Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

"¿Por qué no?"

Fireflies ~Owl City

"El amor no necesita ser perfecto. Sino verdadero."

Capítulo 25: "¿Por qué no?"

— Así que, — habla Dylan de camino al instituto — todavía sigues en esas carreras — menciona él como si fuera una afirmación en lugar de una pregunta.

Suspiro divertido al escuchar la misma interrogación salir de sus labios por tercera vez en la mañana. Nada más sentarnos en los asientos del auto ha estado haciendo esas preguntas. No soy de esos que se cabrean por cualquier cosas pero, esto, sin duda, empezaba a cansarme.

— Sabes que lo hago por ella, Dylan — pronuncio saliendo del coche en el que estábamos.

Hoy era Dylan el que conducía y su auto era el que teníamos que usar. No me quejaba en lo más mínimo, su coche era mejor que el mío en toda regla. Último modelo, algo que deseaba con todas mis fuerza pero que mis padres no me permitían tener. Una triste realidad.

Caminamos por el campus del instituto sin detenernos. Mis ojos se vana todas las chicas que pueden tener cierto parecido con la peliazul, algo mínimo como ver una cabellera azul es fácil de ver. O, al parecer no tanto pues no he visto ninguna hasta el momento.

— ¿Qué tanto tiene ella como para que te haya cazado? — pregunta con cachondeo.

Curvo una sonrisa sarcástica cuando esas palabras salen de su boca. Es algo raro que él me lo digo cuando está completamente enamorado de mi hermana. Ya no es el mismo de antes que solía salir a cualquier fiesta, acostarse con cualquiera y vagar por las clases como si no le importaran.

Su actitud ha cambiado aunque no esté seguro de admitirlo. Es como si quisiera ser otra persona para mi pequeña hermana. Y, aunque me costaba admitirlo, me encanta que ellos dos estén intentando empezar algo.

Dylan se está haciendo más maduro, más responsable de lo normal. Y, mi pequeña Skylar está empezando a comprender que no todo el mundo que la conoce tiene que quererla por su estatus social. Ambos se están haciendo bien y mientras eso no cambie pueden estar tan juntos como quieran. Claro que sin pasarse de los límites.

— Se supone que soy yo el que te tiene que preguntar eso, Dylan — ataco con una sonrisa sarcástica —. No dejas de babear por Skylar — recuerdo.

Me dedica una mirada fulminante como si eso fuera a cambiar algo de lo que sucede. Sin embargo, la pregunta aparece en mi cabeza antes de que pueda olvidarme de ella. Es algo que ha rondado en mi cabeza desde que ayer estuvimos en aquella celda con aquel hombre.

— ¿Qué es lo que te hace Skylar para que estés así, Dylan? — cuestiono ahora serio.

Dylan me observa con una ceja enarcada, me percato de ello cuando miro por el rabillo de mis ojos. Esta vez me lo tomo lo suficientemente enserio como para que mi vista esté fija en el suelo. Mis hombros sujetan la mochila mientras agarro las cuerdas de ésta como si fueran mi soporte en este momento.

— ¿Por qué quieres saberlo? — interroga divertido.

Sabe la repuesta del porqué y, aún así, se atreve lo suficiente como para preguntar por ello. Mi pregunta está clara a quien va dirigida, sería estúpido de alguien que no lo supiera pues creo que todos en este instituto ya se han percatado de ello.

Excepto una persona que hasta anoche no lo había notado ni un poco. La peliazul resulta que no es tan presuntuosa como nos hace creer a todos. O, puede que, no se haya dado cuenta de verdad y sea la persona más inocente en asuntos amorosos.

— Solo dímelo, Dylan — mascullo empezando a impacientarme.

— No sé que decirte, Thiago — empieza —. Cada persona tiene una forma de sentir eso. Algunas personas dicen que tienes mariposas en el estómago.

De acuerdo, la primera razón es de la que más seguro estoy. Mi barriga parece un maldito festival de fuegos artificiales donde la música está puesta al máximo porque son fiestas. Los fuegos artificiales estallando uno por uno como si mi organismo pudiera soportarlo.

— Otro dicen que siempre intentan buscar a esa persona para pasar con ella el resto del día — prosigue.

