Re encarnación
Era el cumpleaños No° 6 de un pequeño crío, hace un mes había pedido que le regalaran una mascota para que no estuviera solo en casa mientras sus padres trabajaban. Ellos aceptaron, porque les convenía por varias razones.
La familia estaba un poco rota, ambos padres iban y venían de trabajar evitando asi ver sus caras, ya que ellos se detestaban, odiaban la presencia uno del otro, pero por su hijo es que seguían casados. 5 años de una unión forzada y que cada año se rompía las con constantes peleas y pleitos que según ellos eran discreta, sin embargo aquel niño veía y oia toda la violencia por las noches que fingir dormir, no sabía cómo sentirse o que expresar cada que escuchaba los insultos, que al final, todos eran por la causa de su nacimiento.
Entonces el pequeño pensó en una compañía, un pequeño gatito naranja es lo que recibió para su cumpleaños y entonces así sus padres tenían que preocuparse menos. El niño comenzó dándole mucho cariño al gatito que llamo Sora, lo alimentaba y dormía con él; sin embargo fue una noche dónde todo cambió, un noche dónde sus padres volvieron pelearon y está vez el pequeño actuó de una manera incomprensible.
Tomo a su mascota y repitió algunas conductas de los adultos, agarro con rudeza el pequeño cuerpo peludo y lo mantuvo colgando por el cuello con movimientos bruscos, luego lo soltó de golpe y el gatito lo tuvo el tiempo de caer sobre sus patas, haciendo así que se lastimara. Maullo en duda, como si no comprendiera el porque de esas repentinas acciones, los ojos de su dueño lucían apagados como los de un muñeco siguiendo órdenes.
Los gritos seguían fuera de su cuarto y el maltrato—por ahora leve—havua el animal continúo hasta que dejó de maullar. No había muerto, solo había caído en la inconciencia por las constantes sacudidas que tuvo y terminaban en el suelo duro. Y así esa primera noche finalizó, solo para dar inicio a más días así.
El pequeño hijo indeseado, decidió que sería buena idea presumir a su mascota y aunque un poco ya herida, él la llevo a su instituto. Más niños como él, que eran curiosos, latosos y todo querían tocar, jugaron con el gatito sin medir sus fuerzas. Cómo si el animal estuviera ahí para un sin fin de pruebas, fue jalado de aquí allá, pisoteado, cortado, picado y casi envenenado por unos niños.
Las semanas continuaron con ese tipo de conductas, el pequeño con su alma rota, sin vida, empezaba a descargar parte de sus miedos, angustias y tristezas en el animal, como acostumbra hacer su padre ante su madre. En su cuarto, vacío y sin otra vida que tomar con sus manos, es que ahora decide ir por la suya, por su propia vida.
Una vez fueron buenos amigos, eran una linda relación de amo y mascota, tan cariñosa y con afecto, pero una vez que el amo se contaminó, siguió contagiando todo a su pasó. Amigos, compañeros y llegó hasta su preciosa mascota, el gatito maullo hasta el final de su corta vida, las nueve vidas las agoto tratando de proteger a su amo en manos del hombre mayor, y también le costó. Pero no importa cuan mal lo hayan tratado, fue fiel y un buen acompañante.
Así que mientras ambos adultos seguían con sus conflictos, dos vidas se perdieron esa noche; la historia de esas dos víctimas rotas pudo quedar ahí, sin embargo la vida misma les otorgó un regalo, por qué de esas dos criaturas no fue la culpa si no del ambiente dónde tuvieron que vivir. Ahora unos 5 años después de aquellas muertes, fue que dos vidas nuevas nacieron a altas horas de la madrugada, dentro de un hospital. Dos mujeres distintas, dos familias distintas, dos bebés distintos, pero que en sus espaldas cargaban la vida pasada que tuvieron.
Los maullidos cambiaron por llantos y los ojos solitarios, y nota el falta de afecto, fueron cambiados por una sonrisa por la esperanza de vivir en una nueva familia que añoraban un hijo hace mucho. Pero esas nuevas criaturas no lo saben, no saben con lo que cargan ni el efecto que tendrá todo eso, solo saben que deben re encontrarse en esta nueva vida que les fue dada, su amistad debe ser recuperada.
[ ◍ ◍ ◍ ]
—P-perdon, n-no choque con usted aproposito—la suave voz decia, a pesar de ser ahora un adolescente.
El hombre víctima de ese pequeño descuido, solo sonrió en comprensión.
—No hay problema, pequeño—por tan tierno acto, el hombre quiso acariciar su cabeza, sin embargo el moreno se agachó esperando no recibir un golpe.
Aquel hombre solo regreso su mano, se encogió de hombros y se fue dejando al tímido moreno aún encojido. Este chico quedó solo y después de unos minutos siguió avanzando en dirección a la escuela, de manera silenciosa y cauteloso.
Este pequeño castaño era tímido y miedoso ante cualquier persona, aunque anteriormente no había sufrido de acoso, pero sin remedio alguno era temeroso de las personas. Hoy empezaba con una nueva etapa escolar, había dejado algunos amigos y compañeros atrás para entrar aqui al Instituto Nami-chuu, asi que se encontraba solo y muy asustado de conocer a las personas.
Si personalidad era así, Nana no le importaba, le parecía tierno que si hijo fuera así, pero algunos psicólogos le anunciaron que podía ser un grave problema para su desarrollo social y que se relacione con más personas; su hijo único, preocupado suspiraba cada tanto para calmar sus nervios y así hablar con normalidad sin tartamudeos. Y ahora mismo que ya estaba en un nuevo salón, esperando que las presentaciones de alumnos se dieran y así iniciar con las primeras clases.
Los maestros fueron muy amables, dándole tiempo a Tsuna de que dijera su nombre y algún pasatiempo, pero no dijo mucha información y luego se sentó; los compañeros también esperando a que él hablara, uno que otro se rió por su comportamiento exageradamente tímido.
—Todos están nerviosos, así que no hay razón para burlarse chicos—dijo el profesor haciendo a todos callar.
Una vez pasado eso y que el descanso se dió, los grupos empezaron a juntarse para formar amistades, tristemente nadie tomo interés del castaño y lo excluyeron. Mientras tanto unos cuantos kilómetros alejado de ahí, hay otro instituto, donde también han empezado las clases y hay alumnos que también están en solitario.
Ambos jóvenes en sus respectivos polos, caminaron en silencio a la azotea de la escuela, algo en el viento les decía que buscarán algo, que se aventuraran por encontrar a la persona que la vida les dió la oportunidad de volver a encontrar; sin embargo ellos cargaban con un una vida rota y poco entusiasta, miedosos a todo, jamás saldrían de su zona de confort.
—Me pregunto si...
—...mañana será distinto.
[ ◍ ◍ ◍ ]
Al llegar a casa, el adolescente portan varios parches sobre su rostro, que marcaban algunas heridas y responde que se dió en el camino por ser perseguido por perros; si, muy tonto, pero los perros nunca fueron lo suyo a pesar de que tenían la sensación de haber forjado una linda amistad con uno.
Ya que no tenía amigos humanos desde primaria, lo consideraban muy extraño por hablar solo y mostrar mucho apego a los gatitos callejeros, ni él lo entendía pero sentía su alma en paz al ver a un gatito. Así que ahora en su etapa de secundaria, tenían el doble de menos atención, a penas y destacó en su primer día, ya esperaba ver sus próximos tres años repitiendo la misma rutina; solo y rechazado, fue entonces que aquel peli-rojo se preguntó si alguien como él existiría y si lo hiciera....¿Podrían ser amigos?
—¿Cómo fue tu primer día, Tsu-kun?—saludo a amorosa madre mientras servía de comer el platillo favorito de su hijo.
—S-supongo que bien...ya sabes, el primer día todos estamos nerviosos y es difícil hacer ...amistades—dijo con dolo, sin ocultar la tristeza que sintió al no ver a alguien aproximarse a él en el descanso.
Pero estab bien, ya había imaginado que sucederia asi.
—Cariño...está bien si no tienes tantos amigos, con un amigo que encuentres que sea único y especial, con eso basta—la mujer respondió cariñosamente acariciando la mejilla del moreno.
Él solo pudo llenarse de rubor y sentirse como un niño mimado, otra vez, su madre buscaba siempre subirle los ánimos con todo el cariño que se merecía. Si, talvez los piscologos tenían razón y su tímida personalidad evitaba que formara vinculos sociales, pero ellos no sabían que tener ese tipo de personalidad retraida tenía sus ventajas, cosas que el castaño las descubriría.
。*゚+
La verdad es que mientras escribía esto me estaba emocionando, pero de repente no supe que rumbo darle, o sea con que fin.
Iba a ser por lo menos un one-shot, pero no tenía claro el propósito de un encuentro de Enma y Tsuna, porque este fic iba a tratar masomenos de su amistad.
Cómo sea, esto es lo único que he podido hacer mientras sigo ocupada con mis proyectos finales u.u
Todavía no nos veremos dentro de dos semanas maximo...
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