Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

23. Viaje en el tiempo

Olivia había tenido dos parejas: el primero a los trece años fue un chico normal que vivía en su vecindario y la segunda fue a los quince años, una chica Guardiana de su antigua academia que era un nivel mayor que ella, cómo fueron romances pasajeros nunca llegó a conocer la familia de ambos. Su pueblo es un lugar pequeño, todos se conocen y sabía a la perfección a qué se enfrentaría en caso de que llegase a pasar, pero aquí nunca fue el caso. Aunque de serlo, tampoco hubiese estado lista para los secretos de ultratumba, mentiras y disputas que acarrean el apellido Márquez consigo.

—Avecilla, pásame la sal.

Bird elevó la mirada desde el otro lado de la mesa y frunció el ceño antes de decir—: ¿Qué? ¿Acaso tus brazos son de tiranosaurio? El frasco está allí mismo.

Incómodo. Así se había desarrollado todo el panorama, si a Bird le molestaba mucho compartir sus desayunos y almuerzos con Olivia tener a sus padres allí no era mejor.  Donovan y Amalia en ambas cabezas de la mesa. Scorpio y Olivia en el lado izquierdo, ella en el derecho.

—¿Ni siquiera porque es mi cumpleaños vas a dejar de comportarte así? —Scorpio tomó de mala gana el frasco.

—Oh, espera un momento, déjame revisar mi personalidad —Bird se limpió la boca con la servilleta de tela—. Sí, bueno resulta que esta es la manera que soy.

Amalia elevó su taza de té dándole un sorbo silencioso. Olivia no tenía mucho apetito, por eso empujó despacio su plato al centro de la mesa expresando con ese gesto que ya no probaría bocado alguno. Donovan miraba simultáneamente a sus dos hijos poniendo mucha más atención en Bird y su dura expresión de enojo.

—¡Bird! —Scorpio golpeó la mesa con la palma de su mano izquierda—. Te amo, pero también sé cuando tengo suficiente de ti y justo en estos momentos estoy en el límite. ¡Ya basta! Cumpliste dieciocho años ayer, compórtate como tal.

Los ojos de Bird se llenaron de lágrimas mientras lo observaba fijamente y a Olivia le tomó dos segundos exactos darse cuenta de ello. ¿Bird iba a llorar? Increíble.

Amalia colocó la taza de porcelana sobre el platito y dijo—: Hijos, mi consejo para ambos es que en esta fina línea entre herir y ser herido pongan suma atención a las palabras que van a salir de sus labios porque será más que nada por el enojo del momento.

—No quiero tus consejos, madre —Bird negó—. Menos cuando todo el desayuno te la has pasado pensando una y otra vez en...

—Detente allí, señorita —Donovan levantó su mano—. Sabes muy bien que ambos tienen prohibido estar indagando en la mente de su madre y la mía. Nosotros respetamos su privacidad y lo mínimo que pueden dar de regreso es lo mismo.

Aurie. Amalia se la había pasado pensando en Aurie y del poder mental que ejerce la tercera personalidad de Bird cuando tiene acceso a un sistema débil y teme que el caso Salomé Arias se repita con la chica sentada a un costado de su hijo.

Bird se cruzó de brazos y miró a su padre.

—Y entonces... ¿Quieres que me disculpe? —lo retó.

—Los modales siempre ayudan, Birdie.

Bird sonrió de lado y se levantó. Sin decir palabra alguna o mirar atrás se alejó del gazebo e hizo su camino a la Torre Eclipse.

—Si me disculpan, iré a cepillarme los dientes —Olivia tomó su maleta y se puso de pie—. La primera hora iniciará en cuestión de nada, nos vemos más tarde.

Scorpio asintió a lo que ella dijo y los señores Márquez también.

❁❁❁

La castaña llegó a la habitación con una amarga sensación en el estómago y no precisamente por el incómodo desayuno. Al abrir la puerta lo primero que hizo fue buscar a Bird y la puerta abierta del baño la hizo caminar hasta allí. Su compañera estaba mirándose en el espejo fijamente.

—Me parece injusto que a la gente mala le salga todo tan bien —susurró Bird sin moverse de su lugar ya consciente de la presencia de Olivia bajo el marco de la puerta.

—¿Lo dices por tus padres?

—Lo digo por mí.

Olivia guardó silencio y se acercó a paso inseguro hasta pararse a un costado de Bird. Ambas viendo sus reflejos en el gran espejo.

—¿Te consideras una mala persona, Bird?

Lo ridículo de la pregunta hizo que Bird soltara un bufido burlón.

—Vamos, eres mejor que eso. Di lo que en realidad quieres decir, Olivia.

—¿Tienes miedo de que se repita el incidente con...?¿Conmigo?

Bird giró el rostro para verla cara a cara. Olivia también hizo lo mismo.

—Si te llegas a matar por causa de Auire me dará exactamente igual.

—¿Sabes? No lo creo... 'Unos eligen ser los héroes y otros los villanos' Tú elegiste ser así ante el mundo, pero dudo mucho que sea tu verdad.

—Debes dejar de repetir las estupideces que te dice Scorpio.

—Lo sé, pero en algunas ocasiones tiene razón. En su narrativa él eligió ser el protagonista y... Honestamente esa si es su verdad, pero cuando te veo a ti...

—¿Qué? ¿Cuando me ves a mi qué? —Bird arqueó una ceja. Olivia sabe que debe ser muy cuidadosa con sus siguientes palabras.

—Esta coraza dura, fría... Solitaria. No eres tú, es lo que quieres que vean.

—Y según tú... ¿Si esto es lo que quiero que vean que es lo que en realidad soy?

Olivia negó.

—Eso es lo que aún no sé.

Bird suspiró y dio un paso atrás.

—Voy a llegar tarde a mi primera clase —salió del baño dejando a Olivia con la palabra en la boca.

Le resultó hasta extraño que Bird conversara con ella más de un minuto sin perder los estribos como suele hacerlo.

Cuando Olivia terminó de cepillarse los dientes pasó las manos por su cabello intentando aplacar el frizz y apagó la luz del baño.

Sacó el celular de su bolsillo para escribirle a su padre y desearle un buen día, también haciéndole saber que todo marchaba de maravilla aunque no fuese verdad. Al estar caminando por el pasillo a la salida de la torre soltó un grito ahogado cuando alguien la jaló de un codo para acorralarla en una pared. Le robaron un beso rápido y ella soltó a reír, presa entre la pared detrás de su espalda y el cuerpo de Scorpio.

—¿Pero qué haces? Deberías estar de camino a clases.

—¿Quieres hacer algo malo?

—Contigo necesito contexto. ¿Algo malo en qué sentido?

—Vamos a faltar a las clases de hoy.

—¿Qué? —Una risa nerviosa se le escapó—. ¿Hablas en serio?

—Muy en serio, oaie.

—Pero tengo tareas que entregar y...

—Por favor, es mi cumpleaños, volveremos para el almuerzo y las últimas dos horas —la tomó de las manos—. Por favor, preciosa.

Un corrientazo de electricidad recorrió el cuerpo de Olivia cuando los ojos grises de Scorpio la miraron fijamente y su sonrisa coqueta salió a relucir.

Se iba a meter en problemas, eso era seguro.

—De acuerdo —ella asintió con una sonrisa.

Scorpio la besó está vez más profundo y dejando a Olivia un poco atontada por ello, entrelazaron sus manos para salir de allí corriendo a la puerta trasera de la Torre Eclipse.

—¿A dónde vamos? —preguntó al mirar la academia lejos de ellos.

—A un viaje en el tiempo.

—¡Scorpio!

—¿Qué?  —una sonrisa burlona apareció.

—Si nos atrapan...

—No nos van a atrapar, oaie. Ten más confianza en mí.

—Que no nos atraparan la última vez, no significa que...

Scorpio tomó las mejillas de Olivia entre sus manos—: Liv, intenta recordar que para viajar en el tiempo existen dos opciones, no solo la presencial.

—Oh —dijo ella cuando él la soltó y reanudaron su camino al bosque.

Olivia se aferró a un brazo de Scorpio mientras subían en silencio oyendo el sonido de las aves sobre las copas de los árboles y la manta de hojas secas crujiendo bajo sus pies.

Era una mañana de otoño particularmente fría, tal y como le gustaba a Scorpio. Llegaron en cuestión de nada a la Hoguera de los Lamentos.

Olivia se quitó la maleta y Scorpio la imitó, fue curioso cómo ella la dejó sobre las hojas y él puso la suya sobre uno de los troncos para que no se ensuciara.

—¿De verdad vas a dejarme ver tus recuerdos? Eso es emocionante.

Olivia tomó asiento en otro de los troncos vacíos y él junto a ella.

—Ni siquiera sabes que voy a mostrarte, ¿por qué te emocionas?

—Porque casi no sé nada de ti.

—Eso es mentira —puso una mano sobre las de ella—, sabes incluso más de lo que deberías sobre mí.

Olivia sonrió de lado.

—Vamos, cierra los ojos —él procedió a decir y eso hizo ella.

''Oscuridad.

Frío.

Risas de una niña a la distancia.

—Nunca más estaré sola...''

❁❁❁

''Oscuridad.

Frío.

—Tú eres mi otra mitad, Scorpio...''

❁❁❁

''Silencio.

Agua fría.

Latidos de un corazón como un eco rebotando sobre paredes.

Gritos de una niña.

Más gritos.

Luz.

—¿Scorpio? —susurró Bird con sus ojos grises llenos de lágrimas, viendo con atención una réplica exacta de ella viéndola de regreso.

—Sí.''

❁❁❁

''Oscuridad.

Gritos desgarradores de una niña. Bird.

Scorpio se quitó la sábana de encima y después de colocarse las pantuflas corrió fuera de la habitación sintiendo un ardor en su pecho que lo atrae como imán a la fuente del dolor.

Se asomó por la puerta y se quedó bajo el umbral mirando a su padre tomar del rostro a la niña en agonía y examinarla. Acostada sobre la cama, Bird gritaba con las manos en los oídos.

—¡Duele! ¡Gritan mucho! ¡Duele!

—¡Eres su doctor, haz algo! ¡Nuestra hija sufre, Donovan!

—Amalia —el hombre volteó a verla—, cálmate. Birdie trajo al mundo a una de sus personalidades sólo horas atrás, es obvio que aquello traería efectos secundarios. 

—¿Y quieres que nos quedemos de brazos cruzados? —sufrimiento, los ojos de su madre pintaban sufrimiento en aquella madrugada del 3 de noviembre.

Scorpio caminó a paso decidido hasta la cama y apartó a Donovan. Eso tomó por sorpresa a ambos padres, viendo cómo el recién llegado tomaba las riendas de la situación para ahora él examinar a Bird.

—Estoy aquí, avecilla —susurró—. Desde el momento en que me creaste dijiste que nunca más ibas a estar sola, ¿te acuerdas? Tú puedes con esto, solo respira —apretó sus manos con fuerza.

Bird lo miró entre lágrimas y asintió.''

❁❁❁

''Oscuridad.

Gritos.

Un vidrio roto.

Muchos gritos. Bird.

—¡¿Birdie?! ¡¿Hija, qué has hecho?!

Scorpio abrió los ojos recibiendo la oscuridad completa dentro de su habitación.

Se puso las pantuflas y fué hasta el final del pasillo donde una débil luz iluminaba dentro de la habitación de su hermana.  Al entrar vio a sus padres mirando con horror a Bird.

Mucha sangre pintaba de color carmesí sus manos como si acabase de matar a alguien.

—¿Qué sucedió? —preguntó al arrodillarse junto a Bird viendo de cerca que los vidrios rotos provenían del espejo de cuerpo entero que había en una esquina del lugar.

—Aurie... —susurró Bird.

—¿Quién? —replicó su madre sin entender.

—Aurie... —volvió a susurrar y buscó con la mirada a Scorpio, quién de inmediato lo comprendió.

Scorpio volteó a sus padres y dijo—: Una de las personalidades de Bird quería salir a través del espejo.

—Pero... —Donovan negó, incrédulo—. Ella ha estado lidiando con esto de las voces los últimos cinco años desde que te sacó del lago. ¿No eras tú al único que decidió ponerle nombre y hacer real? ¿Quién es este Aurie?

—Es una chica —Bird elevó la mirada a su padre—. Está enojada.

—Draga mea —su madre se arrodilló frente a ellos, poniendo ambas manos en los hombros de su hija—. ¿Aurie ha dicho algo?

—Me odia y odia a Scorpio por haber salido y ella no. ''

❁❁❁

''—¿Señorita? —la directora Kovacs habló—. ¿Qué piensa que está haciendo?

—Yo hago lo que por amor se me ordena —llevó el filo de la navaja a su cuello y sonrió de una forma macabra—. Te amo, te amo, te amo ¿Lo sabes, verdad? Te amo, Scorpio. ¡Te amo!

El aludido pasó los brazos por su espalda manteniendo una postura erguida y la barbilla al frente. Con un solo asentimiento de cabeza le hizo saber a Salomé que oyó lo que dijo.

Salomé cayó de rodillas al borde del techo. Todos viéndole fijamente mientras pasaba la afilada cuchilla por su cuello con una sonrisa triste, bastante forzada.

Los gritos de espanto de todos aumentaron cuando el cuerpo cayó de su elevada altura hasta las flores y la sangre salpicó a los que en la primera fila se encontraban.

Scorpio sintió su pecho arder al sentir la sangre caliente de su novia resbalando por su rostro y llenando su cuerpo de culpabilidad, asco y enojo. Vio a su hermana conteniendo la respiración y llevar un dedo a su mejilla izquierda para limpiar la gota color carmesí que la salpicó. Bird dió media vuelta con gesto glacial para irse del jardín junto al resto de estudiantes que un poco más exaltados iban gritando y corriendo para huir de la trágica escena.

Él se quedó un minuto más viendo con atención las consecuencias del poder corrompido de su hermana. No se dió permiso de llorar, la imagen frente a él sería suficiente castigo por el resto de sus días. Lo merecía, sabía que merecía ser perseguido por esa desgracia.

Cuando abrió la puerta de Bird tuvo que esquivar un cuadro de fotos que con mucha fuerza su hermana había arrojado a la pared.

—¡No puede ser! —Bird se agarró la cabeza—. ¡No puede ser!

Lágrimas negras y pesadas producto del delineador rodando por sus mejillas, así mismo la ira saliendo mientras arroja más cosas al suelo.

—Bird... —Scorpio intentó acercarse.

—¡No! ¡No! —lo señaló—. ¡Dos chicas están muertas! ¡Muertas! No me pidas que me calme, no me digas que todo estará bien y no se te ocurra decir que esto no es mi culpa.

—No iba a decir nada de eso...  —se detuvo.

No habría sentido en mentirle, eso era exactamente lo que iba a decirle.

Bird miró con rabia la puertecilla que da a la habitación de los espejos. Se arrodilló para abrirla y bajó las escaleras furiosa, y Scorpio que jamás la había seguido a ese lugar, ese día lo hizo. Desde el momento en que estuvo detrás de su hermana viéndose en el reflejo de todas las paredes algo dentro de él quiso retroceder. 

—¡Te odio! —Bird comenzó a gritar tratando de encontrarla—. Te detesto tanto, maldita maníaca ¡¿cómo pudiste hacer esto?! ¡Mataste a dos inocentes!

De repente la luz comenzó a parpadear. Los gritos de Aurie los aturdieron, los vidrios comenzaron a romperse, Scorpio cayó de rodillas con las manos en sus oídos y temblando de dolor.

Bird lo abrazó por la espalda, intentando así protegerlo de la situación que se había convertido en un caos de vidrios rotos, sangre y gritos.''

❁❁❁

''Kovacs caminaba de un lado a otro viendo a ambos hermanos Márquez sentados en las sillas frente a su escritorio.

—Deberían estar más consternados por esto de lo que lucen —dijo la mujer, su tono era molesto, pero calmado.

—Lo hecho, hecho está —Scorpio habló—. Podemos retroceder el tiempo y cambiarlo, sin embargo está prohibido por la ley. ¿Qué quiere que hagamos? ¿Llorar?

—Quiero ver remordimiento. Dolor. Por lo menos alguna emoción legible. Dos chicas están muertas y la desgracia lleva el apellido Márquez en ella. ¿Acaso no tienen sentimientos? ¿O por lo menos miedo de lo que vaya a suceder?

—Lo único a lo que le tengo miedo más que a nada en este mundo es que mi hermano sea expuesto y lo separen de mí —Bird se atrevió a hablar—. Si quiere señalar culpables, no tiene que apuntarnos a los dos. Solo a mí. Haga lo que quiera conmigo, pero Scorpio queda fuera.

—Bird —Scorpio negó al voltear a verla.

—Scorpio queda fuera. —Bird repitió sin mirarlo ya que sus ojos seguían en Kovacs.

La mujer elevó su copa de vino del escritorio y bebió hasta el fondo. Al sentarse en la silla dijo—: De verdad espero que sus padres ya estén en camino. No puedo creer que esto esté pasando''

Olivia abrió los ojos y buscó aire.

Scorpio la miró y llevó sus pulgares a las mejillas de la chica limpiando las lágrimas que sin querer había derramado durante todo ese viaje de recuerdos.

—¿Por qué me enseñaste todo eso? ¿Confías en mí? Si no me das una respuesta, crearé una.

Scorpio sonrió.

—Me dijiste que querías descifrarme y te he dado las piezas restantes para ello.

Olivia lo meditó unos segundos.

—¿Te dolió la muerte de Salomé?

—Solo diré que tiendo a aferrarme a su recuerdo, porque me hace sentir culpable y no merezco menos.

—No fue tu culpa...

—Lo fué, la regla del metro de distancia se aplica para ambas partes. No debí hacerla mi novia en primer lugar. 

—¿Y qué hay de mí?

Scorpio hizo una pausa y la miró fijamente.

—También es mi culpa porque contigo me obsesioné, preciosa —dejó salir un suspiro cansado.

—Obsesión es una palabra muy fuerte.

—Es la única que puede describir lo que siento, Liv. Dada mi naturaleza mis emociones siempre serán más fuertes que las tuyas.

Olivia dejó caer su cabeza en el hombro de Scorpio bajando la mirada a las manos de ambos entrelazadas.

—Soy inteligente, pero si mis preguntas te llegan a parecer ignorantes, discúlpame, todo esto es nuevo y desconocido. ¿Puedo empezar?

Scorpio se inclinó para darle un beso en los labios y al separarse asintió.

—Adelante.

—Empecemos por las voces... ¿Todas son personalidades de Bird?

—Si, todas son, pero es un poco más que eso. Mi padre diagnosticó a Bird con TPMS, Trastorno de Personalidad Mental Selectivo.

—Jamás había oído de algo así.

—Probablemente porque basas tus datos en el trastorno de personalidad de los normales. Es diferente cuando se trata de un Guardián o un Dominante. Nosotros tenemos poderes y en este caso mi hermana por ser un Idem tiene el doble y acarrea más problemas tanto para sí misma como para quienes la rodean.

—Entonces, tiene muchas personalidades... "Las voces" pero de ellas... Solo tú y Aurie son los únicos que lograron...

—No. Yo fui la primera personalidad, a mí me creó de primero. Y durante los siguientes cinco años desde que salí fué desarrollando más, pero ninguna había sido lo suficientemente fuerte para poder darse a conocer ante Bird y que ella le nombrase.

—Hasta cuando Bird tenía diez años —Olivia asintió al recordar lo que él le mostró—. Aurie lo intentó, pero no pudo, ¿por qué?

—Bird no tomó su mano, nunca lo ha hecho y nunca lo hará.

—¿Por qué?

—Mis padres tienen la teoría de que eso podría matarla. Te mostré su sufrimiento solo horas después de que yo saliera para que te dieras una idea de lo que los siguientes años han sido para ella. Sacarme la debilitó física, emocional y mentalmente para siempre. Mitad de todo lo que ella era pasó para mí, arrebatando incluso muchos aspectos de su propia personalidad dónde en mí puedes verlo rebosante y en ella apenas es un destello. 

—Como la alta estima, ¿tal vez? —Olivia lo codeó y él sonrió—. Entonces, Aurie no pude salir porque si ya tu hermana compartió la mitad de ella contigo, con Auire afuera sería...

—Nunca hemos estado seguros de que tan peligroso sea, pero suponemos que sería fatal. Además, ya es muy tarde para sacarla. Aurie es mala, Olivia. ¿Tú piensas que yo tengo lo peor de Bird? Esa personalidad se lleva el premio. Los años la han vuelto celosa de mí y llena de ira contra Bird.

—¿Por qué no puede controlarla? —Olivia frunció el ceño—. ¿Acaso la mente no es de Bird? ¿Por qué deja que Aurie mande sobre su dolor?

—¿Por qué un pescador no controla el agua del mar si es quién se encuentra en la superficie?

—Lo sé, lo sé, pero es que me parece ilógico que la que mande sea Aurie.

—No por algo dicen que el peor enemigo de una persona es su mente, así seas un normal o parte de nuestra sociedad. Siempre ha sido así, Liv. En ello no hay distinción de estatus, poder o normalidad.

Olivia lo miró y vio como nuevamente la verdad lo reflejaba con otra luz. Apretó su mano con fuerza y sonrió.

—¿Qué? —Scorpio arqueó una ceja.

—Te hice un regalo —prefirió cambiar el tema.

—¿Hiciste?

—Anoche tomé prestado tus acuarelas.

Olivia se levantó para tomar su maleta del suelo y la colocó sobre sus piernas para sacar de allí la hoja blanca con el dibujo que hizo luego de su charla con Dante. Había llegado tan triste a la habitación que cuando vio las pinturas decidió distraerse con ello en vez de pensar en todo el desastre.

Scorpio miró con atención lo que en la página se plasmaba y le sorprendió un poco la familiaridad del lago y el muelle que había allí.

—Sé que el agua te recuerda de dónde vienes y ahora tienes aquí un pedacito de tu hogar en una página.

—¿Así que sabes dibujar? Te quedó muy parecido.

—Me guié con la foto que tiene Bird en su escritorio. No ganaría concursos, pero me defiendo bastante —Olivia admitió.

—Me encanta, oaie. Gracias, nadie nunca me había hecho un dibujo.

Ella no tenía idea de por qué se estaba sonrojando.

—De nada. Por cierto, te debo el marco.

Scorpio esta vez atrapó sus labios con los de Olivia y el beso pasó a ser algo más deseoso. Mucho más apasionado. Era increíble lo que ella le hacía sentir y ni siquiera parecía darse cuenta.

De repente ramas crujiendo hicieron que Scorpio abriera los ojos y el particular sonido de su enemigo mortal lo hizo separarse de Olivia.

—Debemos irnos —susurró con apuro.

—¿Qué? —dijo, confundida, siguiendo el hilo de su mirada vio a poca distancia a una ardilla comiendo una de las frutas secas de los árboles—. No me digas que...

Una sonrisa enorme se plasmó en la cara de Olivia.

—¡No hagas ruido, Liv!

La ardilla ladeó la cabeza y Scorpio contuvo la respiración.

—¿Le tienes miedo a las ardillas?

—Es una fobia y muy racional —se puso de pie y sin dejar de ver al roedor levantó su maleta.

—¡No puede ser! —Olivia se echó a reír a carcajadas—. ¡El gran Scorpio Márquez, el chico más temido de la academia. Idem poderoso, fuerte y popular teniendo miedo a las ardillas!

—¡Olivia! —la miró desesperado ya que aún no se levantaba.

La ardilla dejó de comer y comenzó a mover su nariz rápidamente cosa que hizo que Scorpio retrocediera tres pasos.

—¡Olivia, ya vámonos, joder!

De tanto reírse del desespero de Scorpio Olivia terminó cayéndose del tronco sosteniéndose el estómago. La ardilla soltó un chillido y Scorpio retrocedió cinco pasos más.

—Ay, de todo lo que me pude enterar hoy este es sin duda mi hecho favorito —Olivia se levantó del suelo.

—No es gracioso —protestó—. Cuando tenía ocho años, estaba jugando en la parte trasera de mi casa, allá en Bucarest, y una de esas diminutas bestias me atacó mientras comía un sándwich de maní que mi madre me había preparado de merienda. Desde entonces, mantengo mi distancia tanto como pueda.

—Sí es gracioso, cariño, le tienes miedo a las ardillas. Es algo que no esperarías de alguien cómo...

—Espera —Scorpio sonrió y la señaló.

—¿Qué? —Olivia se miró la falda, buscando alguna señal de suciedad—. ¿Tengo algo?

—¿Cómo me llamaste?

—¿Qué? —frunció el ceño confundida.

—Antes de decir que le tengo miedo a las ardillas, ¿cómo me llamaste? Repítelo.

La realización llegó sobre ella. Se sonrojó de inmediato.

—Yo no dije nada —negó.

Cariño —Scorpio lo dijo lentamente como si saboreara las palabras en su boca—. Oh, me gusta mucho.

—Ugh —Olivia levantó su maleta del suelo y la colgó sobre sus hombros—. Vámonos —lo tomó de la mano para jalarlo fuera de ahí

—"Vámonos, cariño"

—Eres un insoportable.

—Un insoportable con buena memoria, cariño.

—Scorpio, basta —Olivia intentó contener la risa que se le quería escapar.

—¿Por qué, cariño?

—Tú me dices oaie todo el tiempo y hasta hoy supe que significa: Oveja. ¿Por qué no hablamos de eso?

—Fue el segundo día que estuviste aquí. Fuiste a mi habitación a según tú "ponerme en mi lugar" te vi tan indefensa, tratando de parecer algo que no eres.

—¿Algo que no soy?

—Digamos que en esta relación, el que puede intimidar soy yo.

—¿Como se dice idiota en rumano?

—Frumos —mintió con una sonrisa torcida.

Ella lo repitió y él mordió su labio inferior. No le había dicho tonto, sino hermoso.

—¿Ahora me dirás así todo el tiempo? —se hizo el ofendido—, prefiero el cariño.

—Andando, frumos, no quiero perder más clases.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro