Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

17; HOLA

Jungkook arrastraba su equipaje consigo a medida que avanzaba hacia esas grandes puertas, en las que detrás de ellas, todos se reencontraban con familiares y amigos. No era la primera vez que viajaba a California, pero sí era la primera vez que estaba tan nervioso por ir.

Habían aterrizado hacía unos minutos en la ciudad de Los Ángeles, no se habían demorado demasiado entre migración y recoger el equipaje pero para Jungkook cada segundo que pasaba era eterno y agotador, debido a la ansiedad que lo consumía. Y aún a corta distancia de cruzar por esas puertas y encontrarse con Jimin y sus amigos, seguía sintiendo que el tiempo era eterno.

Tuvo la sensación de que apresuraba demasiado sus pasos y su andar era torpe, pero no le prestó atención a eso porque el fuerte sonido de su corazón acelerado aturdía sus oídos.

Namjoon se veía peor que él, pues tenía muchos meses sin ver a Seokjin y los nervios de Jungkook lo habían contagiado mal.

Finalmente pasó. Cruzaron aquellas puertas.

Se abrieron paso entre la gente y buscaron con la mirada.

Jungkook tenía la sensación de que no sería fácil encontrarlos, pero grande fue su sorpresa cuando los encontró de píe a una considerable distancia de ellos.

Tuvo esa sensación conocida de que la vida estaba en cámara lenta.

Yoongi, Hoseok y Seokjin estaban parados cerca de sus escoltas teniendo una conversación animada y llena de risas, mientras que Jimin se encontraba separado de ellos firmando algo en el brazo de una niña de unos once años, sonriendo amablemente.

Jimin. Su sonrisa es más hermosa en persona. Pensó Jungkook, y también pensó que ese hombre de alguna manera brillaba intensamente.

— ¡Ahí están! — gritó Hoseok y los señaló con el dedo, riendo. Eso llamó la atención de un distraído Jimin, que sólo por instinto miró hacia donde Hoseok señalaba y cuando sus ojos se encontraron de golpe con los de Jungkook, se cuestionó si se podía morir de un sentimiento.

— ¡Nam! — chilló Seokjin al ver cómo su novio empezaba a correr en su dirección.

Jungkook siguió a Namjoon, con un andar más lento y sin poder despegar sus ojos de Jimin.

Sosteniéndole la mirada a Jungkook, Jimin se despidió de la fanática y caminó de regreso con sus amigos y los escoltas.

El momento de estar cara a cara había llegado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro