"Lo siento."
Soundtrack ~ No promises ~ Cheat Codes ft. Demi Lovato
"La espada más fuerte se forja en el fuego más ardiente."
Capítulo 57: "Lo siento."
#DomingoDeIgnórame
Esperaba que él llegara a mi casa, aunque sonara prepotente así lo sentía, mis pies estaban estáticos sobre el frío suelo de mármol. Quería que me contara qué demonios hacía la hermana de mi novio en la televisión con un millón de personas siguiendo cada paso que daba mientras relataban qué era lo que había sucedido, no estaba segura de creer lo que decían o hacer oídos sordos y simular que nada sucedía.
Siento el estómago en mi garganta, mis labios están entreabiertos mientras busco una respuesta lógica que responda las dudas que permanecen en mi cabeza desconectada del mundo externo. Juraría no haber engañado a mi mente de que lo que sucedía tras esa pantalla era verdad, ella enserio se encontraba desvelando una de las mayores mentiras jamas vistas.
Todos y cada uno de los entrevistadores de cada canal se habían parado para hablar de la reciente noticia de una de los mayores símbolos del mundo juvenil, de las y los adolescente de la mayor parte de este planeta. No había nada sobre mi novio pero mi cabeza solo formulaba preguntas acerca de él que, hasta que no me encontrara con Thiago, no podría resolverme.
La taza de chocolate caliente en mis manos ya no tira su conocido humo que te causa escalofrío, había pasado de una forma radical al frío que ahora llenaba mis manos de la misma forma. Me encontraba más helada de lo que me imaginé en un principio pues no paraba de pensar en lo que me estaban relatando a cada dos por tres, las palabras salían de la boca de esos chicos sin darse cuenta de lo que causaba en los demás, de lo que provocaban en mí.
¿Es por eso que Thiago nunca me quiso hablar de su familia? Voy atando cabos descubriendo lo que sucede, las veces que él me ha dicho que era raro que aparecieran cosas de sus padres en Internet, la manera de hacerse el loco cuando eso se llevaba a cabo. El timbre de la casa suena como un megáfono. No para de retumbar por toda la casa permitiendo saber quien está tras esta. Camino con las manos aún en mi taza y con mis pasos más ralentizados de lo normal.
Parece que Thiago no puede detener su desesperación por que abra la puerta, el timbre suena tropecientas veces, tantas que no puedo decidir cuando termina de sonar uno y comienza de nuevo otro diferente. Simplemente seguía escuchándose en mis oídos como un disco rayado sin intenciones de detenerse para deleitar a mi sentido auditivo del silencio.
Todavía estoy completamente perpleja cuando abro la puerta de mi apartamento y Thiago entra como un bala al interior. Coge mi rostro entre sus manos desesperado por tener una visión de mí en su mente, solo recuerdo respirar pues, aún así, siento que mis inhalaciones no son lo suficientemente buenas. Su frente se apoya sobre la mía mientras lo único que mi cuerpo consigue hacer es sostener la taza de chocolate caliente, tal y como lo haría un salvavidas en medio de un océano sin fin.
— Lo siento, lo siento, lo siento, preciosa — susurra negando con su rostro. Me despego de él sintiendo como terminará por romperme la mandíbula como siga sosteniéndome de esa manera. Reconozco la angustia que llena cada articulación de su cuerpo pero no deseo terminar en un hospital a causa de que sea el sostén que necesita.
— ¿Es verdad? — Cuestiono. Sus ojos me miran como si fuera un espejismo, como si ahora fuera a acercarme a él y desaparecer ante sus ojos sin que le permitan hacer nada, sin que pueda interrumpir la evaporación de mi identidad, de mi alma.
Camino hasta el salón sin escuchar que él me siga, dejo la taza de café en la cocina para poder girarme de nuevo hacia él descubriendo que ha sido tan silencioso que no lo he escuchado venir hasta mí y posicionarse con sus pies anclados al suelo, sin despegarlos, sin moverse. Sus ojos no me miran, ni siquiera pretende simular tener su atención fija en mí pues su cabeza está agachada haciendo que crea que el suelo es más importante que ambos.
Contemplo como alza su rostro intercalando la mirada de mi rostro a sus uñas, pellizca las cutículas del borde de sus dedos como si deseara tener algo que hacer en lugar de contarme lo que sucede. Este momento sería perfecto para confesarme qué demonios está sucediendo con su hermana y con él. Con su familia en general.
Asiente tras unos largos segundo de completa exasperación por que conteste, aparto mechones de mi cabello rubio de mi rostro soltando un resoplido en el acto. Thiago intenta acercarse a mí, le permito hacerlo cuando no puedo tener ninguna razón para enfadarme con él.
A fin de cuentas, lo que yo le escondo es mucho peor. Sería una zorra de jornada completa al enfadarme por algo que no podía contar, o a lo mejor tampoco quería hacerlo y deseaba guardarlo para mí misma. Pero no puedo retirar de mi cabeza el irritante pensamiento de creer que él no confiaba lo suficiente en mí como para contármelo.
— ¿Ella es famosa? — Interrogo siendo imposible que comprenda lo que suceda. Me parezco a una chica de preescolar que no puede retener la información en su cabeza y tarda más de un mes en saber cómo sumar. Asiente afirmando mis teorías —. ¿Y tú eres hermano de una modelo? — Vuelvo a preguntar recibiendo el mismo gesto que con la anterior.
Lo más lógico cuando una cosa de estas se da a cabo es que te pongas como una loca a gritar barbaridades, la mayoría de las cuales ni siquiera vienen al cuento. Tendría que comenzar a echarle la culpa de algo que ha deseado esconder cuando yo estoy haciendo absolutamente lo mismo.
¿Soy demasiado zorra como para hacer eso? La respuesta es simple: no. No recriminaría nada de lo que no me dijera en estos momento pues es su vida. Todos, incluso la pareja más perfecta, esconde algo que no puede contar por más que quiera. Explota la mentira y con ello tu corazón por haber sido tan vil y malvada de hacerlo y, al final, solo las verdaderas parejas, las que enserio se aman, son capaces de perdonarse.
Sin embargo, lo único que pasa por mi garganta son las carcajadas que no puedo parar. Mi cuerpo pega sacudidas conforme la risa es el sonido que inunda la cocina. Recibo una mirada de confusión de mi novio que frunce su ceño sin entender que es lo que sucede. No hay nada que más me divierta que esto.
— ¿De qué te ríes? — Pregunta, no puedo parar de hacerlo mientras él se acerca a mí con sus labios crispándose hacia arriba. Como si no supiera qué hacer; si mantenerse serio, a la espera de una bronca que nunca llegará, o reír conmigo con alivio por no haberme enfadado como él pensaba que lo haría.
— ¿Que, de qué? — Bromeo con una pregunta retórica. Thiago no debería haber contestado, es de ese tipo de cuestiones que ni siquiera tienes porque responder, aún así agacha su cabeza levemente para volver a levantar en un asentimiento —. Me estás diciendo que mi novio proviene de una familia rica, con una hermana modelo,unos padres empresarios también famosos y esperas que no me carcajee — afirmo con algo más de convencimiento, a pesar de parecerse más a una pregunta que a una afirmación Thiago forma una mueca comenzando a responder otra de mis preguntas retóricas.
— Teniendo en cuenta de que no te lo he contado y tú odias las mentiras supongo que sí — contesta, con sus ojos fijos en los míos, mis labios tiran sin poder ensanchar más la sonrisa en mis labios. No hay chico más tierno y comprensivo que el que está delante de mí y es mi novio —, esperaba que te enfadaras en lugar de reírte — termina.
Me acerco hasta él ladeando el rostro al ver la dulce imagen que me brinda mientras una oleada de culpabilidad se asienta en la boca de mi estómago que me asusta de tener que doblegarme para poder dejar de sentir la sensación de odio hacia mí misma. Él está asustado como la mierda de que yo me enfade mientras debería ser él la persona que se enojara por hacer lo que hago.
— Admito que me he quedado con la mente en blanco cuando he visto a tu hermana en las noticias — río, forma una mueca moviendo su cabeza levemente a la derecha —. Y también admito que me he molestado un poco cuando he atado cabos — aseguro, sus ojos vuelven a prestarme atención. Quiero carcajearme de nuevo al presuponer que piensa que este es momento que me enfade con él —. Pero yo también te he escondido cosas de las que no te has enrabietado y sería una idiota si me enfadara de eso ahora — confieso, alzo una ceja al ver como suelta un suspiro con una sonrisa comenzando a aparecer en esos labios que quiero besar a cada hora.
— Menos mal — susurra, contengo una sonrisa al admirar la expresión de paz que inunda su rostro. Coloco mis manos en jarras adoptando una posición amenazante, su sonrisa se extiende por su rostro al verme mientras se acerca, a pasos lentos y amenazantes, como un depredador analizando a su presa.
— Solo espero que tuvieras una buena razón para escondérmelo — demando, bajo mi tono de voz a medida que las palabras salen de mi boca. Como si esa frase también se empleara para mí. Mi razón no creo que tenga nada que ver con la que él tiene, la mía solo tiene dos palabras; el dinero.
— Mi hermana quería tener una vida fuera de lo que es normal para ella — confiesa, agacho mi mirada sabiendo que lo más probable es que a ella no le haya ido tan bien como yo me lo he tomado. Al fin y al cabo, Thiago es solo un peón más del juego de su hermana pero Dylan es el rey del tablero y, por consecuente, el más importante.
— ¿Cómo le ha ido a ella? — Cuestiono volviendo a alzar la vista del suelo a mis pies, forma una mueca haciéndome entender lo que ha sucedido, o, al menos, suponerlo. Aún así, se encarga de contestarme mientras se acerca hasta mí.
— No creo que Dylan pueda tomárselo bien — asegura, tuerzo la línea de mis labios ladeando levemente la cabeza —. Él puede ser todo lo comprensivo que quieras pero cuando es algo tan importante como esto puede dañar incluso a la persona más fría y sin sentimientos — afirma, miro sus ojos descubriendo algo.
— Igual que tú — confirmo, sus ojos se entornan como barrotes de una celda mientras me contempla intentando descifrarme. Tuerzo una sonrisa esperando con ello que se olvide de encontrar algún secreto en mí, no creo que pueda ser capaz de seguir escondiéndoselo como siga mirándome de esa manera tan intensa e impotente.
— La diferencia es que nosotros ya hemos dejado todas las mentiras de lado — responde, una piedra golpea mi pecho con fuerza mientras no puedo separar mi mirada de la suya —. Y, nosotros, ya no tenemos nada más que esconder, ¿no? — Pregunta, igual de retórico que yo hace unos segundos.
No respondo pues sé que no es verdad, mi sonrisa tiembla con ardientes deseos de tirarle de mi casa y ponerme a llorar y a golpear todo como una loca. Thiago se acerca a mí en medio de mi ataque de ansiedad al pensar en un futuro no muy lejano sobre nosotros, deja una beso sobre mi frente. Escucho su corazón latiendo de manera descontrolada, mi mirada está fija en algún punto de mi cocina mientras él se encarga de intentar hacerme reír con sus bromas.
— Thiago — llamo, sus risas se detienen al ver la seriedad de mi mirada. Conserva la misma expresión que yo mientras retira mechones de mi cabello rubio, casi dorado, de mi rostro, el cual siento más sonrojado que nada —. Prométeme... — hablo, asiente antes de que pueda siquiera terminar la frase —. Prométeme que no te separarás de mí por más cosas que sucedan — ruego, abre su boca y la vuelve a cerrar como si no pudiera respirar, así me siento yo en este mismo momento.
— ¿A qué viene todo esto, Liz? — Cuestiona, intenta formar una sonrisa que flaquea sin saber cómo tomarse la situación. Me pongo de puntillas dejando un casto beso sobre sus labios deseando poder tener infinitos roces con esa boca que me maravilla cada día más.
— Solo prométemelo, amor — hablo, su mirada se suaviza en cuanto una pequeña sonrisa aparece en mis labios aliviando este instante, parece olvidarse de cualquier tipo de miedo que pueda llegar a tener para fijarse en mí y en lo que hablo.
— Te lo prometo — susurra, junta nuestros labios de nuevo. No puedo soportar estar más de dos minutos lejos de ellos, como una adicción que nunca va a ser saciada, no quiero que termine.
Cierro mis ojos sabiendo que no durará mucho tiempo que él descubra lo que sucede, que lo averiguará de una forma u otra y tendré que joderme por haberle mentido. Porque soy una maldita falsa que no merece al chico que posee como novio.
Me encargo de memorizar sus labios reconociendo que lo más probable es que nuestra próxima pelea no sea igual de calmada. Que lloraré y será con razón, que me romperá el corazón y será por mi culpa, por ser tan cínica de no apostar por el amor que Thiago me brinda y preferir mentirle a cambio.
Soy lo bastante terca que ni siquiera soy capaz de contarle la verdad ahora que él ha sido tan valiente de hacerlo conmigo a pesar de creer que iba a enfadarme con él. Puede que le hubiera sucedido lo mismo que a mí, puede que se hubiera callado lo de sus padres si no hubiera salido la noticia pero, aún así, no se ha acobardado y se ha quedado en su casa esperando un llamado de mi parte.
Todo de lo que yo no soy capaz lo ha hecho él recibiendo un resultado de lo más favorable pues, mientras sus labios están sobre los míos, mis manos rodean su cuello y las suyas acarician mi espalda, solo puedo pensar que este será uno de los pocos besos que vamos a recibir. Por que el mundo es un pañuelo y la vida se encarga de tirártelo a la cara cuando vas bien y eres feliz.
Y tengo el presentimiento de que ese pañuelo se estampará antes de lo que yo creo, y espero.
(***)
¡Buenas a toda/os!
Espero que os haya gustado el capítulo de hoy.
¿Cómo creen que siga la historia?
Enserio esperen que comenten y llenen el cap de preciosos votos, comentario y vistas.
¡Besos y XOXO!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro