[#31] [ESP. SAN VALENTÍN]
LAMENTO LA TARDANZAAA!!
SÉ QUE YA ES 16/02 PERO ADMINISTRE MAL MI TIEMPO Y AGHH! Se suponía que empezaría el sábado, pero me dije que aun había tiempo, pero no tuve em cuenta misntareas y ASSSHHH!! LO SIENTO ;A;
Aparte siento que me quedó feo, idk. Pero no les hago esperar más!
Y ahora quiero aclarar algo: las parejas NO las formé yo. Una amiga (que no se ha visto Nanbaka) los escogió a lo tonto
Y la odio por eso! La odio y le quiero! Maldita!! >:v
Ah y ea FULL largo
DISFRUTEN!
~●~
-¿por qué tardan tantooo? -preguntó en un bostezo el rubio del ala trece.
-¿será por qué sus alas quedan lejos? -gruñó el supervisor.
-no se impacienten -les sonrió Seitarou- apenas son las tres, ya aparecerán
-¡Seitarou tiene razón! -apoyó el alto de negros cabellos.
Y es que ya llevaban tan solo quince minutos esperando en la sala de apuestas del británico. Los tres guardias principales del ala aguardaban con los reclusos 15, 11, 25, 69 y 99, quienes sienten que esos quince minutos han sido eternos, quedándose casi dormidos en la mesa. Cabe también destacar que cada uno poseía una bolsa o una caja bien decorada en sus manos.
Los reclusos alzaron y giraron la mirada al escuchar como la puerta se abría e ingresaban los invitados del ala tres.
-buenas tar-
-¡ninja kamikaze! -exclamó el de morados cabellos, quien por cierto traía un ramo de rosas, al tiempo que se arrojaba a los brazos de su amado actor y pareja.
-ay que maricas -murmuró Rock al ber como el mayor trataba de besarle, y lo loraba, y el ninja se dejaba.
Nico, muy por el contrario tomaba fotos del momento, con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Honey, comportate! -regañaron tanto el compañero del mencionado como el/la guardia.
-pensamos que llegarían más tarde -comentó el guardia de cabellos celestes al de rojos.
-lamentamos el retraso -habló Kiji- pero el recluso ochenta y dos quería pasar tomando esas rosas.
-¡al menos se le ve feliz! -comentó Yamato, viendo como aquella lejana pareja sonreía.
-mientras no jodan de más -murmuró Hajime
-¿no han venido los demás? -preguntó Trois, con bolsa de regalo en mano.
-solo ustedes -respondió con simplesa Jyugo.
En ese momento, escucharon un gran alboroto fuera del sitio. Sus miradas se giraron justo en el momento en que la puerta se abrió de golpe, dejando ver a los del ala cinco, quienes tenían collares para perros eran los reclusos, y el guardia quien los halaba.
-¡dos, mocoso, quietos! -demandó el guardia con su ira más pura.
Y es que desde que salieron los dos menores han estado tan imperativos, que solo con la correa logró contenerles un poco. Solo el farmacéutico se mantenía quieto y obediente.
-lindos animales -soltó con burla el gorila
-¿¡verdad que sí!? -contestó con sarcasmo antes de soltarlos- ¡andenle! ¡fuera de aquí! -y tal, como si animales fuesen, salieron a reunirse con sus amigos.
El mono suspiró con pesadez viendo como el de negros cabellos se dirigía hacia el 69 y el menor al 25, mientras el farmacéutico caminaba sin prisas donde el 03, no sin antes haver dicho un "permiso"
-al menos uno se te educó -mascullo Kiji
-pero el resto sigue jodiendo -gruñó estirándose en su sitio- ah, ten -le dio una bolsa negra.
Y Kiji le pasó la suya, que era unacaja bien decorada.
-¿y ustedes qué? -preguntó Hajime al ver su intercambio- deben esperar a que vengan los pendejos.
-hiciemos un pacto -respondió el mono.
-con el diablo -dijo el gorila riendo y contagiando al Gooku.
Y todos mantenían una conversación con todos. Hablando animada, burlona y cariñosamente en algunos casos. Se deleitaban con la compañía que les rodeaba, con su amistad, con su amor.
-¡adelante! -habló el negros cabellos cuando se escucharon golpes en la puerta.
