~Si me pierdo a mí misma~
Mei despertó de una sacudida, y quedó atónita al verse sola en la pequeña habitación. Se encontraba rodeada de máquinas que zumbaban y tintineaban. Como pudo, rodeó su cuerpo con sus brazos y se quedó mirando la extensa blancura a su alrededor. Sentía que la claustrofobia volvía. Las paredes se cerraban sobre ella. En su cabeza, una voz sin cuerpo le provocaba un malestar interminable.
"¡Basta!" chilló, tapándose los oídos, pero sabía que no se iría.
Nunca lo hacía.
......
Lar llegaba temprano, como todas las mañanas. De todos los visitantes que acudían a ver a los ninjas, él parecía ser el más puntual. Al menos, lo era desde que se permitían visitas.
Las enfermeras reían y cotilleaban al ver al apuesto rubio cruzar la recepción. Lar también estaba herido, y cojeaba un poco, pero a diferencia de sus amigos ninjas, él sólo había requerido de una rápida visita al hospital. Los demás... en verdad estaban heridos.
El chico se detuvo a tocar la puerta de la habitación de su hermana.
"Pase" escuchó una ronca respuesta desde el interior.
Lar tuvo que arreglárselas para abrir, pues traía consigo un racimo de tulipanes, las flores favoritas de Mei.
Se le fué el aire al ver a su hermanita en tal estado. La chica castaña miraba de soslayo a la ventana. Tenía marcas rojizas entorno a los ojos y algunos rasguños en la cara que comenzaban a convertirse en costras. Lar creía que se veía hermosa aún. Lucía como toda una guerrera.
A su mente llegó el doloroso recuerdo de cuando estuvo a punto de perderla. Rune lo obligó a irse con el resto de los maestros elementales. La chica peligris era pequeña, pero fuerte... y también daba miedo. De un modo u otro, salieron de la plaza. Lar recordó como su corazón se detuvo al ver la explosión de la máquina.
Por fortuna, tanto Mei como los ninjas estaban a salvo.
Lar tomó asiento en una silla al lado de la cama de Mei, justo después de acomodar el colorido racimo de tulipanes. Mei amaba las cosas coloridas y alegres.
El muchacho arqueó las cejas al notar la mano de Mei, cerrada con firmeza entorno a algo. Lar extendió los dedos y tocó la suave y nueva piel que se había regenerado en los nudillos de Mei.
"¿Qué es ésto?"
La chica finalmente pareció salir del trance. Dejó de ver la ventana y pasó a ver a su propio hermano, con recelo.
"Nada" respondió, cortante.
Lar arqueó las cejas. Algo estaba mal con ella, Mei no era así.
Trató de insistirle con la mirada y pareció funcionar. Mei se relajó y dejó ver lo que sostenía.
Lar casi se cae de la silla.
Era el prisma de las pesadillas.
¿Por qué Mei lo tenía?
"Estaba... junto a Dracko..." reveló la castaña.
Se llevó una mano a la nuca. Las ondas de su cabello corto cayeron sobre su brazo.
Lar tomó el prisma enseguida, y lo metió al bolsillo de su chaqueta.
"Se lo daré a Wu" le aseguró a Mei, ya que ella no sería dada de alta hasta en una semana. Y éso porque Walter discutió con los doctores para que les permitieran llevársela a casa.
Mei parecía ansiosa. Miraba la chaqueta de Lar con los ojos bien abiertos, comí si quisiera tomar el prisma de regreso y quedárselo para ella sola. Lar lo notó, y éso sólo lo inquietó más.
"¿Está todo bien, Hoshi?"
Finalmente, Mei dejó de ver a la chaqueta. Los ojos de su hermano se veían más azules que nunca, dejando notar lo preocupado y triste que se encontraba el rubio.
"¿Qué pasa si alguien vuelve a liberar a Nightmare?"
"Mei..."
"¿Y si engaña a alguien para controlarlo, como hizo con Cybermad?"
Lar rodeó a Mei con sus brazos y acarició su cabello. La chica acurrucó su cabeza en el hombro del rubio y dejó que un par de lágrimas escurrieran por sus mejillas.
"Tranquila, no permitiremos que éso ocurra..." susurro Lar, con delicadeza.
"Deshazte de ésa cosa" suplicó Mei, con la voz cortada.
Cerró los ojos con fuerza, deseando que si éso se destruía, finalmente podría descansar. Se arrepentía de haber sido ella quien encontró la gema, pero a la vez lo agradecía. No quería que nadie sufriera lo mismo que ella había sentido en esos días. Ahora sabía exactamente lo que Cybermad había pasado. Ahora lo entendía.
"Shh... shhh" continúo Lar, sin deshacer el abrazo.
Pero Mei aún no sé tranquilizaba. Estaba aterrada. Tenía miedo de lo que ella podría llegar a hacer.
"Se está apoderando de mí..."
....
¡Alola!
Como dije en la descripción, hice éste one shot para la historia de StarBeats la que recién se termino y estuvo tan buena que me puse a escribir ésto para ella :3
Consulté con la escritora antes de escribir y aunque en realidad Mei no se estaba volviendo mala ni nada al final xD consideren el one shot como un final alternativo ; D
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