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29 - 'Solos En El Mundo'

Luego de tomar el desayuno, la familia se dividió en hombres y mujeres, dado que el día siguiente era la boda, todos se fueron con intenciones de hacer la "despedida de solteros" de los novios, Molly quería llevarme con ella, pero Robert y George no se lo permitieron, me apenaba y sorprendía mucho que pelearan por mi "custodia", cuando yo realmente creí que me dejarían en el arcade con los niños.


Fuimos a un bar que no quedaba lejos de las cabañas donde nos hospedábamos, todo el ambiente estaba muy animado, pero mis alarmas empezaron a sonar al ver aquellos enormes tarros de cerveza, "voy a cometer una idiotez" pensaba, mientras nos acercábamos a una larga mesa de madera.


— Bienvenidos señores — nos saludó una hermosa camarera que parecía tener mi edad, yo no le presté mucha atención, estaba ocupado leyendo el menú, íbamos a pasar toda la tarde en ese bar, quería comer algo para intentar no perder tanto la razón con el alcohol — ¿Qué les sirvo?


— Cerveza de raíz, y algo de maní — pidió mi prometido mientras rodeaba el cuello de su hermano, me daba ternura verlos tan unidos después de tantos problemas que tuvieron, era lindo ver que al menos con su hermano ya no tenía tantos problemas.


— Bien, ¿solo eso?


— ¿El fondue con qué lo sirven? — pregunté mirando atentamente a la camarera, ella me sonrió coquetamente mientras se inclinaba un poco para mostrarme las variedades del menú, señalando cada una con su dedo índice, su blusa estaba algo descubierta, dejando ver sus pechos, pero yo los ignoré totalmente, me interesaba más la comida que ese par de pechos que se notaban a kilómetros que eran operados.


— Puedo traerte un poco con pan y galletas.


— Suena bien — dije sonriendo cordialmente, ella se apartó de nosotros y se marchó, dejando solos a ese grupo de sujetos pelinegros.


Sonreí calmadamente para voltear a ver a mi prometido, quien me miraba algo serio y juguetón, mirada que me hizo fruncir el ceño con curiosidad.


— ¿Qué? — dudé.


— Vaya Ty, veo que le estabas haciendo ojos a la camarera — dijo George burlonamente, yo le miré intrigado en cuanto dijo eso.


— ¿Qué? n-no, y-yo solo estaba— traté de excusarme, pero la voz de mi prometido me hizo callar.


— Empiezo a sentirme un poco celoso — dijo entre suaves risas, yo me sonrojé totalmente mientras les miraba con seriedad.


— ¡Y-Yo no pretendía— de nuevo traté de hablar, pero el tío de Robert me interrumpió.


— Es una chica muy atractiva, alguno de ustedes debería invitarla a salir — fruncí el ceño de mala gana al oírle, ¿en verdad ese viejo era capaz de decir eso, dado que todos los que estábamos ahí presentes estábamos comprometidos, y que evidentemente Robert y yo éramos pareja? eso me hizo darme cuenta de que los hombres Dawson (al menos los mayores) no tomaban muy en serio las decisiones amorosas de sus hijos, porque sentía que Robert no era el único al que cuestionaban, dado que George también fue agregado en esa conversación.


— Yo no puedo, me caso mañana — dijo mientras alzaba sutilmente sus hombros.


— A mí me encantaría invitarla, pero siento que no se interesaría en mí — murmuró el odioso primo de Robert, cuya voz me irritaba como nunca.


— ¿Tú qué dices, Robert? — dijo el tío de mi prometido, haciendo que mi pecho latiera dolorosamente, ¿acaso ignoraban mi presencia, o no les importaba que yo estuviera presente? tal vez solo lo decían en chiste, pero la cara de seriedad de mi prometido me hizo darme cuenta de que tal vez no era tan chiste lo que decían.


— Estoy comprometido, tío — murmuró suavemente mientras su brazo se deslizaba por mi cuello, sonreí por inercia mientras apretaba la mano ajena.


— Por favor, estoy seguro de que Taylor lo entenderá, es decir, es común que a los Dawson siempre los persigan chicas lindas, sería un desperdicio que no salgas con una de vez en cuando — me daba cada vez más asco el tono machista y cínico en el que hablaba el tío de Robert, era casi tan odioso como su padre.


— Así estoy bien, tío; Taylor es demasiado celoso para compartirme — dijo entre sutiles risas, yo le miré con seriedad cuando dijo eso, aunque en el fondo, mi pecho empezó a latir con emoción cuando dijo eso, como si me gustara que dejara claro lo celópata y obsesivo que yo podía llegar a ser.


— Vaya, creo que te persiguen las parejas celosas — dijo Harry cínicamente, yo arquee una ceja al oírle.


— Si vuelves esto una plática sobre Giselle, te voy a golpear, Harry — dijo mi prometido de mala gana, hasta que la voz de George le interrumpió.


— ¿Giselle? por favor, se nota que no conocen a Alice — Robert empezó a reír cuando George dijo eso, se notaba que él lo hizo con intenciones de cortar el hilo de tensión que su primo y su tío empezaban a tejer a nuestro alrededor.


— Tienes razón, la primera vez que George se casó ella estaba histérica, apenas y logramos convencerla de ir a la iglesia — ambos empezaron a reír al unísono, me sorprendió oír que un sujeto que estaba muy callado, también empezó a reír, se trataba del esposo de Alice, quien reía cálidamente mientras miraba con detenimiento a sus cuñados.


— Y ni hablar de cuando Robert se comprometió — dijo Sandro mientras apoyaba ambos brazos en la mesa — Juraría que iba a volverse loca.


— Se lo tomó mejor de lo que creí — dijo mi prometido — Siempre supe que Alice enloquecería cuando me case, se me hace muy raro que nunca se mostrara tan recelosa con Giselle.


— Tal vez era porque eran amigas — dijo George — En cualquier caso, espero que cuando tú y— un jadeo salió de los labios de George repentinamente, cosa que me intrigó mucho, sobre todo al oír cómo Robert cambiaba rápidamente de tema.


— Jaja sí, vaya que sí George — murmuró guiñándole el ojo y volteando a ver a su abuelo — Te noto callado, abuelo, ¿hacemos mucho escándalo para tu gusto?


— En absoluto, en mi época éramos mucho más ruidosos — todos empezaron a reír al oír la voz de ese hombre al otro lado de la mesa, cuya sonrisa era cálida y muy relajada, muy diferente a la de sus hijos y su nieto.


— No por nada los escoceses son famosos por sus festivales — dijo mi prometido.


— Quiero ir a escocia de nuevo — dijo George.


— Estarás de luna de miel pasado mañana, puedes tratar de convencer a Molly de ir para allá — dijo Sandro.


— No, ella y yo decidimos ir a Hawai, y luego pasaremos a visitar a su familia, hace mucho que no llevamos a los niños a américa, les vendría bien algo de aire americano.


— ¿Estás seguro? es decir, los americanos son muy... bueno, particulares, tú sabes, son como animales salvajes sin domar — dijo el tío de Robert cínicamente, yo sonreí de forma algo incrédula al oírle, aunque me calmó sentir un beso en mi mejilla de parte de Robert.


— Aquí tienen — dijo la camarera mientras llegaba con varios tarros de cerveza y con el plato de queso fundido, o como le dicen ahí "fondue".


— Gracias linda, ten — dijo Robert mientras le daba propina a la chica en cuestión, sé que estaba rodeado de personas con dinero y con estatus, pero por alguna razón, seguía sintiendo que Robert era el más poderoso de todos los presentes, el único que me daba aires similares era su abuelo, pero de resto, sentía que esa era una típica reunión de negocios, y Robert era el pez gordo al que trataban de convencer para invertir en su negocio, es curioso, pero me encanta sentir que soy pareja del líder de los lobos alfa.


Arquee curioso una ceja al tomar una servilleta y ver un número escrito con bolígrafo rojo, y a su lado, la huella de un beso hecha con lápiz labial, rápidamente voltee hacía la chica, quien me guiñó juguetonamente el ojo para irse, dejándome con un gran rubor de vergüenza en el rostro.


— Déjame ver — dijo Robert quitándome la servilleta — Uhh, ¿te acuerdas de esto, Georgie?


— Dios santo, qué días — murmuró entre risas mientras veía la nota — Vaya, siento que los días de escuela fueron hace siglos.


— ¿Y qué harás, Ty, la vas a llamar? — preguntó Robert de forma burlona, yo le miré con molestia mientras daba un gran sorbo a mi cerveza.


— Cállate idiota — gruñí de mala gana, el tío de Robert me miró con asombro cuando dije eso, cosa que me hizo sentir avergonzado por un segundo, hasta que oír unas risas de parte de Robert, me hicieron sentir mucho más aliviado.


-


Pasaron un par de horas, donde todos nos dedicamos a beber y a platicar alegremente, me empezaba a sentir un poco mareado, por lo que trataba de no beber tanto, pero la presión de los Dawson era muy molesta.


— ¡Vamos Ty, otra más! — dijo George.


— No, enserio, no podría — murmuré entre risas bobas.


— ¡Vamos, no seas amargado! — dijo George dándome el tarro, yo accedí y le di un gran sorbo, mirando de reojo hacía la barra, donde mi prometido y Sandro estaban pidiendo más licor.


— ¡Vamos muchachos, hay que bailar un poco! — exclamó el tío de Robert mientras caminaban hacía un sitio donde había varios hombres saltando y riendo, yo rápidamente di un paso atrás, no quería pasar vergüenza borracho de nuevo.


— Tranquilo, ninguno aquí baila, solo el tío Augie — dijo George entre sutiles risas.


— ¿Así fue tu primera despedida? — pregunté dando un sorbo a mi trago.


— Un poco más salvaje, pero sí, y terminamos peleando con unos idiotas, pero fue divertido — reí un poco al oírle, dando un sorbo a mi trago nuevamente, escupiéndolo en seco al oír las palabras siguientes de George — Estoy seguro de que la despedida de Robert será mucho más loca.


Luego de escupir mi cerveza, tosí un poco mientras miraba muy abrumado a mi cuñado.


— ¡¿P-Perdón?!


— Tú y Robbie se van a casar, él me lo dijo, además de que tu anillo era muy llamativo — un gran rubor inundó de golpe mis mejillas.


— D-Dios santo, ¿t-todos lo saben?


— Na, solo Molly, Yelena, y yo — rió de lado mientras me miraba atentamente, me puso muy nervioso que admitiera eso.


— Y... ¿e-eso no te molesta? — murmuré apenado.


— Si fuera con otra persona, admito que me disgustaría y se me haría algo tonto, sin mencionar que me daría asco, pero tratándose de ti y de mi hermano, estoy muy feliz — sus palabras me asombraron bastante, le miré confundido al oírle — Sé que al principio te teníamos recelo, a mí me preocupaba que ustedes no se tomaran enserio el uno al otro, pero luego de conocerte Ty, me doy cuenta de lo mucho que tú y mi hermano se adoran, y ya con eso es suficiente para mí — comentó sonriendo ampliamente, dicha sonrisa me calmó, y me hizo sentir mucha paz en mi pecho.


— Gracias George.


— No agradezcas cuñado ¡felicidadeees! — exclamó agitando un poco mi cabello.


— ¡Hey, para! — clamé tratando de zafarme de su agarre, aunque oír la voz de mi prometido, nos hizo a ambos detenernos.


— ¡Georgie con un demonio, quítale las manos de encima! — clamó entre risas mientras me jalaba hacía él para abrazarme — ¿No ves que mi Taylor es un gato que odia que lo mangoneen? — me sonrojé algo apenado cuando le oí decir eso, ¿ya estaría ebrio, o solo decía eso para incomodarme?


— Solo jugaba con él, Robbie — dijo George entre risas, yo me zafé del agarre de mi prometido para acercarme a la mesa a dar otro gran sorbo a mi cerveza, noté que Robert sujetó a George del cuello cuando me aparté, solo que no le di tanta importancia, todos estábamos muy ebrios ya.


Miré de reojo hacía la mesa, el padre de Robert hablaba con su padre y su sobrino, él no bebía mucho, cosa que se me hizo muy extraña por alguna razón.


— ¡Ven Ty! — dijo Robert mientras llegaba y me jalaba del brazo hacía un grupo de personas que saltaban en círculos al compás de la música, yo traté de negarme, pero tanto él como George empezaron a jalarme y a llevarme hacía dicho sitio.


Había muchos hombres y mujeres riendo y brincando al compás de la música, yo solo me dejé llevar, y admito que la pasé muy bien, era ese tipo de "fiestas" que todos hemos visto en películas y creemos que nunca replicaremos, de haber estado Mónica ahí, habría sido una reunión perfecta.


— ¿Bailamos, guapo? — dijo una chica que se me acercó y me extendió su mano, ¿porqué todas se iban sobre mí tan de repente? tal vez era el efecto de la colonia que Robert me obsequió cuando me mudé con él.


— G-Gracias pero— no pude terminar de hablar, ya que ella me jaló de ambos brazos y empezó a brincar junto a mí, yo miraba a los lados tratando de encontrar a Robert, pero no lo veía, ¿adónde había ido?


— ¿Tienes novia? — preguntó ella entre todo ese alboroto, yo estuve a punto de responder, pero alguien nos empujó e hizo que ella y yo quedáramos mucho más pegados — Vaya, eres rápido.


— O-Oye yo— traté de hablar, pero ella me lo impidió.


— Yo no tengo novio, ¿porqué? ¿quieres salir a algún sitio?


— ¿Qué? n-no, yo— de nuevo traté de hablar, pero oír algo romperse me hizo voltear de golpe, gruñendo al ver que eran un grupo de borrachos que dejaron caer su bebida.


"Maldición" pensé, aprovechando que un camarero pasaba junto a mí para tomar una jarra de cerveza y beberla de golpe, no veía a Robert por ningún sitio, pero me fue fácil asumir que él estaba disfrutando de verme pasar vergüenza.


— ¿Tú tienes novia? — volvió a preguntarme, yo ya me empezaba a sentir muy ebrio, así que la lengua se me empezó a soltar.


— ¡Novio! — exclamé en voz algo alta por el ruido alrededor, noté cómo me miraba algo decepcionada, pero solo alzó los hombros y siguió saltando mientras me sujetaba las manos, yo seguí saltando mientras reía algo abrumado, la música empezaba a ser ensordecedora, jamás había ido a una fiesta tan loca como esa.


Me detuve al sentir una mano sobre mi hombro, rápidamente voltee, mirando extrañado que se trataba del primo de Robert.


— ¿Te lo puedo robar un minuto, preciosa? — dijo mientras le guiñaba el ojo, la chica se despidió y se fue a bailar con alguien más, yo miré curioso cómo el sujeto se paraba junto a mí y rodeaba uno de mis brazos con el suyo para empezar a saltar.


— Eres buen bailarín — dijo malicioso, yo le miraba de mala gana.


— ¿Qué quieres, estúpido? — dije con la lengua trabada.


— Vaya, eres bastante tosco cuando bebes.


— No solo cuando bebo, pero me limito porque eres primo de mi novio — dije mirándole con seriedad.


— Vaya, me encantaría conocerte más a fondo, saber porqué a Robert le encantas tanto, aunque con ver tus ojos esa respuesta me llega de golpe.


— ¿En verdad eres gay, o solo amas fastidiar a Robert? — pregunté tratando de zafarme, pero él me lo impidió.


— Un poco de ambas, es que, es aburrido siempre comer lo mismo ¿no crees? — preguntó mirándome con malicia, yo sonreí incrédulamente mientras me acercaba a su oído para susurrarle sutilmente.


— No cuando lo que comes, es increíblemente delicioso y adictivo — murmuré con la voz algo ronca, apartándome de él y logrando zafarme de su agarre, sonriéndole burlonamente y yendo a buscar a mi prometido, agradezco tanto que el Taylor borracho no sea del todo un idiota, al menos sabe cuidarse sólo de vez en cuando.


Caminé entre la multitud algo mareado, hasta que sentí cómo alguien me jalaba del brazo y me llevaba arrastras hasta un oscuro callejón.


— ¡Hey espe— callaron mis palabras al darme un hambriento y tosco beso, al que correspondí aferrándome al cuerpo de esa persona, el aroma de su colonia me dejaba saber quién era, y solo por eso le correspondí el beso, de no haber sentido dicho aroma, habría gritado como loco.


— ¿Ya estás ebrio, gatito? — preguntó juguetonamente mientras me azotaba contra la pared.


— U-Un poco — admití sonriendo embobado — Tu primo estaba molestándome de nuevo.


— ¿En serio? ¿qué te dijo? — preguntó con algo de seriedad.


— Me preguntó si me aburría comer lo mismo cada día — reí incrédulo al recordarlo — ¿Sabes lo que le dije? — murmuré tomando los brazos de mi prometido y pegándome a su cuerpo — Que no aburre cuando lo que comes, es increíblemente adictivo y delicioso — murmuré entre risas, haciendo que mi prometido sonriera con malicia.


— En verdad te vuelves una perra al beber, Ty — murmuró pasando su mano por mi rostro — Pero me encanta que sea así.


— Bésame — murmuré mirándole con picardía, él me tomó del cuello y empezó a besarme con deseo, amaba sentir su respiración tosca chocando con la mía.


Me tomó por sorpresa sentir cómo me jalaba del brazo hacía la multitud nuevamente, yo me fui detrás suyo como si nada, riendo y manteniéndome pegado al cuerpo de mi prometido, seguimos bailando un rato y riendo como idiotas, el ambiente era un caos, pero aún así, ambos no sentíamos que estábamos solos en el mundo, gozando el uno del otro sin importar quién pudiera vernos, admito, que fue hermoso.


-


— Maldición — murmuré dando otro sorbo a mi cerveza, la hora pico había pasado y todo ya estaba un poco más relajado, pero igual había mucha gente bebiendo.


— Bien, ya George cayó rendido — dijo Robert señalando a su hermano, quien estaba recostado de la mesa con los ojos cerrados, todos los presentes empezaron a reír abruptamente.


— Siempre fueron muy sensibles para beber — dijo el señor Mervin — Robert es el que tiene más aguante de todos, lo supe cuando lo llevé a escocia y bebimos durante tres días.


— ¿Eso cuándo fue? — pregunté entre risas.


— Él tenía veinte años si mal no recuerdo — dijo el señor mayor mientras daba un sorbo a su bebida — Fue antes de conocer a la pelirroja, ya después nunca salíamos a ningún sitio.


— Te tenían castrado, sobrino — dijo su tío de forma ácida.


— Jaj sí, pero ya eso es pasado, afortunadamente aprendí de mis errores — dijo dando un sorbo a su bebida.


— ¿Tú también vas a tenerlo agarrado de las bolas, Taylor? — preguntó el primo de Robert de forma cínica.


— Yo con gusto le sujeto las bolas — sonreí embobado cuando dije eso, evidentemente no lo dije de la manera en que él me preguntó, ellos me miraron abrumados cuando dije eso, Robert sonrió pícaramente, y el único que empezó a reír, fue el señor Mervin.


— No lo decían en ese sentido, cielo — dijo Robert entre risas.


— Ahhh — jadee mirando de nuevo a Harry — La verdad no me importa, de hecho me gusta que salga, siempre y cuándo no mire a otros chicos, y vuelva temprano a casa para dormir conmigo — murmuré entre risas, el padre de Robert carraspeó un poco de la incomodidad, aunque a mí me dio igual, tanto ebrio como sobrio, me habría dado igual.


— Alice me escribió — dijo Sandro mientras revisaba su celular — La fiesta empieza a las 06:00, deberíamos irnos para arreglarnos y darle un levantamuertos a George.


— Tranquilo Sandro, yo me encargo de él — dijo Robert mientras tomaba del brazo a su hermano — Georgie.


— ¿Qué? — murmuró algo adormilado.


— Molly está embarazada otra vez — comentó jalando uno de los mechones negros de George, me asombró bastante ver cómo eso logró que su hermano alzara el torso y lo mirara preocupado.


— ¡¡¿Qué?!! — clamó algo abrumado, todos empezamos a reír al verlo de tal forma, admito que no fue desagradable pasar la tarde con ellos, solo me enfoqué en ignorar lo malo y pasarla bien con Robert y George, y eso dio bastante resultado, porque fue una de las mejores tardes que pasé con los hombres Dawson. 



Continuará


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- Gema

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