Un mes después…

LYRA

Ha pasado un mes desde aquel día que me quedé bajo la lluvia como una estúpida esperando por él. Aún no me decidía por que cosa fue más fría, la lluvia, o la forma en la terminó conmigo.  

Pasaba demasiado tiempo pensando en ese día. Le daba vueltas en mi cabeza una y otra vez, lo peor es que no dejaba de doler, solo acordarme traía de nuevo un mar de lagrimas. Pero no podía torturarme a mi misma y obligarme a no sentir, estar triste es tan humano como estar enamorado.

Una ruptura era como un luto, uno que tenías que cuidar hasta sanar, como cualquier otro luto, obvio habrán algunos más difíciles que otros, pero al final a todos nos duelen las cosas distinto ¿no es así?

No pienso decir que estoy bien y que estoy superando a Matt, eso sería una gran mentira. Mi realidad era distinta, lloraba en mi almohada hasta quedarme dormida, ya van dos veces en el mes que me quedo afónica por ir al sauce llorón a gritarle maldiciones a Matt (es bastante terapéutico)

Se podría decir que estoy viviendo mi despecho en su máximo y crudo esplendor.

Ha pasado un mes, solo un mes pero sigue ardiendo tanto como el día en el que pasó. Pensé en toda las formas de desahogar emociones que sabía, las había intentando todas, menos una.

Escribir cartas.

Ya saben, escribir lo que sientes para después releerlo y quemarlo. La cuestión aquí es, que las cartas en éste caso me ponían peor, porque ese día Matt me dio varias, que ni siquiera he podido leer.

Juro que lo he intentando, pero siempre que tomo las hojas mis manos comienzan a sacudirse, en mi garganta se hace una piedra enorme que no me permite tragar saliva, mi corazón comienza a latir lento, a apachurrarse contra mi pecho y eso me dolía tanto.

En serio tenía interés en leerlas, pero también me daba miedo lo que sus letras podrían causar en mi. Y hasta cierto punto llega a ser irónico, porque siempre me dio curiosidad lo que había en su bendito cuaderno, ahora tenía la posibilidad de leer una parte de el, pero no, me aterraba hacerlo.
Tal vez en un par de meses más pueda leerlas, solo quería darme el tiempo de sanar, de dejar de sentirme tan herida al mínimo recuerdo de su persona.

Él dijo que ahí estaba escrito la razón de su comportamiento conmigo, esa era la respuesta que yo quería, la que me daría paz, pero aún así, seguía siendo muy complicado para mi.

Más aún porque en unos días tendría que regresar a la universidad a recoger todas mis pertenencias del campus, devolver algunos libros y simplemente despedirme de una etapa increíble.

No quería encontrármelo por ningún motivo, probablemente el tampoco querrá verme, no es algo con lo que me sienta lista para lidiar no aún.

Pero no podía parar mi vida por él, no podía dejar de ir a los lugares que me gustaban porque me recuerdan a él, no iba a dejar de escuchar la música que él me enseñó, no quería dejar nada de eso porque estaba dolida, era como echarle sal a la herida.

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Triste