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pasado de Chrome

Chrome.

En todas las nueve generaciones de Vongola, ningún jefe había tenido entre sus guardianes a una mujer, hasta que Tsuna vino y rompió el sistema. Aunque si hubo una jefa Mujer, era muy diferente a tener una entre los guardianes porque no podían permitirse tener un integrante débil incapaz de proteger a su jefe.
Pero contrario a lo que todos los mafiosos pensaban, Chrome no era ninguna dama débil ni guardián débil,en todo caso, demostró más valia que algunos guardianes de generaciones anteriores.

Sin embargo, lo que no todos saben afuera de la décima generación, es que Chrome no siempre fue una chica.

【 。。。】


El reciente matrimonio Yoshida había tenido un hijo después de mucho intentar y mucho esperar, la esposa había resultado débil de salud por lo que eso lo complicó, pero al final de cuentas ya tenían al bebé que tanto querían aún que resulto ser una niña al final de todo.

Mientras la preciosa niña peli-indigo crecía, sus padres la amaron más que nunca, fue una niña sana y muy sonriente hasta que que llegó el día de ingresar a pre escolar y tenían que despedirse de ella.

Al principio, el matrimonio estaba reacio a dejarla en la escuela cuando ella lloraba, no podían negarse cuando sus ojos derramaban lágrimas, sin embargo tuvieron que ceder. Los primeros días Nagi estaba asustada de estar con gente que no fueran sus padres, tímida de las profesoras y más compañeros suyos, pero estaba decidida a abrirse a los demás con el tiempo.

Lamentablemente antes de poder abrirse y ser más social, los otros niños del preescolar empezaron a molestarla por ser una niña llorona y tímida, en proceso para enfatizar las burlas, se rieron de sus ojos violeta a pesar de que eran bonitos. Pronto a todos en el prescolar les disgustaba Nagi, por sus ojos diferentes, cabello diferente, diciéndole niña extraña, niña adoptada; por ende la niña nunca se pudo desenvolver realmente en la infancia y no formó ningún vínculo. Los padres se enteraron por qué las maestras llamaron diciendo que su hija no paraba de llorar, ellos por supuesto que asistieron y luego de llevarla a casa ella les dijo lo que sucedia.

—No tengo amigos mamá, todos se burlan de lo timida que soy sniff) ya no quiero ir

Escucha la madre inconforme de ver a su hija siendo intimidada a pesar de ser un niña

—Tenemos que hacer algo

Ellos realmente no la amaban tan bien, si fue su hija, pero la amarían mas si tan solo fuera un niño. Los chicos eran más fuertes y difíciles de ser intimidados, el matrimonio siempre quizo tener un hijo así que ¿Porque no ahora?
Nagi solo tiene 4 años, todavía no luce como una niña y simplemente pueden cortarle su cabello índigo y vestirla con pantalones.

Esa no fue una decisión del momento, en realidad ya tenían ropa de niño guardada por ahí, solo necesitaban una excusa y ya había llegado.

Y para no levantar una clase de controversia, la familia se mudo de ciudad, tratando de dejar cero evidencia de que vivieron ahí y que tenían una hija.
Además gracias a sus trabajos, tenian el dinero suficiente para falsificar su verdadera acta de nacimiento y sus registros médicos, en casos donde la escuela nueva a la que asistiera le pidieran ese tipo de papeles.

Y a la edad de 5 años, Nagi murió para sus padres, no existía mas una niña timida y callada, pero nació Nagato, un chico que era callado, pero inteligente y más amado.

Para la edad en qué empezó la farsa, a todos no les pareció raro que Nagato no hablara, en realidad les gustaban los chicos callados y misteriosos. Pero Nagi no quería estar callada, quería hacer amigas y reírse con ellas.

—¡Vas a callarte y obedecerr! Si hablas, aunque tú voz no suene como una niña, podrás ser descubierto y no queremos que arruines eso—regañaba su madre—Recuerda que debes entrar al baño de los hombres y moverte como uno ¿Entiendes?

Nagi, quiero decir, Nagato, se abstuvo de desobedecer, más bien nunca pudo hacerlo porque se dio cuenta que sus padres le estarían mostrando más cariño  si se comportaba y actuaba correctamente como un chico.
Así volvió a un prescolar distinto, pero está vez como un chico y fue más querido.

【 。。。】

—¿Cómo te fue hoy en la escuela, mi niño?—pregunto su madre una vez más que volvió del prescolar

—B-bien mamá—empezo nervioso el oji-violeta, pero luego sonrió—En realidad, disfruté bastante tener amigos, me invitaron a jugar con ellos...a pesar de no saber jugar con un balón, pero fue divertido

Y no miente al decir que fue divertido ser invitado, fue mucho más agradable que antes, nadie busco meterse con ella, porque claro ahora era un "él"; les mentía a todos para caerles bien  y para estar segura, eso es lo que le dijo su mamá, que estaría mejor siendo un niño incapaz de molestar y le dio seguridad esas palabras. Mientras no hablara mucho ni gritara para no revelar su verdadero género, iba a funcionar su vida; el problema era...¿Hasta cuándo sería posible ocultarlo?
Apenas asistía a prescolar así que eso estaba por verse.

—Pero sabes algo mamá...m-me incómoda entrar al baño de niños...y-yo se que no encajo ahí—SLAP!—la madre la cacheteó—¡No digas tonterías Nagato! ¡Eres un niño y debes entrar ahí, no lo olvides!

Y si Nagato fallaba y volvía a actuar como niña, su madre diría en su lugar que  "No actúe como niña", asumiendo que Nagi nació hombre y quiere actuar como chica, pero no lo permitiría.

—Hijo escúchame, es por tu bien. No quieres que te vuelvan a molestar si te ven entrar al baño de niñas ¿Verdad?

—No mamá...

—Se un buen niño—le dio palmaditas suaves sobre su cabeza—Por cierto cariño, ya hemos terminado de arreglar tu nueva habitación ¿Porque no vas a verla?

Nagato corrió contento a la direccion de su cuarto y con ilusión abrió la puerta, era la primera vez después de cumplir 5 años, que ya tenía su propia habitación, pues hasta hace poco aún dormía en una especie de cuna; ahora que tenía la puerta frente a él la abre con entusiasmo solo para ver dentro de ella, toda la decoración como la de un niño. Juego de sábanas azul marino, cortinas azul celeste con estrellas, juguetes y algunos peluches que formarían aparte de su crecimiento como chico.

Nagi pronto entendió que esto iba en serio, que este cambio en sus cosas sería permanente. En ese momento, sus ojos se apagaron como los de una niña, perdiendo todo interés de ir encontra a lo que su madre quería, se convertiría entonces en lo que ellos todo el tiempo quisieron. Si quería un hijo, entonces se convertiría en el hijo perfecto, sin mostrar debilidad para que nunca más lo vuelvan a molestar, tendría la fortaleza que como "niña" no podía conseguir.

Y como fue perfecto, ningún infante noto la inusualidad de Nagato; fue callado, si, pero se comportó como cualquier niño al jugar, al interactuar e integrarse con los demas niños de su edad. Pronto, aunque él creció y cumplió 7 años, nunca hubo sospechas dado que su cuerpo aún no se desarrollaba como el de una chica, para ello su madre ya estaría preparada y no habria problema.


Mientras tanto, la madre estaba agradecida que la niña no tuviera cambios bruscos en su físico, su hijo era delgado y un poco alto para ese momento de la infancia, así que disimulaba bien y la anchura de los hombros todavía no era un problema en Nagato. Además el  uniforme ocultaba muy bien las características de su cintura y mientras mantuviera su cabello corto, la mentira seguiría durando.

【 。。。】

El "chico" entonces crecía así como su cuerpo y el de todos en su grupo de amigos. Llega un momento que los cuerpos de algunos niños empiezan a cambiar, sus gustos y la forma en la que piensan; todos los compañeros de Nagato empezaban a ver más hacia el grupo de las chicas, sus ojos se dirigían a sus faldas, a sus peinados coquetos y sus expresiones femeninas, se sentía atraídos a ellas como todo chico normal.

Sin embargo el peli-indigo cada vez lo sentía anormal. Él llegaba a casa, sus padres ya no estaban para señalarle como debía seguir comportándose, ya había aprendido a la mala a no llevarles la contraria respecto a su verdadero género, así que al llegar a su cuarto y cambiarse, él evitaba mirarse al espejo y también evitaba mirar sus partes privadas. Porque sabía que ahí hallaría aquello que la hacía ser chica y no chico, verse era ser consciente de la mentira que vive y no quiere reconocerla. Quiere ser amado.

Entonces lo único que Nagato puede hacer, es mirar a las niñas de su misma edad, 12 años, crecer y desarrollarse como una linda chica. Escuchar como hablan sobre los chicos que les gustan o algunos mangas de romance que siguen, incluso llegar a escuchar que unas han empezado con su periodo o que su pecho a empezado a crecer.
También puede observar como sus compañeras son tratas con delicadeza y respeto, como lo que se merece toda chica; incluyéndose a él mismo dentro del grupo de chicos que se encargaba de proteger o defender a la mujeres de su clase, después de todo así quería que fuera tratado, pero Nagato era un chico y debía actuar como uno.

Protegió y compartió con sus compañeras, como cualquier otro chico, las trato como desearía que la tratase, y sin embargo, él no recibió el mismo intercambio amable. Algunas chicas llegaron a burlarse y decir muchas veces que era muy sombrío, silencioso y afeminado. Después de todo, llegó ese tiempo en primero de secundaria donde todos tenían esos cambios más drástico y simplemente el peli-indigo no lo tuvo, no debía para no levantar sospechas de su mentira.

Y así poco a poco las preguntas llegaron, del porque siempre usaba el suéter escolar aun si hacía mucho calor, porque evitaba cambiarse frente a los demás o evitaba totalmente las clases de gimnasia. Porque se ponía a veces nervioso si otro chico tenía cercanía con él ¿No eran amigos?

¿Por qué no era alto como los chicos de su clase?

¿Por qué no mostraba interés en las chicas?

¡Por qué actuaba así!

Nagato mismo quería saber el porque tenía que vivir de ese modo, pasando ya 7 años actuando como el género incorrecto, lidiando con muchas confusiones y anhelando cosas normales que jamás podría tener. Vestidos, usar las faldas de los uniformes femeninos, hablar sin fingir su voz, también estaba el hecho de tener que cubrir su poco pecho desarrollado y por último, seguir asistiendo al baño de hombres para mantener todo de pie.

El peli-indigo no quería ser odiado, todavía reconocía que tenía buenos compañeros y amigos con quienes se llevaba bien, pensó que todavía podía valer la pena aún si pasaba toda su vida sin recuperar su verdadero ser.

【 。。。】

Y mientras el reloj corría para el joven oji-violeta, también lo hacía para cierto castaño y cierto peli-azul.

Reborn ya había reunido para Tsuna, un guardián del Sol, uno de Tormenta y uno de Lluvia, estando indeciso por considerar al bebé Lambo parte de los guardianes.

Sin embargo para bien o para mal, pronto los días pacíficos terminaron y pronto la primera amenaza se presentó en Nami-chuu, alguien estaba buscando al Decimo Vongola y amenazaba a su escuela, Tsuna tenía que tomar el desafío.

【 。。。】

Nagato odiaba educación física, era quizás la materia que simpre le estresaba, en primer lugar, porque todos los chicos se cambiaban en la misma sala sin saber que entre ellos había una mujer disfrazada, pero también él tenía que cambiarse frente a todos, lo cual cada vez más se le  hacia dificil fingir ser lento, para que nadie viera vendajes en su pecho con tal de hacerlo plano y su cintura marcada poco común en chicos, entonces después con el short puesto, sus delgadas piernas era algo que no podía disimular.

Luego el pelivioleta se le veía entrar al gimnasio, donde recibía mi tipos de miradas. Para algunas chicas les parecía atractivo, mientras que a otras les parecía  repulsiva la idea de que un chico fuera tan delgado, callado y tímido. Con los hombres tenía casi las mismas reacciones, solo que la mayoría llegaba a pensar que su compañero Nagato era un marica por la forma femenina en que aún se comportaba.

—Recuerdo que en primaria antes era más hablador... pero luego el último año antes de pasar a secundaria, se hizo más callado y raro—El oji-violeta podía alcanzar a escuchar los murmullos de compañeros que nunca recuerda

—Como si se hubiera obligado a callarse
—habla una chica, con una voz linda que él definitivamente envidio

—Tambien empezó a evitar jugar con nosotros, aunque todavía permaneció en nuestro grupo de "amigos"—Ante las declaraciones sobre su actitud pasada, Nagato se ponía cada vez más nervioso, escuchando cada vez como si una pared se callera en pedazos grandes

Sin embargo, ahora mismo los murmullos eran lo de menos, porque en medio deo descanso, Nagato empezaba a sentir un dolor terrible en el vientre, como si algo le ardiera por dentro o si alguien estuviera golpeando constantemente su estómago. Alguien lo llama a qué regrese a la cancha y continúe jugando, pero el dolor lo mantiene tendido y sin poder moverse, por más que apriete su vientre bajo, el dolor perdura. Una compañera suya a su lado se percata y trata de ayudarlo a levantarse, muy encontra de hablar con el "afeminado", lo levanta del brazo para llamar su atención y hacerlo regresar de aquel dolor desconocido.

—Hey, levántate, te habla el profesor—Nagato escucha, pero no obedece

—D-duele...mucho—la chica escucha salir de su boca una voz suave y lenta—

—Profesor, parece que mi compañero necesita ir a la enfermería—levanta la voz—Entendido, llévalo por favor, Mizuki—la chica pone sus ojos en blanco pero aún así obedece tomando al pelivioleta de su brazo y lo arrastra fuera del gimnasio para que lo atiendan de su dolor misterioso en la enfermería.

Los hombres pronto ignoran el tema y continúan jugando con el balón de Basket, mientras algunas chicas miran a su amiga Mizuki salir con el joven delgado aún sosteniendo su vientre, pronto la pierden de vista al cruzar la puerta y siguen en lo suyo; sin embargo una de las chicas  se quedo más tiempo mirando su ida, poniendo más atención en la parte trasera de Nagato, donde aún a pesar del oscuro color del short deportivo había visto una mancha sobresalir, pensando que eso no era normal si Nagato fuera un "chico"

—Profesor, tampoco me siento bien ¿Puedo ir a la enfermería?—la alumna recibió el si de su profesor y salió del gimnasio, persiguiendo a su amiga que se ha ido.

Pronto a llegar a la enfermería, la chica llama a su amiga y está se detiene.

—¡Mizuki, espera!—la nombrada detiene su andar y con ello también el oji-violeta que ha estado arrastrando

—¿Que sucede, Daira? Quiero llevarlo rápido a la enfermería—habla su compañera ante el apuro de su amiga.

—Antes de eso, quiero que observes—ella señala a Nagato, quién se sigue retorciendo y sosteniendo su vientre, y al mismo tiempo que se recarga en la pared del pasillo Mizuki mira la parte baja trasera de su compañero, sorprendiendose de la mancha levemente notable de sangre—Eso no debería estar ahí

Entonces en lugar de ser arrastrado a la enfermería, Nagato se encuentra siendo arrastrado al baño de mujeres.

—¿E-eh? ¿Q-que están haciendo? ¿A donde va...—¡No, alto! ¡Esperen! ¡Yo no debería entrar ahí!

Pero ambas chicas no se detienen y aprovechando la débil fuerza de su compañero, terminando entrando con éxito al baño y para luego empujarlo al suelo de mosaico.

—Quitate ese short, Na-ga-to—demanda la chica luego de cerrar la puerta principal con seguro

—¿D-disculpa?—¡Lo que oíste! Permitenos ayudarte—Mizuki y Daira, toman con brusquedad a Nagato, teniéndolo a su merced en el suelo, él está débil y aún sientiendo el misterio dolor, pero trata de luchar y quitarse esas manos de encima que hacen todo lo posible por bajarle el short del uniforme mientras súplica—Por favor...N-no hagan esto, paren...

A estas alturas, ni siquiera pensó en fingir su voz, suplicando a como diera lugar para que no se revelará su secreto con algo que no entendia aún como era posible.

Y así finalmente las dos chicas terminaron por quitar el short del oji-violeta, revelando su ropa interior blanca y manchada tanto por atrás como un poco por delante con sangre, algo perfectamente normal cuando se trataba de una chica con su periodo, pero aquí su compañero Nagato se suponia que era un chico.

—¿Porque estás...menstruando como una chica, Nagato?—pregunta Daira con asco  en su voz—

—¿Que demonios eres?—dijo también, sacando una foto del "chico" —Fenomeno

—¿D-de que hablan? ¿Ustedes saben porque sangro?—las chicas escuchaban la voz tranquilo, pero hacían poco caso, mirando aún con desdén.

—Tu nos has engañado a todos—N-no entiendo ¿Porque duele tanto?—No se pero es asqueroso—Daira corto con enojo

—Olvidalo Daira, vamonos—Nagato no deja de tocar su vientre, mientras ambos chicas le dan la espalda y caminan hacia la salida—Ah...Usa esto. Rarito—Mizuki le termina arrojando una toalla sanitaria, que cae sobre sus desnudas piernas

—P-pero yo no se cómo, no se que es esto—habla el oji-violeta asustado todavía de la situación

—Tch, averiguarlo tu solo—y se azota la puerta del baño




Nagato se siente descubierto, tanto física como como emocionalmente, él bajo la mirada y empieza a llorar, mientras ve sus piernas desnudas y delgadas, llora más al no poder entender porque duele y sangra mucho aún si tener heridas. Y así, a pesar de, él se levanta para encerrarse en un cubículo del baño con el paquete rosa en mano, lo escudriña, pero sigue sin entender su uso; también mira su ropa interior manchada de sangre y siente como "eso" sigue fluyendo de su interior.

Las lágrimas le estorban, sin embargo lo intentes y abre el paquete sacando la toalla, recordando vagamente de haber espiado a su madre, el funcionamiento de dicha toalla; no pudiendo imaginar que algo así le llegará a pasar, puesto que su madre nunca le advirtió de que podría vivir este experiencia tan trumante.

Entonces las chicas regresaron por el pasillo al salón, gimnasia acabo y ahora tenían que vestirse nuevamente, pero no pueden dejar de pensar en la imagen de su compañero Nagato, apareciendo nuevamente ese disgusto y tras eso se les va ocurrido que, aquella revelación no se podía quedar en secreto, si no que tenía que ser expuesto.

Más tarde en casa, Nagato supo que cometió un grave error, su madre lo abofeteó tan fuerte que mando al niño al suelo. Ella estaba furiosa con su hijo, arruinando todo el plan con el que habían trabajado tan bien y solo porque el niño no  pudo soportar el dolor de simples cólicos.

El niño miraba entumecido el suelo, mientras su madre despotricaba insultos y regaños, incluso hasta maldiciones.

—¡Si serías tan tonto. Mejor no hubieras nacido!

Ah...eso era. Ella no debió de haber nacido si no sería amada, aún si tenía que vivir como un chico, al final nunca obtuvo el amor que imaginaba. Nagato era... inecesario.




Mientras las chicas no tardaron en difundir las fotos de su "compañero" en ropa interior y sangrando, revelando así que su cuerpo no era normal y estaba mintiendo respecto a lo que era, así no supiera todo el contexto de lo que pasaba en su hogar, Nagato fue rápidamente marcado como un paria. Y entonces la madre hizo la vista a un lado y decidiendo en su corazón que el secreto revelado de su hijo ya no era su problema, y que la forma en como se vería afectado su vida escolar ya no tenía nada que ver con ella, entonces Nagato empezó a vivir un infierno en el instituto. Ya que el peli-indigo no podía distinguir que era ahora exactamente, no podía negar ni afirmar lo que media escuela ahora decía decir sobre él.

Llegó a recibir gritos e insultos de todo tipo, desde llamarlo pervertido, gay, rarito, degenerado, etc. Nagato estaba confundido, tan perdido respecto a quien debería ser, su madre no le había dicho nada sobre seguir o no, pero él buscando ser amado y encontrar su verdadero ser, tratando todavía dr encajar, hizo lo mejor que pudo ignorando los comentarios y tratando de seguirle la corriente a los chicos. Él tenía que actuar como chico, él tenía que asumir correctamente el papel


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Lo siento, no me esforce por corregir esto para subirlo a esta sección xd
Ni ortografía ni dislexia ni nada

Solo queroa deshacerme de este fic dentro de mis notas, que no completaré pq además no recuerdo que más iba a poner.

En fin, se los regalo, usenlo sabiamente o no, simplemente lean jsjsjjs

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