Idilio
LYRA
Me senté en el escritorio, con una sola misión, escribir una carta. No era para él, bueno tal vez un poco si, pero en realidad me serviría como modo de reflexión y desahogue de emociones.
Ya no me dolía tanto la ruptura, pero aún así habían cosas que quería soltar, liberar mi mente de tantos pensamientos.
Querido Matt…
No, eso suena tan mal. Inhale y exhale para relajarme, no era tan difícil, escríbela como si estuvieras hablando cara a cara con él.
…Realmente no sé por donde comenzar, son tantas las cosas que agobian mi mente cuando pienso en ti, en lo que pasó, en nosotros.
Parece que fue ayer cuando nos encontramos en la biblioteca por causalidad, aún puedo recordar con vividez lo fuerte que latió mi corazón cuando me hablaste ese día.
Llegaste a mi vida estrepitosamente, rompiste mis muros, abriste mi corazón, pusiste mi mundo de cabeza para bien. Tienes razón al decir que solo el destino es capaz de juntar a dos personas de forma abrupta y separarlas con la misma voracidad.
Sé que tuviste tus razones, pero maldita sea, como desearía que te hubieras quedado en mi vida.
Aunque sea un poco más.
Tu siempre dijiste que querías verme triunfando, siendo una increíble y ejemplar mujer, pero ¿eso de que sirve si tú no vas a estar conmigo para compartir esos momentos?
Tal vez solo fui una tonta, por imaginarme lo que pudo ser un “nosotros” en unos años, yo de verdad quería intentarlo Matt.
Porque por ti vale la pena intentar cualquier cosa.
Podría solo resignarme a que te fueras, podría simplemente decir que fuiste un conocido y olvidarme de lo bueno y lo malo que pasamos.
Pero yo no quiero eso, no quiero que seas solo eso en mi vida, tu fuiste tantas cosas para mi que dejarte solo como un “conocido” sería minimizar tu existencia y lo que la misma ocasionó en mi.
Fuiste mi apoyo, mi hombro para llorar, fuiste la primera persona en escucharme de verdad, en preocuparse por mi y lo que pasaba en mi vida.
Nunca, en ningún momento de nuestra relación me imaginé a mi misma escribiéndote esto ahora.
Porque yo sentía, yo quería que lo nuestro durara para siempre, pensé que ambos lucharíamos por estar juntos, pero me equivoqué.
A pesar de eso Matt, estoy segura de que jamás me equivoque en amarte, nunca me voy a arrepentir de haberte dado mi corazón. Porque fue tuyo desde el momento en que llegaste, y seguirá siendo tuyo, aunque te vayas.
Superarte no está siendo fácil Matt. Pero eso debí pensarlo antes de caer rendida ante ti.
Todo me recuerda a ti, estás en mi música, en mis libros, en la comida, en mi mente, cualquier cosa eres tú, tú, tú.
Puede que suene a que estoy obsesionada.
Es probable que si, estoy obsesionada con tu recuerdo.
La forma en la que me veías.
En la que me besabas, me abrazabas, me consolabas.
Tú sonrisa.
Todo lo que antes de ponía tan bien, ahora me pone tan mal Matt y ya no sé que hacer al respecto.
Solo sé que no puedo romantizar nuestro pasado juntos, sé que debo dejarte ir.
Estoy trabajando en ello, todos los días. Sé que quieres que sea fuerte, pero me estoy muy rota justo ahora, a veces me quiebro un poco más, a veces un poquito menos.
No sé como estés tú, espero que bien. No hay nadie en este mundo a quien le desee tanto bien como a ti Matt.
Donde sea que te encuentres, de corazón anhelo que estés bien, espero que encuentres tu vocación y que tu vida sea fantástica.
Eres magnifico, sé que tienes más potencial del que tú mismo te imaginas, lograrás cosas grandes, te lo aseguro.
Es triste ¿sabes? Me moría de ganas de decirte “te lo dije” cuando hicieras algo genial por el mundo y por ti mismo, pero creo que ya no podré hacerlo.
Supongo que no hace falta decirte cuanto te amo, porque eso es demasiado obvio. Aún así me gustaría hacerlo.
Dudo mucho que leas esto en algún momento.
Pero supongamos que si. Si fuera así, me gustaría decirte que te amo una última vez.
Te amo tanto Matt y siempre lo haré. No importa la distancia, el tiempo, una parte de mi corazón te sigue perteneciendo.
P.D. No sé si sepas lo que es un “idilio”, en resumen, es un romance corto pero que tuvo mucha intensidad.
Eso fuimos nosotros.
Quiero guardarte en mi corazón de esa forma, como un idilio.
Terminé de escribir, mis ojos ardían un poco, pero mi alma estaba más aliviada después de sacar todo aquello que tenía guardado desde hace meses.
Me levanté del escritorio, tomé las hojas, en total fueron tres, se supone que el siguiente paso es romperlas, pero no quería hacer eso.
Aún existía un pequeño destello de esperanza dentro de mi, uno que decía “tal vez algún día él pueda leerlas”
Por eso mismo había ido a donde comenzó todo para escribir.
Tomé la primera hoja, caminé entre los estantes de libros, buscando uno es especial, “Asesinato en el Orient Express”, cuando lo encontré lo saqué del estante, doblé mi carta con cuidado y la introduje entre sus páginas. Luego devolví a su lugar.
Me daba tanta nostalgia ver ese libro, parecerá solo eso, un simple libro, pero el valor sentimental que ambos logramos darle era gigante, fue el inicio de una amistad, luego de algo más.
Me quedé unos minutos más en la biblioteca, admirando todo, como para grabarlo bien en mi memoria antes de irme de ahí.
El siguiente lugar era el auditorio, ese lugar también fue un inicio para ambos, fue cuando nuestras miradas se encontraron por primera vez y también por última el día de la graduación, nos vimos justo como el primer día, pero la situación entre ambos ya era muy distinta.
Al inicio éramos desconocidos con un futuro y terminamos como conocidos que fingían ser desconocidos para no tener que lidiar con su pasado juntos.
La segunda hoja la dejé entre uno de los asientos de la última fila.
Ahora solo me quedaba una hoja, y sabía exactamente donde la iba a dejar. Salí de la universidad en mi coche, manejé hasta que la calle pavimentada se convirtió en un camino de tierra, pasto, flores, un lago cristalino y un sauce llorón.
Creo que de todas las veces que estuvimos aquí juntos, la primera fue mi favorita, recuerdo claramente lo enojada, sorprendida y conmovida que estaba en ese momento.
Nunca nadie había hecho algo así para mi, por eso hizo de mi lugar especial un lugar sagrado en mi alma.
Me trepé al árbol como solía hacer cuando era más joven, dejé la tercera hoja atorada entre unas ramas, es posible que el viento haga de las suyas y mis pensamientos salgan volando junto al viento.
No sabía cuando volvería aquí, será un lugar que voy a extrañar demasiado, si pudiera lo llevaría conmigo a todos lados para tener un lugar de reflexión, pero tristemente solo lo podría llevar en mi memoria junto con todo lo que sucedió en él.
Me alejé lentamente de ahí con el corazón un poquito afligido, pero ya no podía detenerme por eso. Aparte ya era tarde.
Tenía un vuelo en cuatro horas y aún debí recorrer mucha carretera.
¡Ah si! Olvidé mencionarlo, logré que me dieran mi intercambio, fui de las primeras que eligieron, así que me iré a Canadá a hacer mi maestría.
Subí a mi coche, lo puse en marcha y recorrí la carretera escuchando música, la canción era Beautiful Mess de Yours Truly, como amaba esa banda desde que era una adolescente.
La letra dolía un poco en estos momentos, pero nada que no pudiese soportar.
Me faltaba menos de una hora para llegar al aeropuerto, pero antes necesitaba recargar gasolina y comprar algo para comer en el camino, tenía muchísima hambre.
Me paré en una cafetería llamada “Cody’s Dinners and More” era raro encontrar un lugar donde comer en esta carretera, me agradaba que alguien al fin pusiera una cafetería.
Entré a la cafetería, era un lugar muy pintoresco, daba esa vibra acogedora, seguro era un local familiar.
–Hola, buenas tardes. – dije al entrar.
–Buenas tardes linda, ¿hay algo en lo que pueda ayudarte? – dijo quien yo supuse era el dueño ya que en su mandil tenía un pin que decía “Cody”
–Si, quería pedir algo para llevar, pero no sé que pedir ¿usted que me recomienda?. – contesté mientras veía el menú el cual era bastante variado.
–Te recomiendo un sándwich de pollo frito, es una receta nueva, es un éxito entre los clientes. – comentó Cody con emoción y una increíble calidez.
Tomé su recomendación y esperé a que me dieran mi pedido para poder irme.
Entonces entró una chica de baja estatura con audífonos y muy concentrada en su celular, supongo que estaba jugando algo, al instante notó que la estaba viendo.
–Oh no, no me digas que tu también estas intentando descifrar quien quieres ser en la vida y por eso estás aquí.
La miré extrañada.
–No, no yo solo vengo por algo de comida. – le expliqué.
–Ah que bueno porque ya tenemos suficiente con un forastero, dos sería demasiado, aunque podrías servirle a nuestro forastero como distracción, pobrecito, no supera a su ex novia y se la pasa encerrado en un auto escribiendo sobre su trágico amor. – dijo haciendo mucho drama del tema.
Solo la vi arqueando la ceja y le sonreí, era una chica rara, probablemente nos llevaríamos bien.
Entonces llegó Cody con mi delicioso sándwich. Lo pagué junto con la gasolina que iba a ponerle a mi auto.
Ya con la gasolina y comida, seguí mi recorrido hasta el aeropuerto, de vez en cuando le daba una mordida a mi sándwich, me sorprendió lo mucho que se parecía a los que hacía Matt, hasta parecía que lo había hecho él.
En menos de lo que pensé, ya estaba en el aeropuerto, con las maletas a los lados, la emoción aturdiendo mi cuerpo, pero lista para cumplir lo que siempre me propuse a hacer.
Mi madre dijo que vendría luego a recoger mi auto, lastima que no vino a despedirme, en realidad nadie vino, no era molesto, prefería que fuera así, porque entonces no me pondría tan mal al irme.
Y así fue, al entrar al avión no le lloré a nadie, pero aún así, algo dentro de mi sentía melancolía.
Irme era dejar muchas cosas detrás. No me gustaba pensar que estaba huyendo, pero era cierto, estaba huyendo de mi pasado para conocer mi futuro.
Pero a pesar de eso no pensaba olvidar todo lo que ha acontecido en el último año.
Extrañaría tanto a Fred, Emma, Mónica, Colle y obviamente Matt.
Él estaría muy orgulloso de mi si me viera justo ahora. Me estoy lanzando al mundo y lo pienso iluminar.
Sea o no a su lado, lo haré.
Tuvimos una historia hermosa ¿no es así? A pesar de que tal vez el final no fue el que ambos queríamos, nuestra historia siempre vivirá en nosotros sin importar el tiempo que pase.
Esta fue la historia de como nos conocimos, nos enamoramos, nos amamos y ahora ya no estamos juntos.
Nuestro amor duró poco, pero creo un lazo tan fuerte que ni en un millón de años alguien podría romper. Fue algo tan nuestro, algo tan real.
Aquel amor fue un idilio, uno que jamás olvidaré.
FIN
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Aaaaaaaa porfiiin terminé de publicarloooooo, espero que les haya gustado a todos los que se dieron la oportunidad de leerlo
El 24 subiré una sorpresita acompañada de otra sorpresita, ya saben, es navidad y así.
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