Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

I

La brisa invernal le hizo recordar una vez más en que temporada se encontraba. El recuerdo sin querer llego a su mente tan rápido sin poder detenerlo, -aun así no había perdido la cuenta de cuantas veces su cabeza se encontró evocando recuerdos de la persona que falta ahí-, pero -se recordó así mismo- que si esa persona estuviera ahí en primer lugar no habría una razón para estar en esa situación.

Sus labios se alzaron aún más, mostrando una sonrisa demasiado generosa, bajo las ropas de invierno se vio a sí mismo impoluto, la brisa del aire golpeo sus mejillas y su carne herida reverbero.

No hay sangre. Y la infección de la carne buena por la mala se había ido. Sin embargo la piel que ha cubierto la vieja es blanda y frágil. Demasiado para su gusto.

Touya nunca ha odiado el frio. En realidad su cuerpo es perfecto para ese tipo de clima. Para contener su inclemencia, sin embargo dentro de su cuerpo magullado y roído yace el fuego. El poder de la llama que destruye y devora todo a su paso.

Sus manos se alzaron por reflejo hasta la altura de su boca y soplo un poco de calor para sus tristes mejillas. Touya recuerda la temporada de invierno como un sueño lejano donde un grupo de niños solían jugar en la nieve hasta que un día de entre ellos tres solo quedaron dos.

Sin embargo el sueño le resultaba tan ajeno que no pudo evitar verlo de forma pragmática. Después de todo ya había hecho las paces con su peculiaridad hacía muchos años atrás.

Sus ojos observaron el humo salir de su boca y flotar hacia el cielo, en ese instante una vez más un pensamiento intrusivo llego a él.

A su mente llego el pensamiento sobre cómo estará esa persona en este momento. Aunque lo sabe puesto que se conocen desde hace años.

Si a Touya le hubieran dicho que en un futuro estaría preguntándose por su alma gemela simplemente se reiría sin tapujo alguno a carcajadas.

Siendo que, Touya Todoroki nunca quiso saber nada sobre su alma gemela. Es más nunca espero ningún tipo de relación con ella.

Y, sin embargo después de 10 años los dos se habían mantenido juntos.

—Es sólo la conexión del vínculo.

Dijo Katsuki una vez, pero Touya podía seguir esperando con calma hasta que el niño que tiene como alma gemela dejara de actuar como uno. Al menos así fue al principio. Al menos así fue como espero que fuese su relación hasta el final.

Pero Bakugo Katsuki no era alguien con quien se pueda simplemente bajar la guardia y presuponer movimientos. No. El chico era del tipo que por alguna razón siempre lograba sorprenderlo.

Y por ello se recordó porque se encontraba en el viejo dojo de la familia Todoroki con su hermano menor.

O al menos eso debería estar haciendo.

Sus manos se extendieron hacia adelante cuando observo que había empezado a nevar.

Sus ojos se posaron en el cielo y no pudo evitar sonreír. Su sonrisa solo se volvió más generosa al escuchar las fuertes pisadas que se dirigieron hacia él.

Touya saboreó con presunción las palabras que se aproximaban. Porque si al menos era una tortura para él hacer esto. También debería serlo para los demás.

Es lo justo. Y Touya siempre ha sido alguien de impartir justicia.

—Te dije que me esperaras adentro —Touya no tuvo que girarse para saber que su hermanito menor estaba molesto. Su mirada siguió observando los copos de nieve caer, aguantando la sonora carcajada que quiso salir de su garganta, en pos de seguir ignorándolo. Aunque no era del todo difícil cuando su mente empezó a divagar en preguntas para las que ya sabía la respuesta. "¿Él ya lo habrá descubierto? Y si es así ¿Cuándo vendrá la confrontación?". Sus manos hormiguearon ante la emoción anticipada. Después de todo la situación se le hizo de lo más encantadora. —Touya —volvió a llamar Shoto. Touya había permitido el apelativo porque aunque es un adulto sigue bajo la mira. Sin importar las dulces palabras que el centro de rehabilitación le dio cuando dieron el visto bueno para acoplarse a la sociedad una vez más, está bajo custodia de su familia y debe seguir usando su nombre hasta que su acondicionamiento termine.

Al mismo tiempo tiene que asistir a las citas de revisión cada mes.

Obviamente si hubiese sabido eso antes hubiera elegido no salir del centro. Y, sin embargo aún estaba ese asunto...

