Está no es una historia desechada en si, pero como está algo corta no la publicaré por aparte,e gustaría que se quede aquí u.u.

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La magia de la vida que nos hizo encontrarnos después de 5 años. Éramos niñas y era obvio que no nos reconocíamos, sin embargo nuestros corazones sabían perfectamente quienes éramos. A menos claro que mis sentimientos siempre fueran unilaterales.

Desde pláticas tan absurdas hasta cosas serias, fue que pudimos llenar ese vacío de 5 años sin habernos visto, habías cambiado, claro que yo también, pero cuando me contabas hacerca de tus relaciones o como te desenvolviste en la escuela fue que me di cuenta que estabas ya muy fuera de mi alcance.

Somos tan diferentes, tú piensas de una manera sobre el amor y yo de otra. Yo seguía a la espera de mi persona especial con la que querría experimentar muchas primeras veces, soñaba con encontrar a ese hombre que me amaría y se casarían conmigo, tendríamos familia y un trabajo estable. Yo era muy pequeña cuando pensaba eso.

Eventualmente como amigas decidimos ir a la casa de la otra para hablar noches enteras de nuestra vida, sueños y aspiraciones; siempre eran diferentes temas de los que podía reír y hablar contigo. Pero un día...ya no era capas de hacerlo, te habías colado tanto en mi mente, habías metido una debilidad en mi que me hacía pensar en ti de una manera incorrecta y diferente. No podía verte porque cada vez que te veía despertaba un hormigueo en mi interior, un palpitar demasiado rápido en mi corazón.

Te odio, a ti y al destino, porque se burlaron de mi y me hicieron retorcerme, dudar y llorar. Tu me hablas de que nuestra compatibilidad es demasiado buena si fueramos una pareja y al minuto siguiente te retiras diciendo que como somos amigas eso no se dará de ese modo.

—Quisiera besarte—te dije en un momento de impulso. Ya estabas demasiado metida en mi mundo que provocaste que dijera eso.

Te menti, diciendo que solo estaba confundida, replicando lo que ví en alguna serie; yo no solo quería besarte, quería tocarte y tomar tu mano, abrazarte en las noches y dejar que te recuestes en mi hombro.  Tu solo sabias una una pequeña parte de todo el amor que podía desbordar por ti, y como te lo pedí, actuaste como si aquello que dije no hubiera pasado.

Somos amigas que hablan durante horas, que ocasionalmente se desvelan viendo películas, amigas que se apoyan una a la otra cuando tiene su respectiva pareja. Amigas que se seguirán hablando hasta que sean ancianas...

Claro que voy a estar encantada de ser tu dama de honor, no me perdería el día más importante de tu vida, donde decidiste avanzar, no como yo...que me estanque y no pude sacarte de mi cabeza.

Estoy bien, no estaré triste porque me dije a mi misma que lo iba a olvidar, que iba a superar que tú ya estuvieras con una familia estable y feliz. Quería ser feliz contigo, pero con que tú seas feliz...me basta.

Hasta luego, mi mejor amiga...