—Fue muy lindo haber conocido a su familia, Seungsik —el chico de cabello blanco decía por teléfono.

—Ya me lo imagino. ¿Qué pasó con eso de las cartas?

—Pues, son demasiadas. No sé porqué las escribe o algo así, necesito respuestas. Bueno, te hablo luego necesito trabajar.

—Esta bien, adiós.

—Adiós.

Byungchan colgó la llamada; se fue a lavar sus manos, se colocó sus guantes y se dedicó a decorar los postres que le habían encargado en el restaurante.

—Chef Choi —habló una voz femenina —. Alguien quiere verlo —una de las encargadas del restaurante le hizo saber.

—Oh, ¿quién es?

La chica encogió los hombros —Solo dice que lo conoce. Está sentado en la mesa cinco.

—Okey, ya iré.

Byungchan se quitó sus guantes, salió de la cocina y se dirigió a la mesa cinco. Si verlo de espaldas ya sabía quién era.

—Sejun, ¿qué haces aquí? —ladeó su cabeza mientras esbozaba una pequeña sonrisa.

—Ay, pues hoy tuve el día libre y decidí venir a visitarte. Woah, te vez muy bien con tu uniforme de chef.

—Jajaja, gracias. Pero estoy ocupado.

—¿O sea, no me quieres?

—¿Qué? No, sí, pero hoy tengo trabajo; como puedes ver hay muchos clientes.

—Qué mal... Entonces me iré, descontento y triste —la voz del pelinegro se oyó decepcionante, pero obviamente estaba siendo dramático.

El pelinegro estaba dispuesto a irse, pero Byungchan rápidamente fue hacia él y lo tomó de un brazo haciéndolo girar.

—Hoy salgó a las 7:00, ¿podrías esperarme y vamos a una cita?

—Claro que sí, amor —Sejun le sobó su cabello.

(...)

—¡Dios, esa pizza me llenó! —decía Byungchan mientras entraban al departamento del mayor.

—Jajajaja, pues cómo no, te comiste 5 rebanadas.

—La verdad fue mi primer comida del día.

—Me preocupa que te estés descuidando, debes de comer las tres, amor.

—Lo sé, pero no da tiempo. A veces me dan ganas de picar los platillos de los clientes de lo exquisitos que me salen.

Los chicos entraron al departamento y decidieron poner una película. Pusieron una animada, pues les hacía recordar a su niñez.

—Eh, Sejun. ¿Puedo ir a tu baño?

—Claro, al fondo del pasillo.

—Gracias.

El menor se levantó y no fue hacia el baño, sino hacia el segundo piso en donde se encontraba la habitación de Sejun, estaba dispuesto a buscar y leer más cartas del antes mencionado. Así que con mucho cuidado y sin que se diera cuenta su novio, subió rápidamente las escaleras y entró al cuarto. Hizo exactamente lo mismo de siempre pero ahora no se esperaba que pasara lo que pasó.

—¡Byungchan! ¡¿Qué carajos estás haciendo husmeando en mis cosas?!

—¡Sejun! Yo... Las cartas —dijo mientras las dejaba en el escritorio de Sejun.

—¡¿Las leíste?!

—Sí, lo hice.

—¿Cuántas veces? —la cara del mayor se veía muy enojada y la verdad que lo estaba.

—Yo... Leí tres de ellas, la primera vez que te fuiste a dar un baño ya que rompí la caja por accidente y ví la llave dentro y la otra, cuando me preparaste el sándwich.

—Entonces... ¡intentaste seducirme para venir a la habitación y leerlas! No lo creí de ti, Byungchan. Con razón actuabas demasiado extraño, no puedo creer que hayas invadido mi privacidad y luego me hayas mentido.

—Lo lamento tanto, Se-

—Vete.

—¿Qué?

—¡Dije que te fueras!

La última oración de Sejun la dijo tan enojado que hizo temblar de miedo a Byungchan, él tan solo dejo la habitación y se fue a casa. Byugchan había traicionado la confianza de Sejun; este se sentía traicionado en estos momentos.

Debí de haber contado hasta tres antes de hacer algo malo.

Pensó Byungchan mientras salía del departamento.

Holaaaaaa

Les tengo una noticia... SE ACERCA EL FINAL DE FANFIC bueno, ya va a llegar, el último capítulo será el 19 y con ese daré finalizado el fanfic. Tal vez sea largo tal vez corto, no lo sé. Pero será el último.

Creo y lo subiré hoy también uwu.

(Si no lo hago no se enojen xd

Denme ⭐ y de paso un comentario. ¡adiós!