Y también lo hago. Mi cabeza siempre tiene como tópico desde hace tiempo buscar a la peliazul cada mañana. A cada momento estaba intentando encontrarla. Sea la hora que sea, sea el día que sea, sea el momento que sea mis ojos y mi cuerpo siempre la estaba reclamando.

Las preguntas en mi cabeza se van resolviendo una a una. Como si me tratara de un rompecabezas que ya empieza a cobrar sentido. En este momento mis sentimiento están volviéndose lo más nítidos posibles.

Mi corazón bombea con fuerza cuando pasamos las puertas para entrar al instituto. Los estudiantes se mueven de un lado a otro como si fueran ratones huyendo de su presa. Todos corriendo hacia cualquier lugar para llegar a sus aulas cuando aún faltan casi diez minutos para que toque la primera clase.

— ¿Hay algo más? — cuestiono intentando asegurarme al completo.

— Hay tantas cosas, Thiago — habla con misterio. Su mirada perdida en algún punto del suelo mientras un brillo aparece en su mirada. Una sonrisa curvándose en sus labios —. Lo único que tienes que tener claro cuando te gusta una personas es que tu corazón va a cincuenta mil latido por segundo. Tus ojos no dejan de buscarla. No puede dejar de sonreír — realiza la última acción —. Por tu cabeza solo pasa esa persona y, cuando pases tu primera noche en vela pensando solo en ella sabrás que, no solo te gusta, sino que estás empezando a enamorarte de ella — sus ojos vuelven a los míos sorprendidos cuando termina.

En mi cabeza ha habido un cortocircuito pues en exclusiva mi cerebro solo puede procesar una cosa. Estoy completamente jodido y, eso, es decir muy poco.

He estado casi una semana durmiendo tres o cuatro horas al días. Mis pensamientos iban solo a ella. A querer saber de su vida, de sus miedos, de sus sueños, de sus manía, de su familia, absolutamente todo. Y, si eso es que te guste una persona, lo estoy al completo.

— Nos vemos luego, Thiago — avisa con diversión al verme tan paralizado.

Asiento en su dirección aún intentando sacar partido de mis pensamientos. Esto solo ha hecho dejarme las cosas más claras y, aunque es una cosas que quería desde hace tiempo, no puedo evitar que una sonrisa se forme en mi rostro al confirmarlo al cien por cien.

Sigo caminando sin percatarme de nadie a mi alrededor. Mis pies me llevan hasta la taquilla de la peliazul pues llevo queriendo hablar con ella desde que anoche salió como una bala de aquel lugar en el que nos quedamos encerrados por horas.

Sinceramente, me habría gustado que nos hubiéramos quedado unos minutos más. A lo mejor hasta podríamos haber aclarado las cosas y la noche podría haber terminado de otra forma. Me habría encantado que esa noche hubiera acabado como lo hacía en mi cabeza.

— ¿A dónde vas? — una voz retumba en mi oído como si de un megáfono se tratase.

Una voz fuerte en mis tímpanos que hace que pegue un salto de mi lugar. Mis orejas en este momento están chorreando sangre. Sin se exagerado. Su voz es grave y más si sube el tono. Una mirada de lo más fulminante es dirigida en su dirección mientras que él, simplemente, me lo devuelve con una sonrisa.

Sus ojos me observan con expectación, poco a poco, su sonrisa borrándose de su cara. Contempla mi rostro intentando descifrarme. Como yo hago con Liz aunque no consiga saber la mayoría de

veces lo que pasa por su cabeza.

Sacudo mi cabeza retirando la mirada de Logan de la mía mientras vuelvo a emprender mi camino hacia la taquilla de la peliazul. Se ha vuelto en un ritual hacerlo y no lo iba a romper justo ahora, además tengo unas cuantas palabras que platicar con ella.

— Tengo que hablar con Elizabeth — declaro a Logan caminando de nuevo.

— ¿Otra vez ella? — cuestiona con diversión.

Lo miro por encima del hombro, él me sigue la mirada hasta que nuestros ojos están a la misma altura. Una risa quiere salir de su boca pero, por alguna razón, no la suelta. Puede que haya visto algo que no le haya gustado como lo es ahora mismo la expresión en mi rostro.