Y lentamente se abrió y se dejó ver al menor de los Sugoroku con el perro y la vela. Los tres con sus respectivos obsequios.
-¡onii-chan! -llamó animadamente el rubio, corriendo a abrazar a su hermano, mientras Kenshirou y su recluso se acercaban a los otros guardias.
-hijo -saludó el mono.
-madre -se abstuvo de reírse con fuerza al llamarse así.
-ciego -llamó el pelon
-sobrino -fue Kiji
-seisientos treinta y cuatro -mencionó Seitarou
-Musa -se limitó a llamar el azabache alto.
-vela -les corrigió su guardia.
-¡vela! -se escuchó que le llamaban.
Se giró y vio como a él se acercaba el británico de rubios cabellos, con una sonrisa. Lo haló hacia su grupo, sin siquiera pedir permiso.
-modales, mocoso -murmuró Kiji
-¿quienes faltan? -preguntó Kenshirou.
-su esposo e hijo -señaló Hajime a Samon.
-por favor, no los menciones -intervino Liang, mientras pasaba por allí.
-¿Cómo por qué?
-los invocas al mencionarlos -rió Honey, quien tenía del brazo a su amado.
-¡no lo digas no lo pienses! ¡no lo digas no lo pienses! -repitió aterrado el recluso quince.
-¿el qué? -pregutó con burla el albino mayor.
-Mitsuru y Elf -susurró Hajime.
Y la puerta se abrió con brusquedad, llamando la total atención de todos en el sitio, dejando ver a su nuevo invitado con una radio en su hombro.
-¡y la cosa suena RA! -gritó el de tonalidad oscura.
Y apareció otro invitado menor que él.
-¡Scooby Doo PAPÁ! -completó la frase el rubio
-¡Y EL PUM PUM PUM PUM PUM! -cantaron al unísono para luego comenzar a bailar de modo sugerente con su padre.
-¡¡mierda que te advertimos, Hajime!! -chilló Uno.
-¿ese es papá? -preguntó Jyugo a su "madre"
-¿ese es tu esposo? -preguntaron con diversión el pelirrojo y el albino y el pelon.
-ni idea de quien es ese -se limitó a decir mientras desviaba la mirada.
-¡ayyy ¿no les ha gustado?! -preguntó decepcionado el de filosos dientes.
-preferimos algo... -comenzó a hablar Trois
-no tan mierdero -interrumpió, escupió Honey.
-sí, eso.
-solo entren ya y comencemos esta mierda -ordenó Hajime.
Sin más rodeos, todos se sentaron en los sillones y mesas de billar y sobre algunas maquinas. Elf estaba en las máquinas
-¿y ahora qué? -preguntó Hitoshi.
-no sé, nunca cr-
-ni se te ocurra cabron -le interrumpió Elf al chino azabache.
-solo entreguen los regalos y ya -bramó Hajime.- su presencia me da asco
-nos amas, obviamente -habló Honey, sarcástico.
-bueno... que alguien empieze la cadena -dijo Kiji
-¿ni deberíamos empezar con algunas palabras? -preguntó Seitarou.
-sí empiezen YA -ladró el gorila.
Esperen ¿ké?
-Jyugo, empieza -dijo Qi
-nah ya estoy muy usado -dijo sin muchos ánimos.- ¿voluntarios?
Todos se miraron las caras, esperando al pendejo que la levantara. Y el pendejo apareció. Ese musculoso brazo se alzó en el aire.
-pues rápido, Rock -apuró Nico.
Rock sonrió para luego mostrar su regalo: era un pie, en un recipiente de aluminio.
-¿te lo auto-regalas? -preguntó Musashi.
-nop -contestó para luego acercarse al guardia del ala cinco- ¡feliz día del...! lo que sea que celebremos
-oh... eh gracias, sesenta y nueve -se limitó a contestar mientras tomaba con sus manos el postre.
Y sintió un olor. Y acercó un poco su nariz y aspiró y reconoció el olor.
-¿banana? -preguntó con una sonrisa.
-¡espero le guste! -contestó animado el recluso antes de sentarse nuevamente en su sitio.
-ay que lindo -murmuró Tsukumo, con el ramo de rosas en mano, viendo el brillo en los ojos del guardia.
-Rock nuca nos dio nada así -chilló Uno, con lágrimas de cocodrilo.
-¡Samon, te toca! -habló Hitoshi.
-muy bien... -murmuró para luego tomar la caja que, hace un rato, Kiji le había dado.
Confiaba en que aquello le gustaba, confiaba en su... ¿hermano? ¿hermana? De repente su familia se extendió. Ya no entendía ni qué era.
Camino con tranquilidad, hasta quedar frente al de morados cabellos.
-espero le guste -fue lo único que dijo, entregándole la caja al recluso.
-tal vez no me guste -de limitó a contestar el menor, tomando la caja con sus manos y sin delicadeza comienza a abrirla.
Se detiene abruptamente al ver el contenido dentro.
-no mames we -murmura con una sonrisa.
-¿qué es? -preguntó Uno, con mucha curiosidad.
Y el americano toma cons sus manos y las alza aquella pila de CDs.
-¡es la colección de Entre las Sombras! -sonrió.
-¿en español...?
-una serie de películas que interpreté -contestó la pareja del americano, a su lado.
-¡y en Blue-Ray! -agrega Honey, sin contener su alegría- ¡gracias gracias gracias! -dirige hacia el guardia, quien se limita a sonreirle.
El de morados cabellos no se dignó a dejar a un lado su obsequio ni a levantarse ni a acercarse a su pareja secreta. Tan solo tomó su bolsa de regalo y la lanzó a esa persona.
-¡oye, imbécil! -gruñe el Mitsueu al sentir ese golpe.
-deja de joder y ábrelo -dijo sin siquiera volver a ver al de twz oscura, solo se dedicaba a admirar la hermosa portada que poseían esos CDs.
Mitsuru maldijo por lo bajo antes de centrar su atención en la bolsa que el americano le había lanzado. Con cuidado la abrió y abrió sus ojos con sorpresa y alegría. Y sin esperar más, sacó aquellos oscuros y carmesí audiculares.
-¡aaayyy eres un amor, Honey! -dijo con una voz demasiado dulce, a posta
-sí sí lo sé lo sé pero no lo digas frente a mi novio -dijo instantaneamente, dejando a su novio medio perplejo y al locutor con una carcajada.
-ya, en serio ¿para cuándo la boda? -preguntó Upa.
Ambos novios estaban por decir respuestas totalmente diferentes, pero el guardia pelirrojo intevino:
-¿¡boda!? ¡no! ¡mis niños no se me casan! -chilló
-¿tus niños, tía? -rió Jyugo
-entonces -habló Elf- ¿los maricones esos son primos nuestros?
-son muy feos como para ser familia mía -alzó la mirada el de morados cabellos.
-y muy revoltosos -añadió Trois
-y MUY maleducados -se quejó el pelirrojo.
-¡ayyy! ¡la familia se extiende! -comentó con ternura el más negro de los guardias.
-ojalá no lo hiciera más -murmuró Samon.- como sea. Mitsu, tu regalo
-¡ah awebo! -se levantó y dejo que vieran su regalo envuelto.
No era una caja, ni una bolsa. Tenía una satén envuelta en papel de regalo. Ahora todos resaban porque no les tocara a ellos ese regalo tan pobre y feo.
-y, el ganador ¡es...! -anunció Mitsuru, girando en su sitio y señalando a todos, hasta que su dedo terminó sobre su pareja- ¡Liang!
-¡por un dmeonio! -exclamó mientras cruzaba lps brazos y fruncia el ceño- ¿¡por qué yo!?
-ay no sé, muchachito de la vecindad -contestó Mitsuru- ¡solo ven y ábrelo, que no sabes lo que es!
Todos lo sabían lo que ese papel envolvía, por dios.
Liang se levantó y se acercó y tomó el regalo con total decepción. Suspiró bajo la mirada emocionada del moreno y sin más, se deshizo del papel, dejando ver una bella sartén celeste con una caja dentro.
Alto ¿qué?
-¡NO PUEDE SER, MALDITA SEA! -exclamó Liang al leer la caratula.
iPhone 8 Plus
-¡¡AHHH!! -chilló, tomando la caja y tirando la sarten.
Los presentes abrieron sus ojos con sorpresaal ver tan caro obsequio. Sus hijos estaban por reclamar, pero Liang abrió la caja, borrando su sonrisa al ver un papel que contenía:
"Feliz San Valentín, bitch :)
👌"
Y luego de acabar eso con temor, sintió una oscura palma impactar contra su mejilla hasta acabar en el suelo por la fuerza. El lado bueno es que casi todos estallaron en risas por ello.
-eso ha sido por mi chamaco -habló Mitsuru para luego recoger la sartén del suelo.
-pe-ero eso es mi-io -chilló Liang en el suelo, señalando la celeste sartén.
-el madrazo lo fue. La sartén es para mi esposa -corrigió, pasandole la sartén al mono- feliz día cariño.
-ay jodete -murmulló mientras tomaba la sartén.
-pues ya tiene con que defenderse -rió Seitarou.
-oh pues gracias por la idea, Sei --le sonrió Samon, jugando con la sartén.
-¡Liang! ¡regaaaloooo! -ordenó Mitsuru
Murmurando y maldiciendo, Liang se levantó, tomó su regalo y sin más se lo dio de mala gana al rubio británico.
-ay que sencible -murmuró Uno, abriendo la bolsa y dejando ver una figura de muñeca japonesa exótica, cabe aclarar.- ay very gracias, chino
-aja aja no me hablen -dijo, volviendo a sentarse en el sitio.
-ay que marica -comentó Mitsuru.
-¡callen callen! ¡que sigue el regalo de Uno! -sonrió Upa.
Y Uno se puso nervioso y algo tenso. Sabía las consecuencias, lo que pasaría luego de dar aquel obsequio, pero prefería eso y verle feliz que ir a con la autora.
Ah, hablando de autora ¿qué pasó con ella?
~●~
-¿¡quién mierda necesita pareja si las tengo a ustedes!? -exclamo con una botella de mi peor enemigo.
De la Coca Cola.
-¡pues sí, si nos tienes la wea se pone wuena! -exclama LANADA_618
-¡VERY VERY BUENA WUUU! -grita una satánica
-¡naturalmente, somos lo mejor a una absurda pareja! -se mofa Otsuleit
-¿pero por qué necesitamos una pareja si nos tenemos las unas con las otras? -pregunta SleepyAsh con sentimiento.
-¡y tenemos gays chinos también! -añade Hoppel_P
-¡y a los de Nanba! -vuele a gritar Sati_la_Satanica
-¡salud por nuestra amistad, -grito, alzando mi botella- por nuestros chinos coreanos y demáses gays y los de Nanba!
-¡que también son gays! -aporta Hoppel
-¡salud! -exclamamos
~●~
Ignorando las miradas de los menores, y algunos guardias, le entregó un mal envuelto disco.
-ay muchas gracias por tomarte el tiempo de envolverlo con dedicación -habló con sarcasmo quien recibía el obsequio.
-cierra la boca y termina de abrirlo o te lo quito, Jyugo -amenazó Uno con el ceño fruncido.
Pero su ceño se relajó al ver el brillo en los ojos del menor, sus orbes se iluminaron por completo al ver la portada de aquel primer álbum que tenía el nombre de Voodoo Doll. El menor miró incrédulo el disco y luego al rubio y luego al disco antes de soltar un gritillo con completa emoción y alegría, dejando medio aturdidos al resto.
-¿qué demonio le sampazte ahora? -preguntó Liang, viendo comenzaba a removerse en su sitio.
-nah solo e-
-¡es el primer album de VIXX, Voodoo Doll, siendo firmado por todos su integrantes! ¡AHHH! -vuelve a gritar de emoción el japones.
-yo pensé que sería algo emo, como grilletes o cuchillas -susurró Kenshriou a Yamato
-¡gracias, Uno! -exclama, lanzandose sobre él para abrazaro, y ser correspondido por el mayor.
Las fotos de por parte de los presentes no se hizo esperar desde cada ángulo. De hecho, Nico y Upa ya planeaban la boda, donde vivirían y quienes serían madrinas.
Jyugo terminó con aquel abrazado y dejó libre al rubio, quien se devolvió a su asiento. Ahora, sin anunciar ni nada, Jyugo tomó un cuhillo, que traía un moño, y se acercó a las maquinas.
-ten, bro -se lo extendió al rubio, quien lo acepto
-gracias bro -respondió con un tono indiferente y una sonrisa leve- ya se me había arruinado el mío.
-¿dejas que tus hijos jueguen con armas? -pregunta Yamato, sorprendido- yo a mi hija no la dejo tocar ni unas tijeras.
-son mis hijos y hago lo que- Samon se detiene abruptamente al digerir las palabras- ¿hija?
-¿tiene hija? -pregunta Qi, en nombre de todos los perplejos reclusos.
-¡sí! -sonrió el azabache, con orgullo.
¿él?
¿casado?
-¿sucede algo? -preguntó un poco confundido por las miradas de los demás
¡y es que nadie se esperaba eso! ¡nadie se esperaba un hijo legitimo de alguien de ese grupo!
-no no -negó Trois- tan solo... sigamos con el juego -dijo, mas bien, pidió.
-muy bien, siguiendo con el Yama -mencionó Elf bajándose de las máquinas y con una caja en manos se acercó al azabache- ten tu regalo carnal -le tendió el obsequio.
-¡muchas gracias, Elf! -le sonrió mientras tomaba la caja y sentía el peso del contenido.
Abrió la caja y vio dos grandes pesas. Se sorprendió de que la caja no se rompiera. Le sonrió al menor y este simplemente se devolvió a su sitio arriba de las máquinas.
Sin que tuvieran que avisarle, Yamato dejó sus pesas a un lado y tomó el obsequio que consistía en una bolsa negra. Se acercó hacia su compañía guardia de rojos cabellos y le tendió la bolsa.
-¡aaayyy ¿para mí?! -pestañeo emocionado Kiji al ver esa bolsa de buena marca.
-pues sí, carajo -respondió Hajime un tanto irritado.
-piis sí, ciriji -le imitó con burla el pelirrojo antes de abrir la bolsa y sacar el contenido.
Eran unos polvos muy caros y muy bonitos y muy coloridos, justo como a Kiji le encantaba su maquillaje.
-¡oh están maravillosos! ¿Cómo supistes que eran mis tonos?
-bueno, mi esposa lo escogió para ti -explicó
Y volvió a sentir las miradas de los demás sobre sí, tan sorprendidos, tan perplejos.
-¿¡Tienes esposa!? -chilló el de verdes y largos cabellos junto al de turquesas cabellos.
-¡no mames we! -exclamó Rock.
-¡nunca creí ver a un hetero por estos rumbos! -comentó Musashi.
-¡¡aaayyy la shipp!! -sollozó Uno.
-¡¿por qué eres así Yamato?! -preguntó Liang.
-¡¡Seitarou está destrozado!! -afirmó el de morados cabellos.
-¿ah? -soltó, confundido el mencionado guardia.
-¡no te lo guardes, Sei! -intervino Tsukumo- ¡llora! ¡que sepa cuánto daño te hizo y se arrepienta!
-cuando ya no tengas a tu mujer, llorarás y lo extrañarás -filosofó el de grilletes.
-ay que bonito -exclamó Kiji- no sabías que eras poeta
-eso ni tú te lo crees -murmuró Hajime- como sea, ya sigan con la mierda de regalos, mujer fea.
-pues ten -le arrojó una bolsa el pelirrojo- ten tu mierda de regalo, gorilon de mierda.
-uhhh -exclamaron los reclusos, asombrados por ese giro tan inesperado.
Hajime no dijo nada, solo aceptó la bolsa. Cuidadosamente la abrió y sacó un frasco de colonia. Un buen regalo para cualquier persona, pero no para Hajime, quien miró furioso aquel frasco de una fragancia en específico.
-¿¡de banana!? ¿¡BANANA, KIJI!? -ladró hacia el de rojos cabellos.
-¿¡bananas!? ¿¡eso existe siquiera!? -chilló Kiji.
-¡no sé, dímelo tú! ¡lo compraste tú! ¡muchas gracias cabron!
-ay jodete -murmuró frustrado, dirigiéndo una venenosa mirada al mono, quien trataba de no reírse.
Hajime se levantó de mala gana y le tendió brucamente una bolsa rosada al menor de todos los presentes. Upa no dijo nada, solo lo aceptó en silencio mientras el gorila volvía a su asiento.
El pequeño abrió la bolsa y chilló al ver los dvds que contenía la rosada bolsa.
-déjame adivinar -habló Kenshirou- ¿banda coreana?
-¡mejor que esos emos! -exclamó Upa, recibiendo una mala cara del heterocromatico- ¡son los DVDs de Sekaiichi Hatsukoi! -dijo con emoción y una sonrisa de oreja a oreja.
-¿en español...? -preguntó Hajime.
-pero si somos japoneses -comentó Jyugo.
-entonces ¿por qué hablamos español? -preguntó Tsukumo.
-it's a good question, my darling, good question... -comentó Honey en su idioma natal
-no hablo inglés -dijo su novio
-that's terrible, Tsuku! -said One- how you'll respond when he prepond you marrige?
-One have the reason. You have to speak English for when you met your parenths in law -Rock comented.
-nah that's the less of the case -Honey talked- but I wanna my sons speak my lenguage and say us "hi, daddy. I love you so much"
-ohhh that's so CUTE! -said Nico- you'll be a excelent father!
-I know, i know
-¿traductor...? -comentó Liang al resto de los presentes.
-básicamente dicen cosas como Tsuku, inglés, hijos, padre o algo así -dijo Kiji.
-¿ah? -soltó Tsukumo confundido y avergonzado
-¿entonces nosotros podemos hablar japonés? -preguntó Jyugo.
-ni idea tomodashi -le respondió Liang.
-tal vez ni se pueda
-no le hables así a oni-chan, escoria-senpai! -chilló Elf.
-Elf-kun, watashi nai ga escoria -contestó Qi.
-naruto no kokoro sekaii ni hai -dijo Liang
-tú eres chino -gruñó Hajime.
-oh... -murmuró para luego gritar- ¡nihao Kailan!
-¡pinhe chino así!
~●~
-problemas de lenguaje técnico-
~●~
No saben cuánto pasaron con ese error de idioma hasta que volvieron al idioma natal de esta historia. Ya todos se habían calmado y ahora estaba el menor de todos los reclusos frente a ese chico... chica... ¿ah?
-¡ay muchas gracias, Upa! -sonrió ampliamente Hitoshi, aceptando la caja con sus manos.
-¡el anillo! -gritó Mitsuru.
-¿ah?
-¡allí está el anillo! -dijo Trois.
-¡Nico, te engañan! -advirtió Musashi.
-¡gente, va a haber una boda! -anunció Kiji.
-¡¡NOOO!! -sollozó Uno, destrozado.
-¿quién llevará el vestido? -comentó con humor el albino.
-¡claro que no es eso! -dijo Upa totalmente tan rojo como un tomate.
-¿entonces...? -insistió Rock.
-¡es un vestido! -anunció Musashi, dejando ver aquella prenda de tonalidades verdes y rosas.
-¿¡y el anillo!? -preguntaron al unísono Liang, Elf, Trois y Musashi.
-nadie sabía dónde conseguirlo, ¿lo recuerdan? -preguntó con frustración el menor, mientras volvía a su sitio.
-eres cruel -murmuró Nico.
-pero justo -completó Seitarou.
-ay ya aprendiste, Sei -comentó Jyugo.
-lo corrompieron, eso es lo que pasó -corrigió Hajime.
-¡ustedes lo hicieron! -reclamó Liang.
-aja aja sí sí -dijo irritado.
-¡recluso veinticinco! -llamó el que recién había obtenido su obsequio.
Este se levantó y se acercó al peliverde recluso que le miraba ansioso. Su regalo no poseía una bolsa, es más, solo con la caratula le entregó el disco, y su grito no se hizo esperar.
-no me digas -comentó Nico- ¿Sekaiichi?
-¡no! ¡es Junjuo Romantica! -dijo, mostrando el DVD- ¡muchas gracias Hitoshi! -dijo mientras lo abrazaba con fuerza.
-oigan ¿quienes faltan? -preguntó Samon.
-yo -dijeron al unísono Seitarou, Tsukumo, Musashi, Qi, Trois y Kenshirou.
-a mí no me dan mi regalo -comentó Rock
-terminemos con esto ya -comentó Jyugo- se alarga mucho y ya es aburrido.
-te doy la razón, carnal -comentó Elf.
-y allí debería ir el dos puntos uve -dijo Mitsuru
- Nico, dale el regalo a quien sea. -ordenó el de morados cabellos.
-hai! -respondió antes de soltar al mayor y acercarse al guardias de celestes cabellos
Este les sonrió y tomó la caja, para luego abrirla lentamente y encontrar un pequeño disco de metal con varios botones.
-¡oh es Namba! -exclamó feliz.
-¡mierda entiende que no es! ¡se parecen pero no! -gritó Mitsuru.
-¡muchas gracias, recluso veinticinco! -sonrió.
-¡ya sabes, Sei!
-oigan -llamó Rock- ¿por qué aun nos siguen llamando por nuestros números de recluso?
-buena pregunta, Doroti -soltó Yamato.
-básicamente porque no somos unos confianzudos como ustedes -dijo Samon- recuerden que aun somos sus superiores.
-y nuestra jefa -murmuró Jyugo.
-¿¡qué dijiste!?
-¡nada!
-¡Seitarou, termina con esto! -suplicó Hajime.
El guapo guardia asintió y dejó su obsequió de lado para dirigirse hacia el de verdes cabellos y lentes carmesí, con una caja pequeña y en forma de corazón.
-espero le guste -dijo Seitarou al 03- no sabía que darle, y esto fue lo único que se me ocurrió y-
-no te preocupes por esas cosas -sonrió el recluso, aceptando gustoso aquella caja con chocolates dentro.- muchas gracias.
Y esa acción extrañó a Honey. No debía ser Seitarou quien le diera el regalo a su compañero. Debía ser Musashi.
-¡RÁPIDO! -pidió Mitsuru.
-¡bien bien! -gruñó Trois, dejando su delicioso regalo de lado.- hagamos esto, yo le doy mi regalo a mi pareja, y de un solo se lo da a la suya y así sucesivamente hasta acabar este absurdo apartado.
Accedieron.
Trois se levantó y le dio su regalo al guardia de blancos cabellos.
Este le entregó algo a su propio recluso.
Musashi le entregó lo suyo al 99.
Alto ¿qué?
-¡maldito ment-! -el americano fue callado por su compañero de celda, quien le tapó la boca.
Tsukumo le miró extrañado y confundido, para luego levantarse y darle su regalo a Qi.
Y Qi se lo dio a Rock.
-a la cuenta de tres, lo abren al mismo tiempo. -anunció Trois.
-uno
-¡presente! -exclamó el británico.
-se mamó carnal -soltó una carcajada Elf.
-two -siguió Yamato.
-¡tres! -anunció Mitsuru.
Y los cinco restantes abrieron sus bolsas y cajas al unísono, dejando ver tanto excelentes regalos, como pésimos.
-¿comida para perro? -gruñó el albino al ver la bolsa de Pedigri para razas pequeñas.
-¡espero te guste, perrito! -le sonrió cínicamente el peliverde.
-¡oh son velas aromáticas! -exclamó Musashi, emocionado al sentir la fragancia de esas candelas.- ¡muchas gracias, perrito!
-de nada, vela -murmuró con poca satisfacción.
-¿qué te dieron, cariño? -preguntó Honey mientras su novio urgaba en la caja, para luego sacar un objeto.
-¡una kunai! -sonrió ampliamente- no tenía una desde que se me perdió la antigua. Muchas gracias Musashi.
Y Honey se mordió la lengua para no putear al ciego y soltar algo inapropiado por sus celos.
-¿Cómo sabías que buscaba este cactus? -preguntó Qi, examinando esa pequeña planta.
-Upa me lo dijo -respondió el de cabellos rosados.- de hecho me obligó a comprartelo para que dejaras de cuidar la suya.
-¡hey pero que malo, Upa!
-¿pero qué diablos es esto? -preguntó Rock, sosteniendo ese frasco con contenido muy dulce.
-es miel -respondió Qi- yo la hice con la segregación de las abejas y un toque de agua de cactus y poco más. La probé con los waffles y te aseguro que su sabor es exquisito.
-¡awebo! -soltó.
-sí sí, muy lindo ahora adiós -dijo Hajime, levantándose de su sitio y caminando a la salida.
-si quieres vete tú, gorila -dijo Samon.
-¡si! ¡necesito más tiempo con my darling! -gritó Honey, abranzando a su pareja.
-¿no nos dejas un rato más?
-esto ya aburrió, ya nadie quiere leer a partir de aquí -respondió- así que retirence o tendré-
-ya va ya va -le interumpió Kiji, poniéndose de pie- ahh que aburrido.
-al igual que este apartado -comentó Mitsuru.
-y tú vida -dijo Samon.
-amen.
CONTINUARA
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