—Touya, metete te resfriaras —volvió a llamar Shoto. Lo único que los separan son unos 2 metros desde los escalones de la casa principal y del estanque donde Touya permaneció a un par de centímetros cerca de las rocas. Touya pudo escuchar un gruñido proviniendo de su hermano. Era tan fácil de molestar a Shoto, aunque digan que Natsuo es el más irascible de los tres— A Bakugo no le gustara saber que pescaste un resfriado.

Ese no es mi problema, sino el tuyo, quiso responder Touya, sin embargo en ese instante el sonido de la llamada entrante de su teléfono celular vibro.

Nuevamente escucho la voz de su hermano. Solo para dirigirle una sonrisa divertida antes de hacer una señal de espera con las manos y responder la llamada. Los labios de Touya tiraron hacia arriba, arrugando las comisuras donde alguna vez estuvieron las grapas, sus dientes blancos relucieron en una sonrisa.

"Esperó que no estés jodiéndote la salud ahora mismo, Touya"

Touya rio mientras camino con lentitud hacia adentro.

—¿Yo? ¿Por quién me tomas?

"¿Realmente quieres que lo diga?"

Nuevamente Touya rio a sabiendas que solo haría enojar más a Katsuki.

—Por favor, hazlo, compláceme.

"¡Touya con un demonio, sé que no te gusta estar ahí, y sé que estas molesto por lo que paso, pero si cuando vuelva encuentro tu trasero enfermo te dejare morir ahí!"

—Es bueno saber que me respaldas princesa.

"Touya una vez más si estas..."

Touya rápidamente cambio la llamada a videollamada, Shoto se había quedado pasmado cuando Touya se acercó a él y sonrió alegremente, mientras le empujo en un abrazo que solo le hizo sentir extraño e incómodo.

—Te lo dije soy un adulto responsable. No me he escapado de casa, no he quemado nada, no otra vez —tarareo— Y estoy junto a mi querido hermano Shoto quien se ha tomado unos días para cuidar de su patético hermano mayor ¿No es así? —Touya dirigió una mirada divertida a su hermano, quien se encontró congelado ante la mirada penetrante de Bakugo.

—Bakugo —es lo único que logro articular Shoto y Touya rio porque su hermano seguía siendo un desastre al no poder disimular sus sentimientos.

"Todoroki"

Fue lo más que pudo sacar Shoto de Bakugo de buena fe y Touya se encontró divertido ante la aflicción que mostró Shoto por unos instantes ante la decepción de solo escuchar su nombre de pila en el campo de batalla porque ese había sido su elección de nombre como héroe. Los medios con el tiempo habían empezado a especular una relación entre ambos, siendo que el pro héroe Dynamight en los últimos años solía pasar las noches en la casa principal Todoroki, sin embargo lo más afable que Shoto había sacado de Bakugo era su propio apellido sin bilis o veneno al ser pronunciado.

—Yo... Mmm ¿Y Midoriya? ¿Cómo está yendo su misión en la India?

Articulo Shoto al fin tras un largo e incómodo silencio que hizo reverberar el alma de Touya.

"Excelente, después de todo yo estoy en ella"

Y solo basto eso para que la confianza de Shoto se renovara, por lo que sonrió.

—Es bueno escuchar eso.

"Si, lo que sea"

Touya observo con cierto encanto el ir y venir de la conversación, después de todo no siempre tenía a la vista dos personas que no sabían cómo dirigirse a otro ser humano tratando y fallando de tener una videollamada casual. Podría empujar un poco más, pensó, Shoto seguía inquieto, nervioso, era divertido verlo así, pero la idea no le pareció lo suficientemente buena. En su lugar simplemente interrumpió a Shoto cuando este pareció querer decirle algo más a Katsuki, porque así era esto, y así era él, demasiado mezquino, como para compartir más de lo que realmente quería hacerlo, pero siempre era divertido molestar a Shoto al darle solo un poco de lo que no puede tener.

—¿Entonces, princesa eso significa que llegaras antes a casa?

Tanteo el terreno Touya, la frase de "no me llames así" perdió fuerza cuando Bakugo se puso serio.

Touya no necesitaba que Katsuki se lo dijera, porque el hombre era como un libro abierto y él sabía leerlo muy bien.

"Haré todo lo posible, pero..."

—Bien, bien, lo entiendo pero nuestra videollamada en la noche sigue en pie ¿Verdad?

Bakugo resoplo, mientras Touya se movió en dirección contraria de Shoto.

"Si"

Y Touya creyó que había podido esquivar la bala, sin embargo era de Katsuki de quien se estaba hablando.

"Sin embargo aún no me dices porque estas afuera, están a 6 grados"

Touya tarareo, mientras camino por el frío piso de madera.

—Shoto me estaba mostrando algo cerca de los alrededores —mintió. Katsuki le escudriño con la mirada. Touya no pareció nervioso.

Y para su suerte no tuvo que someterse aún más a su escrutinio cuando escuchó la voz del compañero de Katsuki cuando lo llamo por ese insulso apodo.

"No me llames así"

Arremetió Katsuki con un gruñido alejándose de la pantalla del teléfono.

"Pero Kacchan, te he estado buscando por todas partes, debemos irnos y... Espera ese es..."

"Cállate"

Touya rio.

"Y tú, no creas que no sé qué estas planeando algo, nos vemos en la noche y espero que tengas una mejor excusa que esa"

Y sin más colgó.

Para cuando Touya regreso al pasillo Shoto se había ido. Y Touya no debía de ser un genio para saber dónde se encontraba.

Con los brazos cruzados se movió por la enorme casa hasta encontrarse con el viejo y abandonado dojo.

Touya se quedó estático por un momento frente a la puerta. Desde que había llegado a la residencia sus manos picaron ante la sensación que abrazaba su alma y empujaba sus pies hasta ir directo al viejo dojo.

Mentiría si no admitiera el deseo de quemar el lugar de una vez por todas, pero luego estaba el jodido brazalete en su pie y la mano de Katsuki en su muñeca quien le había seguido cuando creyó que nadie lo había notado. Touya en ese momento parecía demasiado absorto como para notar como Katsuki había caminado detrás de él, mientras aun llevaba la bolsa de mano con sus pocas pertenencias.

Los fantasmas del pasado seguían molestándolo y una parte de él sabía que si ponía un pie en ese sitio quemaría la casa entera. Katsuki pudo intuirlo, llego a la conclusión cuando atrajo su atención a él y le hizo regresar por donde vinieron.

Desde entonces Touya evitaba pasar por el lugar aunque también había ocasiones que pasaba cerca solo para sacar de quicio a Katsuki ya que le había prohibió ir ahí. El juego era simple, al menos así lo hicieron ver entre ellos dos, el tira y afloja que solían jugar, solo para soltar, cuando la cuerda estuviera lo suficientemente tensa antes de romperla.

Sus manos se calentaron al igual que su cuerpo inconscientemente y de pronto su ropa de frío pareció innecesaria.

Touya miro hacia adelante, y la imagen del pequeño Touya Todoroki fue reemplazada por la de su yo adulto en una puerta que parecía más grande de lo que debería ser.

"Tonterías" se dijo así mismo mientras el calor le hizo sudar un poco, sus manos se apretaron en puños antes de extinguir el fuego que amenazaba con salir.

Odiaba el calor, pero él fue creado como el contenedor del propio fuego aunque fuese defectuoso e imperfecto.

Touya saboreo sus labios, una vez más los pensamientos intrusivos arremetieron con fuerza y se maldijo así mismo por la bajo que había caído.

Aun así abrazo la desazón de su corazón y con la ira contenida abrió la puerta solo para encontrarse con el plácido rostro de su hermano menor quien le estaba esperando sentado en una perfecta postura seiza sobre el tatami.

—Llegas tarde —dijo, Touya resoplo antes de adentrarse en la habitación— No sé a qué estás jugando Touya, sin embargo si has venido a pedir mi ayuda no puedo permitirte ese tipo de arrebatos que solo generaran una pérdida de tiempo para los dos. —Touya guardo silencio, mientras inspeccionaba el lugar. Las marcas de las peleas y el descuido con el paso de los años— Touya —le llamo una vez más— ¿Realmente qué esperas conseguir con esto? Además el más acto para este trabajo sabes que es...

—Y yo que pensé que siendo el sucesor de Endeavor podrías manejarlo ¿Supongo que te di demasiado crédito? —se encogió de hombros.

—El problema aquí no es si podré enseñarte, sino, si tú podrás aprender algo de lo que te enseñe aquí.

—¿Oh, de verdad?

—Tú falta de interés y el peligro que es tu peculiaridad por si sola solo me hacen pensar en lo mala que fue esta idea desde un principio. Así que es mejor que lo dejemos hasta que vuelva Bakugo, yo sé que si hablas con él, él podría idear un plan de entrenamiento adecuado para ti, después de todo el daño que sufras no es solo parte de ti.