— Ya te tocará a ti, Logan — escupo en su dirección antes de girar mi cabeza otra vez.

Escucho unas voces cerca de nosotros. Esa voz que tan bien conozco junto con la otra que he aprendido a reconocer. Parece divertidas y hablan de algo que no consigo escuchar. Por alguna razón decido pararme.

— Antes muerto — responde Logan levantando la voz.

Le cierro la boca poniendo la palma de mi mano en sus labios. Me mira con los ojos abiertos antes de cambiar su mirada a una confusa. Le digo con los ojos que se calle mientras que con mi boca gesticulo las palabras correctas.

Asiente en mi dirección y cuando lo hace puedo estar seguro de que, al retirar la mano, no hablará. Logan puede ser un estúpido a veces, pero nunca haría una tontería cuando a alguno de nosotros nos importa.

— ¿Qué se supone que estás haciendo? — susurra en voz muy baja.

Hace unos segundos que los alumnos se han ido a sus clases y queda muy poca gente por entrar. Sin embargo, ellas dos se quedan hablando tranquilamente como si el tiempo no les importara y pudieran asistir a clases a cualquier hora que ellas decidan.

— ¿Qué te parece una tarde en el centro comercial? — pregunta América con una sonrisa que consigo ver desde aquí — Necesito olvidarme de trabajos por un momento — dramatiza.

Una risa se escucha de parte de la peliazul que provoca que un bombeo en mi corazón sea más fuerte e intenso de lo normal. La sangre pasando con rapidez por todo mi cuerpo para que en este momento no me dé un maldito infarto al escucharla.

Ignoro al completo la pregunta que me ha hecho Logan hace menos de unos segundo y vuelvo mi atención a las dos chicas que hay delante de nosotros. No se percatan de que estamos espiándolas y pretendo que siga siendo así. Me puedo imaginar la cara de enfado y diversión al mismo tiempo de Liz al darse cuenta de que estábamos observándolas sin su consentimiento.

— No dramatices — escucho que dice. En estos momentos solo puedo adivinar lo que dicen sus labios pues me estoy deteniendo más de la cuenta en contemplar cada parte de su rostro como nunca lo había hecho.

Su cabello cayendo como una cascada por su espalda mientras que las ondulaciones en las puntas de éste se hacen presentes. Sus ojos azules que cambian de color según su estado de ánimos. A veces pueden estar completamente grises a causa del enfado, la incertidumbre o la tristeza. Sin embargo, ahora mismo están de un brillante y perfecto azul, como si el mar estuviera en sus ojos.

Su nariz pequeña y adorable que se arruga cuando algo no le gusto o, incluso cuando se ríe y su dentadura blanca y alineada sale a la luz. Sus labios rosado y finos que me hacen tener la boca seca en cuando los miro, una ola de hambre atraviesa mi cuerpo cada vez que mi mirada acaba en ese punto.

— Aún falta mucho para que los exámenes empiecen — recuerda la peliazul con una sonrisa —. Pero acepto ir — contesta cerrando la puerta de la taquilla con sus brazos agarrando los libros.

— ¿Qué aceptas? — cuestiono entrando en acción.

Ambas saltan de su lugar sorprendiéndose de nuestra inesperada llegada. Dos pares de ojos se posan en nosotros mientras Logan me sigue. Una sonrisa divertida adorna nuestros rostros mientras la peliazul deja los ojos en blanco como si le hartara nuestra presencia.

— No te importa, Thiago — responde con una mirada exasperada.

Llevo una mano a mi pecho fingiendo estar herido. No puedo ocultar la sonrisa en mi rostro lo que hace más divertida la escena que estamos protagonizando.

— Has herido mis sentimientos, peliazul — exagero.

Suelta una risa lo que me hace asegurarme que no está molesta conmigo por la noche de ayer. No hice absolutamente nada para herirla pero puede que se asustara de lo que dije. Más cuando es una persona con tantas experiencias como las suyas.

— Sois todos unos dramáticos — reprende alegre.

Las dos personas delante de nosotros nos observan como si fuéramos un partido de ping pong. Sus ojos se dirigen hacia nosotros cuando abrimos nuestras bocas. Decido que es mi momento para quedarme a solas con Liz un momento.

Necesito hablar con ella y, a no ser, que ellos se vayan no creo que ella esté cómoda. Ni siquiera sé si hablará conmigo aunque estemos solo pero prefiero jugármela. Hago una mirada a Logan que comprende perfectamente y, seguido de eso, vuelvo mi mirada hacia ella.

Contempla a la pareja delante de nosotros, más en concreto a América. Como si le estuviera pidiendo ayuda en silencio, una risa suave escapa de mis labios al verla tan asustada pues no sé si es una buena señal o no.

Ambos se van dejándonos completamente solo. América le dedica una pequeña y animada sonrisa antes de irse. Intentando darle unos ánimos que no creo que necesite pues esto no es una conversación tan horrible. Simplemente necesito saber sus sentimiento.

— Sobre la otra noche... — empiezo a hablar.

Sus ojos me empiezan a mirar con miedo. Las palabras no quieren salir de mi boca y es algo que odio pues quiero y ansío saber lo que piensa. Imaginar por un momento que no siente lo mismo por mí sería horrible pero no tanto como para romperme el corazón. Prefiero hacerme a la idea ahora antes de ser lastimado y con razón.

— Mira, — vuelvo otra vez — no te voy a decir que estaba mintiendo cuando decía que me gustabas — confieso —. Lo decía en serio, Liz, estoy empezando a tener sentimientos por ti y es inútil engañarme a mí mismo cuando sé que es verdad.

Su mirada está entre alivio, felicidad y miedo. El pánico ataca sus ojos como si se tratara de combatir entre el diablo y el ángel. No saber que bando escoger, si la oscuridad o la luz, si la verdad o la mentira, si el amor o el desamor.

— Pero no quiero salir lastimado — prosigo —. No quiero que tú no sientas lo mismo por mí. No quiero ser un amigo solo y prefiero saber lo que tú sientes antes de que...

— También me gustas, Thiago — confiesa Liz.

Mi cuerpo se paraliza después de escuchar esas palabras. Esa confesión me deja sin poder moverme de mi sitio como si ella fuera una enfermera y me acabara de sedar para que no consiguiera hablar.

Sus ojos no mienten cuando lo dice pues una risa sale de su boca al mismo tiempo que vuelve a huir. No le cuesta nada hacerlo cuando yo no puedo moverme de mi sitio. Contemplo su cuerpo irse mientras una sonrisa se expande por mi rostro de la forma más grande posible.

Sacudo mi cabeza teniendo, como siempre, un pensamiento en mi cabeza. Ese pensamiento que siempre posees cuando te gusta alguien o, como a mí me sucede, cuando quiero conseguir a alguien.

No he sido de los que tienen relaciones largas. Que yo recuerde, mi relación más larga ha sido de un mes y es porque ya me he cansado de esa personas. Pero con ella es diferente, siento que no será la misma vida de pareja monótona de siempre.

He podido hacer con ella más de lo que he conseguido en mi vida. He investigado, he sacado conclusiones, he espiado, he asistido a carrera ilegales, he ido a la cárcel, he deseado a la peliazul. Todo eso en menos de dos mese pues ella ha logrado hacer de mis días la cosa más llevadera posible.

Por eso, escuchar las palabras salir de su boca como estas solo me provoca un pensamiento.

¿Por qué no ir al centro comercial del que tanto hablaban?

(***)

¡Capítulo nuevo!

Tengo una pequeña, o gran noticia, depende de por donde lo mires...

¡Habrá cuenta de Instagram para todas mis historias!

Lo que esto quiere decir es que haré promoción de mis historias tanto de esta como de las otras que tengo. Hablaré sobre posibles estrenos, haré encuestas, juegos, todo lo que pase por vuestra cabeza me lo podéis pedir. Todas las preguntas serán respondidas.

Así que, ¡seguidme!

Por cierto, ¿os gustan así de largo los capítulos o un poco menos?

Y, otra cosa... ¿por qué no estáis siguiéndome?

#CapítuloDeLaSemana

#Seguidme

#QueremosTodosBesos

XOXO

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro