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¿Ahora tú me llamarás lindo?

LYRA

Tuve clase con el Sr. Williams, le molesta que lo llamemos así, prefiere que le hablemos de tú, pero es imposible ya que todos le tenemos mucho respeto por ser un profesor excepcional.

Hoy nos habló sobre la asertividad, estuve esperando esta clase por mucho, no soy una persona muy asertiva a la hora de resolver conflictos, suelo ser más impulsiva que nada, lo que no es muy correcto, no en una futura psicóloga, aunque creo que todo el mundo debería aprender a hablar de forma asertiva, independientemente de su profesión.

El ejercicio era que el profesor nos ponía un problema, luego en parejas teníamos que resolverlo, con los ejercicios de asertividad.

A mi pareja y a mi nos tocó resolver un malentendido, Karla y yo elegimos que el malentendido sería una infidelidad, tema que es muy fuerte, que claro que puede terminar en una pelea.

–¿En serio me crees capaz de hacerte algo así Ly? Tú eres el amor de mi vida.- dijo Karla de forma dramática.

–No lo sé Karla, yo te vi muy cariñosa con él. –yo le contesté como si estuviera enojada.

–Déjame explicarte.

–Está bien, explícame.

Luego de que Karla diera una fantasiosa y divertida explicación en la cual tuve que mantener el control para no estallar en risa, seguimos con el dialogo, el profesor nos veía atento y algo divertido.

–Perdón, no pensé que tu amigo estuviera pasando por algo tan terrible como la muerte del pez de su tía, sólo fue un impulso mío pensar lo peor, pero trabajaré en esta inseguridad para que estemos bien.

El profesor comenzó a aplaudir y a reírse.

–Perfecto chicas, aunque no recuerdo haberles pedido una obra de teatro, pero la resolución del problema quedó bien.

–Perdón, tal vez nos dejamos llevar un poquito. – dijo Karla.

–Está bien, tienen diez, pueden irse. – dijo el profesor con una amplia sonrisa.

Salí del salón muy tranquila hasta que sentí a alguien tomándome de la cintura para cargarme, supe que era Matt, pero eso no evitó que gritara como si me estuvieran secuestrando.

–¡Matt, espera! – le dije mientras el giraba conmigo en sus brazos.

Luego me bajó y comenzó a llenarme la cara de besos ¿estaba de muy buen humor, huh? Cuando se separó lo noté en su expresión, sus ojos brillaban, no podía ocultar su sonrisa, me encantaba verlo así, llenaba mi corazón de calidez.

–¿Se puede saber que es lo que te tiene tan feliz? –le pregunté mientras ponía mis manos alrededor de su cuello para besarlo.

–Saqué nueve en debate contemporáneo, ¡dios! Sentí que no la iba a pasar de ninguna forma, sé que no es un diez, pero me siento muy feliz. – me dijo con notoria emoción.

Lo abracé con fuerza, sé lo mucho que ha estado trabajando para lograr salir bien en esa materia.

–Te lo mereces, estoy muy orgullosa de ti. – le dije dándole un beso en el hombro.

–Muchas gracias, preciosa. – me dio un beso en la frente y luego se alejó un poco para verme.

Me había puesto muy roja, no me había dicho así, pero me encantó que lo hiciera, ojalá pudiera decirlo más seguido.

Mucha gente suele decir “no le pidas que lo haga, le tiene que nacer” pero no se dan cuenta que la comunicación es muy importante, si algo te gusta o no te gusta lo tienes que decir. Así que eso fue lo que hice.

–Me gustaría que me dijeras así más seguido. – le dije embozando una amplia sonrisa.

–Tus deseos son ordenes, preciosa. – me respondió con la misma gran sonrisa.

–Bueno, creo que tenemos que salir a festejar que eres un genio en debate contemporáneo ¿no te parece?

–¡Oh no! No es para tanto. – dijo él con modestia.

–Si es para tanto, te llevaré a comer, lo mereces, lindo.

–¿Ahora tú me llamarás lindo? – me preguntó y noté que estaba un poco sonrojado.

–Claro, aunque podría llamarte de otra forma si tú quieres.

–No, no, lindo está perfecto.

Lo que restó del día la pasamos hablando un poco más de la escuela, le conté sobre una banda que descubrí hace poco, en gustos musicales estábamos muy alejados.

Matt escucha música tranquila pero triste, música que suena armoniosa y yo por mi parte escucho todo lo que haga a mi mamá gritar ¡APAGA ESA MUSICA QUE ME DUELE LA CABEZA!
A la gente eso le parecía curioso, ya que no tengo la fachada de escuchar música pesada, en fin, siempre rompiendo estereotipos.

Le pasé mis audífonos a Matt con la canción Love, Hate, Love de Alice In Chains. Él la escuchaba aunque por sus expresiones no sabía si le estaba gustando o la estaba odiando, así que cuando terminó de escucharla esperé ansiosa por su opinión.

–¿No te parece que la letra es muy agresiva?

–No ¿porqué lo dices? ¿es por la parte que dice “I want to peel the skin from your face” o por la que dice “Take my hand before I kill”?

–En general toda la canción, espero que no me la estés dedicando o eso me asustaría bastante.

No pude evitar reírme.

–No lindo, sólo quería que la escucharas.

–Bueno, si quieres mi opinión prefiero Nirvana.

–No lo dijiste. – le dije intentando sonar ofendida.

–Si lo dije. – contestó desafiante.

–Nirvana no son ni la mitad de buenos que Alice In Chains, tengo muchísimas pruebas y ninguna duda. – le afirmé.

–¿Ah si, como cuales? – dijo mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

–Que por ejemplo Alice In Chains no recicla acordes como Nirvana, no sé si la heroína mató la creatividad a Kurt Cobain, pero…– me hice consiente de que dije algo demasiado feo ya que Matt tenía los ojos bien abiertos al igual que su boca. –No, perdón, no quise sonar así de irrespetuosa.

Ahora era Matt el que se estaba riendo a carcajadas, no entiendo, hace un momento parecía sorprendido y ahora parecía que le hubieran contado el mejor chiste del mundo. Yo lo observé extrañada hasta que terminó de reírse.

–¿Sabes? Me sorprende lo hiriente que puedes ser si te lo propones.

No me gusta esa parte de mi que a veces era grosera he imprudente, he trabajado muchos años para no ser así pero a veces me nace decir cosas así lo que me hace sentir muy avergonzada.

–Perdón, en serio no fue mi intención.

–No te disculpes, me gustan las chicas con carácter y opiniones fuertes, conmigo no tienes que actuar como la chica que siempre es amable. – dijo mientras me pellizcaba los cachetes.

Me gustaba que me dejara ser yo, en general las personas solemos amoldarnos a los demás y tenemos una forma especial para actuar con cada uno, pero con Matt eso no aplicaba, a él le gustaba verme en todos mis colores, sin pretender, me dejaba ser yo sin sentirme juzgada, eso lo hacía mil veces más especial que ninguna otra persona que haya conocido.

–Bueno, el chiste aquí es que Nirvana nunca será tan bueno como Alice In Chains, discusión terminada. – le dije en tono arrogante.

–Oh no preciosa, esta discusión no termina hasta que yo lo diga.

–Tú no mandas aquí, si yo digo que terminó la discusión es porque terminó ¿ok?

–¡Ly! No te conocía en esta forma. –dijo riendo para luego continuar. –Me agrada, deberías sacar tu lado grosero y mandilón más seguido.

–No, no lo voy a hacer.

–¿Lo harías si logro demostrarte que Nirvana es mil veces mejor? – preguntó él.

–Esa es una batalla que desde el inicio está perdida. – aseguré.

–¿Para ti? Que fácil te rindes.

–Me refería a ti, no hay forma de que Nirvana sea mejor, admítelo. – le contesté apretando su nariz.

–No lo voy a admitir porque no es cierto. – hizo una pausa para dejarme acorralada en una pared que estaba cerca. –¿Qué me vas a dar si te demuestro que estoy en lo correcto? – él sonreía de forma seductora, cosa que nunca lo había visto hacer, pero estoy segura de que me encantaba.

Me ponía tan nerviosa cuando me arrinconaba de esa forma, tenernos tan cerca provocaba demasiada tensión.

–Am, y-yo no sé…– tragué saliva para continuar. – ¿hay algo en específico que quieras? – le dije por fin.

–Tal vez sí, lo que yo quiero es…–entonces fuimos interrumpidos en ese instante.

– ¿Por qué siempre que me los encuentro están tan cariñosos? Esas hormonas déjenselas a los adolescentes. – Dijo Fred.

–Ay Fred solo fue una vez… – le contesté separándome de Matt.

–Bueno, con esta ya serían dos. – contestó Matt.

–Oye eso no es de mucha ayuda que digamos. – le respondí volteando a verlo.

–Ok, no importa, solo venía pasando y los vi, pero yo ya me voy. – dijo Fred levantando las manos.

–No, no ¿por qué no nos acompañas a comer? Matt sacó nueve en debate contemporáneo, y lo quería llevar a festejar.

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Ayyyy neta amo amo amoooo a la pareja de Matt y Lyra, menkantan, espero que a ustedes iguaaaaal.

Y por cierto, nunca comentan en la historia, omg haganloooo, pongan lo que piensan me gustaría leerlos.

En fiiiin, los tkm baboses.

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