[ESPECIAL: 1 AÑO]
Full largo.
~●~
-¿por qué estoy aquí? -preguntó Samon mientras se paseaba por aquella cocina del ala 13.- deje a mis reclusos con Inori y no confío mucho en él.
-¿de eso te quejas? ¡yo debería estarme quejando!. -habló Kiji mientras se miraba en el espejo.- perdí una cita en el salón con mis reclusos por su culpa. Ahora tuve que traerlos y dejarlos con los bandidos del 13.
-no-o necesita ir al salón, Kiji. -sonrió nervioso el guardia de celestes cabellos.- los traje aquí a ustedes dos porque... bueno... la autora quiere hacer un especial por el año que cumple el libro y dice que requiere un pastel.
-¿perdió el número de la pastelería o qué? -gruñó Kiji.
-quie-ere... quiere que los guardias lo preparen... -fue bajando el tono de voz, pero sus mayores le lograron escuchar.
-¿¡NOSOTROS!? -chillaron al unísono.
-sí, nosotros lo haremos... -susurró con miedo.
-¿¡y por qué no les dijo a los otros!? -preguntó Samon, con molestia.
-¡les dije-! -respondió el menor.- pero... todos se negaron... y no quería hacer el pastel solo y pensé que ustedes podrían ayudarme
-¿pero no tienen un cocinero? -preguntó Kiji, un poco calmado.
-sí pero se ha enfermado y... ya saben. -trató de explicar Seitarou.- ¡por favor, ayudenme! ¡no quiero hacer esto solo! -chilló.
Y... fue imposible para los guardias negarse cuando vieron sus enormes orbes tan brillantes que suplicaban por ayuda.
-trae la receta. -pidió Samon.
Y Seitarou sonrió ampliamente y les mostró una revista donde se presentaba la receta para un pastel de chocolate.
-¿creen que lo logremos? -dubitó Kiji.
-depende. -habló Samon.- ¿a qué hora lo quiere listo?
-es para la noche, a eso de las nueve. -respondió el menor.
-y son las ocho... sí, lo lograremos. -sonrió confiado el mono.
~●~
Dos plantas.
Con una delicada capa de cobertura de chocolate.
Y la estructura de chocolate.
Chocolate por donde le vieras.
Y hasta en sus caras.
-que asco. -murmuró Kiji mientras observaba su rostro con rastros de chocolate.
-¡y en tan solo dos horas! -exclamó con sorpresa Seitarou.
-les dije que lo lograríamos. -se mofó el más bajo.
-no dijiste que acabaríamos bañados en negrura asquerosa. -comentó con molestia el de sexualidad dudosa.
-eso sonó algo racista eso...
-¡era obvio que acabaríamos así! -le gritó Samon.
-mmm no, no lo era. -frunció el ceño el mayor.
El más bajo bufó ante la respuesta contraria. Los tres guardias cocineros decidieron entonces asearse un poco. Y estaban por salir, por retirarse de la cocina, cuando la puerta de la misma se abrió escandalosamente.
-¡MI AMOOOR! -gritó el recién llegado.
Y el mencionado rápidamente tomó protección tras el menor de los guardias.
-vete, Mitsuru. -gruñó.
-¡que cruel! ¿es que no me has estrañado? -fingió dolencia.
-no. -respondió sin tiubear.- ahora, largo de aquí.
Kiji soltó una carcajada al tiempo que pasaba al lado del negro y lo tomaba del brazo y lo sacaba de la cocina, mientras Samon le seguía, con Seitarou de escudo.
~●~
Los superiores estaban en la sala de descanso del ala 13, relajándose un poco mientras esperaban a que la hora de irse llegara y poder largarse con sus reclusos, quienes acompañaban al 13.
Entonces, escucharon un grito muy agudo y ambos se incorpiraron rápidamente y siguieron la fuente del grito. Corrieron y llegaron a las afueras de la cocina, donde sollozaba y temblaba el pequeño guardia de cabellos celestes.
-¡Seitarou, bebé! ¿pero qué pasó?
La respuesta fueron balbuceo sin sentido mientras su mano, temblorosa, señalaba la puerta de la cocina. Y Samon no dudó en entrar y contemplar la escena.
Todo limpio.
En orden.
Y una encimera con tan solo un plato vacío.
Hasta aquí todo correcto. De no ser porque en ese plato vacío debía estar el pastel.
El de naranjas cabellos solto un gemido ahogado al ver aquello y su rostro se frunció y miró a su compañero de dudosa sexualidad, quien estaba igual de consternado que él.
-¿¡dónde mierda está el pastel!? -gritaron al unísono.
-el pastel no pudo caminar solo y huir. -comentó Kiji.- así que un hijo de puta ha venido.
-¿has visto algo, Seitarou?
-yo-o-o... no-o... acabo-bo de ve-venir y no-o vi a na-nadie entra-ar... -balbuceaba Seitarou.
-por la puta... -murmuró Samon.- encontraremos a ese hijo de puta ¡y hoy mismo!
~●~
Solo se escuchaba el golpeteo del zapato en aquella celda. Y el dueño de este sonido, estaba frente a los cuatro de la 13 y su otro hijo de rubios cabellos. Los menores le miraban, con nerviosismo... excepto sus propios hijos, quienes estaba con sus audífonos, el emo, y el otro en su celular.
Con Kiji y Seitarou se habían repartido ir a buscar al culpable del robo por separado, con el tiempo medido, y si no lo encontraban, volverían a hacer otro pastel, solos.
-muy bien... -habló finalmente el mayor mientras se despojaba de su bota derecha y la sostenía en su mano.- ¿quién lo hizo?
-¿hacer? -preguntó confundido el chico de cabellos verdes.
-llevarselo... -aclaró, entrecerrando los ojos.
-¿lle...varselo? -repitió el rubio de trenza.
-¡el pastel! ¡el maldito pastel de chocolate! -gritó desesperado.
-¿¡HABÍA PASTEL DE CHOCOLATE!? -exclamó sorprendido el más fuerte de los reclusos.- ¿¡HABÍA!? ¿¡POR QUÉ NO ME AVISARON!?
-porque nos acaban de avisar. -dijo con obviedad el británico.
-¡pe-ero...! ¡el pastel!
Y Samon escuchó su conversación que se basaba en quejas y defensas. Y eso le dio una pista: no fueron los de la 13, por el hecho de que su preso con conocimientos y sentidos culinarios no captó la elaboración del pastel. Y si el no lo notaba, nadie de allí lo haría.
-tengo otra pregunta, chicos. -llamó su atención el mayor.- ¿han visto algo sospechoso en los últimos minutos?
-solo a papá. -respondió el rubio en su celular.- ya deberías saberlo, te buscaba precisamente a ti para sus cochinadas.
-sí, lo vi. -rodó los ojos el guardia.
-¿entonces por qué preguntas?
-¿y tú cuándo o por qué te has vuelto tan respondon? -dijo molesto, acercando su bota en su mano.
-¿no sabes acaso que me enseñaste? -murmuró sin despejar su mirada de su pantallas.
-¿Cómo? ¿qué has dicho?
-oh vieja sorda. -volvió a murmurar.
-¿disculpa? -dijo, acercandose su bota al menor.- ¿qué dijiste? ¡anda! Dile tu secreto a la bota. -amenazó y finalmente, con un golpe, le tiró el celular al menor.- a mí, me respeta hijo de puta.
-claro que soy hijo de puta -habló con burla y veneno.- mamá. -finalizó.
Los ajenos de la 13 miraban a esos dos, asutados más que el rubio. Sentían sus culos palpitar y la tensión en el aire se palpaba. Excepto Jyugo, quien seguía con sus audífonos y sus ojos cerrados.
Para cuando su canción acabó, se quitó los audifonos y abrió los ojos, solo para ver a su rubio hermano estampado en la pared de la celda, y todos sus compañeros en el rincon y su madre colocándose el zapato.
-¿qué-?
-tu hermano es hijo de la grandisima puta. -contestó Samon al 15.- ¿y tú? ¿tienes información que puedas darme del pastel robado? ¿o te quito esa musica china? -amenazó.
Y Jyugo se mantuvo indiferente ante si madre antes de responder.
-hace un rato, persibí un olor a chocolate, pero tan solo fue un momento breve, así que no pude saber de quien era el olor. -respondió Jyugo.- pero... escuché que mucha gente había venido de visita: Hitoshi, Kiji, mis primos, la alcaidesa, Inori y papá-
-¿¡ALGUIEN DIJO PAPÁ!?
Fue una especie de invocación haberlo siquiera nombrado, pues dando una patada a la puerta apareció en la celda, con una caja en mano. Y fue recibido con una bota en su cara, haciéndolo estrellar contra la pared. Y la caja se perdió por allí
-muy bien, negro. -dijo Samon, despegando su zapato del rostro de quien debía ser su esposo.
Pero si nunca se casaron, nunca hubo boda ni anillos... ¡ni siquiera eran novios! ¿¡Cómo pudo acabar con una famila junto a quien no tenía relación!?
Nadie lo sabe.
-¿dónde está el pastel?
-mi amur, yo no lo s- -nuevamente la bota estrelló contra su rostro.
-¿dónde está? -repitió entre dientes.
-no-o lo tengo... -murmuró adolorido.
-tiene razón madre. -comentó Jyugo.
-¿¡y dónde diablos estaba!? -gritó.
-fue por unas películas a su cabina que queda en dirección contraria a la cocina. -respondió con tranquilidad.
Y el mayor chasqueo su lengua con frustración. Su chamaco tenía un buen punto.
-gracias, hijo... -murmuró Samon.- te ganaste un consuelo y mi aprobación de esos chinos.
Y Jyugo sonrió orgulloso de ello.
-ahora con permiso, familia, me retiro, debo buscar a ese maldito ladrón por toda la prisión, y en serio quisiera tener un ojo en cada maldito rincón de este sitio. -dijo mientras salía de la celda.
Y el 15 alzó una ceja y miró a su padre y luego a sus compañeros.
-por favor, díganme que no soy el único al que se le ocurrió esa idea.
-no-o... no lo fuiste cariño. -dijo Uno, templando en la esquina.
-yo no entendí, chamaco. -comentó Mitsuru, incorporándose un poco.
-entonces jodete... -se escuchó el susurro del pequeño rubio.
-¿¡QUÉ FUE LO QUE DIJISTE!?
~●~
-¿Honey? -preguntó extrañado el maquillado al encontrarse a su recluso-hijo en aquel patio de entrenamiento.- ¿qué haces aquí?
-¡Kiji! ¡solo quería tomar un poco aire fresco y ejeecitarme y-!
-¡hola Kiji! -se escuchó el estruendoso grito de aquel de cabellos negros.
El mencionado se giró a ver y pudo divisar a ese alegre y distraído guardia del bloque 13. Pero eso no lo sorprendió. Se sorprendió al ver a ese de cabellos rosas y traje morado.
Y allí estaba la razón del 82 para estar allí. Suspiró con pesar.
-Yamato, ¿has visto a alguien con un pastel de chocolate? -preguntó Kiji al contrario.
-no... pero esa ha sido la pregunta más extraña que me han hecho trabajando aquí. -respondió con una sonrisa.
-me lo imaginó. -suspiró.- ¿y tú qué me dices, Honey? ¿Honey?
Pero no respondía, tan solo miraba a ese que era su novio hacer ejercicio a lo lejos. Joder, se veía tan... esas hotas de sudor... esa cortada respiración... si seguía viéndole, juraba que lo-
-¡POR DIOS, HONEY! -gritó el guardia, golpeándole en la frente para que saliera de ese trance.- ¡que estás babeando!
-¿e-en serio?
En serio Honey, relaja la raja.
-¿has visto el maldito pastel o no? -repitió la pregunta.- de hecho ¿¡por que te pregunto!? ¡has estado viendo a tu novio todo este rato! -gritó histérico.
Y ese grito lo escuchó el ninja y los colores sintió en su rostro al saber eso. Y al de morados cabellos también se le subieron pero en menos medida, estaba comenzando a ser un sinvergüenza.
-con permiso, debo buscar ese pastel. -dio media vuelta y comenzó a caminar.
-¡mucha suerte! ¡sé que lo encontraras!
Eso esperaba.
~●~
-no está... ¡no está! -gritó histérico Samon, golpeando la mesa de la cocina del ala 13.
-¡no pudo desaparecer así por así! -acompañó Kiji, jalandose los cabellos.
-po-or favor, calmaros los dos. -pidió el menor con cabellos celestes.- si nos damos prisa, lograremos hacer otro pastel antes del aniversario y-
-Seitarou, bebé... -llamó Kiji.- ¿no lo entiendes? Esto ya no tiene nada que ver con que si hacemos otro pastel o no. Es con respecto a nuestro orgullo y dignidad.
-¿orgullo?
¿dignidad?
-nos han robado, ¡a unos guardias de la prisión de Nanba nos han robado! -comentó Samon.- hay un malandro que posee unas manos de mañoso nos ha quitado algo y lo recuperaremos.
-y haremos que pague. -finalizó el pelirrojo.
Y Seitarou tuvo un escalofrío por sus tonos de voces que eran tan tétricas y serias.
-pero no hemos visto nada y no lo sabremos hasta tener los ojos en lo alto o retroceder el tiempo. -comentó Samon.
Y Seitarou jura haber visto un foco sobre Kiji encenderse.
-¡eso es!
-¿el viaje-?
-¡no no no, tonto! ¡los ojos en lo alto! -exclamó el pelirrojo, golpeando la mesa.- ¡que todos hemos sidos unos idiotas por no pensar en ello!
-¿e-en qué-e no pensamos? -preguntó con temor, Seitarou, esperando acertar en lo que se imaginaba.
-¡en ir con el mismísimo ojo de la prisio! -volvió a exclamar con una sonrisa, girando a ver a Samon, quien finalmente había captado y ahora tenía un poema como rostro.- no creo que nos escuche a Seitarou ni a mí... -sonrió con malicia.
Hasta ustedes saben por donde va este camino.
-¡oh... no! -gritó Samon, sintiendo sus mejillas arder.
-¡oh sí!
~●~
-¡adelaaanteee! -canturreó al escuchar su puerta tocar.
Hizo girar su silla, mientras sostenía una bolsa con hielo en su cara para reducir la inflamación, y vio como ingresaba a su cabina de vigilancia aquel de cabellos naranjas. Y rápidamente se escondió bajo su silla.
-¡te juro que no he visto el pastel, mi amooor! -gritó con miedo.
Y el menor suspiró.
-no... no vengo por eso... en parte no. -murmuró.- quisiera que... me mostrarás las cámaras para poder... encontrar a quién lo ha hecho. -desvió la mirada.
-¡uff! ¡haber dicho eso antes! -rió mientras se acomodaba en su silla.- ¡claro que te enseño las cámaras mi amuuur~! -sonrió.- pero...
-¿pero...? -suspiró.
-quisiera que me dieras un beso a cambio -canturreó nuevamente.
Y Samon suspira, porque lo sabía. Sabía lo que le diría ese hombre, el precio que le pondría y debía pagar sí o sí.
Porque su orgullo y dignidad estaban en juego... más o menos.
Lo vuelve a ver y se acerca unos pasos hasta quedar frente a él, y se agacha para quedar cara a cara y cierra los ojos y se prepara para besarlo y-
-wow wow wow, alto allí, loco. -le detuvo Mitsuru mientras colocaba su mano en los labios del menor, que estaban a cinco centímetros de distancia.- ¿en verdad lo ibas a hacer?
-cla-aro que sí, tú me-
-no pensé que lo harías. -rió.- hacer algo que no querías... wow. -lo alejó un poco con su mano.- no te preocupes porque no lo harás. -se gira en su silla para poder ver la pantalla de su computadora.- dame un minuto y te encuentro el vídeo.
Samon no podía sentirse más estúpido en ese momento.
¿dignidad? ¿orgullo?
Creo que ya lo perdió.
Veía como el de tez morena tecleaba con rapidez en su computador y clickeaba varios archivos.
-muy bien, monito de mi life -habló finalmente Misuru.- esto es... medio ilegal si no me das un permiso de mi chici amiga, así que espero discreción~ -dijo para luego girarse a él.- me pueden mandar a prisión por esto.
-que exagerado. -rió levemente.
-solo... prometeme que me mandaran a la mejor celda cuando me arrestren. -pidió con un tono de tristeza muy forzado.
-te mandaré con Inori si no te apresuras. -frunció el ceño Samon.
-bien bien, calmad calmad. -rió y volvió a su computador e hizo click final a un archivo.
Se veía la cámara de la cocina, presentando la imagen de los guardias haciendo el pastel dichoso. Mitsuru aumentó la velocidad y las horas pasaron en unos minutos, hasta llegar a ver como salían ellos de la cocina para asearse.
-no tan rápido, Mitsu. -pidió Samon.
-¡ay, me dijiste Mitsu! -chilló el negro, bajando la velocidad del vídeo.
Pasaron unos segundos en total silencio, viendo la misma imagen hasta que vieron entrar a un gran sujeto, llamando, en busca de alguien y divisó el pastel allí mismo. Y sonrió y tomó el pastel y se retiró.
Y claro, que ese era:
-¡¡HAJIMEEE!! -gritó Samon mientras golpeaba una pared cercana con su puño.
Ahora tenía al ladrón y unas enormes ganas de golpearle.
-muy bien, si vas a golpear, fuera de mi oficina, por favor. -dijo Mitsuru, tratando de calmarle.
-nos vemos luego. -dijo con el ceño aun fruncido y comenzó a caminar a la salidad, remarcando sus pasos.
Pero fue perdiendo intensidad a medida de que se daba cuenta de los pocos modales que poseía. Le había hecho ese favor medio ilegal, había sido tan bueno con él... Se giró y pudo ver al moreno dandole la espalda y aun con la bolsa en su rostro.
Suspiró y avanzó hasta el locutor, y frente a él se colocó, quedando cara a cara, y con una mano, retiró esa bolsa.
-¿amuuur? -preguntó extrañado el mayor.
-la... lamento haberte golpeado. -murmuró antes de acercar sus labios al área golpeada.
Fue suave, fue una cura para el moreno, quien no podía evitar sonreír.
-no te preocupes por eso, Sam. -rió levemente Mitsuru cuando pudo volver a ver al menor frente a él.
-y... gracias, por... -calló y bajó la mirada.
Y tomó una bocanada de aire y alzó la mirada y unió sus labios, sorprendiendo al mayor, pero no molestandolo.
Tan solo un par de veces lo había besado. Y ahora era él quien lo hacía y más feliz no se encontraba por ese hecho.
No fue nada pasional, en absoluto, pero fue tierno.
-te dije que no debías hacerlo. -suspiró sobre los labios del menor.
Y este apartó la mirada avergonzado.
-me retiro ya. -dijo, componiendose y a punto de quitarse de enfrente del mayor.
Pero este fue más rápido y lo atrapó y lo sentó en su regazo.
-¿me respondes algo? -preguntó Mitsuru.
-¿aja...?
-¿esto es joda para ti? -preguntó antes de besarle fugaz y nuevamente.- ¿lo es? ¿o dejamos la joda?
-¿qué-é dices? -preguntó con el ceño fruncido.
-¡ay! ¡eres tan tierno! -besó su nariz y luego sus mejillas.
-¿quieres que te golpee? -gruñó.
-valdrá la pena, mi amuuur~ -canturreo mientras rozaba sus narices.- me encanta cuando te haces el difícil. -confesó.
-Mitsuru, debo irme -suspiró.
-solo unos momento más. -pidió con una sonrisa.- entre los golpes, los hijos, los friends... no hemos hecho esto nunca.
-¿debemos hacer esto?
-quisiera hacer esto siempre. -susurró antes de darle un beso fugazmente.- es bueno no estar entre tanto bullicio.
-lo dice el locutor más ruidoso que conozco, que sorpresa. -se burló.
-¿acaso conoces a otros locutores tan guapos? -alzó una ceja.
-¿guapos?
-sí, sé que no hay más como yo. -eso hizo reír al menor.
-gracias a los cielos, no. -volvió a burlarse.
-¡ay! Pero que malo eres. -chilló.- ¿por qué eres así? Nah no importa, que así te quiero, mi amuur~ -canturreó.
-aja sí, claro. -rodó los ojos.
-¿no me crees que te quiero?
-en absoluto.
-entonces explicame la razón de besarte cuando puedo, de darte unos chamacos to'os feos y llamarte mi amuuur, mi amuuur. -pidió.- y eso de que es joda no cuenta.
-entonces debes tener un serio problema. -rió avergonzado.
-si tengo un serio problema, entonces debo decirte lo bello que son tus ojos. -dijo examinando esos orbes de verdes tonalidades.- y lo hermoso que eres.
-¿por qué lo dices ahora? -preguntó con sus mejillas acaloradas.
-te lo repito: entre los golpes, los hijos, los friends... no tengo tiempo de decirlo. Por eso lo hago ahora que solo estamos los dos, y que no se te olvide eso.
Y Samon se sentía tan estúpido por estar sonriendo ante esas palabras que en verdad nunca escuchó. Era joda que se sintiera así ¿verdad?
-oye, mi amuuur -llamó Mitsuru.- ¿alguna vez pensaste en formar una familia de verdad?
-eventualmente lo hice -respondió.- y me esperaba tener dos hijos: niño y niña.
-bueno, que el quince parece mujer y lo sabes, so ya tienes a la parejita. -e hizo reír al menor.
-pero hay un colado.
-nos deshacemos de él. -hizo sacó una carcajada a Samon.- oye... ¿te han dicho lo dulce que es tu risa?
-que cursi estás ahora -susurró con una sonrisita.
-por algo me llaman Romeo. -con picardía en un susurro habló.
-¿a qué hora te mueres?
-¡oh pero que cruel! -lloriqueo mientras Samon seguía riendo.
-deja de llorar, sabes que te quiero. -respondió con una sonrisa.
-¿deveritas? -dijo esperanzado.
-deveritas... -susurró antes de besarle nuevamente.
Mientras no hubiera nadie cerca, podría dejar la joda de lado. Y para cuando saliera de allí, su orgullo y dignidad, para el resto, seguirían intactos.
-te quiero mushio mushio, mi amuuur~ -canturreo sobre los labios del menor.
-también te quiero, pero deja de hablar así.
-por ti, mi amuuur~
~●~
El pelirrojo miraba como el de cabellos celestes jugaba con sus dedos, mirando al suelo, como si fuese lo más interesante.
-y dime, Sei -llamó su atención.- ¿hay alguna persona en tu vida? -dijo ckn cierta picardía.
Y al menor se le subieron los colores.
-¡cla-aro que no-o! -respondió avergonzado.
-¿entonces por qué reaccionas así? -rió.- andaaa ¡dime quién es!
Y se vio como lo pensó mucho.
-¿no lo dirá?
-jamás
-bueno... es-
-¡buenaaas! -exclamó el recién llegado Samon mientras abría la puerta.
Se giraron y lo vieron con una sonrisa tan boba y unos ojos tan perdidos. No preguntarían qué sucedió.
-¡joder Samon! ¡espero que sea la respuesta del pastel si nos has interrumpido de este modo! -bramó Kiji.
-¿investigó quién fue? -preguntó Seitarou, esperanzado.
-sí... -suspiró aun con esa sonrisa de oreja a oreja.- fue Hajimeee
-¿¡QUÉ!?
No fue tanto el hecho de que él fuera el ladrón lo que hizo que se levantaran de sus asientos. Fue el hecho de que Samon... ¡estaba feliz y no cagando odio!
-¡tomad sus cosas y vamonos a por ese maldito! -habló Kiji mientras se retiraba, remarcando sus tacones, seguido de Seitarou y un atontado Samon.
~●~
-Guardias4Ever-
Kiji: ¿¡DONDÉ ESTÁ EL GORILA!?
Kenshirou: hola, buenas tardes.
Seitarou: ¿¡y el supervisor!?
Kenshirou: veo que no quieren saludar.
Samon: hola :)
Kenshirou: hola.
Samon: ¿has visto a Hajime?
Kenshirou: escuché que debía encontrarse con la alcaidesa.
Samon: ya veo, gracias.
Kenshirou: de nada.
Kenshirou: ahora
Kenshirou: ¿alguien me dice por qué Samon no está igual de histérico?
Kiji: ¡NI IDEA! ¡ESTÁ ASÍ DESDE QUE VINO DE HABLAR CON MITSU!
Kenshirou: allí dijiste la respuesta
Kiji: oh...
Seitarou: oh...
Kiji: ¿qué sucedió, Samon? ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Mitsuru: que le tuve que dar mis frituras o me golpeaba >:v
Kiji: pero no volvió con las frituras.
Samon: mientras buscaba el vídeo, me las acabe
Kiji: ¿y por qué se tardaron tanto?
Samon: no encontraba el archivo
Samon: ¿sabes cuanto porno y vídeos tontos tiene guardado en el computador?
Mitsuru: ¡eso debía quedar entre nosotros! ;A;
Samon: upsi (?)
Kiji: les diré que les creo
Kenshirou: ×2
Hitoshi: ×3
Hitoshi: ¿de qué hablan?
Seitarou: ×4
Kenshirou: hasta Seitarou lo sabe
Samon: ¿y tú cómo lo sabes?
Kenshirou: ¿acaso tú sabes lo que yo sé?
Samon: sé lo que sabes pero quiero saber cómo lo sabes
Kenshirou: pues nunca sabrás como es que yo sé lo que se supone que él sabe.
Mitsuru: no sé de que hablan ahora.
Kenshirou: ni yo
Samon: tampoco yo, me perdí lol
Kenshirou: ×2
Hitoshi: ¿de qué hablan?
Kiji: oye, perro
Kenshirou: ¿yo?
Mitsuru: que perra situación.
Hitoshi: ¿de qué hablan?
Kiji: ¿sabes a qué horas vuelve Hajime?
Kenshirou: ni idea
Yamato: ¡me acaba de textear! :D
Seitarou: ¿¡por qué a mi no me dice nada a mi!? ;A;
Mitsuru: celos~ turututu~ 🎶
Hitoshi: ¿de qué hablan?
Kiji: ¿¡qué es lo que dice!?
Mitsuru: celos de tus ojos cuando miras a otra chica, tengo celos, turututu~
Kiji: ¡el mensaje!
Mitsuru: :"v
Yamato: dice que viene en camino
Kenshirou: ¿y por qué no ha contestado los del grupo?
Yamato: porque, y cito, "no quiero saber qué estupidez hacen ahora"
Mitsuru: dile que lo extraño
Hajime: jodete
Samon: solo para eso se conecta.
Hitoshi: ¡por favor! ¡diganme de qué hablan!
Samon: que tu hermano es un ladrón
Hitoshi: okey, explicadme
~●~
Dejemos de lado sus estupideces, en todo lo que llega el gorila y veamos como van nuestros reclusos favoritos.
~●~
-Nanba4Ever-
Trois: ¿y los del 5?
Nico: ¡ni idea!
Nico: ¡mi maestro no me responde!
Jyugo: escuché que Inori los cuidaría.
Trois: eso lo explica todo
Elf: hablemos mal de ellos 😈
Rock: me caen mal
Honey: grandes maricones
Tsukumo: ¿no lo eres tú?
Jyugo: ¿y tú?
Uno: ¿y tú?
Trois: ¿y tú?
Elf: ¿y tú?
Honey: ¿y tú?
Nico: ¡que bella cadena!
Mudashi: ¡chicos chicos!
Musashi: ¡I'm happy!
Uno: why?
Musashi: because Gorillaz shared a new video! Humility! ;A;
Musashi: ¡lo amo!
Trois: acabo de verlo
Trois: esta muy bien hecho
Musashi: ¡apareció Jack Black Hat!
Honey: ¿como?
Musashi: Jack Black*
Musashi: la costumbre (?)
Rock: lol
Tsukumo: oigan ¿alguien sabe que es lo que les sucede a los guardias?
Uno: ni idea
Elf: llegaron preguntando de un pastel
Trois: ¿hay cumpleaños?
Elf: nel pastel
Nico: c mamó
Honey: ¿entonces para qué quieren un pastel?
Jyugo: ¿para celebrar el año del libro...?
Elf: ¿¡QUÉ!?
Musashi: ¿no fue eso en abril?
Jyugo: supondremos que es hoy
Nico: osea que es nuestro cumpleaños también
Trois: el de los guardias también.
Tsukumo: creo que si ellos han hecho el pastel, nosotros deberemos hacer algo por ellos.
Elf: nah
Elf: que se quede allí
Honey: no esperaba menos de un malandro como tú
Elf: aunque me digas asi, no haré nada
Jyugo: de hecgo, debes compensar a mamá
Elf: >:T
Musashi: ¿compensar el Qué?
Jyugo: llamó puta a mamá
Honey: ¿pero no lo es?
Jyugo: no más que tú
Musashi: lo dice el culo abierto
Elf: tu eres la tabla del uno miel
Honey: ¡me lastiman!
Honey: ¡Tsukumo, haz algo!
Tsukumo: es justo(?)
Tsukumo: has ofendido a su madre
Elf: ¡JA!
Tsukumo: y ustedes no deberían llamarle puta porque en verdad no es un fácil
Trois: eso es verdad
Honey: ¡JA!
Rock: ¡oigan oigan! ¡dejense ya de mamadas!
Rock: ¡tengo una idea para la noche!
Elf: anda, escupelo
Uno: ¡PERO NO A MÍ! >:V
Rock: ¿Cómo está tu cuarto, Elf?
Elf: estable (?)
Rock: vale
Rock: ¿y Hajime?
Nico: salió
Rock: muy bien, necesito que Uno, Tsukumo, Trois y Musashi nos escapemos al ala 10
Honey: ¡yo quiero ir!
Rock: no
Rock: él tiene un buen sentido de la moda
Jyugo: ya sé por dónde va esto
~●~
-¿¡SABES CUANTO NOS COSTO!? ¿¡LO SABES!? -gritaron Kiji y Samon
Mientras que Hajime rodaba los ojos. Ni bien había vuelto de su visita con la alcaidesa, Hajime fue amarrado a su silla de oficina por sus compañeros del ala 3,4 y 5, y el locutor y sus compañeros y su hermano allí.
-por favor, guardad la compostura. -habló Kenshirou.- que él nos dé sus razones y luego criticamos ¿les parece bien?
-¡a mí muy bien! -exclamó Mitsuru.- ¡vamos, Hajimeme~! -canturreó.- ¡cuentanos una historia~!
-muy bien... -suspiró Hajime.- resulta que la alcaidesa me dijo la semana pasada que necesitaba un pastel para este día. ¿para qué? Ni idea.
-y robaste nuestro pastel. -gruño Kiji.
-no, dejenme acabar. -dijo Hajime.- ese día le dije a nuestro chef que me hiciera el pastel. Y pensé que lo dejó aquí ayer que se enfermó, y al ver ese dichoso pastel que ustedes hicieron pensé que él lo hizo.
-y solo lo tomó. -habló Seitarou con los brazos cruzados.
-no había nadie alrededor, pensé que era el del chef. -finalizó.- así que disculpen, señoras, pero el pastel no volverá.
-¡joder! ¡ya son las tres y no tenemos pastel! -chilló Kiji.
-lo tendremos. -aseguró Samon.
-genial, espero les quede bien. -dijo Hajime.
-querras decir que nos quede bien. -corrigió con amargura el mono.- lo haremos todos los aquí presentes, porque no lo pidió solo a nosotros tres, lo pidió por todos EN GENERAL.
-debes estar de broma... -suspiró Hajime.
-no, no lo estoy. -respondió Samon.- estoy hablando en serio, así que vas a mover tu trasero hasta la cocina, todos lo harán y nos ayudarán. -bramó antes de salir de la sala, remarcando los pasos.
Y siendo seguido por sus compañeros y un atado Hajime a su silla con ruedas, rumbo a la cocina.
~●~
Naturalmente lo acabaron antes del tiempo que habían planeado y el pastel era relativamente igual, claro que sin mucho chocolate.
Todos habían colaborando: haciendo la masa, el glaseado, el horneo y demás. Lo que debían hacer desde un maldito principio.
Ahora todos contemplaban ese pastel de dos plantas con cobertura de chocolate e interior de vainilla. Se sentían orgullosos de su obra culinaria. De repente, el transmisor del locutor sonó y lo atendió y habló y colgó.
-oigan, la alcaidesa nos espera en la oficina de Hajime. -avisó Mitsuru un poco asustado.
-ahora dejemos la cocina con llave. -rió nervioso Seitarou.
Y eso hicieron y llegaron a la oficina, y allí estaba la alcaidesa con un pastel de chocolate de dos plantas y varios platos y tenedores.
Alto ¿qué?
-espero no interrumpir sus labores, caballeros. -habló la mujer con una sonrisa.- no tomará mucho tiempo mi visita. Solo quería agradecerles su labor duro en este último año, en verdad, son lo más valioso de esta prisión. Sin ustedes, la prisión no existiría.
-de hecho... -interrumpió Mitsuru.-agradezcale a los malandros que criamos aquí. Sin sus manos de criminales, la prisión no se hubiera fundado.
Claro, eso los hizo reír a todos y con ganas, incluso a esa mujer de azules cabellos.
-pero ustedes la hacen funcionar. -siguió Momoka.- y... no he podido hacer un pastel, pero en creditos del mejor guardia de la prisión, les presento este pastel. No es mucho pero acompañado de un descanso lo que queda del día... quiero que sepan que agradezco que todos ustedes estén aquí.
-ay, alcaidesa. -chilló Mitsuru, secándose una lagrimita falsa.
Pero ni una lagrima les podía salir a Kiji, ni a Samon ni a Seitarou, quienes trataban de aguantarse sus ganas de gritar con fuerza con una sonrisa demasiado fingida.
-gracias por creer en nosotros. -sonrió Seitarou antes de hacer una reverencia, seguido de los demás guardias.
Sin decir más y una sonrisa sincera, la alcaidesa se retiró de la oficina.
Y Samon estrelló su puño contra la pared y Kiji lanzó un quejido al aire y Seitarou se hecho a llorar mientras los demás seguían con una sonrisa vacía.
-tanto... y de por gusto... -murmuró Yamato.
-casi muero quemado por eso. -se quejó Hitoshi.
Y así, pasaron los siguientes quinces minutos en sufrimiento, en quejimiento, en malos sentimientos hasta que sus celulares sonaron y vieron el mensaje:
"ala 10, torre abandonada, media hora + pastel"
-¿qué hicieron ahora? -gruñó Hajime antes de guardar su celular.
-¿qué no hicieron? -corrigió Kenshirou.
-pues solo agarremos los pasteles y vamonos a la chingada. -propuso Mitsuru antes de salir de a oficina.
~●~
Alzaron la mirada y vieron esa enorme torre, un poco desgastada, y luego intercambiaron miradas entre ellos, extrañados.
¿por qué sus reclusos se escaparían para estar allí?
-¿ahora qué, señor Stark? -preguntó Mitsuru.
-¡aquí!
Giraron sus cabezas y vieron una cabellera rubia, asomándose por un lado de la torre.
-¡chamaco! -sonrió Mitsuru.
-¡puta! -gritó y desapareció por ese lado de la torre.
-¡¿cómo?! -gritó Samon y salió corriendo a ese lado de la torre, seguido de sus compañeros.
Al girar, vieron un agujero grande en la pared de ladrillos y escucharon una risa adentro. Con cuidado, se escabulleron por ese agujero y estuvieron dentro de una torre rota y vacía, salvo por una escalera enorme de caracol. Siguiendo su lógica, subieron por esa escalera hasta la punta de la torre, estando a oscuras y solo viendo por el balcón los rayos del ocaso colarse con dificultad.
-¿qué-?
-¡sorpresa! -y las luces se encendieron y se pudo ver a los reclusos del 3, 4 y 13 allí, y el colado de Elf. Pero el sitio estaba decorado con globos y otras decoraciones.
-¿qué-?
-¿creen que dejaríamos que se encargaran de la celebración? -rió Jyugo.- es nuestro libro también.
-aunque podría ser solo mío. -se mofó Mitsuru.
-o de nosotros. -habló Honey, tomando por la cintura a su novio.
-pff sí claro. -rió Uno.- aquí todos nos esperaban a nosotros -se apuntó a él y a Jyugo.
-aja aja.
-oigan, si van a chuparse el pito, hay un sitio por allá -les interrumpió Mitsuru.
-¿nos podemos ir ya? -bramó Hajime.
-¡en absoluto! -rió Elf.- sientense sientense y sirvan el pastel y festejemos que vivimos un año.
-¿no dirán algunas palabras? -preguntó Hitoshi.- para no hacerlo después y poder estar tranquilos.
-buena idea. -apuntó Rock.- ¿quién lo hace?
-Jyugo. -respondieron todos.
-ahora mismo me siento sobrevalorado. confesó Jyugo.
-es que lo estás. -respondió Honey.
-okey okey, calmad que me inspiro. -dijo mientras tomaba una bocanada de aire.- ¿qué quieren que diga? ya saben todos que agradezco esto que nos ha pasado. La autora agradece tenerlos aquí, porque escribir esto y recibir apoyo. No saben lo feliz que está cada que escribe estos apartados llenos de estupideces, esperando poder sacar tan solo una sonrisa, hacer que se olviden de sus problemas por un rato, así como ella lo hace al escribir esto. Solo podemos decir que gracias por este apoyo. ¿saben? la autora había planeado finalizar esto en el apartado 40, o menos. Pero por ustedes, no lo hizo. Porque en verdad esta feliz de hacer esto. Así que...
Gracias.
Muchas gracias.
-siento... siento que faltan algunas cosas por aquí.
.
.
.
-¡INORI, DANOS NUESTROS CELULARES!
-¡NO HASTA QUE ME DEJEN APOSTAR EN PAZ!
-TU CABALLO SALDRÁ ENVENENADO.
-ESCORIA
-JODANSE
Continuará.
lamento si me he tardado en verdad mucho. Tengo muchos trabajos y las malditas 6000 palabras no han sido faciles de escribir XD
cómo sea, tambien tengo otros proyectos y se los digo ya:
- El Chico con Falda. (SOPE/BTS). PUBLICADO.
-Whisper (WONTAEK/VIXX). BORADOR.
-8299's ONE-SHOTS. BORRADOR
-Diez Lindas Palabras (8299/NANBAKA). Borrador pero apunto de salir.
-Algo te enseñaré (JoeyParker/LIV&MADDIE). PUBLICADO.
Y... tengo actividades esta semana y casi despues tengo examenes lol
y tengo que acabarme Saiki K. para darle mis fanarts y debo verme DeadPool 2
...
recen porque salga viva de aquí.
-LittleCrazyX3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro