Disfruta tu viaje
MATT
El resto de semana pasó con toda normalidad, Ly y yo quedamos de vernos hoy, yo pasaría por ella a su habitación, de allí la llevaría a uno de mis lugares favoritos para pensar dentro de la escuela.
Pero antes tenía que pasar por la marihuana con mi dealer, con dealer me refiero a Emma, si, ella era quien me la vendía y a un precio muy bueno, no como el amigo de Marco.
Aunque no lo parezca, traficar drogas en esta escuela era demasiado fácil, porque a pesar de ser muy estrictos con las reglas siempre se les pasaban desapercibidos muchos chicos que cometían sus fechorías en pleno día, cosa que yo haría ahora.
Llegué a uno de los pasillos menos concurridos de la escuela, por aquí no pasaba casi nadie, eso es porque fue un área deshabilitada.
Recuerdo que el primer año los “matones” solían traer aquí a los nuevos para asustarlos.
A la distancia vi a Emma, vestida con una chaqueta de cuerpo haciendo juego con sus pantalones, ella parecía siempre el cliché de la chica ruda y mala, cuando en realidad era todo lo contrario.
–Hola agente 007, ¿tienes mi chiripitiflaútico? – le dije susurrando.
–Matt, no seas imbécil, si le vuelves a decir así te juro que te daré una patada y tú ya sabes donde.
Ok está bien, a veces si puede ser un poquito mala, pero no siempre.
–Bueno, pero no hace falta tanta violencia.
Ella rodó los ojos, abrió su mochila para sacar un libro, esa era la forma más fácil de transportar marihuana por la escuela, en un libro con fondo secreto, era impresionante lo real que se veía, porque podías abrirlo y leerlo como si fuera real, pero en la pasta tenía oculto papel de liar y nada más y nada menos que marihuana.
Le entregué su dinero y ella lo guardó chaqueta.
–¿Te puedo pedir otro favor Emma?
–Claro ¿Qué pasó?
–Oí que vas a salir con Ana a la pizzería más al rato, ¿crees que podrías traerme una?
–Si, está bien, ¿una individual de qué?
–No, que sea una grande.
Ella arqueó una ceja.
Generalmente suelo comer pizza después de fumar, créanme, el hambre es brutal, y me suele bastar con una pizza individual, pero en este caso Ly iba a ir conmigo, así que necesitaría una pizza grande.
–¿Con quien vas a fumar? – cuestionó Emma.
Sabía que la respuesta que diera tendría un reproché si o si.
–Con Lyra. – seguí hablando antes de que empezara con sus cosas. – Quiero aclarar que ella está de acuerdo.
–Muy bien, solo espero que no la vayas a meter en problemas. – me advirtió ella.
–Tú no te preocupes, nada malo va a pasar.
Luego me fui de allí con un libro entre mis manos, actuando como si nada hubiera pasado aquí, como si no fuera un criminal, tranquilo y sereno, eso.
Pasé a mi habitación para dejar mi mochila preparada para la noche, por lo mientras pasaría a la biblioteca por un libros para la clase de Ontología, tenía que hacer un ensayo sobre “El ser y el tiempo” para el próximo lunes, no lo tenía empezado pero en realidad no me preocupaba, ese libro lo he leído antes, así que no es mucho problema.
Ya en la biblioteca, vi a lo lejos a Mónica, platicando con otra chica, pensé en saludarla, pero se veía bastante ocupada en esa conversación, así que yo fui hacia lo mío y comencé a buscar el libro que necesitaba.
Cuando me encontraba buscando mi libro fui interrumpido por un empujón, me giré para ver quien había sido, era Colle, se veía un poco desorientado, sus ojos muy abiertos y rojizos, parecía como si hubiera estado ¿llorando? ¿acaso Colle tenía sentimientos? Eso era nuevo para mi.
Él estaba frente a mi, como intentando recobrar su conciencia, se veía realmente mal.
–Oye Colle, ¿pasó algo? – le pregunté.
–¿Y eso a ti que te importa? – contestó para después empujarme he irse tambaleando por el pasillo.
Quien sabe lo que le haya pasado, pero estoy seguro de que no me lo contaría, él piensa que tener emociones aparte del enojo y pasión sexual es de “maricas”
Intenté no prestarle atención a lo que recién pasó con Colle, y seguí en lo que estaba.
Cuando encontré mi libro me dirigí ha hacer mi ficha para poder llevarme el libro.
Después de eso, regresé a mi habitación para encontrarme con la sorpresa que una fiesta de nerds estaba sucediendo dentro, al entrar todos de giraron a verme con extrañeza, mi compañero de cuarto estaba pálido, ¿y como no? No a todos les gusta la idea de que los encuentren vestidos como alienígenas en medio de una reunión de quien sabe que sea esto.
Escuché murmullos de algunos de los chicos dentro de la habitación, me veían como si yo fuera el que iba vestido como un extraterrestre de una película muy mala de los 60’s, en fin, les hice el saludo que sale en Encuentros cercanos del tercer tipo al parecer con eso bastó para que dejaran de verme raro, yo solo tomé mis cosas y salí de allí lo más rápido que pude.
Al parecer tendría que hacer mi tarea afuera, está bien, no tendría problemas con eso. Pasé buen rato leyendo, era agradable leer afuera, tal vez tenga que hacerlo más seguido.
El tiempo pasó volando, hace un momento eran apenas las tres y ahora estaba a nada de ser las siete, entonces llamé a Emma a su celular, para preguntarle si ya vendría con la pizza para arreglar todo de una vez.
En aproximadamente veinte minutos Emma ya había llegado, por lo tanto, yo aproveché que aún tenía cuarenta minutos para arreglar la azotea, puse unas pequeñas velas en el piso (obviamente no reales eran más bien lámparas en forma de vela, no soy un psicópata) para que sirvan de iluminación, unas cuantas cobijas y almohadas en el suelo, la pizza, el libro, todo perfecto.
Era hora de ir por Ly, caminé hasta su edificio, la reja estaba abierta, así que subí hasta su piso, toqué la puerta y en menos de dos minutos ya tenía frente a mí a Ly vestida con una falda corta a cuadros, una playera de una banda que no conozco, y una chamarra de mezclilla.
– ¿Qué tal me veo? – dijo ella mientras giraba con los brazos estirados a los lados.
–Te ves fantástica. – Definitivamente no era el estilo usual de Ly, pero le quedaba a la perfección.
–Me vestí así porque siento que se perfecto para hacer algo ilegal, malo y rudo, ¿tú que dices?
– ¿Te vistes conforme a lo que harás en el día? – pregunté riéndome un poco, ésta chica siempre me sorprende.
–Claro que sí ¿tú no?
–No, pero ¿debería intentarlo?
–Por supuesto que debes intentarlo.
–Muy bien. – le dije sonriendo.
Bajamos juntos las escaleras, ya que estuvimos afuera, fui dirigiendo a Ly entre varios edificios hasta que llegamos al que yo quería, teníamos que ser sigilosos si no queríamos que alguien nos viera.
Así que eso hicimos, subimos con sigilo por las escaleras, cuando íbamos llegando a la azotea, usé mis manos para tapar los ojos de Ly.
En el momento en el que llegamos, me detuve y Lyra se quitó las manos de los ojos, observó la azotea sin decir nada para luego voltearse a verme.
–Matt, que lindo se ve todo.
–Si, quería que estuvieras un lugar bonito para fumar por primera vez, bueno, dicho así no suena muy lindo.
–Pues lograste tú cometido.
Tomé su mano para irnos a sentar.
–¡Oh! Trajiste pizza.
–Créeme, después te va a dar mucha hambre, aunque también es para que el efecto pase rápido.
–Bueno, dudo poder terminarla completa.
–No es una pizza solo para ti, yo igual voy a comer, envidiosa.
Ella frunció el ceño como si eso le enojara, luego dirigió su vista hacia el cielo, por lo mientras yo saqué el libro para preparar el cigarrillo, con el tiempo me había vuelto muy bueno enrollando y haciendo “porros” de marihuana, no es un talento del que mis padres se sentirían orgullosos, estoy seguro.
Alcé la cabeza pues sentía la mirada de Ly, ella me observaba atenta, analizaba cada movimiento, como si ella quisiera aprender a hacer eso.
–Y…ya está listo, toma. – le pasé el cigarrillo que ella tomó con gusto.
Busqué en mi mochila el encendedor, ya en mis manos lo encendí, entonces Lyra acercó la punta del cigarrillo al fuego hasta que este comenzó a prenderse.
–Bien ahora, pongo en tu boca he inhala un poco, hazlo despacio.
Ella hizo eso y al instante comenzó a toser, eso es normal, no está acostumbrada, le hice una seña para que lo volviera a intentar. Después de tres caladas le dije que era suficiente, entonces ella me lo pasó a mí, y yo lo apagué en un cenicero que saqué de mi mochila.
–Espera ¿Tú no vas a fumar?
–Nop, yo tengo que cuidar que nada malo te pase, ahora acuéstate un rato en lo que hace efecto.
–Está bien. – asintió y se acostó.
–Disfruta tú viaje.
♡●♡●♡●♡●♡●♡●♡●♡●♡●♡●♡●♡
UUUUU ok, hay que admitirlo, los chicos que son mala influencia son sexys.
En fiiin, solo quiero darles un pequeño spoiler del siguiente capitulo.
M0d0 jot
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro