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[ III ]Especial; Rayo


Parte tres y ultima que escribi porque pues... ya no
Ya fue xd

Y entonces, después de esas palabras, Tsuna consiguió lo que quería: estar solo. Los chicos ya no fueron a buscarlo para comer ni para acompañarlo, él no se molestó, ya se lo esperaba, pero aún así algo dolía dentro de su corazón, porque no era honesto consigo mismo.

Mientras buscaba un lugar donde comer, las jardineras le parecían un buen lugar, ahí encontró una banca que la sombra de un árbol cubria y estaba vacío, camino hasta ese lugar y se sentó, empezó a desenvolver su almuerzo y cuando quiso comenzar a comer, una personita salió de entre los arbustos sorprendiendo al moreno.

No era más que un pequeño de 8 años, mugroso pero con una sonrisa en el rostro; a Tsuna le pareció tan tierna esa aparición que detuvo su acción y observó mejor al niño que salió por completo del lugar.

-¿Quien eres?-pregunto el desconocido-El hermano mayor parece tener mucha comida ¿Pues probar?-en ese momento su estómago gruño y el castaño rio.

-Esta bien, pero no lo hagarrres con tus manos, están sucias-advirtio mientras hacía espacio en la banca-No me digas que también hay mafiosos menores de edad-

-Esta escuela es para eso, no importa la edad, más importante ¡Hermano ya dame de comer!-pidio abriendo su boca para recibir alimento.

El adorable niño se limpio los residuos con sus mangas, fue ahí que noto el tipo de traje que traía, era un traje de vaca de pies a cabezas, rompiendo así la regla de llevar uniforme en la escuela, como sea Tsuna no dijo nada y siguió dándole la comida, ya que se le fue el apetito, terminó dándole todo.

-Entonces...¿Cuál es tu familia mafiosa?-pregunto luego de cerrar la caja.

-La familia Bovino es chiquita y puede que desaparezca pronto, por eso estoy aquí, para que otra familia poderosa haga alianza con nosotros-empezo a contar el chico vaca, mientras parecía llorar-Yo solo quiero divertirme, no estar envuelto en cosas tan complicadas, Lambo aún es un niño.

Al moreno se le partía el corazón al verlo, recordando cómo en el orfanato muchos mayores que él lo odiaban, por varias razones, pero una de ellas era que tenía siempre la atención y cariño de los niños más pequeños y nuevos que entraban al orfanato. Por eso, no pudo pasar por alto el dolor de Lambo, que asi es como se llamo, uno niño que a pesar de ser mafioso, no estaba listo para cargos tan serios e importantes, Tsuna quiso hacer algo, pero paso tanto tiempo pensando en lo que acariciaba la cabeza esponjosa, que se fue el tiempo del descanso y tuvieron que despedirse. Él no sabía si lo volvería a encontrar.

-Me llamo Tsuna, puedo ser tu hermano mayor ¿Te parece?-lanzo una tímida sonrisa a lo que Lambo asíntio de inmediato. Ahora tenia que correr a clases.

Al término de las clases, nuevamente estaba en la entrada Reborn, esperando a su alumno que está vez parecía distinto, una linda sonrisa iluminaba su rostro y él estaba curioso. Tsuna no le comento nada hasta que llegaron a la mancion. Cómo era una academia de mafioso, era normal ver muchas limusinas o autos caros, yendo a recoger a los alumnos, pero para Tsuna todavía era algo fuera del otro mundo y se sentía raro dentro del carro junto a su tutor, por eso no decía nada.

Ya en su estudio, listo para que Reborn lo ayudará a repasar ciertas cosas, las cuales últimamente ya se veía más dispuesto a hacer las cosas bien. Dándose cuenta que tras sus equivocaciones que hacía adrede, realmente el moreno era bueno es muchas cosas y de nuevo el asesino se preguntaba porque no mostraba sus habilidades.

En un momento de respiro, Tsuna se estiro y pensó en la pregunta que quería hacerle a su tutor.

-¿Reborn, quién es la familia Bovino?-el azabache dirigió sus ojos onix en asombro.

-¿Interesado? Solo es una familia Mafiosa de no más de 100 miembros, se podría decir que ya no es considerada mafiosa, pero como hace extraños armamentos aún varias familias acuden a ellos, pero sin hacer alianzas, nadie quiere una familia débil-

-Que...¿Que se podría hacer por ellos?-sus ojos caramelo brillaron en preocupación y Reborn se burló un poco.

-Nada, Vongola tampoco quiere hacer una alianza con ellos y tú aún no eres el jefe, por lo tanto no puedes hacer nada-reapondio con sinceridad.

El moreno mordió su labio, pensando en alguna otra solución, no quería que la familia de aquel pequeño niño se destruyera, si bien, no lo iba a hacer de la manera que Tsuna se imaginaba, aún así estaba preocupado, quedar solo y olvidado, no es algo que quiera que le pase al pequeño niño vaca.

-P-pero Lambo... ¿Puedo hacerlo mi hermano? Q-quiero decir...

-O sea hacerlo parte de tu familia-interrumpio Reborn viendo el nerviosismo del chico-Pero Vongola no lo necesita, ya lo dije.

-¡Pero yo lo quiero! D-dijiste que formara mi familia ¿No? Entonces el...sera él primero, pero nada de que será mi guardián.

El azabache rio en diversión y se encogió de hombros, luego salió de la habitación, no son antes dejar unos trabajos a su alumno; camino directo a la oficina del noveno está vez para informarle de algo bueno.

-Tsunayoshi piensa integrar al hijo de los Bovino a la familia-dijo desenrrollando una de sus patillas y luego soltando para que rebotará-Por supuesto, yo no intervine en su decisión, no tenía idea que Lambo Bovino asistía a la academia.

-Eso es un avancé, pero aún es muy cerrado con otras personas, me preocupa que algo le haya pasado antes-respondio Nono, entrelazando sus dedos en preocupación-Gracias por tu reporte, querido amigó, me preguntó cuándo será una buena oportunidad para hablar con él.

-Aun trata de investigar sobre su familia ¿No? Ya habrá tiempo para explicar todo, noveno.-dijo con respeto y luego se inclino levemente-Me retiró.

Mientras tanto Tsunayoshi se había quedado en la habitación, pensando en sus propias palabras.

-//¿Formara parte de mi familia? Me gustaría que no se quedará solo...pero y si...me odia. Terminaré haciendo algo que no le gusta y haré que se vaya, entonces no tendrá sentido que lo haya hecho formar parte de mi familia//-Tsuna pensaba asustado, sin percatarse nuevamente que estaba soltando lágrimas y que caían en sus manos hechas puño.

Termino yéndose a su habitación para estar más cómodo y cubrirse con sus sábanas, pensando que fue muy irresponsable de su parte, ofrecerle a Lambo que sería su hermano. Aquel niño le sonrió, pero no estaba seguro si iba a agradarle siempre, como aquellos dos que se fueron luego de ser malo con ellos. Así era él, sus palabras eran venenosas cuando no quería que nadie le mostrará confianza.

Paso algún tiempos, lamentablemente Tsuna ya no se pudo encontrar mucho con el Bovino, solo de vez en cuando y era ocaciones que pasaban muy rápido, tanto que no tuvo oportunidad de preguntar más sobre él. Con el tiempo le fue restando importancia, ya lo esperaba de todas formas, e igual volvió a sentir ese vacío en el corazón, no queriendo admitir que le dolía.

Por ese tiempo, ocurrió algo en la familia de Gokudera, revelándose ante otras mafias, que Hayato Gokudera, el hijo menor, era hijo de una aventura de su padre, por supuesto todos lo amaban auqnru sabían de eso, pero de alguna manera se filtró la información y todas las demás mafias aliadas empezaron a hablar en contra, tanto del muchacho como del padre. Los hijos, por consecuencia también se llegaron a enterar, provocando ahora que la academia estuviera exparciendose con más facilidad el rumor.

Hayato, quién después de decidir dejar de vigilar al castaño, le pareció más interesante interactuar con el chico azabache. Yamamoto lo tomo gustoso, rápidamente adaptándose y diciendo sin permiso a los demás, que él y Hayato eran amigos, obviamente esa no era su relación, según el peli-plata.

Cuando el moreno estaba entrando a la academia, había muchos murmurando entre si, a él no le importo. Yamamoto por su parte, estaba escuchando atentamente cada palabra para saber de quién estaban hablando. Gokudera no fue bien recibido, por supuesto su semblante serio nadie podía cambiarlo, a él le daba igual lo que dijeran, ser hijo ilegítimo nunca le fue problema dentro de su familia.

Pronto fue el almuerzo y como siempre, pensaba reunirse con el azabache en la cafetería, sin embargo antes de poder extender su mirada para buscarlo, ya estaba rodeado de otros estudiantes, claramente de familias no tan poderosas como la suya. El peli plata miro molesto, cosas, infantiles como esa, no valían la pena.

-¿Ya no eres nadie importante verdad?
Ya que todos sabemos que eres el hijo de una cualquiera, tu sangre como mafioso no vale nada-decia al parecer el líder de ese grupito, que formó un círculo al rededor de Gokudera.

Todos los que no estaban involucrados, se alejaron de la cafetería para no meterse en problemas. Tsunayoshi iba con calma a una banca, pronto vio muchos alumnos salir de la dirección donde la cafetería se encontraba. Takeshi estaba ahí buscando a su amigo, cuando lo vio rodeado no dudo en intervenir, solo que la multitud era muy grande.

Seguían tirando palabras ofensivas y sin sentido, el oji-esmeralda se estaba cansando, dispuesto a sacar sus bombas para volar a todos, una voz interrumpió el acto.

-¡Que hacen!-grito con potencia, sabiendo perfectamente quien estaba en el centro.

-Oh, pero si es Tsuna, también un don nadie, un mafioso que salió de la nada-el moreno no reaccionó ante esto, era lo mismo de siempre.

-Como Gokudera, seguro también es hijo de alguna ramera- Takeshi estaba también apunto de actuar, pero el joven castaño avanzo para dar el primer golpe.

-Ehh, con que les divierte atacar personas sin prueba alguna-sus ojos brillaron en una ligera irá.

-¿¡Y tu qué te metes falso vongola!? ¡Tampoco es algo que te afecta!-exclamo alguien y luego varios siguieron con comentarios similares.

Hace unos minutos, se había encontrado de nuevo con aquel niño vaca, sonriéndole como siempre y pidiendo estar a su lado, aún si está vez no le era necesario comer. El pequeño no mostró indicios de odiarlo o que estaba fastidiado, incluso había dicho que lo extraño, a él. Nadie extrañaba su presencia anteriormente, nadie había mostrado tanto interés por él...
Si lo había, pero Tsuna decidió alejarlos, actuar tan odioso para que se fueran lo más pronto posible antes de que se ilusionara, pero ese fue su error, siempre fue él el que estuvo mal, nunca confío en nadie, había sido duro consigo mismo y no era honesto. Aquel niño de rojos esmeralda, lo hizo abrirse un poco.

En cuento se fue, empezó a ver a la multitud salir deprisa de la cafetería, cuando llegó ahí y vio toda esa escena, no pudo evitar pensar que era su oportunidad de actuar. Terminaría aceptando a Lambo como si hermano, ya que era aceptado por él, esperaba que los chicos, aún si no fueran su familia, desearan ser sus amigos, se sentía tan solo y ya no quería sentirse así, esperaba ser perdonado.
Ahora sus palabras está vez cambiaban.

-Porque....es mi amigo...por eso me importa lo que digan de él-confeso con resolución y una vez más miro firme al líder de aquel grupo.- Por eso más te vale que cierras tu boca y lo dejes en paz, no te atrevas a decir nada mas

Hayato escucho con asombro, bajo lentamente sus dinamitas y sonrió, luego también empujo a la multitud amenazando con sus puños hasta llegar hasta yamamoto, quién también estaba complacido de oír eso. Solo cuando estuvieron apartados, miraron a los tres con miedo, los ojos del castaño se veían diferentes y los usuales amables ojos avellana de Takeshi, también los miraban con rabia.

No mostraron miedo pero de todas maneras se dispersaron y con ellos también Tsuna se iba alejando, no queriendo ser seguido por los dos chicos, seguro le iban a reclamar un montón de cosas por haberse entrometido. Camino de vuelta a la banca donde estaba antes, sin voltear atrás, solo para darse cuenta a la hora de sentarse, que Gokudera y Yamamoto estaban sentado junto a él.

El moreno sonrio tímido, bajo la mirada y luego su voz salió entre cortada por las pequeñas lágrimas que salían, estaba desbordando su frágil corazón, la necesidad de tener a alguien siempre estuvo ahí pero nunca quería admitirla.

-¿E-estas bien? ¿Porque lloras?-cuestiono Takeshi preocupado.

-No era necesario tu ayuda, de todas maneras era verdad, solo estaba enojado por qué hicieron cosas tan infantiles como acorrarlarme-agrego el peli-plata.

Los cabello de Tsuna se movieron en negación, aún no hablaba y su rostro seguía cubierto.

-¿Entonces? ¿Volvimos a hacer mal en venir?-tambien negó.

-¡Yo no lo seguí, solo te observo a ti, estúpido!-grito al azabache.

-Es...¿Podrían perdonarme?-apenas formuló en un murmullo-No me gusta estar solo, nunca más

Confesó, a lo que está vez, el peli-plata no pudo negarse. Una de las primeras veces que observó al castaño, confirmo que no era por ser el supuesto Vongola, era por algo más y eso era que no le gustaba su mirada solitaria, le parecía muy triste. Al juntarse con el azabache, lo hizo con la esperanza de que alguna otra vez, pudiera conversar de nuevo con el oji-miel, ahora veían que fue una buena decisión hacer eso.

-Es-estaremos contigo-admitio primero el peli-plata.

-Esta bien por nosotros, pero ya no llores, Tsuna-El oji-avellana le secundo.

Entonces volvió su mirada a ambos y les dió una sonrisa sincera, se sentía más ligero después de ser honesto en ese momento y todo, después de platicar solo unos minutos con el Bovino. Era ahora sus amigos y eso se sentía bien, claro que aún tenía dudas, pero si ellos confiaban en él, entonces también haría lo mismo.

Ya con eso en calma y solucionado, se dispusieron a comer mas tranquilos y en una plática tranquila.

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