Touya camino por el lugar las yemas de sus dedos acariciaron las motas de polvo en las paredes. El viejo y jodido estribillo se estaciono en su cabeza.

«Una parte de mi piel. Una parte de tu alma.

Eso somos tú y yo por el resto de los días hasta la eternidad».

Solía decir su madre cuando hablaba del vínculo de las almas gemelas, el pasaje ambiguo solo confirmaba la fatídica unión de dos almas gemelas al poder sentir todo lo que la otra sentía a través de su vínculo. Muchos romantizaban el término, pero Touya nunca le vio la gracia al hecho de sentir toda la mierda que le pasara a su alma gemela solo porque tenía mala suerte.

—Parece que se han añadido nuevas marcas —esbozo una sonrisa cuando pudo escuchar el rechinido en la madera. No tenía que ver hacia atrás para mirar a Shoto de pie.

Los juegos de poder, no eran algo de lo cual sintiera necesidad de jugar, sin embargo, molestar a los idiotas pretenciosos que creían estar por encima de ello era algo completamente diferente. Después de todo, los dos eran hombres, y para su mala suerte el gen competitivo de Endeavor seguía haciendo acto de presencia. Además Shigaraki seguía en el mundo de los sueños, aun en esa enorme sala de hospital en coma. Touya pensó en si alguna vez despertaría. Pero tan rápido como vino el pensamiento lo descarto.

Él es Touya después de todo, no Dabi.

Al menos debía de fingir que era Touya, aunque Touya estuviera 10 metros bajo tierra.

Touya miro la cuarteadura del muro, era de un diámetro de siete centímetros, una línea más larga que la otra que atravesaba por debajo y Touya no pudo evitar sentir curiosidad ¿Qué había causado el resquebrajamiento? ¿Una patada? ¿Un puñetazo? O...

Su sonrisa se ancho, mostrando su aperlada dentadura, la alegría se asomó en sus ojos cuando la imagen llego a su mente.

El cuerpo de un pequeño niño siendo lanzado por el brutal golpe de un hombre adulto que debió de haberlo cuidado.

Sus talones se giraron para ver a su hermano mirándolo con detenimiento, escudriñándolo y fallando en el intento, quiso resoplar, sin embargo al final su boca se movió jovialmente antes de lanzar la pregunta.

—¿Aquí es donde Endeavor te lanzo? —Touya pudo ver como los ojos de Shoto se agrandaron ante la perplejidad, y sin darle tiempo de responder prosiguió.— ¿Fue una patada o un puñetazo? ¿O algún revés? —Shoto apretó los puños con fuerza, si Touya lo noto simplemente no lo comento, mientras se movía hacia el otro extremo del dojo y se paró frente al viejo cartel de entrenamiento con un lema cursi sobre la perseverancia. Acaricio la marca en la pared, una línea que se movía 20 centímetros desde el suelo para extenderse hacia arriba— El solía encestar patadas realmente fuertes, estoy seguro que debió fácilmente romperte alguna que otra costilla y hecho vomitar el desayuno entero— rio Touya— ¿Qué recuerdos no?

Shoto guardo silencio por unos segundos, su expresión era tensa, aunque sus manos seguían contraídas en puños, estos no parecían estar conteniendo la ira, sino la confusión del hombre mismo. Después de todo Shoto era demasiado pequeño para saber sobre Touya, quien, al fin y al cabo fue por mucho tiempo un nombre haciendo eco dentro de su vida. Un nombre con rasgos que solo conoció a través de la vieja fotografía en el altar familiar, un nombre que empezó a adquirir forma a través de los años hasta que solo quedo la imagen del hombre que tenía al frente. Un recuerdo difuso ante los inclementes rasgos toscos y ambiguos de la ira y el odio fundiéndose en la carne. Y, no debería saber, Touya no debería saber lo que paso, pero lo sabe. Es por eso que Shoto lo siguió mirando con perplejidad.

—Touya —el sonido salió demasiado áspero y duro en los labios de Shoto, sopesando el lio que era su cabeza— Ambos sabemos que ninguno quiere estar aquí —exclamo con firmeza, siendo que era la única verdad que Shoto se permitió tener seguridad en ese momento— ¿Qué quieres de mí?

—Ya te lo dije —tarareo Touya, al parecer su hermano menor no era un completo idiota, pudo leer a través de él, aunque no lo suficiente— Quiero que me entrenes.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro