Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12. Dejame Darte Una Mano.

—¡_________!—Astolfo, alegre como siempre, se lanzó encima tuya y te abrazo.

—¿Astolfo?—Espectaste.—¿Y todo este cariño?

—¡Es todo tuyo, _________!—exclamó.—Mira,—le mostró unas boletas para una atracción de juegos.—son dos, y tú y yo somos dos.

—Eh, esto, gracias.—tomaste la boleta.—Pero son muy caras.

—Soy rico, querido.

—... Eres egocéntrico.—bromeaste. Suspiraste, pata luego sonreírle.—Nunca he podido ir a una, gracias, Astolfo.

—Bueno, quería invitarte porque eres mi mejor amigo, así que compre dos.

Te sonrojaste al oír eso, realmente te sentiste valorado.

—Será esta noche, entonces.—mencionaste.

—Si. Ve a mi casa, desde haya te llevaré en mi auto, ya que se como son tus padres, con respecto a mi.—paso su mano por su cuerpo.

—Se a que te refieres.—dijiste enfocando el hecho de que no era necesario la indirecta.

—Esta noche, _________, ¡no lo olvides!—dijo.—Y lo lamento pero tengo que ir a hablar con estos otros amigos míos, sobre algo que ellos están planeando.

—Oh, esta bien.—te incómodaste al saber que no se quedaría a hablar contigo.

—Pero, ¡si tardó mucho, nos veremos esta noche!—palmeo tu hombro y se marchó.

—Claro, está noche...

Al cabo de unos minutos, el timbre para entrar a los cursos se escucho, todos entraron. Mientras subias las escaleras para ir al curso, una persona te chocó. Notaste que fue a propósito.

Miraste quién fue, y lo supiste de inmediato, a pesar de que no miró para atrás, ¿cómo no reconocer esa cabellera dorada?, es él. Gilgamesh. No tenías muy en claro porque él hizo eso, pero tú experiencia te decía que eso sólo significaba problemas.

—Fijate por donde vas, perro.—gruño el rubio.

Tú no dijiste nada, a pesar de que ya sido él quien te chocó. Como no eres alguien de buscar peleas, te mantuviste en esa posición sumisa, además de que si haces algún pleito, tal vez llamen a tu casa y no te permitan ir a la atracción.

Solo seguiste tu camino al aula.

Suspiraste, observabas con apatía la pizarra, miéntras que la profesora de matemáticas explicaba la clase. No sabias como se le podía hacer tan difícil a algunos, para ti es bastante fácil y nunca te confundes. Ya ella te había corregido los ejercicios, pero ella le estaba explicando de nuevo para aquellos que no entendieron el ejercicio. Miraste a Astolfo quien estaba inquieto en su butaca, se le veía usar todo hasta calculadora, pero aún así se le veía que se partía el cerebro en ello.

Suspiraste, tomaste tu silla y fuiste hacia donde él para ayudarlo.

—Ven, déjame ayudarte, aún eres joven para morir.—te sentaste a su lado y miraste los ejercicios.

—N-no, está bien, solo tengo que ver el ejemplo otra vez.—parecía que sus ojos daban vueltas como remolinos cada vez que hablaba.

—Se nota que puedes tú solo.—bromeaste.

—Esta bien.—suspiro.—Dime, ¿cuáles están mal?

—Todas.

—¡No jodas, ______!—Exclamó, casi palideciendo.

Eran 40 ejercicios, ¿cómo esperas que reaccione?

—Tu me preguntaste, yo te respondí. Así que no te jodo.—Astolfo bufo.—Astolfo, no le digas que eres de esos chicos ricos pero estúpidos.

—No es eso.—rasco su mejilla y sonrió de lado.—Es que esta ecuación está complicada.

—Lo mismo le dijiste a la profesora en la última clase.—mencionaste.

—Tranquilo, _________, es solo una etapa.—sonrió irónico.

Tú tan solo alzaste una ceja, sonreiste de lado ya que te había causado gracia eso.

—Bueno, dejame darte una mano.

—Si, deberías.—espeto el pelirosa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro