Le hizo daño, sólo te diré eso.
Yulián se frotó la frente como si doliese, la información era demasiada para él.
—Así que no estuve equivocado, algo había pasado —Misel abrió los ojos cuando Yulián de pronto cambió su actitud, se veía muy enojado con la situación—. Bueno, espero que ese imbécil sepa donde se metió porque no va a salir esta vez, Damon le dio la última oportunidad.
—Yulián, al parecer no han visto al Alfa en su casa hace días —dijo uno de los guardias, Yulián lo miró.
—¿Algún otro lugar donde podría estar?
—No que figure en algún documento.
—¿Por qué se llevaría al cachorro si el problema es con Damon? —Yulián se encogió de hombros.
—Para obligarlo a ceder, además, no sabemos si trabaja solo, puede que su objetivo fuese Damon y el de los secuestradores el niño, quizás pidan un rescate.
—¿Tenemos que esperar?
—No lo sé, hay muchas personas bajo mi jurisdicción buscando, la policía ya está avisada, unos que sí ayudarán, sólo esperemos que no tarden demasiado.
—¿Misel?
Misel se puso de pie en cuanto vio a su madre, lo peor sería contarle sobre esto.
—Mamá…
—¿Qué está pasando, por qué hay tantas personas? —Misel mordió su labio inferior.
—Se llevaron a Mikel cuando me descuidé y también a Damon —Regina abrió los ojos con sorpresa—, él es Yulián Whitman, quien acogió a Damon, está ayudando a encontrarlos.
—¿Se los llevaron? —repitió.
—Sí, lo siento, fue mi culpa —Regina se aferró a él y cerró los ojos.
—Siento interrumpir —murmuró Yulián luego de unos minutos—, pero, ¿podemos quedarnos aquí? Es mejor estar juntos si surge algo.
—¿No tienes que ir con Darien?
—Él estará bien.
—Puedes quedarte, escojan las habitaciones que necesiten de la planta baja, subiré a mi madre.
Misel ayudó a Regina a llegar a su habitación, ella tomó unos calmantes y le dijo que quería estar sola.
Fue a su habitación y se encerró allí, caminó hacia el armario, cogió una camisa que Damon había olvidado y un peluche de Mikel antes de echarse a la cama, si no aparecían no sabía que haría.
Aspiró el aroma que aún le quedaban al peluche y a la camisa, Misel no pudo evitar ponerse a llorar.
¿Cómo pudo dejar que pasara esto?
……
Damon abrió los ojos y pestañeó varias veces tratando de enfocarse en algo, su sien dolía y sentía algo desplazándose por su mejilla, dedujo que era sangre después de recordar el golpe que le habían dado.
Su ojo izquierdo no lograba ver mucho, pero parecía estar en un oscuro sótano, no tenía idea de porqué alguien lo secuestraría, últimamente no tuvo problemas en el trabajo, así que esto era absurdo.
Quizás fue el secuestrador de Mikel después de acercarse a algo.
No. No lo creía.
Damon llevó una mano a su frente y vio con claridad la sangre en su mano, no estaba amarrado, pero no es que pudiese hacer mucho, el sótano no parecía tener nada que pudiese utilizar, ni siquiera un tornillo flojo.
Luego de esperar varias horas dos personas entraron, Damon abrió los ojos al ver a Itzel cargando a Mikel, el cachorro estaba llorando sin control, al menos no se veía herido.
—¿Qué se supone que haces?
—Sostenlo —le dijo a su acompañante cediéndole al cachorro, Mikel lo miró y lloró con más fuerza.
—Papá D.
Itzel se carcajeó y terminó de bajar los escalones, él lo agarró del mentón.
—¿Papá, una zorra como tú?
—Tu resentimiento no tiene nada que ver con ese cachorro —mencionó mirando a Mikel.
—Simplemente están aquí para hacernos ganar un poco de dinero, el padre pagará por él y Yulián lo hará por ti, claro, eso si quiere ver a su amante de nuevo.
—Yulián no es mi amante.
Itzel arqueó una ceja y lo miró de arriba abajo.
—¿En serio? No veo otra razón por la que estuviese manteniéndote.
—Itzel, suelta al niño, Yulián puede pagarte mucho dinero por mí, no es necesario que retengan al cachorro también.
—No, vamos a obtener mucho dinero de Yulián y también de ese Alfa que tanto te gusta.
—Por lo menos déjalo conmigo —dijo tratando de llegar a él, Itzel colocó una mano sobre su pecho.
—No, tengo otros planes para ti.
—D —gruñó el cachorro arañando al hombre que lo aguantaba, Damon frunció los labios.
—Déjame acercarme al menos y tratar de calmarlo.
—Adelante.
Damon caminó hacia allí y levantó una mano para acariciarlo, sus manos estaban sucias y completamente manchadas de sangre así que decidió besarle la frente.
—Mikel, no te preocupes, no te harán daño, pronto tu padre vendrá y nos sacaran de aquí.
—No dejes que me lleven —replicó, Damon besó su mejilla y sonrió.
—Vas a estar bien, no llores.
—D —gritó mientras el alfa se lo llevaba, Damon fue jalado haciéndolo caer, Itzel lo miró.
—Entonces, tú y yo deberíamos hacer negocios.
—¿No es suficiente con el dinero? —gruñó poniéndose de pie, Itzel se carcajeó.
—No, no lo es, negociaré lo del dinero con Yulián y contigo es diferente, sabes lo mal que me has tratado este último mes.
—¿Cómo querías que te tratara luego de lo que me hiciste? —gruñó, Damon negó—. Imbécil, te dejé ir ese día con unos cuantos golpes, pero una vez Yulián te atrape no escaparás con vida.
—Si me atrapa —agregó, Damon resopló con ironía.
—¿Sabes quién es?
—Sí, luego de tu escarmiento te investigué, parece que te ataste a un pez gordo de la mafia.
—No puedo creer que hicieras esto aún sabiéndolo —Itzel se encogió de hombros.
—No importa, no me metí con su Omega, si algo sale mal contigo simplemente puede buscarse otro amante.
—Que no somos amantes —gruñó.
—Una pena —mencionó acorralándolo contra una pared —. No verá que tan maltratado te devolveré —Itzel lo giró de frente a la pared y subió su camisa dejando ver su espalda, Damon ladeó la cabeza fulminándolo con la mirada y alzó su brazo con intención de golpearlo, él sonrió—. Cuidado Damon, tengo al cachorro conmigo.
Damon apretó la mandíbula, Itzel le sujetó la cintura con fuerza haciéndolo gruñir.
—¿No te gustaban estas cosas? —replicó carcajeándose.
—Suéltame —Itzel desabrochó su pantalón y le acarició el trasero por encima de la ropa—. Que vergüenza, estás a punto de violar a un Alfa y ni siquiera estás en celo.
Itzel agarró el elástico de la ropa interior, Damon lo fulminó con la mirada y le dio un codazo alejándolo.
—¿Te volviste loco? —gruñó limpiándose la nariz y fulminándolo con la mirada, Damon se arregló la ropa y se encogió de hombros.
—No le harás daño a ese cachorro.
—¿Apuestas su vida a ello?
—No lo harás —dijo con firmeza.
—Damon, no me importa lo que te pase a ti y mucho menos a ese niño, sólo por ti darán una suma enorme de dinero, así que puedo deshacerme de él —Itzel cogió un arma de la parte trasera de su pantalón y golpeó el costado izquierdo de su cabeza aturdiéndolo por completo.
Damon gruñó y recibió otro golpe en el mismo lugar.
—Itzel —gruñó el Alfa de antes bajando las escaleras con Mikel en brazos.
—¿Qué haces aquí? —el hombre tiró al niño al suelo haciéndolo gemir, Damon gateó hacia él y lo revisó, Mikel tenía un poco de sangre en su boca, pero no parecía ser suya, por la caída no le había pasado nada grave, sólo ligeros raspones.
—Deja a ese niño aquí, no lo soporto, me arrancó un pedazo de oreja.
—Carajo, ni siquiera puedes cuidar de un niño —gruñó tratando de acercarse para tomarlo.
Damon se aferró al cachorro con fuerza y apretó la mandíbula mientras miraba al frente, su vista estaba nublada y la sangre estaba chorreando por su cuello, no le importaba, podían matarlo, pero no tocarían al cachorro.
—No te lo llevarás de aquí —gruñó enseñando los colmillos, Itzel les apuntó con el arma, Mikel no dejaba de llorar contra su pecho.
—Entrégame a ese niño.
—Haré lo que quieras, pero deja al cachorro.
—¿Ya estás comportándote como lo que eres? —replicó con una sonrisa.
— Por favor, baja el arma.
—¿Estás dispuesto a dejar que te folle? —preguntó ladeando la cabeza, Damon mordió su labio inferior, estaba acostumbrado a que lo trataran con rudeza, además Itzel ya lo había forzado, no perdía nada.
—Sí, ahora baja el arma.
—No quiero.
—¿Qué? Dijiste…
—Sé lo que dije, ahora cumple con tu parte, suelta al niño y quítate la ropa.
—Aún está aquí —dijo aferrándolo con fuerza, Mikel lloriqueó, no supo si fue por su fuerte agarre o por lo asustado que estaba.
—¿Y qué quieres que haga con él? Ya escuchaste que arriba no lo quieren.
—No.
—¿Prefieres un niño muerto a uno traumatizado?
—¿Por qué estás haciendo esto? —lloriqueó, Itzel se agachó y lo miró con una sonrisa.
—Damon, mi querido Damon, me humillaste frente a todos, soy un maldito hazmerreir por tu culpa.
—¿Eso fue suficiente para estar haciendo algo así?
—¿Qué tiene ese Alfa que no tenga yo?
—Es mucho mejor que tú en todo —escupió con odio.
—Cállate, ven aquí y coge al cachorro —le ordenó al otro alfa.
—No.
Itzel pareció cansarse y encañonó directamente a Mikel, el arma estaba rozando su cabeza, Damon tuvo el pensamiento de arrebatársela.
—Detente, no pienses en nada estúpido, ya no me importa matarlo.
Damon lo dejó ir, Mikel siguió aferrado a él.
—Mikel, suéltame.
—No —gruñó aferrándose con fuerza, Damon trató de alejarlo, sólo consiguió mancharlo más de sangre.
—Mikel.
—No.
—Rápido —gruñó Itzel con desesperación, Damon tragó, Mikel no se alejaría no importa qué.
—Suéltame, no te quiero cerca de mí —lloriqueó, Mikel sacó la cabeza y lo miró con los ojos húmedos.
—D.
—Aléjate, me fui porque no quería estar cerca de ti ni de tu padre.
—Mentira —lloriqueó, Damon apretó la mandíbula, odiaba esta situación en la que tenía que dañar los sentimientos de Mikel a propósito, pero necesitaba alejarlo.
—No eres mi cachorro, así que vete con ese Alfa.
Mikel se soltó haciéndolo suspirar de alivio, él caminó voluntariamente hacia el Alfa y se fue mirándolo con lágrimas en los ojos.
—Por fin, ya no hay estorbos, ahora quítate la ropa, no pienso repetirlo de nuevo.
Damon lo miró con repulsión, haría esto y aprovecharía el momento para robarle el arma y matarlo de una vez, en el peor de los casos no funcionaría e Itzel lo mataría.
No importaba luego de lo que le había dicho a Mikel.
Maldición, a estas alturas no tenía nada que perder.
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