[ II ] Especial; Tormenta
Los rumores sobre aquel castaño mostrando su verdadero rostro, se extendieron, pero no duraron; sin embargo para cierto hijo de la familia Gokudera eso había sido más que sorprendente, inusual.
Aquel chico era apático, varias personas se acercaban a él para lastimarlo o no, pero no expresaba su disgusto. Si era verdad lo de su apellido, que era un Vongola, debería ser un mafioso orgulloso y altivo, mostrando la superioridad de su nombre, pero en cambio estaba solo y últimamente apegado a cierto tipo de molesta y despreocupada sonrisa.
Yamamoto Takeshi, el sujeto que más odiaba, por no tomarse nada en serio, pensar que el Vongola permitió que semejante muchacho este a su lado era como una broma. Por ello, busco dentro de la academia de Mafia, era enorme, pero aquello cabellos gravitatorios fueron fáciles de encontrar.
-¡Hey tu!-llamo bruscamente, tomando al moreno por la espalda haciéndolo girar.
Se topo con unos hermoso ojos como caramelo, pero que no mostraban brillo no expresión alguna, bajo ellos, una leve mancha rojiza señalando que había llorado, intuyendo que era tan constante sus lágrimas, que las marcas de habían quedado, pasando desapercibidas.
Tsuna se dejó jalonear, su cabellos al rebotar picaron en la nariz del peli-plata y lo hizo retroceder.
-T-tu...E-eres Vongola ¿Cierto?-un sirve olor llego a sus fosas nasales, haciéndolo actuar titubeante.
-¿Lo soy?-Tsunayoshi se preguntó sin ánimos-Nadie cree eso de todos modos
Sus movimientos, sus expresiones tan simples, le hacían a Gokudera preguntarse ¿Que está mal en él? ¿Que cosa lo mantiene tan poco entusiasmado de la vida?
El peli-plata lo miro entre furioso y angustiado, soltó el agarre que tenía en u hombros y Tsuna se mantuvo confuso, luego con brusquedad lo empujó al asiento dónde se encontraba, pero hizo que ambos chicos ahí -Yamamoto, quién fue ignorando durante las interacciones de Tsuna y Hayato- se recorrieran, para hacer espacio para Gokudera. De ese modo, Tsuna se mantuvo sentado en medio de dos chicos que no tenía idea porque se pegaban a él. Gokudera a su izquierda y Yamamoto a su derecha.
-Me quedaré cerca para vigilarte y comprobar si eres el vongola o no-dijo con sariedad, señalando al castaño serio.
Él solo se encogió de hombros y continuo viendo cómo tanto el azabache como el peli-plata, interactuaban a su alrededor, como si de inmediato empezarán a llevarse bien.
-Hahaha Gokudera siempre tan serio-expreso con su sonrisa que lo molesto.
-Callate, ¿Además tú qué haces aquí?-
-Solo almorzando con Tsuna, no ves-alzo la caja de almuerzo que traía, mientras el nombrado comía en silencio sin prestar atencion a lo que se decían entre ellos.
-//¿Que se traen? Odio su compañía, solo vayanse//-se dijo, inmerso en sus pensamientos.
-¡Bien, cuando acabe el almuerzo, te vas!-exclamo señalando con enojo.
-Eh...pero si vas a estar cerca de él incluso después de la comida, entonces yo también quiero hacerlo-
El descanso terminó y los tres se fueron a su salón, donde eran acomodados de acuerdo a sus calificaciones, por ellos Tsuna estaba en uno de los intermedios, después de todo Reborn lo obligaba a no bajar de 6, que era su calificación máxima. Y yamamoto quién estaba en una clase más avanzada, yendo a unos salones más apartados dónde iba Tsuna, aún así, lo acompaño todo el trayecto hasta su salón, este sin darse cuenta no dijo nada hasta que estuvo frente a la puerta.
-¿Que haces aquí?-cuestiono con sus ojos entrecerrados
-Solo te acompañe, Tsuna, nos vemos después-despidio alegre como siempre.
Después de clase, Hayato ya estaba esperando al castaño para seguirlo y vigilarlo hasta donde tuviera que ir, no pasando por alto sus acciones o su comportamiento, que como siempre, no solía ser como de un jefe mafioso. También a la salida, se había topado con la sorpresa de que se encontraba aquel famoso asesino No1 del mundo, Reborn; por supuesto, también se encontraba aquel chico sonriente.
-¿Compañía?-pregunto el hombre de fedora, al ver a ambos adolescentes tras su estudiante.
-No...-el castaño se detuvo y volteo para verlos- ¡No tiene que seguirme! ¡Largo!-exclamo empujando a Gokudera y salio corriendo dejando atrás a Reborn.
-¿Que asuntos tenía con mi alumno, Gokudera Hayato?-cuestiono Reborn ocultando sus ojos bajo su fedora.
El nombrado trago en seco, no imaginando que Reborn era conocido de Tsuna.
-Ninguno, solo quería comprobar si era realmente un jefe mafiosos, pero no parece tener el orgullo de un jefe-contesto cruzado de brazos.
-Eh...pero anteriormente amenazó a alguien solo para defenderme, a pesar de que se, no me considera un amigo-dijo Yamamoto recordando los sucesos de aquel día.
Los ojos onix del asesino se abrieron en sorpresa ¿Tsunayoshi, defendiendo a alguien con quién no se lleva bien? ¿Que lo habrá impulsado a querer hacerlo?
-¿Es cierto que... Tsunayoshi viene de un orfanato? Antes no era nadie ¿Entonces porque?-Reborn salió de sus pensamientos al escuchar aquella pregunta de Gokudera.
-Tsuna....¿No tiene familia?-Takeshi, quién también se sorprendió por aquello dicho.
-Hmm parece que Dame-Tsuna, sigue guardando ciertas cosas-dijo para si y sin decir más, se fue de ese lugar para ir por su estudiante y regañarlo un poco por haber huido.
Después de aquello, su tutor lo estuvo sermonendo de las mismas típicas palabras sobre "Formar una familia". Le sonaba tan repetitivo, que dentro de su mente, le estaba dando el avión a Reborn, asintiendo de malas a lo que sea que le dijera. Luego, se hecho a correr de nuevo a su habitación para comenzar a llorar. Todo su comportamiento y actitud, esperaba que algún día a alguien le apareciera fastidioso, que vieran su poco entusiasmo y así lo dejarán solo, pero seguían insistiendo y ahora una persona más, estaría tras él.
Que le creyeran que era jefe vongola ¡Bien!
Si no le creían ¡También! De todas maneras no era nadie y no es nadie aún cuando le dieron ese "apellido" al llegar a Italia. Prácticamente, los Vongola, lo adoptaron, haciendo que ahora fuera niño rico, mafioso y un heredero al próximo puesto. Todo mundo se volvería loco por una oferta de ese tamaño, pero el no, podía dormir en camas lujosas y baños calientes, pero aún quería una vida sencilla, sin nadie que lo moleste para así morir solo.
-Primero Yamamoto y ahora Gokudera ¿Tsuna por qué no finalmente los integras a tu familia?-cuestiono su tutor, en medio de una aburrida sesión de estudió.
-No, ni los conozco-se negó friamente
-Si no estás dispuesto a formar tu familia, lo haré por ti ¿Pero tu no quieres eso o si?-dijo y Tsuna detuvo su labor de escribir y lo miro, aquellos ojos en los que aún no podía confiar, tan oscuros como las pesadillas que cada noche tiene.
-Pero no quiero...son extraños para mí...todo es tan extraño para mí, ni siquiera puedo acostumbrarme a la idea de que seré un mafioso. Digo ¿Alguna vez tuve futuro? Aparte de salir del orfanato, no me imaginé siendo alguien importante, un don nadie que fue abandonado por sus padre y que de la anda, resulta que eres el Décimo Vongola.
¡Felicidades! Ahora haz tu familia y ellos te van a servir y guardar-ironizo mientras sus ojos se volvía oscuros-Tendrás una cama decente dónde dormir y comida tres veces al día, eso suena bien para mí...pero no necesito toda esta atención, lo od-
-Esta bien, basta-detuvo el asesino, mirando que Tsuna que mordía su labio lo suficientemente fuerte para sacarse sangré.
Acaricio su cabeza, retiro de su mano el lapiz con el que resolvía alguna tarea y luego hizo que se levantará de su asiento. El castaño ya estaba sollozando, otra vez por la misma razón. Reborn quedó desconcertado, para que Tsuna ya tuviera 16 y que fuera así de frágil, le daba razones para pensar que no todo había ido bien en aquel orfanato.
¿Se negaba a la vida que ahora tenía, tanto así que lo ponía de esa forma? Se preguntó mentalmente el azabache, abrazando por última vez para después llevar al joven a su habitación, poniéndolo a dormir oye aya era de noche.
-Tambien sigue delgado, a pesar de que se le da de comer ¿Acaso devuelve la comida o algo así?-dijo al aire mientras caminaba a la oficina del noveno para darle una especie de informe.
Una semana después, el peli-plata seguía al castaño, llegando con su seño siempre fruncido y sin invitación, solo ha sentarse a lado del moreno y empezar a comer también su almuerzo en silencio. Takeshi miro esa actitud divertida, conocía a Gokudera, alguna vez fueron compañeros de clase y sabía que odiaba la compañía innecesaria, si no le traía beneficio alguno, no estaba con nadie; sin embargo aquí estaba a lado de Tsuna, dispuesto a descubrir el misterios tras su raro comportamiento.
Gokudera habia hallado otra razón del prowue estaba ahí, ya no, para saber si tenía cualidades de jefe, por qué las tenía, pero no quería usarlas o estaban muy ocultas. Cómo aquella vez que a Yamamoto lo atacaron con insultos, Tsuna mostró sus colmillos, pero fuera de eso, aún seguía frío con ellos y constantemente empujando para que se fueran lejos.
-¿Es cierto que...Tsuna no tiene familia?-pregunto Yamamoto a Gokudera, en un momento de silencio.
-Si y que con eso-respondio fríamente el castaño, tomando de un jugo.
Yamamoto no se sorprendió de esto, no era algo por lo que enojarse, era aparte de su personalidad que por años se fue formando.
-¿Por qué no somos tu familia?-ofrecio el azabache sonriente como siempre.
-¡Idiota, los Vongola lo adoptaron!-exclamo el peli-plata casi escupiendo comida.
Tsuna frunció el seño ante sus palabras, no quería familia y había aceptado de malas.
-Solo porque soy útil para Vongola, si no fuera así, seguiría viviendo en la basura-dijo honestamente y cerró la caja de su almuerzo terminada.
Se levantó con pereza y solo les dirigió una mirada molesta.
-//Como si quisieran estar conmigo, no soy nadie//-penso y se retiró haciendo sonar sus pasos, pero escucho que alguien agregaba algo más.
-Aceptaste porque ahora puedes vivir en lujos ¿No es así? Eres como cualquiera, que se convierte en una persona totalmente diferente cuando lo tiene todo-acuso Gokudera cruzado de brazos.
-¿TENER TODO? ¡Porque se que no puedo tener nada propio, no me esfuerzo por hacerlo! ¡Si tanto hablas de vongola, porque no te vas con ellos!-grito exaltado y furioso, cuando menos se dió cuenta estaba frente a Hayato apuntando su dedo índice al pecho ajeno.
Pero ni Yamamoto ni Gokudera vieron irá en esos ojos, solo vieron vacío y soledad, se estaba contradiciendo, pero no entendían porque, ellos lo ofrecía de una agradable manera, como para que fueran rechazados.
-Pero queremos ser tus amigos ¿Porque no nos dejas serlo? ¿Hay algo mal?-el otro adolescente se paró tras el castaño y tomando de su hombro tembloroso.
-Por que todo el cariño y la atención son falsos, se que todo es por el nombre que ahora llevo, pero aún así nadie aparece creerme, pero no me importa-dijo en un tono más calmado mirando el suelo-Como se que es falso, se va a ir y me abandonarán cuando vean que soy inecesario, asi que ¿Para que aferrarme? Es estúpido, dejen de estar a mi alrededor, son una molestia.
Después se retiró corriendo de aquel lugar, volvió a sus clases y siguió centrado en lo que se veía ahí, no pensó las en los chicos, definitivamente cree que fue lo suficientemente brusco para que se alejaran de él y buscarán a alguien más interesante para seguir.
Segunda parte de "cumpleaños " xd
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro