Rei se acercó nuevamente a Elza, mirándola directamente a los ojos.
Rei: Esto de ser la capitana más despiadada se te está yendo de las manos ¡Estás perdiendo la cordura!
Elza comenzó a reírse, como si aquello le causara gracia.
Elza: Dices que pierdo la cordura ¡Vamos! Solo hago lo mismo de siempre, ir por el botín, y aquel que esté en medio hacerlo trizas. Pensé que ya te habías acostumbrado, después de tanto tiempo siendo mi mano derecha.
Rei: Ya ves que no.
Elza: Si tienes algún problema con la forma en que dirijo puedes bajarte de este barco. Ser pirata no es cosa de cobardes.
Rei: No es cobardía. Solo que no soporto que cada vez tu sed de vi0lencia está aumentando. Si tengo que enfrentarte para que entiendas, lo haré.
Elza desenvainó su espada y la acercó al cuello de Rei.
Elza: Si es verdad lo que dices, demuéstralo ¡Enfréntame! - desafió Elza, mientras sonreía con malicia. - Si es que te atreves.
Rei: Lucharé, pero no pienso hacerte daño. - respondió Rei, sacando su propia espada.
Elza: Para mí eso no es luchar enserio ¿No me harás daño? Es una lástima. Yo sí lucharé enserio.